Respuesta al New York Times

 

Michael Nylin

Presidente de General Motors de Venezuela

 

Estimado señores, en relación al contenido del editorial realizado con fecha agosto 21, de ese distinguido periódico, concerniente a Venezuela y su recién elegido presidente, Hugo Chávez, quisiera transmitirles mi total desacuerdo, tanto en contenido objetivo del mismo, como en su tono general.

 

Primero, permítame referirme sobre la objetividad de su contenido: La semana pasada, representantes de la asociación venezolana de ensambladoras, fabricantes de partes, varios de los bancos más grandes el país, así como el Ministerio de Industria y Comercio, se reunieron en Caracas para firmar un acuerdo histórico de cooperación. El acuerdo se centró en el diseño de un proyecto para brindar una oportunidad sin precedentes al pueblo de Venezuela de adquirir un vehículo de pasajero nuevo, económico y confortable, llamado "Carro Familiar 2000", este programa fue llevado a cabo como iniciativa del nuevo gobierno liderizado por Hugo Chávez.

 

Contrario a la atmósfera implícita en su editorial sobre hambre de poder, centralizado en la demagogia, hasta este momento hemos encontrado en los miembros de equipo del Ministerio de Industria y Comercio personas solícitas, flexibles y de mucha ayuda. Como resultado de nuestras reuniones, el proyecto del Carro Familiar 2000 provee a cada una las empresas participantes, incluyendo a GM, autonomía de operación total. En ningún momento durante el curso de este proyecto, ha habido una expresión de aspiración por parte del gobierno, premeditada o implícita, de instalar una empresa o ensambladora de vehículos. Esto simplemente es una declaración falsa.

 

También me gustaría comentar sobre el tono general de su editorial el cual, como norteamericano que vive fuera de su país, encuentro que desafortunadamente es minimizante y francamente, poco americano.

 

Desde mi posición pienso que el Sr. Chávez, tiene delante de sí una tarea de proporciones monumentales, la cual no será capaz de cumplir aún si la Asamblea Nacional Constituyente lo nombrara monarca por el resto de su vida. Si la única cosa que el Sr. Chávez tuviera en su agenda fuera la le construir un nuevo país, esta sería tarea suficiente para dos vidas consecutivas, pero el Sr. Chávez tiene una tarea, más ardua que esta. Debe poner orden en las instituciones, procesos y libertades para cambiar la actitud de la gente.

 

Debe romper el ciclo de pobreza y destrucción propia desatada a partir de las prácticas de corrupción, implementando programas que puedan llenar la educación espiritual, intelectual y física de todos los niños del país para que de esa manera puedan, de una manera plena, darse cuenta de los derechos que Dios les dio para asumir sus lugares como participantes y contribuyentes de la prosperidad de sus compatriotas, no solo en su país sino también en el mundo entero.

 

Para nosotros los americanos, quienes hemos sido bendecidos al vivir en un país con libertades y oportunidades de las que hemos disfrutado desde nuestra juventud, es tentador y fácil ofrecer de una manera frecuente el aviso de "Hazlo de la Manera Americana". Nuestra rama democrática ha trabajado bastante bien en función de nuestro país pero es egoísta asumir que sería la solución de todos los problemas del mundo. Es verdad, la gente con libertad produce más eficientemente y productivamente que aquellos que no la tienen y, como tal, tendrán una mayor oportunidad para mejorar su estándar de vida, pero el modelo de democracia debe ser medido para darse cuenta que la gente de Venezuela no es de Ohio, California o New York. Son venezolanos y deben ser animados a encontrar su propio modelo de democracia, la cual facilite un acrecentamiento de su futuro como venezolanos, tanto como les sea posible en cada sentido de la palabra.

 

Una de las cosas que siempre me ha parecido ser netamente americano ha sido nuestra propensión hacia la gente que juega sobre las reglas impuestas. Siempre alentando a los desvalidos, para desear y ayudar aquellos que están más abajo o fuera, aquellos que se retuercen bajo la opresión de cualquier tipo de suerte, bien sea económica, política o de otro tipo. Definitivamente nunca ha sido del estilo americano patear al caído. En este momento, Venezuela se retuerce. El Sr. Chávez ha tomado un nuevo camino. Puede no ser el camino que Uds. o yo tomaríamos si tuviéramos en su misma posición, pero no somos venezolanos. Antes de condenarlo al fracaso a través de nuestra prensa o de algún otro medio, lo cual podría o no materializarse, creo que decididamente seríamos más ricos como americanos y como seres humanos si adoptáramos una actitud de ayuda, soporte y asistencia. ¿Quién sabe? Quizás aprendamos algo que nos pueda ser de mucha utilidad.

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