Los Venezolanos que estamos trabajando en la parada de planta acá en Trinidad nos lanzamos a la aventura de ir a Venezuela y cumplir con nuestra obligación con nosotros mismos, con nuestros hijos, nietos y generaciones futuras. Alquilamos un peñero (como los que alquilan en Morrocoy) con dos motores de 75 caballos, sin techo ni salvavidas y llegamos a Tucupita (alrededor de las 11:30 AM) luego de recorrer acá en Trinidad 2 horas de carretera con muchas curvas y poco mas de 4 horas en este peñero y unos cuatro aguaceritos (después nos dimos cuenta que fue mejor la lluvia que haber soportado el inclemente sol). Llegamos por uno de los canales de Delta Amacuro hasta una "población" llamada Cagual (o algo así), allí tomamos dos "taxis" (entiéndase un par de chatarras ambulantes) quienes nos transportaron hasta Santa Cruz donde vimos en una pequeña plaza un grupo de personas firmando, allí nos paramos y los nueve Venezolanos firmamos mientras unas 5 mujeres chavistas nos decían de todo, incluyendo que nos regresáramos a caracas ya que le estábamos quitando el trabajo a los profesionales de la zona (?????), supongo que la gorra de Unapetrol de Ramiro fue lo que encendió la chispa, pero ni le paramos..... simplemente firmamos. El retorno fue mas entretenido, ya que por razones ajenas a nuestra voluntad, el peñero partió a las 4:20 de la tarde, lo cual nos agradó porque sabemos que en Trinidad el sol se oculta poco después de las 5:30PM. Además se montarnos tres pasajeros adicionales a los 10 que fuimos para Venezuela. Luego de recorrer alrededor de una cuarta parte del camino, uno de los dos motores se paro y luego de varios intentos decidió declararse en huelga, tomamos la decisión de continuar con un solo motor y para no hacer el cuento tan largo, este viaje de retorno duro 10 horas, por lo que llegamos a Trinidad poso después de las 2 de la mañana. Para tardar 2 horas mas en el retorno por carretera y terminar acostándonos a eso de las 5:00 AM. Por supuesto que las 10 horas de regreso incluyen un peñero sin luces, detenernos mas de 20 minutos porque el lanchero diviso una luz roja que parecía ser la Guardia Costera de Venezuela, en algún momento el lanchero se desoriento y no sabia donde estábamos, por lo que tuvimos todos que pelar los ojos y aportar todos nuestros conocimientos náuticos (muy escasos por cierto) para poder reorientarnos, no podíamos hacer bulla porque las salidas y entradas a Venezuela y Trinidad eran ilegales, lo cual por lo menos yo entendí cuando llegamos cerca de la playa en Trinidad y un faro muy grande de la Guardia de acá, obligo al lanchero a apagar el motor y mantenernos durante una media hora a la espera del momento oportuno y que la marea nos llevara hasta la orilla para atracar y bajarnos. TODA UNA AVENTURA PARA CONTARLE A NUESTROS HIJOS, FAMILIA Y A TODOS NUESTROS AMIGOS Y COMPAÑEROS DE LUCHA. Ya estamos de nuevo en la Parada de Planta, la cual ahora luce mas facil, luego de la experiencia vivida y la satisfacción por el deber cumplido y el granito de arena aportado. Se les quiere, se les recuerda y pronto estaremos de regreso a NUESTRO HERMOSO PAÍS !!!!! NI UN PASO ATRÁS !!!!!!!!!!!!!!!!! Ennio PD: Elías Lorenzo, Carlos García, Antonio Morera, Ramiro Ramírez, los soldadores de la REP Javier Barrios, Wylliams Arteaga, otros dos soldadores venezolanos Tovar y Anzola, un trinitario que nos acompañó por la empresa con quien estamos trabajando y el lanchero Venezolano formamos el grupo de personas que vivió esta experiencia.

Diciembre 2003

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