Despacho del Ex Presidente de Venezuela
Carlos Andrés Pérez

Miami, 11 de Marzo del 2005

Ciudadano
Fiscal General de la República
Su Despacho.-

He tenido conocimiento a través de los medios de comunicación social, de la solicitud enviada por la Fiscalía General de la República a un Tribunal de Control solicitando mi “captura” a los fines de una pretendida imputación por los hechos ocurridos hace dieciséis años en el denominado “Caracazo”.
Al respecto le expreso lo siguiente:

1.En relación a los sucesos ocurridos en Caracas el 27 de Febrero de 1989, jamás me fue requerida una declaración sobre mi actuación como Presidente de la República. Asumí entonces mi responsabilidad como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y tome las medidas exigidas para controlar la alteración del orden público en el marco de la Constitución y de la ley. No impartí órdenes de disparar contra el pueblo, ni autorice violaciones a los derechos humanos. Los excesos incurridos por parte de las fuerzas policiales o militares debieron ser investigados y determinadas en su oportunidad las responsabilidades correspondientes a estos cuerpos.

2.Carece de todo sentido que ahora, prescrita la acción para perseguirme por esos hechos, demostrada la indolencia de los órganos de persecución penal del Estado, sin determinarse la autoría material en los lamentables acontecimientos, se pretenda imputarme y para ello se solicite mi captura siendo así que convenios internacionales de cooperación en materia penal prevén la posibilidad de requerir mi declaración, como ha debido hacerse desde hace muchos años, sin que se recurra a una orden ilegal de aprehensión que no está inscrita en procedimiento alguno extradicional, igualmente improcedente.

3.Esta petición de esa Fiscalía, manifiestamente ilegal, solo revela motivaciones políticas que una vez más pretenden inculparme por supuestos hechos punibles que no he cometido y que, precisamente, por el sesgo político, no hacen posible que sea atendida por ningún país respetuoso de los derechos ciudadanos.

4. Expreso, con esta comunicación, mi invariable solidaridad con el pueblo venezolano. Dejo constancia del profundo dolor que sentí como Presidente por los hechos del 27 de Febrero de 1989 que no fueron producto de un alzamiento popular sino por lo contrario el inicio de una acción subversiva que se venia gestando con anterioridad a mi elección como Presidente de la República y que hoy vemos en que está derivando. Los que ayer promovieron estos desmanes son los mismos que hoy desgobierno a nuestro país. El propio Presidente Hugo Chavez ha confesado que desde años atrás venia planeando con otros oficiales el derrocamiento del sistema democrático del Venezuela.

5. Los venezolanos conocen bien que a lo largo de mi vida pública he tenido como principio central asumir mis responsabilidades en todos los cargos en que he tenido el privilegio de servirles, incluso cuando se me siguió un proceso netamente político que culminó ilegalmente mi mandato como Presidente de la República en el período 1989-1994, aún privado de mi libertad asumí mis responsabilidades.

Señor Fiscal General:

No puedo dejar de llamar la atención al hecho de que usted debería ser el primero en reconocer que contener desmanes como ocurrió el 27 de febrero de 1989 representó una acción muy distinta al uso del Plan Avila que el Presidente Chavez intentó el 11 de abril de 2002 contra la mas grande manifestación pacifica ocurrida en el país.

En esa oportunidad el gobierno del cual usted hace parte actúo no para controlar a subversivos como en el llamado "caracazo", sino para asesinar y atropellar a inocentes, incluyendo valerosas mujeres. Fue tal el despropósito de Hugo Chavez que se sintió obligado a renunciar ante el alto mando militar que honrosamente se negó a ser complice de tal barbaridad. Sin embargo usted en lugar de actuar de acuerdo con la jerarquía de su cargo no solo no inicia acciones para sancionar a los culpables, todos confesos, sino que también se presta a secundar acciones manifiestamente ilegales contra mi.

Finalmente es inexplicable que tanto usted como otros personeros gubernamentales declaren que están investigando donde me encuentro, pues los medios de comunicación nacionales e internacionales han divulgado que desde varios meses estoy en la ciudad de Miami recibiendo tratamiento médico con motivo del accidente cardio vascular que sufrí, desde donde le reitero mi invariable disposición a responder las extemporáneas cuestiones que esa Fiscalía quiera plantearme, con miras al esclarecimiento de unos hechos cuyas pruebas marchan hacia su definitiva desaparición por la negligencia del Estado.

Atentamente,

Carlos Andrés Pérez

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