Propuesta sobre el cese del funcionamiento de los Círculos en Miraflores,

utilizando ilegalmente fondos, recursos y funcionarios públicos

 

La sub comisión consideró la semana pasada recomendar el cese al financiamiento con fondos, funcionarios e instalaciones públicas de los Círculos oficialistas. Que, como es público y notorio, funcionan desde las instalaciones del Palacio Blanco, desde el Ministerio de la Secretaria de la Presidencia y desde el Vice Ministerio de Gestión Comunicacional. Así como es conocido que el Comando Supremo Revolucionario Bolivariano, también funciona desde el Palacio de Miraflores.

 

Nuestra propuesta está inspirada en la defensa del cumplimiento de la Constitución que, en sus artículos 141 y 145, establece claramente que los funcionarios están al servicio del Estado y no de parcialidad alguna. Siendo que a los Círculos se les asigna la misión de atender las directivas políticas del Presidente Hugo Chávez y del Comando Supremo Revolucionario Bolivariano, como consta en la página 10 de su folleto de presentación. Y que son (como ha planteado el propio Presidente) parte conformante del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, creado para violar la Constitución y protagonizar un golpe militar. El financiarlos, promoverlos o apoyarlos con recursos del Estado es violatorio de la Constitución y de las leyes vigentes.

 

Proponemos que la sub Comisión formalice la solicitud de que cese el funcionamiento del Comando Supremo Revolucionario Bolivariano y de la sede nacional de los Círculos del Palacio de Miraflores y despachos oficiales conexos, de que cese la asignación de funcionarios para su promoción y funcionamiento como consta en diferentes reportajes de medios de comunicación y que cese el financiamiento de sus movilizaciones, dotación y soporte organizativo con dinero proveniente del presupuesto nacional.

 

Quedaría pendiente, obviamente, un pronunciamiento y la actuación de la Contraloría General de la República ante los obvios delitos cometidos. Pero siendo que, como se ha reflejado en documento anexo, no existe actualmente equilibrio de poderes y hay serias dudas sobre la independencia y capacidad del Contralor, no tenemos esperanzas de que la situación sea corregida, salvo que el Ejecutivo, voluntariamente, cumpla la recomendación acordada por la Sub Comisión.

 

Un aspecto a tomar en cuenta es que también debería cesar la promoción de la figura de los Círculos a través de las intervenciones públicas del ciudadano Presidente o del espacio denominado Aló, Presidente. Pues el tiempo del Primer Mandatario y los medios públicos a su disposición no pueden, tal como expresa la Constitución, estar al servicio de parcialidad alguna. Y los Círculos o el mencionado Comando son expresiones de, legítima, parcialidad partidista o política, pero que no pueden ser promovidos o financiados desde el Estado.

 

Vale la pena destacar que la actual Constitución no tiene previsto ningún canal de financiamiento público para los partidos políticos, por ello la parcialidad luce aún más irregular y violatoria del ordenamiento jurídico y del espíritu de la Constitución.

 

La señal de la pronta salida de la sede nacional de los Círculos y del Comando indicaría respeto por la Constitución, lo cual sería muy positivo para la propuesta de un diálogo nacional.

 

Condenar los golpes y no exaltarlos

 

La semana pasada conversamos sobre la pertinencia de condenar los golpes militares pasados y los posibles a futuro. Con respecto a ello se planteó claramente la necesidad de que no se volviesen a utilizar fondos públicos ni se formulasen mensajes desde el Ejecutivo que podrían considerarse de exaltación a intentos de golpe. Por ello sorprende y desagrada que en el reciente programa presidencial se haya procedido nuevamente a alabar la violación de la Constitución y el uso de la violencia para imponer un gobierno.

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