INTERPELACIÓN AL ex-militar Hugo Chávez, sexta parte (regreso)
Diputado Tarek William Saab: Tiene la palabra el ciudadano Presidente de la
República, Hugo Chávez.
Presidente Hugo Chávez: Gracias señor Presidente, gracias señor Diputado Vargas.
Primera pregunta. ¿Cuál cree usted que fue la causa de los sucesivos
pronunciamientos públicos y actos de desobediencias por parte de altos oficiales
de la FAN?
Antes de responder esa pregunta, un comentario. Todas estas evidencias que están
surgiendo del señor Olavarría, que el señor Olavarría mencionaba, lo que hacen
es eso, ir aportando nuevos elementos, que van sacando la verdad a flote, la
pura y cristalina verdad.
Tengo informaciones de todos modos, cuando el señor Olavarría dice allí, por
ejemplo, le pregunta el periodista de Israel González, le pregunta que de quién
es culpa y Olavarría dice que de Carmona porque fue quien llamó a Romero, uno
pudiera también plantearlo de otra manera, que a Carmona le impusieron a Romero,
que el señor Romero tiene también su... todo el mundo tiene su historia, nadie
apareció aquí del planeta Marte, estuvo aquí trabajando en este Palacio o muy
cerca al menos, según informes que tengo por allí, cuando el señor Carlos Andrés
Pérez era Presidente de Venezuela y si eso lo unimos con la grabación aquella de
comienzos de año, donde el señor Pérez le ordena al señor Ortega no perder
contacto con el señor Carmona porque la confrontación tiene que ser definitiva,
esto indica que uno de los autores intelectuales de este golpe, pudiera ser el
señor Pérez y quién sabe si el apoyo de otro tipo y la imposición, la imposición
de una persona muy cerca del poder, porque es una forma de mandar detrás de las
bambalinas, esas son hipótesis.
Las preguntas. Las causas de los sucesos pronunciamientos públicos.
Hubo varios pronunciamientos, un coronel primero, luego un almirante, que fueron
sujeto de diversos análisis de nuestra parte, llegamos incluso a pensar
equivocadamente que el hecho de que estuviesen saliendo públicamente esos
oficiales, pudiera significar que no había un plan conspirativo, encubierto por
cuanto no sonaba lógico que quemaran a un oficial y a otro, uno por uno, en vez
de conservarlos en secreto, trabajando en la conspiración.
Claro, luego cuando vemos la gran cantidad de oficiales que estaba trabajando en
esto, entonces uno le consigue explicación en por qué, vamos a llamar, queman a
uno y al otro desde el punto de vista de los planes golpistas, creo que esto fue
parte de una línea de acción para ir generando la idea de que la Fuerza Armada,
pues ya le estaba retirando el apoyo al Gobierno y además para, lo que voy a
decir creo que es muy contundente, creo, para darle un mensaje, para alentar las
fuerzas opositoras, para decirles sí, es verdad, aquí está uno y sí es verdad,
aquí está el otro, sabiendo que tenían un número importante de oficiales en
posesiones de mando, las altas estructuras, comandante del Ejército, entonces
ellos deciden quemar a un coronel y a un almirante que no tenían mando, pero
como lo hacen de manera dándole la difusión que le dieron, eso fortaleció sus
posiciones, le inyectó más espíritu de combate, vamos a llamarlo de esa manera a
las fuerzas opositoras. Creo que esa es la razón determinante.
¿Quién cree usted que dio la orden de ejecución del golpe?
Sería difícil precisar así como que una persona. Hay un conjunto de personas que
vinieron, algunos del sector sindical, sector empresarial, sector militar,
sector político.
Generalmente cuando se analizan los pesos de cada uno de estos componentes, uno
pudiera concluir en que no fue del sector militar que vino la orden. No. Los
militares fueron un instrumento del golpe o de los golpistas, de los
intelectuales del golpe. No creo que se haya pensado originalmente, no creo que
los cabecillas principales del golpe hayan sido los militares, los utilizaron.
El sector político de allí, busquemos por allí, ya lancé una hipótesis en torno
a este ex Presidente, que vive fuera del país y que desde hace varios meses
estaba anunciándolo, “Chávez saldrá por un golpe de Estado”, entrevistas de
radio, televisión, etc., y de allí hacia abajo, algunos otros dirigentes
políticos, pero busquemos, digamos que los cabecillas fundamentales.
El sector económico, el Presidente de Fedecámaras y creo que por allí pudiéramos
quedarnos, en cuanto a los principales cabecillas que planificaron y dieron la
orden de ejecución
El hecho, por ejemplo, de que Carmona, como ya lo mencioné hace un rato, estaba
en España esos días y de manera intempestiva decide suspender la agenda y
regresar a Venezuela como alma que lleva el Diablo, con la banda presidencia en
un maletín, indica que no fue él el que dio la orden, indica que él era un
mandadero, lo tenían ahí de figurín, lo tenían allí de figurín.
La orden se emitió en otro espacio, sobre todo estoy seguro que la emitieron
cuando lograron darle al conflicto interno de PDVSA una magnitud mucho más
intensa que el mismo significado y se acelera entonces la decisión del cuándo
lanzar el golpe, pero si no hubiese sido PDVSA, ellos andaban calentando y
buscando un conflicto de cierta magnitud, de cierto calibre para justificar,
hubiera sido otra marcha, a lo mejor hubiese sido el primero de mayo, pero lo
iban a hacer, ellos estaban era calentando, amasando, y buscando la fecha más
adecuada.
El conflicto de PDVSA los lleva a adelantar el día D, para llamarlo de esa
forma.
¿Cuál es la diferencia entre el golpe del 4 de febrero y el de ahora?
Hay diferencias esenciales, profundas. Creo que yo hablaba comenzando de aquel
historiador Marc Loch, quien escribió que la historia es la ciencia del hombre,
del señor humano, pero luego completaba diciendo que es la historia del hombre
en su tiempo y que para poder entender la historia y además para que la historia
sirviera de algo, sirve de mucho, pero si queremos que sirva, tiene que ubicar
al señor humano, que es el objeto central de la historia, así como de la
geografía es la tierra, tiene que colocar al hombre, bañarlo en el tiempo en que
los fenómenos se desarrollan o se desarrollaron.
Bueno, ubiquémonos en el 4 de febrero, ubiquemos los 3 ó los 5 años previos al 4
de febrero, ubiquemos los hechos en sí mismo como se desarrollaron, también
decía, no sé si el mismo historiador Loch u otro, que para comprender un
fenómeno histórico hay que comenzar rebuscando en los orígenes o las causas del
fenómeno. Entonces la diferencia entre el 4 de febrero, si uno encuadra en el
tiempo y si uno hurga en los orígenes y causas de cada uno de estos dos
fenómenos, 4 de febrero y 11 de abril, la diferencia es como el blanco y el
negro, la diferencia es como el polo positivo y el polo negativo, la diferencia
es como la cara y el sello de una moneda.
El 11 de abril, pudiéramos decir en un análisis histórica todavía muy temprano,
pero me atrevo, me aventuro a adelantarlo, el 11 de abril es consecuencia del 4
de febrero. Si no hubiese ocurrido el 4 de febrero, no hubiese ocurrido el 11 de
abril, porque es que si no hubiese ocurrido el 4 de febrero, tampoco hubiese
ocurrido el 6 de diciembre del 98 y si no hubiese ocurrido el 6 de diciembre del
98, no ocurre el 11 de abril, hubieran ocurrido otras cosas, es una cadena
histórica, así es la historia.
El 4 de febrero fue producto además del 27 de febrero del 89 y este 27 de
febrero fue producto de los 30 y tantos años de traición a un pueblo, que quiso
democracia después del 23 de enero. Todo eso es un solo encadenamiento
histórico.
El 4 de febrero tuvo sus orígenes, tuvo sus causa. El 11 de abril las contra
causas. Los orígenes del 4 de febrero están en el alma popular venezolana, los
orígenes del 11 de abril están en el alma antipopular venezolana.
Los orígenes del 4 de febrero están en el sentimiento patriota venezolano, los
orígenes del 11 de abril están en el sentimiento antipatriota venezolano y el 11
de abril no es sino una respuesta al proceso revolucionario y eso tiene que ser
hasta cierto punto un aliciente para nosotros los bolivarianos y los
revolucionarios, porque a pesar de que tenemos y hemos cometido muchísimos
errores y rectificarlos es de sabios, sin embargo este golpe nos indica que
nosotros andamos en la dirección estratégica correcta, porque si estuviéramos
equivocados, si estuviésemos por el camino equivocado, no hubiese ocurrido el 11
de abril.
El 4 de febrero, además de las motivaciones o causas, además no fue como hecho
militar, ya enfocando lo militar nada más y el fenómeno militar de la rebelión,
no fue inyectado desde fuera, no es que haya sido aislado, un fenómeno aislado
del contexto, imposible, no hay fenómenos aislados del contexto, pero de que
haya sido provocado desde fuera, producto de un laboratorio de guerra
psicológica, inyectándole a la Fuerza Armada un objetivo específico para que
surgiera un movimiento rebelde allí. No.
El movimiento del 4 de febrero surgió de las entrañas de la Fuerza Armada, un
estremecimiento interno de la Fuerza Armada, fue la erupción de un volcán
interno no fue producto de una manipulación de las cúpulas políticas, de tal o
de cual signo, tuvo su propio liderazgo, tuvo su propio comando militar, que no
dependía de ningún otro comando político o cupular interno o externo, es un
fenómeno propio, natural, como cuando un volcán emerge, es natural, no es como
una bomba que se lance para que parezca un volcán.
El 11 de abril no fue eso, el 11 de abril no fue y he ahí las causas de su
fracaso inmediato, no fue ningún movimiento natural interno de la Fuerza Armada,
fue inyectado desde fuera por una parte eso.
El 4 de febrero fue un movimiento que vino desde abajo, desde el seno de la
Fuerza Armada, de la estructura de debajo de la Fuerza Armada, de abajo hacia
arriba, que no llegó a la cúpula, tocó sólo hasta los mandos medios. Yo era el
jefe de aquel movimiento y tenía el grado de Teniente Coronel. No había ningún
general, no había ningún almirante y la gran mayoría eran muchachos de 21 años,
de 23 años, algunos murieron como Carregal o Cabrera, fueron fusilados y eso
nadie lo investigó. Los fusilaron y un grupo de soldados que murió.
El 4 de febrero nadie utilizó civiles como carne de cañón. No. Salimos nosotros
mismos y el 90 y tanto por ciento de los que cayeron fueron soldados y un grupo
de muchachos universitarios que se fueron a las calles a tomar las armas también
en Carabobo, diferencias pero radicales.
El 4 de febrero no transigió con los privilegiados, todo lo contrario, se alzó
contra los privilegios históricos, el 11 de abril fue un movimiento de
privilegiados o al menos dirigidos y pensados por los privilegiados de la
historia.
El 11 de abril es el reverso del 4 de febrero, desde casi todos los puntos de
vista en sus orígenes, en sus motivaciones, en su conducción, en su filosofía, a
nosotros nos movió una filosofía humanista, y valga la pena independientemente
del destino que cada quien vino asumiendo, recordar aquellos hombres del 4 de
febrero.
Nosotros no salimos a mancillar ni a engañar a nadie. Y otra cosa importante,
asumimos responsabilidades. Nosotros no llegamos a ningún tribunal, o a buscar a
algún periodista para decirle: no, aquí no hubo golpe. No, este humilde servidor
comenzó diciéndolo ante el país, ¡asumo la responsabilidad por este movimiento
militar bolivariano! He ahí otra diferencia fundamental, nuestro movimiento fue
bolivariano, el del 11 de abril fue antibolivariano.
Sí, le tienen miedo a Bolívar. Neruda tenía razón, yo lo digo y lo repito ahora
con más razón, con más fuerza: ¡Bolívar despertó, es el pueblo, se hizo pueblo,
no murió! Y le tienen pavor. Quitaron el retrato pero igual se les vino encima
el pueblo, qué van a borrar al pueblo, ¿de dónde? ¿con qué?
Bueno, y se pudiera seguir, señor diputado, buscando diferencias, yo sólo que
así, al rompe, conocedor como he sido, actor de ambos, proceso, y créanme que no
fue nada fácil. Recuerdo la mirada de uno de mis oficiales que me acompaña desde
hace muchos años, que estuvo conmigo la madrugada del 4 de febrero, aquel
amanecer allá en el Museo Histórico, muy cerca de aquí, y no quería que nos
rindiéramos, quería pelear allí, y yo los reuní allá en la oscuridad del
amanecer, un poco después del amanecer, en un oscuro pasillo, y les dije:
muchachos, estoy pensando que hay que entregar las armas. Y no querían, y tuve
que hablar, hablar y hablar hasta que los convencí. Nunca olvidaré la mirada de
aquel oficial, ahora anda con unos cabellos blancos, pero es el mismo. 10 años
después, ya no en el Museo Histórico, en un pasillo oscuro, sino en el despacho
presidencial iluminado por las lámparas, 10 años después, me clava los ojos y me
dice: mi comandante ¿otra vez? Cuando yo le dije que íbamos a rendir las armas.
Y le digo: Sí, otra vez! Pero son dos hechos radicalmente distintos.
Termino señor diputado, señores diputados y diputadas, diciendo algo. El 4 de
febrero marcó el fin de una era y el comienzo de otra era. El 11 de abril fue
como un fantasma que cruzó de las reminiscencias de la era muerta. Ojalá la vida
nos dé tiempo de escribir y reflexionar profundamente sobre esa diferencia.
La otra pregunta. Se ha dicho que usted fue obligado a ir al Fuerte Tiuna. Sin
embargo, todo el país vio que usted asistió a ese lugar en compañía de los
generales Hurtado Soucre, Rosendo y Vietri Vietri, ¿fueron ellos quienes los
obligaron? De no ser así ¿quiénes lo hicieron?
En verdad, no fueron ellos, el general Hurtado Soucre, Ministro de
Infraestructura y el general Rosendo fueron designados por mí desde temprano,
cerca de medianoche, como mediadores, más bien como mensajeros, para ir y venir,
así que ellos fueron, vinieron, creo que volvieron a ir, llamaban por teléfono,
y bueno, estaban conmigo acá cuando vinieron a plantearme las solicitudes. Y es
ahí donde, yo lo he explicado ya, cuando se da la confusión del General Rincón,
que lo llevó bajo presión, sin duda, a decir que yo había aceptado la renuncia
que se me pedía y que ellos también, el Alto Mando, pues ponía su cargo a la
orden. Porque Hurtado y Rosendo fueron al Fuerte Tiuna, ya de allá habían
enviado la exigencia de la renuncia, cosa en la que venían trabajando como hemos
visto desde tiempo atrás, incluso había un periodista que ahí dice: bueno, ¿le
van a poner el papel para que lo firme? Anunciando lo que venía pero hasta con
lujo de detalles.
Yo les mandé a decir con Hurtado y con Hurtado y con Rosendo que yo podía
considerar esa posibilidad siempre y cuando se aceptaran cuatro condiciones, no
como han minimizado, algún tratamiento mediático ha pretendido decir que yo lo
que quería era irme del país, y así lo han estado publicando los últimos días.
No no, que el Presidente lo que quería era irse del país. No, era la última de
las condiciones, la última. La primera era el respeto a la integridad personal,
a la vida y los derechos humanos de todos quienes me acompañaron en el gobierno
y me acompañaban, aquí conmigo; segundo, el respeto a la Constitución
bolivariana, es decir que se siguiera lo que manda la Constitución; tercero,
hablarle al país, yo no tenía forma de hablarle al país desde aquí. Y lo que tú
decías, Juan, hace rato, que lo había agarrado pero se me fue luego –perdón,
diputado Barreto, disculpe usted la confianza, por favor, será la última vez,
por ahora- lo que decía el diputado Barreto es muy cierto, y es una pregunta. Yo
insisto, los señores periodistas se fueron ya casi todos por la hora, quedaron
los señores camarógrafos, pero es posible que incluso los señores camarógrafos
que trabajan en Palacio y los señores periodistas y damas y caballeros que
trabajan en Palacio, ellos pudieran tener algo que decir.
Por qué teniendo aquí microondas y cámaras, y todos los periodistas aquí y allá
afuera, como siempre están, el día 13, mientras estaban aquí dentro iban a
juramentar ministros, y aquel gentío que había aquí dentro, y ahí mismo a 50
metros estaba el pueblo en la calle, transmitían desde aquí dentro, y por qué
teniendo cámaras, es totalmente falso lo que dicen algunos, sobre todo algunos
dueños de medios que salieron diciendo que no, que ellos no podían cumplir con
sus labores porque tenían miedo en la calle? Mentira, que no tenían seguridad.
Estaban aquí en el Palacio.
¿Y por qué ese periodista español, parece por el acento, sí pudo transmitir, y
pudo ir a la reja incluso y entrevistar personas? ¿Estaba ese pueblo allá afuera
con ánimos violentos? No. Reclamando? Totalmente falso. Pero qué bueno que se le
preguntara a los periodistas a ver qué dicen ellos: mira ¿por qué ustedes no
transmitieron? Pero aquí, en una interpelación, que digan al país por qué no se
transmitió teniendo microondas, y cámaras, y todo, y seguridad. Por qué no
fueron allá, a la calle, o desde la esquina por lo menos a enfocar, y alguien
con el micrófono, como hacen: Al fondo podemos ver allá, a 200 metros, una
gente, esa es una gente que está allá, son venezolanos, ¿qué estarán diciendo?
No sé, pero están allá.
No, nada de eso. ¿Es que les habían dado la orden? Yo creo que sí. Creo, es una
hipótesis, que tenían la orden de no transmitir absolutamente nada que no fuera
en apoyo de la dictadura. Eso es bien grave para unos medios de comunicación.
Pero qué bueno que los periodistas hablaran, yo sugiero que sean llamados, los
que estaban aquí en Palacio estaban transmitiendo de aquí y de allá, y sus
rostros están ahí grabados, y sus nombres y sus apellidos. Ellos tendrán que
decir algo.
Bueno, entonces yo explicaba, recordaba este detalle del diputado Barreto,
porque igual pasaba la noche del golpe. Yo no tenía canal, mandé a pedir, yo sé
que estaban los muchachos y las muchachas haciendo esfuerzos supremos a ver si
podían sacar el canal, pero no, no podían, ni radio tampoco. Pero estaban aquí
los periodistas, estaban ahí. ¿Y ustedes no creen que era una noticia, incluso
para la historia, que algún periodista lograra una entrevista con el Presidente?
Presidente, mire, ¿qué siente usted en este momento, hay un problema en el país,
qué responde usted a los militares que se han pronunciado? Presidente ¿qué opina
usted de esto? Nada. Pero ni a un Ministro. Pudiera algún periodista decir: no,
es que el Presidente estaba en su Despacho. Ok. Está bien. Pero a nadie le
pidieron una entrevista, o al Ministro de Secretaría, o a algún Ministro, que
había muchos ahí afuera, en el pasillo, había muchos diputados ahí, y a nadie
entrevistaron. Tengo la hipótesis de que tenían órdenes de no entrevistar, de no
darle salida a nadie desde el Palacio de Miraflores. Esa es una hipótesis
también para ser investigada.
Ahora, yo creo que ellos tienen algo que decir. ¿Por qué no lo hicieron? Pero ni
uno, ni el 11, ni el 12, ni el 13. ¿Y por qué sí lo hicieron periodistas
extranjeros? Para detectar la verdad hasta el fondo yo creo que hay que buscar
por allí. Y además creo que también para evitar que eso se vuelva a repetir,
para tomar las decisiones que haya que tomar, para corregir lo que haya que
corregir, porque si llegara por ejemplo a demostrarse que la directiva de un
canal de televisión, por ejemplo, estaba comprometida en el golpe de Estado, o
lo impulsó, o tomó acciones para frenar las voces institucionales y para darle
promoción a las voces golpistas, facilitando así un delito, Constitución y leyes
de la república. Porque si no tomáramos acciones no se trata sólo –el diputado
Caldera parece que se fue- pero no se trata sólo de las respuestas que aquí he
tratado de darle a las preguntas del diputado Caldera, de que por qué no se ha
determinado quiénes dispararon. No se trata de eso nada más, eso es parte del
gran problema, ¿y los grandes responsables dónde están? ¿Van a quedar por allí
como si nada hubiera pasado?
El prófugo Carmona se nos escapó. Bueno, nuestras culpas tenemos ahí. ¿Pero y el
otro, el señor Ortega, y otros más? Entonces, esa noche, dado que yo no podía
dirigirme al país, ni por los medios propios ni por otros, estaba vetado pues,
el Presidente estaba vetado, un veto presidencial, en cambio los golpistas era
dale que dale, dale y dale, donde quiera que había un golpista aparecía una
cámara y un periodista o una periodista, donde quiera. No hubo un sitio de
golpistas, hasta en los lugares más remotos del país, en Carúpano, allá
aparecieron las cámaras, y microondas, y satélites, pero el Presidente que
estaba aquí no, diputados tampoco, gobernadores, no, nada que ver. Los golpistas
nada más, eso hay que investigarlo, en honor a la verdad pido que se investigue
a fondo esta situación porque eso es demasiado grave como para que quede a un
lado. Y entonces uno nota que hay un esfuerzo de algunos sectores para que nos
quedemos en lo pequeñito y que el debate se dé en torno al Puente Llaguno, que
si este, que si aquel, que si la ballena. Eso se importante, pero eso no es ni
siquiera lo más importante, hay que mirar el fenómeno en toda su dimensión. Que
si el General, el Almirante. Sí, está bien, ¿pero y los que lo instigaron, los
que le dieron voz?
El 4 de febrero, esa es otra gran diferencia. Nosotros no pudimos salir al aire
para nada. Bueno, porque ciertamente los medios de comunicación estaban
cumpliendo con su obligación constitucional, es cierto, hay que reconocerlo.
Recuerdo que hasta un video mandamos nosotros con un equipo de muchachos que
llegó por allá a un canal y no lo quisieron pasar pues. Pudiendo pasarlo,
engañaron al muchacho, muy joven, y le hicieron creer que ese tipo de material
no se podía transmitir porque el formato, no sé qué más. Y sí podían, han podido
pasarlo de formato y luego transmitirlo. Y el muchacho lo aceptó y terminó
quemando el video que era un manifiesto filmado, pero no por una cámara de
televisión profesional o en casa de unos periodistas de un canal. No, por allá
en un apartamentico en Maracay, donde vivía Blanco La Cruz. No, no era Blanco La
Cruz, un teniente, con una cámara chiquitica que Blanco La Cruz pudo traer
porque estuvo en Estados Unidos haciendo un curso y por allá se trajo una
handicap y él la puso a la orden, la única que conseguimos, y allá con una
cámara chiquitica filmamos, con una banderita chiquitica ahí, el comandante
Chávez hablando.
Bueno, ese video no pudo salir, a diferencia de ahora, ahora dale video y video,
y dale sabroso pues, y lo repites además, y lo grabaste pero le pones en vivo,
para que la gente crea que es en vivo. Esa es otra gran diferencia entre el 4 de
febrero. O no es una gran diferencia, es una diferencia técnica, metodológica
del movimiento. Aquel fue un movimiento revolucionario, este fue un movimiento
reaccionario.
Pues bien, entonces los generales Hurtado y Rosendo autorizados por mí fueron al
Fuerte y volvieron, diciéndome lo que allá, claro, me dijeron: eso allá es una
discutidera, no se ponen de acuerdo, se despertaron las ansias de poder en
algunos. Pero en fin, un grupo allá les había dicho que sí, que ellos aceptaban
las cuatro condiciones, pero otros no estaban de acuerdo, y al final la opinión
de los que no estaban de acuerdo se impuso, después que ellos llegaron acá y me
decían que sí, que aceptaban las condiciones, ahí es cuando Lucas me llama y yo
le digo que sí, que estoy considerando la renuncia porque ellos dicen que han
aceptado las condiciones pero que vamos ahora a implementarlas para que se
cumplan pues. Incluso estaba William Lara ahí que yo lo mandé a llamar, y Juan
Barreto también, perdón el diputado Barreto estaba ahí. Y estábamos ya buscando
alternativas constitucionales, estaba recuerdo que William Lara con José Vicente
Rangel leyendo la Constitución. Les pedí: busquen la Constitución, vamos a
leerla al detalle.
Bueno, pero luego allá se impusieron las voces de los que no querían
condiciones, Chávez tiene que ir preso. Ah porque eso es lo que decían los
líderes del golpe, que ya alguien leía unas declaraciones de un oficial.
Entonces no fueron Hurtado. Al final yo decido, después de una discusión, de un
análisis de la situación, nosotros habíamos pensado, teníamos varias
alternativas, incluso movernos a Maracay, pero los tanques que yo había mandado
a buscar temprano, que era precisamente el poder de fuego, la movilidad, el
poder de choque, etc., se los llevaron a Fuerte Tiuna por presiones de allá, así
que nos quedamos sin movilidad, y la opción Maracay se nos hizo muy difícil. Así
que decidimos, yo decidí al final aceptar el llamado que me hacían de allá e
irme preso a Fuerte Tiuna, pero yo no iba preso de Rosendo ni de Hurtado. No,
también iba otro oficial de mi escolta personal, iba conmigo ahí. Paso a ser
prisionero desde el momento en que entro al edificio del Comando General del
Ejército.
Aquí dice. ¿No cree usted, señor Presidente, que la satanización del Plan Avila
se debe en parte a declaraciones suyas en donde sostenía que las Fuerzas Armadas
no podían masacrar al pueblo como lo había hecho en ocasiones anteriores? No y
sigo diciéndolo, pero esa es una profunda razón ética, política y militar,
bolivariana, no puede ser, nadie puede tomar eso como la razón para satanizar el
Plan Avila porque sencillamente el Plan Avila no es un plan para masacrar a
nadie, eso lo explicó muy bien el General García Montoya, General de División
Comandante del Ejército.
El Plan Avila no es represivo en sí mismo. Ahora, si alguien invocando el Plan
Avila ordena masacrar un pueblo, ah, esa es otra cosa. Pero el Plan Avila como
está pensado es un plan disuasivo, preventivo, que se ha explicado aquí
bastante. Entonces no creo que esa sea la razón. La satanización es parte del
plan del golpe, cualquier elemento que ellos pudieron captar, como la grabación
aquella de Tiburón, como la logran captar pues, incluso lo dice uno de los
Vicealmirantes golpistas, ellos tenían todas mis llamadas telefónicas, las
tenían chequeadas, me tenían intervenido pues, y las comunicaciones por radio,
para analizar todo lo que yo, seguir lo que yo estaba pensando y ordenando, y
sabotear las órdenes, interferirlas, etc. Luego utilizarlas contra mí mismo.
Entonces ellos grabaron todas esas cosas y luego analizan y dicen: bueno, como
uno de los objetivos era acusar a Chávez de asesino y echarle los muertos a
Chávez, nada mejor entonces que una grabación donde Chávez está ordenando
activar el Plan Avila para decir: ¿Te das cuenta? Sí, fue él que ordenó
activarlo para masacrar a la gente. Una razón más de ellos, una razón sin razón
para justificar todo el montaje del Chávez asesino, para luego: Chávez depuesto
por asesino, un plan un poco así como el crimen perfecto, sólo que no hay crimen
perfecto y este es un ejemplo.
Usted ha hablado en reiteradas oportunidades y ha denunciado la existencia de
una conspiración internacional. ¿Existe relación entre esta conspiración y el
hecho de que dos personas que participaron en el golpe solicitaron asilo en dos
países que avalaron el gobierno breve del señor Carmona?
Mira, el verdad no podemos decir que los gobiernos de Colombia y El Salvador,
sin duda los que aquí están referidos, avalaron el golpe. No podemos llegar
hasta allá. El gobierno de Colombia, su máximo vocero el Presidente Pastrana lo
ha aclarado, y a mí me lo ha aclarado, y lo hemos conversado. Algunos
funcionarios de ese gobierno lo hicieron. Claro, luego no fueron desmentidos
entonces eso permite, lamentablemente como no hubo desmentidos ni rectificación
de esos funcionarios entonces queda la duda pues, pero yo prefiero pensar que no
fue una posición del gobierno como tal, porque luego ha habido otras
declaraciones en el seno de la OEA, conversaciones privadas en la Cumbre de
Madrid, sobre todo con el Presidente Pastrana.
Creo, eso sí, que algunos sectores en Colombia, el embajador Chaderton, ahora
canciller, lo decía, algunos sectores pero minoritarios se alegraron mucho en
Colombia, y a lo mejor esos sectores tienen presencia de alguna manera en
algunas instancias del gobierno. Pero repito, no creo que haya sido posición del
gobierno de Pastrana. Tampoco el de El Salvador. Así que no veo entonces una
relación entre esa solicitud de asilo, una ya otorgada, y la conspiración
internacional. Es posible que estos golpistas, como el prófugo Carmona y el otro
señor, Almirante retirado, que ha pedido asilo en la embajada de El Salvador, es
posible que sus asesores les hayan indicado que esas son de las mejores
opciones, a lo mejor tienen contactos allá, amigos, o esos sectores que se
manifestaron a favor pues se supone que pudieran apoyarnos, primero para que
aceptaran la solicitud, segundo para vivir allá.
Bueno, hemos hablado de conspiración, se dio un golpe, al Presidente Hugo Chávez
lo grabaron, Tiburón I, II. ¿Qué pasó con los mecanismos de investigación y de
inteligencia, del DIM y la DISIP?
Bueno, en verdad no funcionaron, yo lo decía también cuando hablaba de aquel
oficial que vino, si bien es cierto que por algunas partes eran neutralizadas
esas grabaciones, esas informaciones, eran detenidas, tergiversadas, perturbadas
pues las investigaciones, sin embargo hay que reconocer que la Dirección de
Inteligencia Militar se quedó corta, no fue capaz de conseguir una prueba
contundente, varios meses, de un grupo importante de personas. Y la DISIP igual
por la parte civil, la parte política. Sólo pues muchas informaciones. Eso sí,
debo reconocer el trabajo intenso del general Martínez Morales al frente de la
Dirección de Inteligencia Militar y del capitán Carlos Aguilera en la DISIP.
Trabajaron muchísimo pero ustedes saben que la cantidad de trabajo a veces no
tiene relación con la eficiencia, el logro, la concreción de resultados. Pero en
todo caso, son cuerpos donde ahora estamos mirando sus estructuras, revisando
más a fondo, y allí creo que estuvimos pagando consecuencias, pagando errores de
no haber reestructurado antes a fondo esos cuerpos. Hay gente que tiene mucho
tiempo, Aguilera por ejemplo fue detenido en su comando por un grupo de DISIP.
Mis hijos, mis hijos grandes que tengo, de 20, 22, 17, que estaban allá en un
sitio equis y se los llevaron a otro sitio, de repente los dejaron solos, los
tipos de la DISIP se fueron, los dejaron solos, sin carro, ni una protección, en
casa gracias a Dios de una familia amiga, por allá, escondidos. Los cuerpos de
seguridad, de solidez, infiltrados, penetrados, por gente sin una consciencia de
defender una Constitución a costa de lo que fuere, y allí pues estamos asumiendo
eso con responsabilidad y con mucha visión para que eso no vuelva a ocurrir y
para perfeccionar estos cuerpos de inteligencia, no sólo DIM y DISIP, los
cuerpos de inteligencia de cada uno de los componentes militares, Inteligencia
del ejército nunca detectó, Inteligencia de La Marina, de la Guardia Nacional,
de la Fuerza Aérea.
Algunos recuerdo que trabajaban bastante y traían informaciones pero
generalmente eran neutralizados. Hay uno de los componentes de la Fuerza Armada
donde había un general que era muy eficiente. Yo recuerdo que en diciembre
querían cambiarlo y cuando me entero yo: mire, que van a cambiar al General de
Inteligencia, me llega la información, pero por un flanco. ¿Cómo que lo van a
cambiar, si está trabajando bien? Bueno, lo van a cambiar. Y ya lo tenían listo
para cambiarlo. Claro, ¿quiénes lo iban a cambiar? Los golpistas, porque no les
convenía tenerlo ahí, o le ponían al lado a alguien para que lo neutralizara.
Eso influyó mucho en al eficiencia de estos cuerpos de inteligencia.
Bueno, muchas gracias diputado Vargas. Es todo señor Presidente.
Vicepresidente: Tiene la palabra el diputado Pedro Jiménez.
Diputado Pedro Jiménez: Durante las interpelaciones, en una de las preguntas que
yo le hiciera al Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, le preguntaba que por qué
no le habían garantizado sus derechos humanos durante la breve estadía de
Carmona Estanga, a lo cual él me respondió que usted siempre estuvo seguro. En
ese momento le hacía la observación de que la Fiscalía del Ministerio Público
había acudido a reunirse con usted y le fue negado el acceso. Yo quisiera con
todo respeto, señor Presidente, que no solamente le dijera a esta honorable
Comisión que hoy hace un ejercicio legislativo ¿cuál fue el trato que le
dispensaron estos militares golpistas y si hubo algún fiscal militar que le
acompañara durante ese mal llamado ruleteo al que usted fue objeto?
Y la otra pregunta, señor Presidente es: a la luz de los recientes
acontecimientos político militar que surgieron los días 11, 12, 13 y 14 de
abril, ¿considera usted que tiene un liderazgo dentro de las Fuerzas Armadas?
Gracias.
Vicepresidente: Tiene la palabra el ciudadano Presidente de la República, Hugo
Chávez.
Presidente Hugo Chávez Frías: Gracias. La primera pregunta del diputado Pedro
Jiménez, la interpelación al Vicealmirante Ramírez Pérez. La pregunta es: ¿Cómo
fue el trato que le dispensaron los golpistas?
Claro que eso tiene varias.. como varios niveles. Recuerdo que en esas horas y
varios grupos que conmigo estuvieron custodiándome, sólo hubo un oficial trató
de irrespetarme y cuando aquello ocurrió, yo muy firmemente le recordé a él y a
los demás que estaban allí, que no olvidaran, le dije, no olvidaran que estaban
hablando.. o que tenían al Presidente de la República, sólo que estaba preso,
sólo fue un gesto de un oficial, un oficial que o quien estaba comprometido con
los golpistas de hacía tiempito, porque se ha detectado que fue él mismo el que
llevó el teléfono celular, ése del que yo he hablado un mes antes a un
comandante de un batallón, y es un oficial asimilado además.
El andaba muy violento y además andaba de civil, cosa extraña, así que yo exigí
primero que se identificara, lo identificaran, yo quería saber si era militar o
civil, andaba de civil con un fusil y era un oficial, cosa extraña, andaba de
civil y en actitud agresiva. Pero más allá de eso, los muchachos que estuvieron
conmigo no me maltrataron, todo lo contrario debo decir, todo lo contrario,
alguno me dio una piedra, una piedra de esas especiales, me dijo, en un
momentico, en un descuido entró y me dijo: tome, frótela, que le da fuerza.
Otros se desvivían por limpiar el cuartico, el baño que era muy modesto entonces
querían ponerle cosas, no te preocupes, otro había una cama muy chiquita y
buscaron otra, andaba desviviéndose pues, una silla, qué quiere, un refresco, un
café, cosa que nunca olvidaré, desde los soldados, soldados de tropa, hasta los
oficiales, con esa excepción, que fue un momento, pero claro que el trato que se
me dio por supuesto fue vejatorio desde el punto de vista de los derechos
humanos, incomunicado, sólo que el primer día hasta en la tarde tuve algún tipo
de comunicación por teléfono en unos minutos, dos minutos, un teléfono prestado,
un televisor que me llevaron, una Fiscal, dos Fiscales militares llegaron y
conversé con ellas un rato, sólo que estaban vigiladas por uno de los golpistas
que estaba sentado allí con ellas y no les permitieron que estuvieran a solas
conmigo.
Pero en verdad no hubo ese maltrato como alguien dijo, que me habían golpeado,
no hubo ni siquiera la intención, ni de golpearme, ni de empujarme, nada de eso,
incluso por allá en Turiamo, un sitio inhóspito, una doctora, una médico
militar, una enfermera, un enfermero, llegaron, me preguntaron que qué cosas
tenía yo de salud y les dije, bueno, algún tratamiento que tengo, los ojos y
otras cosas y como ustedes pudieron verlo seguramente en el video aquel de
Turiamo, buscaron unas medicinas y me llevaron unas cajitas. No, decir que fuera
un trato en verdad muy humano, muy humano, incluso de darme aliento la mayoría,
algunos rostros un poco tensos, pero la mayoría, sobre todo mientras jóvenes y
más baja la graduación, uno sentía que estaban más cerca y como que más
dispuestos a colaborar, incluso pensando como ya les dije en una operación de
rescate desde allá desde Turiamo, me permitieron luego ir a trotar un rato y
conversar, me llevaron una franela, andaba descalzo y buscaron unas chanclas,
andaban en eso, pendientes de qué cosa podía faltar, la mayoría, nunca olvidaré
a esos muchachos y esos días. Pero claro con la salvedad de que los derechos
humanos me fueron violados, hubo un Fiscal Militar que me acompañó todo el
tiempo, no todo el tiempo, sólo esas dos Fiscales Militares, que además hay un
gesto de ellas muy importante y muy valeroso.
Resulta que las muchachas llegaron y primero las dejaron entrar solas a mi
habitación allí en el Fuerte Tiuna y nos sentamos en torno a una mesita que
estaba allí y no tenían ni un minuto cuando las mandan a salir pero rápido, de
repente se pararon como un rayo y salieron, pero ni siquiera se despidieron, me
quedé yo con la boca abierta, se las llevaron. Pero luego a los pocos minutos
entran de nuevo, pero con un golpista, un Coronel de los golpistas que estaba
allí y es abogado y se sentaron. Entonces, deduje que las mandaron a sacar
porque no estaba este Coronel y él quería estar presente. Hablamos unos minutos,
me dijeron cómo se siente, lo primero que les dije es que quiero.. como ya yo
tenía un televisor ahí y había visto la horrorosa mentira de la renuncia y la
lectura, aquí está la renuncia, como ya la hemos visto, les dije, lo primero que
quiero que sepan ustedes es que yo no he renunciado, ni he renunciado ni voy
renunciar y denuncio la mentira que a través de los medios de comunicación se
está transmitiendo. Ellas escribieron de puño y letra una hojita pero no
escribieron eso, sólo algunas cosas de la salud, qué sé yo, y yo firmé allí, yo
leí y me di cuenta que no habían anotado el detalle, pero no quise ponerme
impertinente ahí con ellas, sabía que estaban bajo presión y no iba yo a
presionarlas además, así que sólo les dije, bueno, muchas gracias. Unas miradas
como de complicidad y salieron ¿y saben lo que hicieron? Después que firman que
el Coronel les revisa la hoja y si van, en letras chiquiticas, debajo de a firma
mía, de una de ellas perdón, debajo de la firma de una de ellas colocaron o
colocó ella: Nota. En letra chiquitica, manifestó que no ha renunciado como para
que no se dieran cuenta y además le hicieron llegar una copia en fax a la
Fiscalía General de la República y por eso es que Isaías Rodríguez, el Fiscal,
en esa entrevista que salió en la tarde el dice, nos ha llegado información de
Fiscalía Militar, de que el Presidente no ha renunciado, es que ya él tenía la
copia de ese documento elaborado puño y letras por esas muchachas.
Todas esas fueron ayudas, una gotita tras otra, esas muchachas que mandan esa
notita, estas son unas patriotas, que por cierto yo he pedido que vengan por ahí
y no han venido para saludarlas, seguramente no les han avisado, pido que les
avisen.
Pero esa ayuda del soldado que me da una piedra para que yo la frote y que le
pida al Espíritu Santo, esa es una ayuda, ese es un patriota a su manera, en 30
segundos que él vio que no había más nadie, se metió y me dio la piedra y el
Teniente que llegó allá a Turiamo y me dijo: tranquilo, usted es nuestro
Presidente, no se preocupe que en lo que llegue la noche vamos a detener aquí a
los oficiales superiores y nos vamos de aquí. Le dije, para donde, pa´que los
paracaidistas, qué cree usted pues, allá está alzado Baduel con todos los
paracaidistas y el pueblo de Aragua en la calle, porque la esposa de él vive en
Maracay y se habían hablado por teléfono no sé de dónde, y el otro muchacho que
llegó de repente y se metió y me dijo que él era llanero y le hice el papelito y
se lo metí en la basura y salió y se lo llevó a la esposa y le sacó no sé
cuántas copias, todo eso, patriotas, eso son la parte de la ecuación que los
golpistas no consideraron, ellos pensaban que aquellos muchachos no sienten ni
padecen, además, mientras eso estaba ocurriendo por allá en esas selvas, en esos
sitios donde me llevaban, el pueblo en la calle, todo aquello fue convergiendo
había la recuperación democrática.
A la luz de los recientes acontecimientos político-militares que resurgieron los
días 11, 12, 13 y 14 de abril de 2002, ¿considera usted que tiene liderazgo
dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales o la Fuerza Armada?
No es fácil para mí responder la pregunta así de manera directa, personal, que
si yo considero que tengo liderazgo. Fíjate, de todos modos evaluemos un
poquito, con la mayor objetividad posible.
Sin duda que si yo hubiese perdido el liderazgo acumulado durante muchos años,
porque e liderazgo no se impone así, como me decía uno de los Generales estas
noches, me decía, mire, yo he comandado toda mi vida no por la estrella o el sol
que tengo, sino con la moral, eso fueron años de trabajo, horas, miles de horas
y días, tratando siempre de dar el ejemplo, de ser un buen profesional, de
aplicar los principios del liderazgo, conoce y cuida tus hombres, conócete a ti
mismo y busca tu autocorrección, mantén informados a tus hombres, da el ejemplo,
esos son algunos de los principios del mando y conducción que yo comencé, que
son de liderazgo, comencé a estudiar y a tratar de aplicar desde muy joven, en
1971, 30 y tantos años. Bueno, y años y años y eso fue un capital acumulado, es
un capital acumulado, esos capitales acumulados pueden perderse por muchas
razones.
Ahora, vamos a suponer que Hugo Chávez perdió ese capital, ya no o tiene o lo
perdió en un porcentaje alto. Creo que si eso... creo que hay como que
evidencias objetivas, más allá de lo que yo pueda creer, que indican que se
conserva ese liderazgo, los hechos recientes parecieran indicarlo, y las
respuestas no sólo del día aquél o de los días aquellos, no, las respuestas
posteriores. A mí incluso, debo decirlo, me ha sorprendido, me han sorprendido
cosas, desde esos pequeños detalles de oficiales o soldados, que yo no había
visto en mi vida jamás, que me manifestaron de una u otra manera su apoyo, hasta
la gran respuesta militar del día 12, de los días 12 y 13, que culminó con la
operación de rescate de la dignidad. Creo que esa no hubiese ocurrido si no
hubiese habido liderazgo, no sólo el liderazgo influyó en eso sin duda, la
conciencia de esos hombres y mujeres influyó, su apego a la Constitución
influyó, pero de alguna manera creo que, afortunadamente, el liderazgo acumulado
durante años en la Fuerza Armada se a mantenido y pudiera haberse incrementado,
lo cual creo que es al mismo tiempo una fortaleza para este proceso
revolucionario pacífico y democrático.
En todo caso, todo líder debe estar atento a sus seguidores, debe ser un
verdadero líder, a mí me gusta serlo, estudié para eso, uno estudiaba hasta el
arte del liderazgo y teorías científicas d el liderazgo, nunca olvidaré porque
luego fui instructor también de ello, uno trató siempre de no sólo decirlo, sino
hacerlo. Y además, más allá de mi liderazgo individual, hay un liderazgo
militar, hay unas generaciones nuevas de líderes verdaderos, no se consideran
miembros de una elite, un verdadero líder no puede considerar miembro de ninguna
elite, tiene que estar allí con su gente, su gente es su elite y creo que la
lección que le dieron algunos de estos Generales y Almirantes es eso, una
lección, no fueron líderes verdaderos.
Y ahora han surgido, de los procesos surgen los liderazgos, algunos que estaban
por ahí callados o apabullados por la elite, han surgido como líderes. El
General Raúl Isaías Baduel, por ejemplo, ahí surgió con una firmeza, y ese es
otro General al que quisieron sacar de allí, pero es que le tenían la guerra
hecha para sacarlo, sólo mi confianza plena en él, porque incluso algunos
informes sesgados de inteligencia hechos por los golpistas, me querían hacer ver
que él era uno de los conspiradores, pero incluso en algunos periódicos de
Aragua lo sacaron con foto y todo, que si se estaba reuniendo una madrugada. Lo
llamé y le dije, mira Baduel, quédate tranquilo, porque yo sabía que él andaba
un poco inquieto por todas esas informaciones de prensa, le dije, quédate
tranquilo que yo sé quién eres tú, pero me estaban recomendando sacarlo de allí
para poner a uno que después apareció por allí entre los golpistas. Todo
aquello, sólo el conocimiento que yo tengo de la Fuerza Armada, permitió evitar
algunos movimientos que hubiesen podido causar males mayores.
Bueno, así que ha surgido un liderazgo de jóvenes, de muchachos, de muchachas,
un liderazgo que se ha venido diseminando en la Fuerza Armada y en las calles.
Gracias a Dios eso es así, el pueblo tiene liderazgo. Bueno, hay que recordar
por ejemplo las acciones frente al Fuerte Tiuna, aquí está la diputada Iris
Varela, el ministro Merentes y muchos otros, todos, casi todos los que están
aquí, sólo menciono a los que vi en unos videos por allí, pero yo sé que todos
estuvieron en su trinchera de batalla, el diputado Barreto, el diputado Maduro,
todos ustedes por allá en Carabobo, estoy seguro que todos, estoy seguro que
aquí nadie se dio por rendido ni se escondió, no, mentira, decía un alcalde allí
que están escondidos, escondidos están en su casa.
Pues bien, gracias a Dios y más allá de mi liderazgo, que por supuesto es
vulnerable, yo soy un ser humano, cometo errores y me han tratado de vulnerar,
han tratado de vulnerar ese liderazgo, de dónde viene toda esa campaña de que si
la guerrilla colombiana, que si el terrorismo, que si ahora me robé dos billones
de bolívares, que si el narcotráfico, que si el loco, todo eso son golpes para
tratar de minar el liderazgo, tanto allá adentro en la Fuerza Armada, como en
las calles del pueblo o en las casas del pueblo. Afortunadamente, decía Bolívar,
el pueblo es sabio y ha aguantado ese pueblo nuestro y han aguantado esos
muchachos militares nuestros esa lluvia de mentiras perversas durante tanto
tiempo y fíjense qué fortaleza, qué conciencia, que no han sido la gran mayoría
de ellos, hay algunas excepciones, siempre las hay, pero la gran masa del pueblo
y la gran masa militar venezolana ahí está firme y eso ya no es sólo un decir,
se ha comprobado.
De todos modos, para terminar, es uno de los compromisos de todos los días y no
sólo mío, de nosotros, los que de una u otra manera somos dirigentes y hemos
llegado aquí por la confianza y el apoyo de grupos, grandes o pequeños, no
importa, de venezolanos, de venezolanas, tenemos que ser verdaderos líderes y no
podemos permitir que esos liderazgos sean mellados, ese pueblo hoy es como un
potro que necesita verdaderos líderes, dirigentes honestos, dedicados al
trabajo, al estudio, dedicados a orientarlo, a fortalecerlo, a meterse ahí, a
zambullirse en las entrañas de ese pueblo. Yo siempre todos los días trataré no
sólo de conservar mi papel de liderazgo, que es necesario conservarlo, no por
uno, sino por todo este proceso histórico, tanto hacia el pueblo, como hacia la
Fuerza Armada, porque siempre lo he dicho también, son las dos más poderosas
columnas de la revolución democrática y pacífica, una el pueblo y hago un
llamado al pueblo, a fortalecerse cada vez más, a unirse cada vez más, a
concientizarnos cada vez más. Razón tiene el dicho que se oye por la calle: un
pueblo unido jamás será vencido.
Y a ustedes los militares venezolanos, los que están montando sobre todo ya el
cuarto turno de ronda que ya debe estar pasándole revista al desayuno de la
tropa, el fororo, los bollitos, perico, diablito, ese desayuno a mí me gusta
mucho, yo soy tropero, unos bollitos con un diablito, con un perico, con una
avena o fororo, estoy hecho. Bueno, ésta es la hora de pasarle revista a la
tropa, el cuarto turno de ronda, bueno y los soldados que están por allá de
guardia en la prevención, los que están oyendo por radio, ese saludo, ese
reconocimiento de su compañero Hugo Chávez, compañero de armas, de su hermano
Hugo Chávez, hermano de armas y de vida, ejemplo hemos dado al mundo, soldados,
sigámoslo dando y como creo que ésta era la última pregunta, señor presidente, y
como estamos en el Salón Ayacucho, después de 7, casi 10 horas de trabajo y
amaneciendo ya, este 1° de junio que es hoy, 1° de junio, bueno es recordar así
como comencé, estamos en el Salón Ayacucho, hablándole a los soldados y
hablándole al pueblo, y por supuesto ustedes, honorables diputados y diputadas
de esta Comisión, de esta digna Comisión, sólo para repetir una frase del
Mariscal Sucre, Antonio José, el muchacho de Cumaná, el asesinado en Berruecos
por bolivariano, de la mano peluda y el espíritu venenoso de los
contrarrevolucionarios y antibolivarianos lo alcanzó en Berruecos.
Por cierto creo que fue un mes de junio, Sucre fue asesinado en junio de 1830 en
Berruecos, pero en su día de gloria o uno de sus días de gloria, el Mariscal,
muy joven allá en la pampa de la Quinua, en el rincón de los muertos en el Alto
Perú, el 10 de diciembre, no, 9, era el 9 de diciembre de 1824, Bolívar estaba
en Lima y Sucre en Ayacucho, minutos antes de la batalla el Mariscal, to9davía
no era Mariscal, fue Mariscal después de la batalla, el General en Jefe Antonio
José de Sucre de Cumaná, reunió a las tropas y les dio una arenga y terminó la
arenga con una frase que yo voy a recoger hoy, casi 200 años después, en el
salón que lleva el nombre de aquel recóndito lugar de la Cordillera peruana,
adonde llegaro9n los venezolanos cruzando montañas y valles y mares, dejando su
propia tierra y su familia, para ir a llevar libertad a aquellos pueblos
hermanos, a llenarse de gloria, ese pueblo que allá fue a Ayacucho, es este
mismo pueblo del 13 de abril, así como los que mataron a Sucre, los que echaron
a Bolívar y casi lo matan y lo mataron al fin de cuentas, tienen su
continuación, su hilo de continuidad les llevó a este salón, a este Salón
Ayacucho vinieron el 12 de abril los mismos espíritus que asesinaron al Mariscal
Sucre, al Mariscal de Ayacucho.
Nosotros que somos sucrenses, sucristas más bien, seguidores de aquel Mariscal
bolivariano, porque decir Sucre es casi decir Bolívar y por eso esa que lo
matan, era el posible, el único, uno de los pocos líderes, no el único, había
otros también, uno de los pocos líderes que calzaba las botas de Simón Bolívar y
podía agarrar su espada sin que le temblara la mano. El Mariscal Sucre dijo la
frase que yo repito hoy aquí amaneciendo a ustedes pueblo, a ustedes soldados:
De los esfuerzos de hoy depende la suerte del mañana. Muchas gracias.
Diputado Tarek William Saab: Gracias ciudadano Presidente. Ha culminado la
reunión de trabajo con el ciudadano Presidente de la República, Hugo Chávez
Frías.
Se convoca para el día martes a las 10:00 de la mañana en el Salón de Reuniones
de la Comisión, en el Edificio Mercantil, Piso 2. Se levanta la sesión.