INTERPELACIÓN General de Brigada (Ej) Wilfredo Silva (primera parte) (regreso)
ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA COMISION ESPECIAL POLÍTICA QUE INVESTIGA LOS HECHOS OCURRIDOS LOS DIAS 11,12,13 Y 14 DE ABRIL DE 2002
Interpelación: General de Brigada (Ej) Wilfredo Silva Día: 23-05-2002 Hora: 03:18 pm.
Presidente: Artículo 222 del texto constitucional. La Asamblea Nacional podrá ejercer su función de control, mediante los siguientes mecanismos.
Las interpelaciones, las investigaciones, las preguntas, las autorizaciones y las aprobaciones parlamentarias previstas en esta Constitución y en la Ley y mediante cualquier otro mecanismo que establezcan las leyes y su reglamento, en ejercicio del control parlamentario, podrán declarar la responsabilidad política de los funcionarios públicos o funcionarias públicas y solicitar al Poder Ciudadano que intente las acciones a que haya lugar para hacer efectiva tal responsabilidad.
Artículo 49. Numeral 2. Toda persona se presume inocente, mientras no se pruebe lo contrario.
Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos, su respeto y garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público, de conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos humanos, suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los desarrollen.
Artículo 3. Del reglamento interno de la Comisión.
Cumplimiento de solemnidades. Artículo 3: El Presidente y el Vicepresidente de la Comisión Especial, tomarán las medidas necesarias para evitar las interferencias o interrupciones durante el desarrollo de las reuniones, así como cualquier conducta que atente contra el espíritu de cordialidad y respeto que debe prevalecer.
Artículo 8. Reglas especiales para comparecencias. En la comparencia de funcionarios públicos o particulares, la Comisión Especial aplicará las siguientes reglas:
a) La presidencia de la Comisión Especial explicará la dinámica de la interpelación o comparecencia al interpelado, la razón y motivo de la misma.
b) El invitado a comparecer hará una exposición inicial por un tiempo no mayor de 10 minutos, el cual podrá prorrogarse por un período igual.
c) Los diputados y diputadas, miembros de la Comisión Especial, tendrán preferencia a la hora de formular sus preguntas o hacer sus intervenciones. d) La intervención de los diputados y diputadas que deseen formular preguntas, no excederá de 3 minutos, las cuales deberán ser consignadas por escrito.
e) El interpelado procederá a dar respuesta en forma sucesiva a las preguntas formuladas por los diputados y diputadas.
f) Para aclarar conceptos, repreguntar o solicitar informaciones complementarias sobre la materia objeto de la comparecencia, los diputados y diputadas, tendrán un tiempo adicional que no excederá de 3 minutos.
g) El interpelado tendrá un tiempo que no excederá de 5 minutos para responder a cada una de las repreguntas que se le formulen en forma sucesiva, el cual podrá prorrogarse si la plenaria de la Comisión Especial así lo decide.
Tiene la palabra el ciudadano Wilfredo Silva.
General (Ej) Wilfredo Silva: Muy buenas tardes señor Presidente de la Comisión Política Especial y honorables diputados y diputadas que la conforman, representantes de los medios de comunicación, pueblo de Venezuela. Soy el Comandante de la 31 Brigada de Infantería acantonada en el Fuerte Tiuna, nombrado según Resolución No. 15.042 de fecha 25 de febrero de 2002. La misión de esta unidad superior es la de ejercer el mando, control y supervisión de las operaciones de sus unidades orgánicas y de las que sean asignadas o agregadas.
En respuesta a la convocatoria para el día de hoy jueves 23 de mayo del presente año, hago presencia en este honorable recinto, para exponer algunos aspectos relacionados con los hechos ocurridos durante los días 11, 12, 13 y 14 de abril del presente año.
Ante todo deseo que esta exposición contribuya a aclarar los lamentables hechos que a bien investiga esta comisión.
De igual manera quiero puntualizar que mi actuación frente a dicha circunstancia, siempre estuvo enmarcada dentro de los principios que rigen a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Permítanme presentarles a continuación la secuencia de mi exposición.
Hechos que precedieron los días jueves 11 de abril y actividades preliminares. Organización del Grupo de Tarea Conjunta Bolívar y su participación en el Plan Avila. Actividades más importantes durante los días 11, 12, 13 y 14 de 2002.
Señores diputados, señoras diputadas, señor Presidente. Es un hecho notorio que desde el día 8 de abril en el país se sucedieron hechos que indicaban aumento en la escalada de manifestaciones y protestas en sectores diversos del país, propiciados por Fedecámaras, CTV y otros grupos de distintos sectores de la sociedad.
El día miércoles 10 de abril en horas de la tarde, hubo un pronunciamiento del General de Brigada Néstor González González, solicitando la renuncia del señor Presidente de la República y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional.
Previo al día 10 de abril, los comandantes de mis unidades tácticas, Batallones Bolívar, Ayala, Ayacucho y la compañía de comando, recibieron la orden según el radiograma No. 52 203-050-240 de fecha 4 de abril de 2002, emanado de la Dirección de Operaciones del Ejército, ordenando que debían trasladarse fuera de Caracas desde el 5 de abril hasta el 18 de abril, con el objeto de realizar un ejercicio de puesto de comando.
Al llegar a este radiograma, le manifesté mi inquietud al Comandante de la Tercera División de Infantería, General de División Jorge Luis García Carneiro, sobre el inconveniente de mover en mis comandos, lo que significa que los oficiales integrantes del Estado Mayor, plana mayor de mis unidades tácticas, se desplazarían hasta el sector del ejercicio fuera de Caracas, de esta forma las tropas de estos batallones, quedarían en Caracas con control limitado de su mando, cuando se hablaba en Venezuela de paro y huelga general.
Por lo tanto, le recomendé al Comandante de la Tercera División de Infantería, mi comandante natural, que manifestara al Comando del Ejército, la suspensión de dicho ejercicio, hasta que se presentaran mejores condiciones de orden público en el país.
En virtud de esta situación, el General de División Ejército Jorge Luis García Carneiro, Comandante de la Tercera División y Jefe de Estado Mayor de la Guarnición del Distrito Capital, Estado Vargas y Miranda, reunió el 10 de abril del 2002 a su Estado Mayor y a los comandantes de unidades de la Fuerza de Tarea Conjunta Avila y nos alertó sobre el empleo de nuestras unidades en las operaciones que se podían derivar en el cumplimiento del Plan de Operaciones Avila.
Ante tales circunstancias, analicé la situación, determinando que se podrían presentar hechos que alterarían el normal desenvolvimiento de la población, el orden público y el funcionamiento de los servicios básicos.
En tal sentido, alerté e impartí las instrucciones de rigor a las unidades orgánicas bajo mi comando.
Quiero hacer del conocimiento de esta honorable Comisión, que el Grupo de Tareas Conjunta tiene la responsabilidad en los Municipios Libertador, Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo del Estado Miranda, a excepción de las parroquias La Vega, Macarao, Caricuao, El Junquito y El Paraíso.
Siendo los puntos críticos más relevantes, entre otros, universidades públicas y privadas, televisoras comerciales, centros hospitalarios, aeropuerto La Carlota, sedes y alcaldías, estaciones de servicios, sedes de Petróleo de Venezuela y otras instalaciones de vital importancia para el normal desenvolvimiento de la colectividad.
A continuación relato la actuación del Grupo de Tarea Conjunto, unidad que yo comando. Hechos del día 11 de abril.
Aproximadamente a las 10:00 horas de la mañana, observé por televisión la concentración en los alrededores de PDVSA Chuao, Parque del Este y ordené a las unidades de mi brigada, el alerta ante una posible orden de implementación del Plan Avila.
El Comandante del 311 Batallón de Infantería Bolívar, Teniente Coronel del Ejército Vladimir Padrino López, mueve sus vehículos al frente de su unidad y de forma inmediata se presenta el Coronel del Ejército Luis Baamonde Rojas, Jefe del Departamento de Búsqueda de la Dirección de Inteligencia del Ejército, preguntando si yo había ordenado el alerta del mencionado batallón.
A lo que respondí, sí, yo ordené la movilización, el alerta.
El me comunicó vía celular con el Comandante General del Ejército, General de División Ejército Efraín Vásquez Velazco y le expliqué que cumplía lo que todo comandante hace antes del inicio de cualquier operación, el apresto operacional de sus unidades, a lo que me contestó el ciudadano General de División, que la consigna era no sacar tropas a la calle, invitándome a una reunión de generales a las 14:00 horas, 2 de la tarde aproximadamente.
En la sede de la Inspector General del Ejército, acto seguido, informé al Comandante de la Tercera División General García Carneiro, de la situación planteada.
Se continuó monitoreando del avance de la marcha y llegada las 14:00 horas, 2 de la tarde aproximadamente, entré a la reunión, observando más o menos 8 generales reunidos, 2 de ellos me abordaron diciéndome que el Presidente no tiene control sobre el país, me mostraban el televisor, que la marcha se dirigía a Miraflores y que el Ejército no debería intervenir.
En este momento participa el General de División Ejército José Félix Ruiz Guzmán, Director General del Ejército y me dice. Silva, el Presidente se va. En ese momento me llama por teléfono el Comandante de la Tercera División de Infantería General Jorge Luis García Carneiro, quien se encontraba en la Inspectoría General de la Fuerza Armada para tratar influenciarme y le pregunté al General de División, ¿por qué mi General se habla de que el Presidente se iba?
Entonces le recomiendo concentrar las tropas de la división frente al 311 Batallón de Infantería Bolívar. El Comandante de mi División y mi persona nos dirigimos aproximadamente a las 14:40, 2:40 de la tarde, al Cuartel Rivas dentro del Fuerte, supervisamos la salida del 304 Grupo Rivas, y el 302 Grupo Ayala hasta el frente del patio del 311 Batallón de Infantería Bolívar.
Estando las tropas de la 31 Brigada de Infantería y del 35 Regimiento de la Policía Militar y base divisionaria concentrada en el patio de dicho batallón, aproximadamente a las 2:50 horas me informan que se activó un plan fuera del control de mi comando, para obstaculizar el movimiento vehicular dentro del Fuerte Tiuna.
Colocan maquinarias y buses en la salida de la Alcabala No. 1, en las áreas adyacentes al Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas; colocan gandolas en la Alcabala No. 3, Coche.
Un Capitán del Batallón Trinidad Morán, toma la intersección de la Escuela de Caballería, y tranca el tráfico que se dirigía hacia la Alcabala No. 3, no permitiendo la salida de vehículos por ese sector.
Toma de la Alcabala No. 5 y desvío del tráfico de la Autopista Regional del Centro hacia el interior de Fuerte Tiuna.
Quiero hacer una reflexión aquí que me preocupó porque en ese momento se creó mucha tensión y habían una serie de autobuses que venían con personal, con niños y eso fue riesgoso para las personas que tomaron esa decisión de meter esos autobuses y esas unidades dentro de Fuerte Tiuna, ante esta situación.
El Comandante de la Tercera División de Infantería, General de División Jorge Luis García Carneiro, me ordena tomar la Acabala No. 3 con un escuadrón de tanques; se presentó el General Melvin López Hidalgo, le participamos lo que estaba sucediendo y este se dirige a la Alcabala No. 3 y dialoga con el Capitán Comandante de la Compañía de Sanidad del Comando Logístico del Ejército y obtiene su rendición.
A las 3:30 p.m. aproximadamente, se logró restablecer el tránsito vehicular dentro del Fuerte Tiuna, se presentan varios generales a dialogar con el General de División García Carneiro, entre los que podemos mencionar el General de Brigada del Ejército Andrés González Cárdenas, el General de Brigada del Ejército Alfredo Carneiro Campos y el General de Brigada del Ejército Italo Fernández Rodríguez.
Una vez restablecido el orden, se presenta al frente 311 Batallón Bolívar, el Comandante General del Ejército y el Vicealmirante Carrero Cubero, nos preguntan, tanto al General García Carneiro como a mi persona, qué pasa y le explicamos la situación. Ambos se retiran del lugar.
A las 16:20 horas, 4:20 aproximadamente de la tarde, recibimos información que unidades de tanques venían de Valencia, a lo que el Comandante de la Tercera División de Infantería, General de División Jorge Luis García Carneiro, coordinó con el General en Jefe Lucas Rincón Romero, para que se ordenase un reconocimiento aéreo sobre la Autopista Regional del Centro y Carretera Panamericana, siendo esto un rumor.
Siendo las 17:30 horas, 5:30 de la tarde aproximadamente, me encontraba al lado del Comandante de la Tercera División de Infantería y escucho a través del radio que el señor Presidente de la República está tratando de comunicarse con el Comandante del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional, General de División Manuel Antonio Rosendo.
En vista que era imposible esta comunicación, el Presidente se comunica con el Comandante de la Tercera División de Infantería y le pregunta lo siguiente, ¿cuántas tropas tengo disponibles? Y éste responde: Todas las que integran las Fuerzas de Trabajo Conjunta Avila.
El Presidente pregunta ¿qué posición ocupan los tanques? Este le responde. Están en la reserva a la orden suya.
El Presidente indica, “quédate con las tropas, no las muevas, pero sí envíame una columna de tanques para la seguridad del Palacio”.
Se presenta el Vicealmirante Bernabé Carrero Cubero y prácticamente obliga al Comandante de la Tercera División de Infantería a montarse en un vehículo y antes de hacerlo mi Comandante de División me envía un mensaje con su ayudante, que llevara los tanques a Miraflores.
Al recibir esta orden, me traslado con una columna de tanques hacia el Palacio de Miraflores, con la finalidad de prestarle seguridad. Salí del fuerte aproximadamente a las 17:45 horas, 5:45 de la tarde, siguiendo la ruta menos expuesta a las manifestaciones a través de la Alcabala No. 3, Coche, túneles de El Valle, El Paraíso, Flores de Catia, Avenida Sucre, hasta llegar al Palacio, específicamente al estacionamiento del Regimiento Guardia de Honor para ser empleados a orden.
Es de hacer notar que durante el desplazamiento de esta unidad motorizada, no se produjeron daños a personas ni a materiales desde el Fuerte Tiuna y su posterior retorno al Fuerte Tiuna, tampoco hubo problemas.
Asimismo, vale la pena destacar que esta movilización no significó una aplicación en su totalidad del Plan Avila sino una medida tendente a incrementar la seguridad física del Palacio de Miraflores, punto crítico de suma importancia.
Llegué a Miraflores a las 19:30 horas, 7:30 p.m. aproximadamente, hablé con el señor Presidente de la República y éste me ordenó que el Comandante de la Unidad, Teniente Coronel Ejército Ismael Cepeda Báez, lo esperase en la antesala para hablar con él, una vez lo haga con el Alto Mando Militar, que estaba en otra antesala esperando para reunirse con el Presidente.
Para ese momento, los tanques se encontraban en el estacionamiento del Regimiento Guardia de Honor, doy instrucciones al Comandante de la Unidad y le digo, una vez que el Presidente termine la reunión con el Alto Mando, él hablará con usted, luego me regreso al Fuerte Tiuna.
Una vez en Fuerte Tiuna, a las 20:30 horas, 8:30 p.m. aproximadamente, en la Alcabala No. 3 encuentro al señor General de División Ejército Enrique Medina Gómez, entrando en una camioneta con un fusil con lanza granadas y detrás un carro pequeño blanco con personas vestidas de civil y armadas. Le pregunto a dónde se dirige ... ....le manifiesto que no me gustó que tratara de influenciarme, y le pregunté al General de División: ¿Por qué, mi General, se habla que el Presidente se iba? Entonces les recomiendo concentrar las tropas de la división frente al 311, Batallón de Infantería Bolívar.
El Comandante de mi División, y mi persona, nos dirigimos aproximadamente a las 14 y 40 horas, 2:40 de la tarde, al Cuartel Rivas, dentro del Fuerte, supervisamos la salida del 304 Grupo Rivas y el 302 Grupo Ayala, hasta el frente del patio del 311 Batallón de Infantería Bolívar.
Estando las tropas de la 31 Brigadas de Infantería y del 35 regimiento de Policía Militar y Base Divisionaria concentradas en el patio de dicho batallón, aproximadamente a las 2:50 horas, me informan que se activó un plan fuera del control de mi comando, para obstaculizar el movimiento vehicular dentro del Fuerte Tiuna. Colocan maquinarias y buses en la salida de la alcabala N° 1, en las áreas adyacentes al Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada, colocan gandolas en la Alcabala N° 3, en Coche. Un capitán del Batallón Trinidad Morán, toma la intersección de la Escuela de Caballería y tranca el tráfico, que se dirigía hacia la Alcabala N° 3, no permitiendo la salida de vehículos por ese sector.
Toma de la alcabala N° 5 y desvío del tráfico de la autopista Regional del Centro hacia el interior del Fuerte Tiuna. Quiero hacer una reflexión aquí que me preocupó, porque en ese momento se creó mucha tensión y había una serie de autobuses que venían con personal, con niños, y eso fue riesgoso para las personas que tomaron esa decisión de meter esos autobuses y esas unidades dentro del Fuerte Tiuna ante esta situación. El Comandante de la Tercera División de Infantería, General de División Jorge Luis García Carneiro, me ordena tomar la Alcabala N° 3 con un escuadrón de tanques. Se presentó el General Melvin López Hidalgo, le participamos lo que estaba sucediendo y éste se dirige a la Alcabala N° 3 y dialoga con el capitán Comandante de la Compañía de Sanidad del Comando Logístico del Ejército y obtiene su rendición.
A las 3:30 p.m., aproximadamente, se logró restablecer el tránsito vehicular dentro del Fuerte Tiuna, se presentan varios generales a dialogar con el General de División García Carneiro, entre los que podemos mencionar, el General de Brigada del Ejército, Andrés González Cárdenas, el General de Brigada del Ejército, Alfredo Carneiro Campos, y el General de Brigada del Ejército, Italo Fernández Rodríguez. Una vez restablecido el orden se presentan frente al 311 Batallón Bolívar, el Comandante General del Ejército y el Vicealmirante Carrero Cubero. Nos preguntan, tanto al General García Carneiro como a mi persona, ¿qué pasa? Y les explicamos la situación. Ambos se retiran del lugar.
A las 16:20 horas, 4 y 20 aproximadamente de la tarde, recibimos información que unidades y tanques venían de Valencia, a lo que el comandante de la Tercera División de Infantería, General de División, Jorge Luis García Carneiro, coordinó con el General en Jefe, Lucas Rincón Romero, para que se ordenase un reconocimiento aéreo sobre la Autopista Regional del Centro y carretera Panamericana, siendo esto un rumor.
Siendo las 17:30 horas, 5:30 de la tarde aproximadamente, me encontraba al lado del Comandante de la Tercera División de Infantería, y escucho a través del radio que el señor Presidente de la República está tratando de comunicarse con el comandante del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional, General de División Manuel Antonio Rosendo. En vista que era imposible esta comunicación, el Presidente se comunica con el Comandante de la Tercera División de Infantería y le pregunta lo siguiente: ¿Cuántas tropas tengo disponibles? Y éste responde: Todas las que integran la Fuerza de Tarea Conjunta Avila. El Presidente pregunta: ¿Qué posición ocupan los tanques? Este le responde: Están a la reserva a orden suya. El Presidente indica: Quédate con las tropas, no las muevas, pero sí envíame una columna de tanques para la seguridad del Palacio.
Se presenta el Vicealmirante Bernabé Carrero Cubero, y prácticamente obliga al Comandante de la Tercera División de Infantería a montarse en un vehículo, y antes de hacerlo, mi comandante de División me envía un mensaje con su ayudante, que llevara los tanques a Miraflores.
Al recibir esta orden, me traslado con una columna de tanques hacia el Palacio de Miraflores, con la finalidad de prestarle seguridad. Salí del Fuerte aproximadamente a las 17:45 horas, 5 y 45 de la tarde, siguiendo la ruta menos expuesta a las manifestaciones a través de la Alcabala N° 3, Coche, túneles del Valle, El Paraíso, Flores de Catia, Avenida Sucre, hasta llegar al Palacio, específicamente al estacionamiento del regimiento Guardia de Honor, para ser empleados a orden.
Es de hacer notar que durante el desplazamiento de esta unidad motorizada no se produjeron daños a personas ni a materiales desde el Fuerte Tiuna, y su posterior retorno al Fuerte Tiuna tampoco hubo problemas. Asimismo, vale la pena destacar que esta movilización no significó una aplicación en su totalidad del Plan Avila, sino una medida tendente a incrementar la seguridad física del Palacio de Miraflores, punto crítico de suma importancia.
Llegué a Miraflores a las 19:30 horas, 7:30 pm., aproximadamente, hablé con el señor Presidente de la República y éste me ordenó que el Comandante de la Unidad, Teniente Coronel del Ejército, Ismar Cepeda Báez, lo esperase en la antesala para hablar con él, una vez lo haga con el Alto Mando Militar, que estaba en otra antesala esperando para reunirse con el Presidente.
Para ese momento los tanques se encontraban en el estacionamiento del Regimiento Guardia de Honor. Doy instrucciones al Comandante de la Unidad y le digo: una vez que el Presidente termine la reunión con el Alto Mando él hablará con usted, luego me regreso al Fuerte Tiuna.
Una vez en Fuerte Tiuna, a las 20:30 horas, 8:30 p.m., aproximadamente, en la Alcabala N° 3 encuentro al señor General de División Ejército, Enrique Medina Gómez, entrando en una camioneta con un fusil con lanzagranadas, y detrás un carro pequeño blanco con personas vestidas de civil y armadas. Les pregunto ¿a dónde se dirigen? Y me manifiestan que van para el Comando de las Escuelas del Ejército para hablar con el General de Brigada Néstor González González. Entonces me dirijo al Comando de la Tercera División de Infantería, a notificarle al General de División, Jorge Luis García Carneiro, y me manifiestan un grupo de coroneles de su Estado Mayor, que el señor General se encuentra en el Batallón Trinidad Morán, a los fines que los oficiales de este Batallón depongan su actitud.
Luego, me dirijo a dicho Batallón, hablo con el comandante de la División sobre lo observado en la Alcabala N° 3, que se encontraba el General Medina Gómez entrando.
Posteriormente, a las 21 horas, 9 de la noche, nos dirigimos al 311 Batallón de Infantería Bolívar y hablamos con su comandante, Teniente Coronel Vladimir Padrino López, quien nos manifestó que en nuestra ausencia del Fuerte Tiuna los comandantes de unidades fueron citados por el Inspector General del Ejército, General de División José Félix Ruiz Guzmán, hacia el regimiento Codazzi para realizar un pronunciamiento.
Estando frente al 311 Batallón de Infantería Bolívar, se aproxima el General de Brigada Luis Germones Castillo Castro, y el Coronel del Ejército Hernán Strudel Pineda. En ese momento le manifiesto al Comandante de la Tercera División, García Carneiro: mi General, seguro que nos vienen a detener! Nos dispersamos y me dirigí a la Alcabala N° 3 donde me detienen.
Llegan a la Alcabala N° 3, donde me encontraba, el General de Brigada, Luis Germones Castillo Castro y el Coronel Hernán Strudel Pineda. El General Castillo Castro me dice que deponga mi actitud, expresándose mal del señor Presidente. Traté de convencerlo de dejarme en libertad.
Cuando yo estoy dialogando con el señor General, recibo una llamada del ayudante del señor Presidente de la República, me pasa al señor Presidente, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y el Presidente me dice: Silva, ¿dónde está García Carneiro? A mi Comandante en Jefe lo andan buscando para detenerlo. -¿Y dónde está usted? –Mi Comandante en Jefe, me está rodeando la Policía Militar, me están deteniendo. Se cortó la llamada. Inmediatamente suena nuevamente el celular, me comunican al señor Presidente y el señor Presidente me dice: Silva, recuerda a Brígida, recuerda a tus cuatro hijos, piensa lo que vas a hacer, recuerda, no quiero derramamiento de sangre, cuida a tus soldados! Y se terminó la comunicación.
Posteriormente a esto, me ordena el señor General que espere al Inspector General del Ejército, quien en compañía de los generales de División, José Miguel Velásquez Rojas, e Ismael Eliecer Hurtado Sucre, y del General de Brigada Ejército, José Luis Rivas Abreu, hablan conmigo para que me quede tranquilo. Luego de esto con el General de Brigada Luis Germones Castillo Castro, me dirijo a mi comando, 31 Brigada de Infantería, donde estuve aproximadamente una hora con el mencionado General, dialogando, hablando.
Seguidamente me llaman al Comando General del Ejército, ubicado en el Quinto Piso de la Comandancia General del Ejército, donde observé un gran número de oficiales, generales y coroneles, celebrando el éxito del plan. Allí se abrazaban y algunos decían: ¡El plan tuvo éxito, se dio nuestro plan!
Posteriormente llegó un grupo de generales y coroneles de la Guardia Nacional, en ese momento que llegaron estos generales le manifesté al Comandante de la Tercera División, General de División, Jorge Luis García Carneiro, quien fue el último en llegar, que nos retirásemos del lugar.
Luego de esto retorno a mi comando. El Comandante de la Tercera División en el trayecto me gira instrucciones, a objeto que procediéramos de inmediato a iniciar acciones tendentes a restablecer el orden constitucional. Eso es el día 11 de abril del presente año.
El día viernes 12 de abril estuve en mi Comando y fuera de mi Comando en el Fuerte Tiuna, planificando actividades y ejecutando contactos con unidades para restablecer la constitucionalidad y el contacto permanente con mi superior inmediato, General Jorge Luis García Carneiro.
El sábado 13 de abril, en la mañana, analizando el decreto donde se observaba claramente la violación de la Constitución y hablando con mis comandados, le manifesté que los hechos se interpretaban como un golpe de Estado.
A las 11:25 horas salgo de mi comando y me dirijo al Batallón de Infantería Bolívar a hablar con los oficiales de dicho batallón y hacerles comentarios sobre el decreto del día anterior en horas de la tarde, y allí comentamos el decreto, estando los oficiales claramente de lo que estaba ocurriendo en el país.
A las 11:30 en el Comando de la Brigada, el Coronel del Ejército Luis Lozada Perdomo, Jefe de Estado Mayor de la 31 Brigada, mi segundo Comandante, recibe una llamada del Inspector General del Ejército, General José Ruiz Guzmán, indicándole que desconociera mi autoridad como Comandante de la 31 Brigada de Infantería y ordenándole tomara el mando de ésta.
El Coronel del Ejército, Luis Lezama Perdomo, se dirigió al Batallón Bolívar y me informó de la novedad, diciéndome: Mi General, yo no acato esa orden, usted es el Comandante de la Brigada y yo estoy bajo sus órdenes.
A las 12:30 horas de ese día, aproximado, me dirijo al Comando de la Tercera División para planificar la reunión en el 302 Grupo Ayala, con el General García Carneiro quien me había citado para ello, para seguir las estrategias en la reunión de las dos de la tarde. Allí él me ordena que en esa reunión esté pendiente de la seguridad, de manera que no lo detengan, porque íbamos a esa reunión solamente tres generales, dos generales que estaban dentro de la reunión, y mi persona que entraba y salía pendiente de la seguridad, contra 15, 16 generales que estaban opuestos al pronunciamiento que se iba a hacer allí.
A las 13 horas, 1 p.m., llegamos al grupo de Caballería Motorizada Ayala, donde ya se encontraban reunidos los comandantes de las unidades acantonadas en Fuerte Tiuna, con la finalidad de dialogar con el Comandante General del Ejército y un grupo de generales, la situación militar del ejército y emitir un pronunciamiento a favor de la restitución de los principios constitucionales y el restablecimiento de los poderes públicos.
Pude observar que en esta reunión se encontraban, entre otros, el General de División Romel Fuenmayor, el General de División José Ruiz Guzmán, el General de División Manuel Antonio Rosendo, el General de Brigada Néstor González González, el General de Brigada del Ejército, Gerardo Colmenares Gómez, el General de Brigada del Ejército Italo Fernández, el General de Brigada del Ejército César Jari, el General de Brigada del Ejército Francisco Usón Ramírez, el General de Brigada del Ejército Carrasco Roa, el General de Brigada del Ejército Henry Lugo Peña, el General de Brigada del Ejército Martínez Vidal, el General de Brigada del Ejército González Cárdenas Andrés Eloy, mi persona que acompañaba al comandante de la tercera división.
Antes del pronunciamiento se inició una discusión sobre la situación real del Presidente ante la presunta renuncia, y del contenido del pronunciamiento propiamente dicho. Los comandantes de unidades entregaron un documento contentivo de algunos puntos que a criterio de los mismos debía formar parte del mencionado pronunciamiento.
Durante el debate se presentaron los Generales de Brigada en situación de retiro, Guaicaipuro Lameda Montera y Ovidio Poggioli Pérez, con la finalidad de convencer al Comandante General del Ejército y evitar su pronunciamiento, además de tratar de manipular a los asistentes a esta reunión.
También el General de Brigada Ejército, Vidal Martínez, y el General de Brigada Lugo Peña, y el General de Brigada Andrés González Cárdenas, trataron de convencernos que el señor Presidente sí había renunciado y que ellos daban fe de este hecho. Estos planteamientos acaloraron más la discusión, ya que los comandantes de unidades exigían ver el documento donde el Presidente de la República estaba renunciando, o en su defecto colocarlo a través de los medios de comunicación social planteando su renuncia.
Acto seguido, se presentó el General de División, Antonio José Navarro Chacón, Contralor General de la Fuerza Armada Nacional, informando al Comandante General del Ejército, General de División Efraín Vásquez Velazco, que el decreto ya se había cambiado y que iba a ser anunciado próximamente junto a un nuevo Alto Mando Militar, donde el General de División, Navarro Chacón, sería el Ministro de la Defensa.
Este planteamiento no fue aceptado por el señor Comandante del Ejército, quien le pidió que abandonara el sitio y que le permitiera hacer el anuncio. Ante una nueva insistencia del señor General de División Antonio José Navarro Chacón, el Comandante General del Ejército salió del recinto a hablar en privado con éste. Mientras tanto los comandantes de unidades se retiraron a un sector del recinto y fijaron una posición en virtud de la indefinición de los oficiales generales que eran contrarios al restablecimiento de la Constitución.
Una vez fijada la posición y motivados por el General García Carneiro, los comandantes de unidades fueron a buscar al Comandante General del Ejército y lo conminaron a continuar con su propósito inicial de llamar al restablecimiento de los principios constitucionales.
Los medios de comunicación allí presentes, pasaron al recinto, se hizo contacto con CNN Atlanta, para poder sacar al aire, en vivo, el pronunciamiento por ustedes conocido. Luego de esto, me retiré del área y me trasladé a la sede de mi comando. Posteriormente me llegan informaciones acerca de las pretensiones de detener al Comandante de la División y a mi persona. Le recomiendo al General García Carneiro que nos dirijamos hacia la Alcabala N° 3 para calmar a la población presente en los alrededores de dicha Alcabala -mucha gente, difícil de contar, pero yo no había visto en mi vida tanta gente concentrada, así, directamente- para calmar a la población presente en los alrededores de dicha Alcabala, ante la falta de información a la población sobre la situación del señor Presidente de la República. Asimismo, queríamos evitar que este grupo humano, arrastrado por las pasiones, penetrase al interior de las instalaciones militares, con los riesgos que esto pudiese significar.
A las 17 horas, 5 p.m., ya teníamos el control militar de Fuerte Tiuna, quedando mi persona bajo las órdenes del General Jorge Luis García Carneiro, quien a partir de ese momento dirigía todas las operaciones.
Antes de finalizar, señor Presidente, señores diputados y diputadas, quiero hacer la siguiente reflexión. Yo vengo a este honorable recinto a hablarle a ustedes, ciudadanas y ciudadanos, diputadas y diputados, como lo que soy en verdad, un ser humano, que tiene un hogar donde he procreado cuatro hijos, dos varones y dos hembras, pero más allá de eso, provengo de un humilde hogar, una casa llena de necesidades, sin embargo, señores diputados, mis padres me inculcaron valores, la decencia, el respeto, la honestidad, la lealtad, y me inculcaron sobre todo un elevado interés por llegar a ser alguien en la vida. Una institución me dio esta oportunidad, la institución militar me aceptó y pude llegar al grado de General del Ejército de la República Bolivariana de Venezuela, grado que orgullosamente ostento hoy.
Pues bien, yo tuve oportunidades, y eso es lo que quiero para las generaciones jóvenes, no sólo para mis hijos, mis cuatro hijos, sino para los hijos de los hijos de mis hijos. Yo quisiera ver una Venezuela donde en verdad tuviésemos la oportunidad de desarrollarnos para hacer posible todos nuestros sueños.
Señores diputados, yo tuve sueños, sigo teniendo sueños, me ha tocado vivir situaciones como las que en este momento está ocurriendo, por el grado de militar que ostento y por la asignación del cual he sido objeto. Pero más allá de eso, señores diputados, voy a decirles otra cosa. Todos tenemos que pensar que la mayoría de ustedes, y dificulto que alguno no lo tenga, tienen hijos, familiares, ascendientes o descendientes, o por lo mínimo amistades que forman parte de la institución militar. Señores, qué compleja verdad de todo esto. No queremos darnos cuenta que si alguien está siendo afectado con esta situación es la institución militar, y en consecuencia el país nacional como un todo. Tenemos que entender que con todos los defectos, todos los errores del pasado y del presente, que nuestra función ante la sociedad es respetar el orden constitucional, garantizar el ejercicio pleno de la soberanía, nos agrade o no nos agrade.
En un momento determinado no podemos hacernos eco de manifestaciones que atiendan intereses particulares y mucho menos mediante la violencia, más bien es dar la oportunidad para que esos hombres y mujeres designados tengan el espacio suficiente para desenvolverse y desarrollar sus políticas. En ese proceso de dimes y diretes, o de situaciones muy propias de la vida política, los que representen el ejercicio del oficialismo como de la oposición, pueden tener sus diatribas, sus encuentros, sus desencuentros, pero en un proceso de colaboración política para hacer posible una sociedad más participativa e integrada.
Entonces, eso es lo que tenemos que entender y dejar a un lado la institución militar. La institución militar que cumpla sus funciones específicas, la institución militar que se dedique como debe ser al desarrollo pleno de las actividades que le son propias, no solamente militares, también tenemos que entender, señores diputados y diputadas, que esta es una sociedad con muchas necesidades, donde la institución militar puede jugar un papel importante con sus recursos humanos, materiales y técnicos, para contribuir con esta sociedad. Esa puede ser su contribución al desarrollo que es vital para toda Venezuela.
Entiendan algo también, entendámoslo todos, señores, por favor, sabemos y decimos que errar es de humanos y rectificar es de sabios, entonces rectifiquemos todos para encontrar un camino hacia la unidad nacional, no el camino del odio ni de la manifestación cierta de la antipatía, o de esa manifestación de querer dejarnos arrastrar por las emociones para causar violencia.
Hablo como ciudadano, como General de la República, como padre de familia, como hijo, y con deseos de verlo encaminado hacia un futuro mejor. En otras palabras, señores diputados, hablo como venezolano. Debemos dejar a un lado tantas torpezas que nos han acompañado, debemos ir todos juntos hacia la construcción de esa sociedad, para cuando estemos viejitos y nos corresponda dar paso a nuevas generaciones, podamos decir: contribuimos con un grano de arena para hacer posible el sueño de Bolívar.
Ciudadanos diputados y diputadas, su labor encomiable para esclarecer los hechos acaecidos la reconoce el país, nuestro país, de allí que es necesario que en su justa dimensión lleguen a conclusiones determinantes. Muchas gracias. Es todo, señor Presidente
Presidente: Tiene la palabra la diputada Iris Varela.
Diputada Iris Varela: Buenas tardes señor Presidente, Vicepresidente, diputados, ciudadano General de Brigada, Wilfredo Silva. Gracias por estar aquí y en nombre del pueblo del Táchira, a quien represento en esta Asamblea Nacional, quiero decirle que los venezolanos estamos infinitamente orgullosos de los representantes de nuestra Fuerza Armada Nacional, que al igual que usted asumieron en un momento histórico de nuestra patria una posición digna, institucionalista apega a los preceptos constitucionales como debe la función de todos los ciudadanos d esta patria, porque es un mandato que consagra el artículo 333 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Yo quiero hacerle algunas preguntas, pero antes como aquí los representantes del golpismo y del fascismo han intentado de una manera muy premeditada y alevosa desconocer que hubo un golpe de Estado en Venezuela, quiero darle lectura a algunos extractos de un artículo del ciudadano Licencia en Derecho y Master en Ciencias Políticas por la Universidad Simón Bolívar de Caracas, Vicente López Pascual, publicado en la Revista Cambio 16 Española, con la venia del señor Presidente de la Comisión.
“Las sombras del Golpe. Todos los golpe de Estado tienen una trastienda donde se cuecen poco a poco, lentamente los movimientos del día de la sublevación, esa fecha lo mas visible son los blindados en las calles, los soldados en las calles, las manifestaciones de apoyo o repulsa, la detención o asesinato del Jefe de Gobierno derroca y el acto formal de instauración del nuevo régimen o gobierno. Eso pasó en Chile con el General Pinoche, Argentina con el General Videla y casi en España durante la acuartelada del 23F.
Si el golpe triunfa esa trastienda se diluye en la historia y tan solo después de muchos años los historiadores, periodistas, jueces e investigadores logran tejer en parte la red de intereses interiores y exteriores que promovieron la argamasa suficiente para el levantamiento. El paso del tiempo diluye en las sombras de la historia la participación taimada de los conspiradores y sus aliados extranjeros. Sin embargo, cuando el golpe no triunfa existe la posibilidad de investigar sobre la marcha, casi inmediatamente el proceso golpista y sus terminales, principalmente porque es posible examinar las declaraciones precipitadas de los afectos al gobierno amenazado, así como los movimientos de los facciosos y sus amigos del exterior. En Venezuela el golpe no ha triunfado al menos por ahora y ello facilita una primera aproximación al fenómeno insurrecto, ya que sus principales actores todavía se encuentran en la primera fila de los acontecimientos. Unos fotografiados en el Palacio de Miraflores y otros encerrados en sus propias declaraciones directas o ambiguas a favor de los alzados. De eso hemos tenido muchísima experiencia aquí, yo creo que el país conoce y usted también debe conocerlo General, que en esta Comisión hay representantes de los golpistas, que incluso estaban postulados para ejercer cargos dentro del poder ciudadano, estaba la Contralora del gobierno dictatorial fascista de Carmona, el Fiscal General de la República también estaba, postulados para el Ministerio del Trabajo, etc.
Los fotografiados aplaudiendo al empresario Carmona en su acto de instalación como Presidente venezolano poco pueden esconder, las ventajas de la imágenes es indiscutible, allí estaban puestos por orden de importancia un Cardenal de la Iglesia Católica, la cúpula empresarial, propietarios de varios medios de comunicación, el General Efraín Vásquez Velazco, el Contralmirante Molina Tamayo, varios embajadores y el jefe de la poderosa Confederación de Trabajadores de Venezuela.
Pero el golpe tenía otras ramificaciones ¿qué podemos deducir de las reuniones secretas celebradas entre el empresario Carmona con algunos embajadores extranjeros?. ¿Qué tipo de relaciones especiales existieron entre esos gobiernos y los golpistas?. ¿Consideraban que la única salida de la crisis política y económica venezolana solamente era posible mediante un golpe de fuerza, saltándose la legalidad constitucional?. ¿Pensaron que el tiempo de Hugo Chávez se había terminado o buscaban una situación que salvara sus intereses económicos, sin esperar a un cambio por medio de urnas?.
Bajo el estandarte de una acción unida ciertos países occidentales maniobraron tras bambalinas, aunque la precipitación de los acontecimientos y un exceso de confianza les ha dejado con una parte de atrás al descubierto. Voy a mis preguntas.
¿Quién ordenó realizar entre los días 5 al 18 de abril inclusive, los ejercicios de puesto de comando a que se refiere el radiograma?.
¿Puede consignar copia certificada de ese radiograma a esta Comisión?. ¿Con que finalidad se emitió esa orden?.
¿En que consistió la orden y con que finalidad se emitió?. Esta otra orden a que me refiero es la del Comandante Efraín Vásquez Velazco en horas de la mañana del día 11 de abril sobre movilización de tropas?.
¿Quiénes se encontraban en la reunión del día 11 de abril en horas de la tarde?. Esto es en las instalaciones de Fuerte Tiuna.
¿Nombre los dos Generales que lo abordaron en las instalaciones de Fuerte Tiuna?.
¿Los vehículos particulares que penetraron al Fuerte Tiuna fueron identificados?. ¿Existen registros en los libros al respecto?.
¿Los civiles que ingresaron a las instalaciones militares de Fuerte Tiuna fueron identificados?. Si es afirmativo ¿puede aportar sus nombres?. Si su respuesta es negativa ¿qué circunstancia impidió que se realizara el registro de estos ciudadanos?.
Hay un ciudadano que ha hecho una confesión en un programa de televisión el día 12 de abril que se llama Víctor Manuel García, él es director de una empresa encuestadora de opinión que se llama Cifra Encuestadora CECA. El en ese programa decía que a él el General Néstor González González y Efraínn Vásquez Velazco le habían dado un puesto de Comando en Fuerte Tiuna. ¿Entonces yo quiero saber usted conoce a ese ciudadano y que me detalle al respeto sobre la información que pueda tener sobre ese ciudadano y sus actividades dentro del Fuerte Tiuna el día 11 de abril?. Es todo Presidente.
Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Wilfredo Silva.
General (Ej) Wilfredo Silva: Muchas gracias señor Presidente, gracias señores diputados.
¿Quién le ordenó realizar entre los días 5 al 18 de abril inclusive, los ejercicios de puesto de comando a que se refiere el radiograma?.
Bueno fueron ordenados, ese radiograma salió de la Dirección de Operaciones del Ejército firmado, cumpliendo instrucciones del señor Comandante General del Ejército.
¿Puede consignar copia certificada de ese radiograma?. Fue consignado en el día de ayer por el señor General Comandante de la División.
¿Con que finalidad se emitió esa orden?.
Bueno mire si la plana mayor los comandantes se iban a cumplir esa orden a ese puesto de comando, lógicamente las tropas quedaban con pocos comandos naturales, con pocos oficiales dentro de las instalaciones del Fuerte Tiuna.
¿En que consistió la orden y con que finalidad se emitió?. Esta otra orden a que me refiero es la del Comandante Efraín Vásquez Velazco en horas de la mañana del día 11 de abril sobre movilización de tropas.
Bueno yo lo dije en la exposición que a las 10 de la mañana aproximadamente yo estaba en mi comando, observaba la televisión y veía la concentración entre Chuao y PDVSA y ordené al Comandante del Batallón Bolívar que prepárese sus tropas, sus vehículos, que moviese los vehículos del batallón al frente de su unidad y que estuviese alerta ante cualquier orden que pudiese ordenar el Comando Superior en este caso la Tercera División de Infantería. Allí se presentó como le dije el Coronel Vaamonde Rojas, Jefe de Inteligencia de la Sección de Búsqueda, de la Dirección de Inteligencia del Ejército, me preguntó si yo había ordenado dicha movilización al patio del Bolívar, le dije que sí, él me comunicó vía celular con el señor Comandante General del Ejército y le manifesté al Comandante lo que pasaba, que solamente era mover los vehículos para estar alertas, que estaba haciendo lo que todo Comandante militar hace ante una posible eventualidad, y allí él me dijo que la consigna era no mover tropas, no sacar tropas a la calle.
¿Quiénes se encontraban en la reunión el día 11 de abril en horas de la tarde?
En qué parte de Fuerte Tiuna específicamente?. No lo entiendo. ¿Quiénes se encontraban en la reunión del día 11 de abril en horas de la tarde. ¿Se refiere usted a la reunión que yo asistí?. Okey. Bueno asistí a las 2 de la tarde a la Inspectoría del Ejército, entre los que recuerdo allí estaban los generales de División José Félix Ruiz Guzmán, el General Comandante Aéreo de ese Ejército, del Ejército a ese momento, González Guzmán, el General de Brigada Andrés Eloy González Cárdenas, el General de Brigada Wilfredo Vera Suárez, el General de Brigada Italo Fernández, que me recuerde en ese momento.
Nombre los dos generales que lo abordaron en las instalaciones del Fuerte Tiuna. Bueno en esa misma reunión al llegar me senté en una silla y me hablaron inmediatamente los generales de Brigada Andrés Eloy y González Cárdenas y el General de Brigada González Guzmán. Los vehículos particulares que penetraron al Fuerte Tiuna ¿fueron identificados, existen registros en los libros al respecto.?
Tendríamos que chequear los controles de la Policía Militar que son la unidad que lleva el control de las alcabalas.
Los civiles que ingresaron a las instalaciones militares de Fuerte Tiuna ¿fueron identificados? Si es afirmativo, puede aportar sus nombres?. Si su respuesta es negativa, ¿qué circunstancia impidió que se realizara el registro de estos ciudadanos?.
Con la respuesta anterior creo que contesto esta, habría que averiguar allí en el libro de registro de esa alcabala si esa noche se registraron esos ciudadanos.
¿Conoce al ciudadano Víctor Manuel García, Director de la Empresa SECA, y designado por los generales Néstor González González y Efraín Vásquez Velazco para que ejerciera un puesto de comando en las instalaciones de Fuerte Tiuna? Según lo confiesa este mismo ciudadano el día 12 de abril en un programa de televisión.
Señora Diputada, mire, igual que usted yo me enteré de que ese señor había puesto ese puesto de Comando por el mismo programa, por la televisión de que había puesto, había hecho un puesto de comando dentro del Fuerte Tiuna.
Es todo señor Presidente.