Declaración de Venezolanos de Origen Cubano
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DECLARACIÓN POR LA VERDAD, LA DIGNIDAD Y LA SOBERANÍA
“La guerra es el compendio de todos los
males;
la tiranía es el compendio de
todas las guerras” (Simón Bolívar).
“Un gobernante que falta al
programa por el cual se le elige,
es un
ladrón del puesto que ocupa...” (José
Martí).
¿ QUIÉNES SOMOS ?
Los abajo firmantes somos, todos, ciudadanos venezolanos de origen cubano, que, desde hace 40, 30, 20 … años, escogimos vivir, trabajar y constituir familias y hogares - muchos con hijos y nietos venezolanos por nacimiento - en esta tierra que nos acogió generosamente y a cuyo desarrollo integral hemos contribuido con nuestro modesto esfuerzo laboral, intelectual, profesional o empresarial. Por eso observamos con dolor cómo, irresponsable y hasta perversamente, se quiere conducir a Venezuela al mismo “mar de la felicidad” en que naufraga Cuba, se “invita” a Fidel Castro, usurpando la voluntad mayoritaria, a venir “a pasar revista a los logros de la revolución”, y se intenta convertir, a nuestra patria de adopción, en el horror que es hoy nuestra patria de origen.
Todo esto ocurre, precisamente, cuando, en el mundo entero, personalidades, instituciones y gobiernos de reconocida trayectoria humanista y democrática, condenan, enérgicamente, tanto los tres fusilamientos como las penas impuestas, a decenas de años de cárcel y sin respetar el derecho a la defensa, a 75 cubanos, periodistas, poetas, intelectuales y sindicalistas, por el “horrendo crimen” de disentir de las políticas oficiales.
LO QUE NOS PROPONEMOS
Con este gesto de elemental dignidad, justicia y solidaridad con el pueblo venezolano, queremos:
denunciar las
constantes agresiones a nuestra soberanía, por parte del régimen
castro-comunista, el cual, a través del propio Fidel Castro y de sus
funcionarios civiles y militares, se inmiscuye, descaradamente y de
forma inconsulta, avasallante y desestabilizadora, en nuestros
asuntos internos, saquea nuestros recursos, atenta contra nuestras
fuentes de trabajo y empleo, y conspira contra nuestra convivencia y
convicciones democráticas;
mostrar la verdad
de Cuba, que se le oculta hasta al más humilde de los venezolanos,
mediante una sistemática campaña oficial de desinformación y
manipulación, y, ahora, en particular, por las pretensiones del
proyecto de Ley de Responsabilidad Social en Radio y TV, mejor
conocida como Ley “Mordaza”;
dejar constancia de
que rechazamos y nos oponemos a la proyectada visita de Fidel
Castro, así como a la invasión castrista, bajo el disfraz del
altruismo, y exhortamos a todo el gentilicio de Bolívar a hacer lo
mismo;
contribuir a su heroica lucha por la defensa de sus libertades, la justicia social, el desarrollo y la paz ciudadana.
NUESTRA EXPERIENCIA Y RESPONSABILIDAD
Al incorporarnos, públicamente, de manera activa, a este combate democrático, pacífico, auténticamente cívico-político, queremos aportarle a nuestra sociedad venezolana, a su verdadera liberación y reconciliación, con toda humildad, responsabilidad y compromiso de servicio, el testimonio tanto de nuestra resistencia frontal, moral y política, insular y exiliada, como la experiencia de grandes errores cometidos por nuestra oposición al sistema castro-comunista, para que no se repitan en la patria de Bolívar.
Entre estos errores, destacan:
la falta de
unidad, fruto de ambiciones personales o de grupos, de
anacronismos y rivalidades extemporáneas, así como de una
incapacidad organizativa;
el esperar las
soluciones desde fuera, pues mientras las personas tenemos amigos,
los gobiernos tienen sus intereses, y, en el fondo, es a nosotros a
quienes corresponde, como pueblo, encontrar las respuestas y
salidas;
el abandono del
país: esto es lo que se busca y promueve con el hostigamiento
económico, legal y burocrático, el acoso político, la represión
física, y la presión sicológica y moral, para poder imponer el
“proyecto”,
aplastando toda oposición;
y, por último, aunque es el más importante: no entender que la verdadera naturaleza del problema estaba, y está, en la superación de la pobreza, la exclusión y el odio, y que era, es y será necesario un Gran Pacto Social, Político y Ético, audaz y alternativo, promisorio y atractivo, coherente y eficiente, capaz de integrar a todos los sectores. Todo ello con el fin de lograr un desarrollo humano integral: en libertad y paz ciudadana; por el trabajo y la productividad, la educación y la cultura; con justicia social y solidaridad, en un mundo crecientemente respetuoso de la dignidad y derechos de todos, y, así, tolerante, y fraterno.
VERDAD Y SOBERANÍA CONTRA LA INTERVENCIÓN
¿ Con qué autoridad moral, histórica y política, vendría, “a pasar revista...”, el que, entre otras barbaries, ha asesinado, en el paredón, en las cárceles, en la resistencia urbana y rural, ha ordenado hundir y provocado la desaparición en el mar, de unos treinta mil cubanos, incluyendo mujeres y niños; el que ha encarcelado a más de 120,000 por “delitos de conciencia” - calificados de “actos contrarrevolucionarios” y de “traición a la patria”- y los ha tratado como delincuentes comunes; el que ha lanzado al exilio a más de 2 millones y ha convertido en parias a otro millón, por el solo “delito” de haber solicitado la salida del país; el que ha establecido discriminaciones insoportables entre el simple ciudadano, por una parte, y los turistas y altos funcionarios, por la otra; el que ha enviado y manipulado, en “misiones internacionalistas” de subversión y guerra, colonización y muerte, a miles de jóvenes y profesionales; el que ha impuesto el terror interno, se ha perpetuado en el poder omnímodo, haciendo proclamar “irrevocable” el socialismo, y ha arruinado al país, pese a décadas de subsidio soviético y remesas millonarias de emigrantes y exiliados a sus familiares en la Isla ?.
No es casualidad que esa bochornosa invitación al jefe de la tiranía más antigua de Occidente, se haga, precisamente, en el marco de una ofensiva injerencista y prepotente, que pretende incluso dictaminar sobre “patrias” y “revoluciones”, autenticidad, libertad y verdad, según un esquema neo-colonial. No es casual, revelando así el verdadero propósito de este “proyecto” o “proceso”, que se le ha pretendido disfrazar, al pueblo venezolano, con ambiguas denominaciones de “bolivariano”, “humanista”, “revolución bonita”, “democracia participativa y protagónica”. Es la misma retórica con la que se confundió, en su momento, al pueblo cubano: “revolución martiana”, “ni capitalista ni comunista: humanista”; “tan cubana como las palmas”, trágicamente pervertidas. ¿ Qué autoridad tiene el “maestro” de la mentira, la miseria y la muerte, para venir a darnos lecciones de verdad, bienestar y vida ?.
Todas estas son las razones por las cuales hoy alzamos nuestra voz. Es, ante todo, por un deber moral de humanidad e identidad nacional: evitar el olvido y la banalización acerca de la monstruosidad de estos hechos y de esta tragedia histórica, y contribuir a evitar que se prolonguen y repitan.
Y MIENTRAS SE INTENTA IMPONER EL MODELO...
Venezuela hundiéndose, dividiéndose, enguerrillándose. ¡ Ya basta !.
Los Bolívar, Sucre, Miranda, Roscio, Bello, Acosta y tantos otros, sembraron naciones de hombres libres. Sus continuadores en el siglo XX se rebelaron contra dictaduras y emprendieron la modernización del país.
La historia condenará a quienes nos están llevando a la miseria y al fraccionamiento como sociedad, mientras pretenden arrebatarnos nuestro estilo de vida cordial, generoso y pacífico, y nuestras libertades más preciadas, tesoneramente conquistadas a lo largo de casi medio siglo de cultura democrática.
Venezuela, unida, está comprometida a salir de la crisis, por la consulta popular, a través del referendum revocatorio. Referendum que, como figura para lograr cambios legales, es derecho constitucionalmente reconocido a los cubanos, pero que, sin embargo, les está autocráticamente negado.
Los hombres y mujeres de la Venezuela del siglo XXI ratifican, una vez más, su condición de pueblo de libertades y promotor de integración y unidad hemisféricas. Vocación y tarea que son ejemplo, también, para Cuba y para toda Nuestra América.
¡ GLORIA AL BRAVO PUEBLO !
Caracas, 10 de Julio, 2003.