EL GRUPO VASCO LE PIDE A LA MINISTRA PALACIO QUE SE PREOCUPE DE VENEZUELA

En el habitual turno de control al gobierno los miércoles en el Congreso de los Diputados, se produjo el careo habitual entre gobierno y oposición. En esta oportunidad y ante las numerosas peticiones recibidas en Euzkadi y en Madrid en relación con la cada vez peor situación que se vive en Venezuela, el portavoz del Grupo Vasco, Iñaki Anasagasti le formuló a la ministra de Asuntos Exteriores del gobierno español, la siguiente pregunta:

            ¿Con qué criterio trabaja el gobierno en relación con la crisis que vive Venezuela?.

            Y ésta fue la respuesta de la ministra, Ana de Palacio:

En lo que se refiere a la crisis de Venezuela, el Gobierno trabaja en dos ámbitos; por una parte en cooperar en la solución de la crisis y, por otra, en atender a los españoles allí residentes que pueden verse afectados. España apoya resueltamente al secretario general de la OEA, señor Gaviria, y el trabajo de la mesa de negociaciones y acuerdos que se creó el 8 de noviembre

pasado y que aglutina a la Coordinadora Democrática. En esa mesa y sobre la base, entre otras, de la Resolución 833 de la OEA se establece la necesidad de encontrar una salida constitucional, democrática, pacífica y electoral que España respalda. España tiene el honor, la responsabilidad y el compromiso de participar activamente en el grupo de Países Amigos de Venezuela, presidido por el secretario general de la OEA, para buscar esa salida de la crisis junto con Brasil, Chile, Estados Unidos, Méjico y Portugal. En ese grupo Brasil ha sido designado como coordinador. Ha habido dos reuniones, una en Washington, en la que hemos participado los ministros, y otra a nivel de vicecancilleres, en la que ha participado el secretario de Estado de Cooperación señor Cortés.

Respecto de la comunidad de españoles en Venezuela, que cuenta con 100.000 residentes y que está aumentando por la nueva ley de nacionalidad, España mantiene el más estrecho contacto con el Consulado de Venezuela al que se ha desplazado recientemente el director general de asuntos Consulares y Protección de los Españoles en el Extranjero para conocer la situación de la comunidad española.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra.

Señor Anasagasti.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señora presidenta. Señora ministra, usted conoce mejor que nadie que la situación en Venezuela se deteriora día a día y el clima es casi de guerra civil. Lo que usted ha comentando sobre el secretario general de la OEA es muy importante, pero lleva mucho tiempo en reuniones, en viajes y la situación se deteriora cada vez más. Existe un peligro real de enfrentamiento civil en Venezuela. Dentro de muy poco el Poder Judicial va a ser controlado. Hay un control de cambios que va a dañar a la economía de una manera sustancial. El presidente insulta todos los días a sus ciudadanos. Hay un proyecto de ley de contenidos políticos que va a atacar directamente la libertad de expresión en ese país. Nos parece muy bien que España participe en el grupo de Países Amigos de Venezuela, nos parece correcto, pero nos da la impresión de que ese grupo se está convirtiendo casi en aquel comité de no intervención del año 1936 respecto a la situación política española porque no está haciendo nada concreto. Después de 62 días de huelga la situación es cada vez peor, por lo que tenemos una seria preocupación.  Nosotros entendemos lógicamente el derecho a la no injerencia, como esgrime el presidente Chaves, pero como suele decir a menudo el portavoz del Partido Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores, señor Arístegui, hay una cosa que se llama la presión diplomática y España no está teniendo suficiente presión diplomática. España en sus relaciones con América Latina sigue teniendo un criterio retórico: acudir a la toma de posesión de los presidentes o a una cumbre de jefes de Estado una vez al año, pero en una situación real en la que España puede hacer muchísimo, sobre todo con esa presión diplomática, no está haciendo lo suficiente. Ayer usted dijo algo que a nosotros nos parece muy inquietante, que los medios de comunicación en Venezuela tienen que tener una autocontención. Yo prefiero más una libertad peligrosa que una esclavitud tranquila. La libertad de expresión es libertad de expresión, en Venezuela, en España o en cualquier otro lugar. Por tanto nos gustaría, señora ministra, que tuviera un papel muchísimo más beligerante del que está teniendo. España tiene muchísimo más que hacer, independientemente de que se salvaguarde que sea un país soberano…

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Anasagasti.

Señora ministra. 

La señora MINISTRA DE ASUNTOS EXTERIORES (Palacio Vallelersundi): Gracias, señora presidenta. Comparto con el señor Anasagasti su intranquilidad. Papel beligerante no, activo por supuesto. Mis palabras fueron, al hilo de las que había dicho el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, para puntualizar que para mí no estaba en el mismo nivel la responsabilidad porque el derecho a la libre expresión y a libre opinión formaba parte de los derechos humanos. Me remito a las cintas que seguro que están grabadas. Hay que poner las cosas en su contexto.

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