25 de junio de 2003

Nuevo informe integra políticas E.U. con información sobre derechos humanos

(Secretario de Estado adjunto Craner hace presentación)

El nuevo informe del Departamento de Estado "Apoyo a los Derechos Humanos y la Democracia: Historial de Estados Unidos en 2002-2003" muestra cómo el gobierno de Estados Unidos integra las políticas con la información sobre los derechos humanos, dice el secretario de Estado adjunto para derechos humanos, democracia y trabajo, Lorne Craner.

En la introducción al informe, que fue entregado al Congreso y al público norteamericano el 24 de junio, dijo Craner que "en este volumen detallamos nuestros esfuerzos en 92 países, cuidando de incluir entre ellos los lugares que son motivo de preocupación debido a las `matanzas extrajudiciales, torturas u otras violaciones graves de los derechos humanos'".

El texto íntegro del informe puede leerse en inglés en: http://www.state.gov/g/drl/rls/shrd/

A continuación una traducción extraoficial del prólogo, la introducción y la sección del informe que corresponde al Hemisferio Occidental:

(comienza el texto)

Prólogo
Por Colin Powell
Secretario de Estado de Estados Unidos

La política de Estados Unidos para proteger los derechos humanos tiene su origen en los ideales norteamericanos y en nuestro sentido de interés nacional. Pero aun más importante que nuestras altas aspiraciones y propósitos son el trabajo y la voluntad que los estadounidenses han dedicado a realizar estas aspiraciones y propósitos. Desde la firma de la Declaración de la Independencia, hasta la lucha contra la esclavitud y la desigualdad racial y la oposición a las amenazas totalitarias, los estadounidenses han demostrado que son capaces de convertir en acción una perspectiva. Y aún queda mucho por hacer.

Esta combinación de idealismo y aplicación práctica de las políticas se ha convertido en una característica de nuestra política exterior en el terreno de los derechos humanos internacionales. Nos sentimos orgullosos de presentarles a ustedes el informe sobre Apoyo a los Derechos Humanos y la Democracia: el Historial de Estados Unidos en 2002-2003 -- que, por primera vez, encierra de manera sistemática la incansable labor del gobierno de Estados Unidos para promover las estructuras democráticas y el respeto a los derechos humanos. Este documento complementa en substancia y espíritu nuestro Informe Anual por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos y detalla cómo aplicamos las altas normas del Informe por Países a las medidas que tomamos para reducir la cantidad y gravedad de las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo.

La caída de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría nos animaron a pensar en un mundo del siglo XXI de continua expansión de la democracia y los derechos humanos. Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la amenaza que presentaron nos desafiaron a afianzar nuestros esfuerzos para vencer los obstáculos a la construcción de un mundo semejante. Respondemos a ese llamado a la acción porque la libertad y el imperio del derecho ayudan a impedir que el terrorismo prospere. Estamos comprometidos a basarnos en nuestros esfuerzos continuos y seguir nuestra tarea en asociación con la comunidad internacional para anticipar y responder a las necesidades apremiantes dondequiera que surjan.

Al compartir lo que hacemos para prevenir las violaciones de los derechos humanos y adelantar la democracia en cada región del mundo, el informe sobre el Apoyo a los Derechos Humanos y la Democracia: el Historial de Estados Unidos en 2002-2003 identifica también estrategias para todos los que trabajan por un futuro en el que la brutalidad, la tiranía y la represión cobren menos y menos víctimas y no sean capaces de provocar el extremismo violento en todas sus formas -- en el que todos protejamos y cultivemos la paz, la igualdad y la libertad. Espero que este informe lo compartan con otros quienes -- como ustedes -- creen que juntos podemos materializar esta perspectiva.

Introducción
Por Lorne W. Craner
Secretario adjunto de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo

El adelanto de los derechos humanos y la democracia tiene muchas dimensiones. Por cierto que hay una larga historia de la identificación de esos derechos -- como nosotros los reconocemos en nuestro propio sistema político, y en la medida en que la comunidad internacional los ha adoptado por medio de instrumentos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Crear consenso sobre lo que constituyen los derechos fundamentales fue un importante paso de avance, dado luego de las atrocidades ocurridas en la Segunda Guerra Mundial, aunque hayamos descubierto que en la práctica muchos gobiernos no cumplieron sus compromisos y, en algunos casos, se mofaron abiertamente de las normas internacionales de los derechos humanos.

En este tipo de ambiente, vigilar las violaciones de los derechos humanos y responsabilizar a los gobiernos de las violaciones es otra tarea indispensable en la protección de los derechos humanos. Durante décadas los organismos no gubernamentales respondieron al desafío de recolectar datos abarcadores y darles una voz a aquéllos cuyo testimonio podía ser silenciado por gobiernos opresores. A partir de 1977, el Departamento de Estado publica anualmente los Informes por sobre Prácticas de Derechos Humanos, que gozan de la condición, duramente ganada, de ser un retrato cabal y objetivo de la situación de los derechos humanos en el mundo. Es una herramienta indispensable en nuestros esfuerzos para abogar en favor de las víctimas de las violaciones de los derechos humanos y hacer hincapié, ante los gobiernos extranjeros, en la necesidad de tomar medidas positivas para construir sociedades libres, democráticas y estables.

Informar durante más de un cuarto de siglo sobre los derechos humanos ha permitido denunciar las peores violaciones y mantener la presión sobre los gobiernos opresores. En los últimos 10 a 15 años, particularmente desde la caída de la Unión Soviética, Estados Unidos ha aprovechado la oportunidad de impulsar los derechos humanos más allá de la estrategia conocida como "nombrar y avergonzar". Esto nos requiere considerar los informes sobre los derechos humanos no sólo como un historial del desempeño previo, sino como una guía hacia áreas y métodos de mejoramiento futuro. Más recientemente, las propuestas del presidente Bush sobre la Iniciativa de Asociación Estados Unidos-Mediano Oriente (MEPI) y la Cuenta del Reto del Milenio (MCA) han incrementado nuestra dependencia de informes de derechos humanos para concretar los objetivos de gobernabilidad democrática. Y por ello, cada vez más, utilizamos estos Informes anuales por teniendo presente esta meta, para ayudarnos a nosotros mismos y a otros involucrados en el diseño de políticas a planificar programas de ayuda que tengan impacto real y mensurable.

Apoyo a los Derechos Humanos y la Democracia: Historial de Estados Unidos en 2002-2003, identifica de una manera más sistemática, para el Congreso, el público y el público extranjero la forma en que el gobierno de Estados Unidos integra sus políticas con los informes sobre derechos humanos. En todo el mundo, en cada región, Estados Unidos aplica programas que aprovechan la información y la comprensión de los derechos humanos que hemos acumulado en estos años al recopilar los Informes anuales. En este volumen detallamos nuestros esfuerzos en 92 países, cuidando de incluir entre ellos los lugares que son motivo de preocupación debido a las "matanzas extrajudiciales, torturas u otras violaciones graves de los derechos humanos", como lo pide el Congreso en la Ley de Autorización de Relaciones Exteriores, Año Fiscal 2003.

Los informes han sido preparados por la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, pero no habrían sido posibles sin la contribución de otras oficinas regionales y funcionales del Departamento de Estado, de las embajadas de Estados Unidos en el extranjero y de los aportes de los departamentos de Justicia y de Trabajo de Estados Unidos, y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). De hecho, la producción conjunta de los informes refleja la naturaleza colaborativa de nuestros esfuerzos para defender y promover la democracia en todo el mundo.

Los Informes por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos sirven de catálogo de los problemas de derechos humanos en todos los países del mundo, y nos hemos esforzado para presentar la información con veracidad e integridad. En esta primera edición de Apoyo a los Derechos Humanos y la Democracia: Historial de Estados Unidos 2002-2003, describimos las soluciones aplicadas por individuos y organizaciones cuya perspectiva es la de un mundo mejor, y por aquellos cuyo valor inspira un movimiento profundo en favor del cambio. El gobierno de Estados Unidos se siente orgulloso de apoyar sus esfuerzos.

HEMISFERIO OCCIDENTAL

Las instituciones democráticas y la sociedad civil enfrentan graves desafíos en varios países del Hemisferio Occidental. La protección de los derechos humanos fundamentales, incluso los derechos laborales, frecuentemente necesita fortalecerse, especialmente en los ocho países latinoamericanos que hemos destacado. Se ha mencionado a los sistemas judiciales débiles de la región porque han omitido aplicar el imperio del derecho y no han protegido los derechos humanos, y por eso la estabilidad democrática ha sido socavada. La reconciliación, incluso el apoyo a las investigaciones de las violaciones de los derechos humanos durante las dictaduras militares y otros gobiernos no democráticos y la rendición de cuentas de violaciones anteriores siguen siendo cruciales.

En 2002 y 2003, Estados Unidos se ha concentrado en consolidar las instituciones democráticas y promover la rendición de cuentas y el respeto a los derechos humanos en el Hemisferio Occidental.

Las actividades que actualmente se llevan a cabo incluyen proyectos para fortalecer los mecanismos e instituciones democráticas en Venezuela mediante esfuerzos de cooperación con la Organización de los Estados Americanos (OEA), funcionarios de gobierno, partidos políticos, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones de la comunidad empresarial en todo el espectro político venezolano.

En Colombia, Estados Unidos trabaja con el gobierno para hacer frente a las causas de las violaciones de los derechos humanos y la inestabilidad democrática, a la vez que continúa invirtiendo en ayuda humanitaria de emergencia y medidas de protección necesarias para abordar el conflicto armado interno. Hemos iniciado un programa para proteger a los miembros del poder judicial de Colombia que han sido amenazados, programa que consiste en su reubicación temporal y capacitación en un tercer país.

El Departamento de Estado de Estados Unidos trabaja también con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para fortalecer el proceso electoral y la inscripción y formación del electorado en las elecciones en Perú y Nicaragua, y apoyar un proyecto de archivo que trabaja en Paraguay para hacer accesibles al público los historiales de derechos humanos.

(termina el texto)

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/espanol )

http://usinfo.state.gov/espanol/03062501.htm

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