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COMUNICADO CONJUNTO
1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Quince, reunidos en Caracas, Venezuela, del 27 al 28 de febrero de 2004, con motivo de nuestra Duodécima Cumbre – cuyo tema es la "Energía y Desarrollo" – en el marco de la amistad, solidaridad y cooperación que nos une, y siendo conscientes de la importancia del Diálogo entre Civilizaciones, hemos realizado una evaluación de los asuntos fundamentales en la escena internacional y sus efectos en nuestros países y otros países en desarrollo. Hemos otorgado gran importancia al tema decisivo de la energía y desarrollo y su trascendencia en la economía mundial, en general, y en los países en desarrollo, en particular.
2. Observamos, con cierta inquietud la situación económica mundial y sus repercusiones negativas en los esfuerzos desplegados por las economías en desarrollo, por lograr un crecimiento económico sostenido, y tratar problemas complejos relacionados al desarrollo económico y social. Notamos la tendencia a la baja del valor en términos reales de los precios de las exportaciones de los productos básicos tradicionales de interés para los países en desarrollo, y los niveles reducidos de flujos de capitales privados y oficiales hacia los países en desarrollo. A este respecto, hacemos hincapié en la necesidad de integrar la dimensión del desarrollo dentro de los procesos económicos internacionales, y de buscar opciones de política internacional que permitan sostener y facilitar el desarrollo económico de los países en desarrollo y hacemos un llamado para la adopción de un enfoque de coordinación y de colaboración en la política macroeconómica, particularmente, por parte de los principales actores económicos.
3. Ponemos de relieve la importancia de establecer un sistema multilateral de comercio justo, equitativo, predecible, transparente y basado en normas, que promueva el crecimiento sostenido y el desarrollo de los países en desarrollo. El Programa de Trabajo de Doha colocó el desarrollo como tema central del sistema multilateral de comercio. Tomamos nota con preocupación que hasta el momento las negociaciones no han satisfecho las expectativas de nuestros países miembros y de otros países en desarrollo. Subrayamos la necesidad de mantener la naturaleza multilateral de la OMC. Invitamos a los países desarrollados, en particular, a hacer muestra de la voluntad política requerida de manera que cumplan los compromisos que ellos suscribieron en Doha, en particular, que el desarrollo esté colocado en la vanguardia de las negociaciones comerciales multilaterales.
4. Reiteramos que para el cumplimiento del Programa de Trabajo de Doha es necesario que los componentes vitales para el desarrollo obtengan resultados satisfactorios. Por ello, la agricultura se ubica en el centro de las presentes negociaciones. Los objetivos establecidos en el mandato de Doha deben respetarse. Las negociaciones deberán concentrarse en mejoras sustantivas con respecto al acceso al mercado, reducciones de todo tipo de subsidios a la exportación, y reducciones sustantivas en materia de ayudas internas que distorsionan el comercio, con miras a que desaparezcan paulatinamente. Un trato especial y diferenciado para los países en desarrollo formará parte integral de todos los elementos de la negociación y tomará en consideración las necesidades de estos países en materia de desarrollo, en particular la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. Asimismo, subrayamos la necesidad de lograr mejoras sustantivas con respecto al acceso a los mercados de bienes y servicios de interés de exportación para los países en desarrollo. Recalcamos, particularmente, la necesidad de que los países en desarrollo tengan un acceso importante al sector de servicios donde poseen ventajas comparativas. Por ello, nos sentimos bastante preocupados por el empleo de barreras no comerciales y de medidas proteccionistas disfrazadas, que limitan las oportunidades de acceso al mercado por parte de los países en desarrollo, entre ellas el uso inadecuado de medidas correctivas comerciales y normas relativas al medio ambiente, con propósitos comerciales, basadas en diversos motivos. Subrayamos igualmente la necesidad de hacer que las cláusulas Especiales y Diferenciadas a favor de los países en desarrollo en los acuerdos de la OMC sean precisas, efectivas y funcionales,. Reiteramos, además, nuestro compromiso con la membresía universal de la OMC y la necesidad de garantizar a los países en desarrollo un acceso rápido, eficaz, no discriminatorio y transparente. Las preocupaciones legítimas de los países en desarrollo, derivadas de la aplicación de los Acuerdos de la Ronda Uruguay, forman parte integral de las negociaciones multilaterales y merecen atención especial.
5. Reconocemos el importante rol de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (CNUCED), en el suministro de análisis de políticas, recomendaciones y en la creación de consenso y asistencia técnica. Subrayamos la necesidad de que la Undécima Sesión de la CNUCED (CNUCED XI), que se llevará a cabo del 13 al 18 de junio de 2004, en São Paulo, Brasil, favorezca las convergencias, con miras a crear confianza y asegurar que el potencial íntegro del sistema multilateral de comercio se dedique en favor del desarrollo. Hacemos énfasis en la importancia de la exitosa realización de la CNUCED XI y nos comprometemos a participar activamente en el proceso preparatorio hacia la Conferencia. Reconocemos la necesidad de que la CNUCED, en cooperación con otras organizaciones regionales e internacionales relevantes, continúe poniendo en práctica programas efectivos de asistencia técnica y de desarrollo de capacidad que tomen en consideración las necesidades reales de los países en desarrollo.
6. Reconocemos que el Sistema Global de Preferencias Comerciales (SGPC) entre países en desarrollo es un instrumento muy valioso para la cooperación Sur-Sur y para el comercio, cuyo potencial no ha sido explotado por completo. En ese contexto, acogemos con beneplácito la decisión del Comité de Participantes del SGPC de explorar las alternativas para la revitalización del sistema. Creemos que la UNCTAD XI será oportuna para intensificar y darle mayor vigor a nuestra cooperación comercial en el SGPC, incluyendo, posiblemente, el inicio de una nueva ronda de negociaciones.
7. Reiteramos que las necesidades específicas de los Países Menos Adelantados (PMA) y de las pequeñas economías deberían ser plenamente abordadas por la comunidad internacional y el sistema multilateral de comercio.
8. Destacamos asimismo la necesidad de que todos los miembros de la comunidad internacional cumplan con el compromiso para con el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de los resultados de las principales conferencias de las Naciones Unidas , en áreas relacionadas con lo económico y social, en particular, la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que tuvo lugar en Monterrey, así como la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CMDS) que tuvo lugar en Johannesburgo. Hacemos un llamado por nuevas fuentes de financiamiento para el cumplimiento de los ODM y de los resultados de estas conferencias por niveles previsibles y afianzados de flujos de recursos externos oficiales y privados hacia los países en desarrollo; por medidas más efectivas, rápidas y de mayor alcance que permitan a todas las categorías de países en desarrollo endeudados superar la carga de la deuda, incluyendo, especialmente, un mejor acceso a los mercados de los países desarrollados; acceso satisfactorio y apropiado a las tecnologías en materia de medio ambiente y la transferencia de éstas; crear capacidad y fortalecer los marcos institucionales para el desarrollo sostenible; así como asegurar una integración balanceada de los pilares económicos, sociales y de medio ambiente del desarrollo sostenible.
9. Reconociendo que el desarrollo económico sustentable es el principal factor para que los países endeudados logren cumplir con los pagos del servicio de sus deudas, apoyamos la necesidad de que las instituciones financieras internacionales otorguen a los países en desarrollo espacio político para que se adapten a las especificidades de sus necesidades de desarrollo.
10. Estamos comprometidos a luchar contra enfermedades como el VIH/SIDA, Malaria, Tuberculosis y otros problemas de salud pública que afligen a la humanidad. Reconocemos que la gran incidencia de estas enfermedades mortales ha tenido un impacto devastador en los países en desarrollo y constituye un problema para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Nos comprometemos, por lo tanto, a proveer el liderazgo político necesario y la infraestructura adecuada para combatir estas amenazas a la salud publica. Para este fin, reiteramos la urgente necesidad de que la comunidad internacional suministre los recursos financieros, técnicos y tecnológicos adicionales, incluyendo al Fondo Mundial para el VIH/SIDA, y un espacio de políticas internacionales apropiado para facilitar un acceso razonable a los medicamentos básicos y servicios de inmunización, vacunas seguras y tecnologías médicas avanzadas para combatir estas enfermedades mortales. En este sentido, hacemos un llamado para que los países en desarrollo aprovechen las flexibilidades inherentes en el Acuerdo ADPIC y confirmadas por la Declaración de Doha sobre el Acuerdo de los ADPIC y la Salud Pública.
11. Con respecto a los asuntos financieros internacionales, considerando que las normas y códigos contribuyen con una mayor transparencia, instamos a su adopción voluntaria dependiendo de las circunstancias de cada país y hacemos un llamado a una mayor participación de los países en desarrollo en el diseño de dichas normas y código s . También exhortamos, (a) a la comunidad internacional para que promueva todas las medidas y acciones en las instituciones financieras que contribuirán a la estabilidad del sistema financiero internacional; (b) a un proceso de toma de decisiones justo en las Instituciones Financieras Internacionales; y (c) a la racionalización del proceso de la Facilidad para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza a fin de permitir a los países pobres beneficiarse de la Iniciativa de los Países Pobres Altamente Endeudados, incluyendo, de ser posible, acciones adicionales diseñadas para garantizar que su situación de endeudamiento externo no se convierta en insostenible una vez finalizada la iniciativa de PPAE. Dentro del marco de los compromisos convenidos en la Cumbre de Monterrey, confirmamos la necesidad de establecer nuevos mecanismos financieros en el seno de las instituciones financieras nacionales que brinden apoyo a los esfuerzos de los países en desarrollo para lograr crecimiento económico sostenido, desarrollo sustentable y erradicar la pobreza. Acogemos favorablemente la adopción de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción del 31 de octubre de 2003, la cual proporciona a los gobiernos nacionales y a la comunidad internacional instrumentos eficaces en la lucha contra el flagelo de la fuga ilegal de capitales y otros delitos financieros.
12. Declaramos nuestro compromiso de crear una Sociedad de la Información incluyente y orientada hacia el ser humano y el desarrollo, tal como se establece en la Declaración de Principios y el Plan de Acción adoptado en la Fase I de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) (Ginebra, 10 a 12 de diciembre de 2003). Exigimos iniciativas concretas a todos los niveles para salvar la brecha digital y poner las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) al servicio del desarrollo. Dentro de este contexto, se debe garantizar el acceso equitativo y no discriminatorio a la información y las TIC. En este sentido apoyamos en particular la iniciativa dirigida a la creación y movilización de un fondo de solidaridad digital. La transferencia de tecnología, en especial desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo, el financiamiento, los recursos apropiados y la generación de capacidad son esenciales para salvar la brecha digital. La disponibilidad de software libre y de etiqueta abierta junto con software bajo licencia son componentes indispensables para fomentar el acceso universal a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En este contexto, expresamos nuestro deseo común de participar activamente en la Fase II de la CMSI que se celebrará en Túnez, del 16 al 18 de noviembre de 2005. Con este propósito, solicitamos al Grupo de Trabajo sobre TIC del G 15 que, tomando en cuenta la Declaración de Yakarta sobre TIC para el Desarrollo, así como el Marco de Entendimiento de Kuala Lumpur para la cooperación en TIC entre los países miembros del G 15, siga de cerca el proceso preparatorio de la Fase de Túnez de la CMSI, y al Grupo de Trabajo de la CMSI sobre Gobernabilidad de Internet, que será establecido por el Secretario General de las Naciones Unidas para investigar y hacer propuestas con miras a establecer un mecanismo transparente, multilateral y democrático. A este respecto, la opinión predominante fue que el futuro mecanismo internacional para el funcionamiento y manejo de Internet internacional debería ser de índole intergubernamental.
13. Observamos con preocupación los desequilibrios en la cobertura periodística internacional que afectan de manera negativa a los países en desarrollo. Destacamos la importancia de resolver este problema. Alentamos el fortalecimiento de la cooperación en materia de difusión de la información entre las organizaciones de medios del G-15.
14. Ponemos de relieve la necesidad de continuar actuando concertadamente para ampliar e intensificar el diálogo actual en materia de política, la coordinación y colaboración funcional a efectos de poder explotar el inmenso potencial y las potenciales sinergias y complementariedades entre nuestros países. Al respecto, notamos el número de actividades llevadas a cabo actualmente por los países miembros del Grupo en el marco de la Cooperación Sur-Sur. Estamos complacidos al notar que, como medida de seguimiento de nuestra última Cumbre en Yakarta, el Grupo ha tomado medidas para institucionalizar la Comisión del G-15, con miras a mejorar la eficiencia en la implementación de las decisiones del Grupo. Recibimos con gratitud los resultados preliminares del trabajo efectuado por la Comisión del G-15. Decidimos reestructurar la Comisión a fin de intensificar su coherencia, revitalizar las actividades, propiciar la coordinación y presentar planes de cooperación adecuados entre los países del G-15. La estructura de la Comisión será la acordada, y la que se indique en el Informe de la 25ª Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores. Reafirmamos la opinión de que el Grupo deberá continuar con su labor para seguir fortaleciendo la Cooperación Sur-Sur entre nuestros países, incluyendo a los sectores público y privado, así como tomar nota e implementar, cuando ello sea apropiado, las conclusiones de las diversas reuniones de expertos y ministeriales que se han llevado a cabo. En este contexto, invitamos a los países miembros a proponer nuevas actividades en áreas de interés común a los países miembros, incluyendo en particular Energía y Desarrollo; Tecnologías de la Comunicación y la Información, Medicamentos Genéricos y Salud Pública, así como Cooperación en Investigación Médica, y Programas de Formación de Recursos Humanos.
15. De conformidad con nuestro principio de promoción y fortalecimiento de la cooperación y consultas con la comunidad ampliada de países en desarrollo, celebramos la exitosa realización de la Conferencia de Alto Nivel sobre la Cooperación Sur-Sur, llevada a cabo del 16 al 19 de diciembre de 2003, en Marrakech, Marruecos, y nos comprometemos a garantizar la participación activa de nuestros países en la aplicación de sus significativos resultados. Instamos a las Agencias especializadas, los programas y fondos de las Naciones Unidas, así como a las comisiones económicas regionales y otras organizaciones internacionales relevantes que han contribuido al fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur, incluso entre los países miembros del G-15, a que continúen y fortalezcan el apoyo en todas las áreas de interés común.
16. Acogemos con beneplácito, la Nueva Estrategia para el Desarrollo de África (NEPAD) que se inspira en la determinación de África de vencer el flagelo de la pobreza y la marginalización de la economía mundial globalizada, como marco dentro del cual la comunidad internacional deberá concentrar sus esfuerzos para el desarrollo de África. Por tanto, nos comprometemos a trabajar con nuestros miembros africanos para llevar adelante los objetivos de la NEPAD y hacemos un llamamiento a los interlocutores del desarrollo de África para que se comprometan nuevamente a la exitosa implementación de la NEPAD.
17. Dada la importancia del Diálogo Norte-Sur, nuestros países se comprometen a continuar con los esfuerzos por mejorar la interacción y fortalecer el entendimiento mutuo con los países desarrollados, entre ellos el G8, sobre la base de una agenda común acordada.
18. Hacemos hincapié en nuestro pleno compromiso de fortalecer el multilateralismo basado en los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y en el Derecho Internacional. Reiteramos la preeminencia de las Naciones Unidas en el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y en el fomento de la cooperación internacional. Al reconocer la necesidad de responder los retos del desarrollo y la erradicación de la pobreza, reiteramos nuestro apoyo a las disposiciones contenidas en el Documento Final de la Décima Reunión Especial de la Asamblea General con respecto a la relación entre desarme y desarrollo.
19. Reiteramos nuestro firme compromiso de combatir el narcotráfico el cual representa una amenaza a la seguridad y el desarrollo económico y social de los países, especialmente ante, entre otras cosas, sus vínculos con la delincuencia organizada, el tráfico ilícito de armas y su carácter de fuente de financiamiento de distintas formas de crimen transnacional. En tal sentido, insistimos en la necesidad de coordinar los esfuerzos tendientes a enfrentarlo, mediante un irrestricto apego a los principios del derecho internacional, así como al marco jurídico previsto por Naciones Unidas para el tema, y resaltamos la importancia fundamental que revisten el desarrollo y fortalecimiento de mecanismos de cooperación internacional en las investigaciones sobre narcotráfico.
20. Reconocemos la urgente necesidad de combatir el comercio ilícito de armas pequeñas y armas ligeras en todos los aspectos. Este comercio ilícito se traduce en una mayor cantidad de bajas en situaciones de conflicto y en aumento de la criminalidad y la inestabilidad, y combatir este flagelo es nuestro firme compromiso.
21. Conscientes de que una gran parte de la población mundial en los países en desarrollo no tiene acceso a formas de energía eficaces y asequibles, hacemos hincapié en que la seguridad energética es una base de la coexistencia pacífica en el mundo, particularmente en la medida en que ésta dé satisfacción a los intereses fundamentales de los países importadores netos de energía y de los países exportadores netos de energía, y de los países en desarrollo en particular. Reconociendo la necesidad de maximizar los beneficios derivados del acceso a formas de energía eficientes, confiables y asequibles para nuestro desarrollo social y económico, buscamos desplegar mayores esfuerzos de colaboración con los países interesados, organizaciones internacionales e instituciones financieras en la utilización, producción, distribución, comercio y diversificación de fuentes de energía modernas de manera sostenible, en beneficio de los países en desarrollo. Para ello, hemos adoptado la Declaración de Caracas sobre Energía y Desarrollo.
22. Hemos decidido también la participación del sector privado en las actividades del Grupo asociando a las empresas a nuestros trabajos. A este respecto, hemos decidido llevar a cabo un Foro Empresarial sobre oportunidades de comercio e inversión de manera simultánea a la Cumbre del Grupo en Argel.
23. Reafirmando nuestra voluntad política de fortalecer la cooperación entre nuestros países y conscientes de nuestras fortalezas, decidimos que la Troika asuma mayor responsabilidad para garantizar que el Grupo emprenda vigorosamente planes, proyectos y programas identificados en conjunto, y que se adopten acciones efectivas para dar seguimiento a las decisiones de los Jefes de Estado y de Gobierno. En este sentido, hemos decidido que los Ministros de Relaciones Exteriores de la Troika se reúnan lo más pronto posible para presentar un Plan de Acción sobre las diferentes propuestas, incluyendo su factibilidad e implicaciones financieras, de modo que los Jefes de Estado y Gobierno de la Troika puedan presentar recomendaciones para su implementación en la XIII Cumbre que se celebrará en Argel en 2005.
24. Expresamos nuestra honda gratitud al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por la ejemplar conducción de nuestro grupo bajo su presidencia. Expresamos nuestro agradecimiento al pueblo y al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por su cálida hospitalidad y por la excelente labor para la exitosa celebración de la XII Cumbre del Grupo de los Quince.
25. Reiteramos nuestro agradecimiento por las generosas propuestas realizadas por el gobierno de Argelia, que celebrará la Decimotercera Cumbre del G-15, en 2005.