VENEZUELA_DEMOCRATICA
Proyecto de Acuerdo
presentado por la delegación oficial a César Gaviria
Los suscritos miembros de la Mesa de Negociación y Acuerdos,
representantes del Gobierno Nacional y de las fuerzas políticas y
sociales que lo apoyan, así como de las organizaciones políticas y de
la sociedad civil que conforman la Coordinadora Democrática,
suscribimos el presente acuerdo con espíritu de tolerancia para
contribuir al fortalecimiento del clima de paz en el país. En ese
sentido reiteramos los principios que nos trajeron a esta mesa , y que
constan en la Síntesis Operativa acordada por las partes desde el
momento de su instalación.
Expresamos nuestra total adhesión y respeto a la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. En su respeto, y en el régimen
legal que la desarrolla, se basa la prevalencia del Estado de Derecho.
La Constitución contempla un conjunto de valores y normas para
expresar los principios fundamentales de convivencia social y
política, y establece los mecanismos de solución de diferencias.
Cualquier cambio para atender las experiencias del proceso político
que se ha vivido debe ser hecho dentro de sus normas y de una manera
preferentemente consensuada.
Somos conscientes de que en el momento histórico que vivimos es
necesario ponerse de acuerdo sobre lo fundamental para garantizar una
democracia participativa, pluralista, vigorosa y auténticamente
representativa, donde continuemos teniendo espacio para todos y donde
la justicia social, la tolerancia, la igualdad de oportunidades, el
estado de derecho y la convivencia democrática sean los valores
esenciales. Tenemos conciencia de que hay que colocar esos valores más
allá de la controversia política y partidista, y que los mismos
continúen signando las políticas públicas especialmente en materias de
preponderante interés social.
Queremos expresar que estamos convencidos de que Venezuela y el pueblo
venezolano continuarán transitando el camino democrático con sentido
de hermandad, respeto por las convicciones de cada venezolano y
voluntad de reconciliación.
Somos conscientes de que es necesario consolidar en nuestra sociedad
una modalidad de pluralismo en la que sea posible el ejercicio de la
política por todos los actores de la vida nacional. Venezuela necesita
el concurso de todos para continuar su camino en paz y en democracia,
de modo que cada quien exprese sus ideas, asuma sus posiciones y tome
decisión entre las distintas opciones que políticamente se le ofrecen.
El Gobierno y las fuerzas políticas y sociales que lo apoyan, y las
organizaciones políticas y de la sociedad civil representadas por la
Coordinadora Democrática expresan su adhesión a los principios
consagrados en la Carta Democrática Interamericana, que declara el
derecho de los pueblos a vivir en democracia y la obligación de los
Gobiernos y todos los ciudadanos de promoverla y defenderla. Ambos
sectores, dejando a salvo lo dispuesto por el artículo 6° de la
Constitución de la República en relación con la "democracia
participativa", comparten los valores allí consignados, como aquellos
según los cuales " al poder no puede accederse sino con sujeción al
estado de derecho"; "la celebración de elecciones libres justas y
transparentes, y la separación e independencia de los poderes
públicos"; "la democracia representativa que se refuerza y enriquece
con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía,
en un marco de legalidad"; "el estricto respeto a los derechos
humanos, a los derechos de los trabajadores, a la libertad de
expresión, de información y de prensa, a la eliminación de todas las
formas de discriminación e intolerancia". Ambas partes también
reconocen las estrechas relaciones entre la democracia y la lucha
contra la pobreza, entre la democracia y el desarrollo, y entre la
democracia y la prevalencia de los derechos humanos.
Invocamos los principios de la Carta de la Organización de Estados
Americanos, OEA; el derecho internacional como norma de conducta de
los estados en sus relaciones recíprocas; el respeto a la soberanía y
a la no-intervención; a la autodeterminación de los pueblos; a la
igualdad jurídica de todos los estados; y a la solución pacífica de
las controversias.
Ratificamos la vigencia y nuestra plena adhesión y compromiso con la
"Declaración contra la Violencia por la Paz y la Democracia’’ suscrita
el 18 de Febrero del 2003, la cual debe considerarse como parte
integrante de este Acuerdo.
Coincidimos plenamente en que el monopolio del uso de la fuerza por
parte del Estado, a través de la Fuerza Armada Nacional, y policías
metropolitanas, estadales y municipales, es una prerrogativa
fundamental e indeclinable en la lucha contra la violencia y en la de
asegurar la esencia de un Estado democrático. La función de los
órganos policiales será dirigida por las autoridades civiles que
ejercen su mando conforme lo disponen la Constitución y la Ley, para
lo cual se deberá dar cabal cumplimiento a las disposiciones legales y
a las decisiones judiciales que regulan las labores de Coordinación de
Seguridad Ciudadana. En todo caso, con apoyo en la Ley, debe
racionalizarse la tenencia de armas por parte de los cuerpos de
policía, y cualquier otro organismo de seguridad con competencias
nacionales, estadales o municipales. Ninguno de estos cuerpos deberá
utilizarse como instrumento de represión arbitraria o
desproporcionada, así como tampoco para ejecutar acciones que
impliquen intolerancia política.
Nos comprometemos a adelantar una vigorosa campaña de desarme efectivo
de la población civil, basada en la ley aprobada en la Asamblea
Nacional, haciendo para ello uso de todos los mecanismos y recursos
que en ella se prevén. Las partes seguiremos las conclusiones de la
Mesa de Diálogo realizada por la Asamblea Nacional para un diseño
concertado sobre el desarme de la Población Civil.
Exhortamos a los grupos parlamentarios de opinión representados en la
Asamblea Nacional a concluir la Ley para la conformación de la
Comisión de la Verdad, a fin de que la misma coadyuve en el
esclarecimiento de los sucesos de Abril de 2002 y coopere con los
órganos judiciales para que se establezcan las debidas
responsabilidades y se sancione a los culpables.
Las partes después de una discusión suficiente sobre el tema político
electoral, hemos avanzado en el presente acuerdo en que, tal y como lo
expresa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y se
fija con toda claridad por el artículo 72 de ese texto, se prevé la
eventual celebración de referendos revocatorios del mandato de todos
los cargos y magistraturas de elección popular, especialmente de
aquellos que han arribado a la mitad del período para el cual fueron
elegidos (Gobernadores, Alcaldes, Legisladores Regionales y Diputados
a la Asamblea Nacional), o arribarán a dicha mitad en el trascurso de
este año , como es el caso del Presidente de la República. Tales
referendos serán posibles si así se solicitan por el número exigido de
electores y se aprueban por el nuevo Consejo Nacional Electoral, una
vez que se establezca que se han cumplido los requerimientos
constitucionales y legales. Debe tomarse en cuenta que ya han sido
solicitados Referendos Revocatorios en relación con funcionarios o
mandatarios que han cumplido la mitad de su período, y sólo se aguarda
por la tramitación de los mismos por parte del Consejo Nacional
Electoral.
Coincidimos en que resulta indispensable contar a la brevedad posible
con un árbitro electoral confiable a ser designado en la forma
prevista en la Constitución. En ese sentido, se considera muy
importante el trabajo que se está adelantando en la Asamblea Nacional.
Las dos Partes manifestamos nuestra disposición a coadyuvar como
factor de entendimiento en todo lo referente a la conformación y
operatividad del Árbitro Electoral, sin interferir en el proceso
normal que se está llevando a cabo por el poder legislativo nacional.
Se dispuso mantener una vinculación estrecha con el proceso de
designación de la nueva Directiva del CNE y prestar el apoyo y la
asistencia que se consideren necesarios, con el objeto de agilizar
todas las instancias operativas del órgano electoral.
Estamos comprometidos con la libertad de expresión, tal como esta
consagrada en nuestras normas constitucionales, legales y en la Carta
Democrática Interamericana. Las dos partes nos proponemos trabajar con
los medios de comunicación públicos y privados, para promover su
identificación con los propósitos enunciados en este documento y en la
Declaración contra la violencia y por la paz y la democracia,
particularmente en lo que hace relación a la desactivación de la
violencia y sobre su papel de informar a los ciudadanos sobre las
opciones políticas con un sentido de equidad e imparcialidad.
Consideramos las partes que este esfuerzo se inscribe dentro de los
que son necesarios para crear el clima más apropiado para que se
realicen los procesos referendarios previstos.
Asumimos que en la Constitución y en las leyes de la República se
prevén los requisitos y mecanismos idóneos y necesarios para que
proceda la financiación oportuna por parte del Estado, de los
referendos revocatorios que deban efectuarse una vez autorizada su
procedencia por el órgano público competente Igualmente en lo
referente al Plan República, el cual, si todo el procedimiento se
ajusta al ordenamiento legal, será activado ante la solicitud de las
autoridades electorales, en los mismos términos y condiciones en que
habitualmente ha sido ejecutado en procesos electorales anteriores.
La OEA, el Centro Carter y las Naciones Unidas, han manifestado su
disposición a prestar la asistencia técnica que les sea requerida por
el Poder Electoral de la República Bolivariana de Venezuela para la
realización de cualquier tipo de consulta electoral. Esta asistencia
técnica podría incluir desde las actividades preparatorias o
preelectorales hasta las actividades propias de observación electoral.
En lo referente al apoyo directo que se le puede prestar al CNE, es
importante resaltar la voluntad de colaboración, tanto con recursos
humanos como materiales, que estas tres organizaciones han ofrecido.
La fecha en la que deberán realizarse los referendos revocatorios ya
solicitados, así como aquellos que eventualmente se soliciten, una vez
cumplidos los requisitos legales y constitucionales pertinentes, la
determinará el CNE, en forma que resulte diligente, oportuna y
conforme a la ley.
18.Ambas partes consideramos que los mecanismos previstos tanto por
esta Mesa de Negociación y Acuerdos, en el punto 5) de su declaración
conjunta del 13 de febrero de 2003, contra la Violencia, por la Paz y
la Democracia, como por la Asamblea Nacional al crear la Comisión
bipartita y paritaria entre los grupos de Opinión Parlamentaria que
apoyan al Gobierno y los de la Oposición, para trabajar por la Paz y
la Democracia, constituyen medios idóneos y suficientes para que se
sigan realizando los esfuerzos que sean necesarios para el
cumplimiento y profundización de los puntos que integran el presente
Acuerdo. En tal sentido, exhortamos a los factores políticos y
sociales representados en esta Mesa por las delegaciones del Gobierno
y de la Oposición, para que en la forma más inmediata posible
constituyan su espacio de diálogo y entendimiento; y a la Asamblea
Nacional para que en su seno se reactive , en la fecha más inmediata
posible, la mencionada Comisión por la Paz y la Democracia.
19.Las partes reconocemos el apoyo y la facilitación que han prestado
a esta Mesa los representantes de la OEA, particularmente su
Secretario General; el Centro Carter y el PNUD , todo lo cual se
traduce en el arribo a Acuerdos como el presente. Estamos en la
certeza de que su presencia no sólo ha sido útil para el hallazgo de
importantes conclusiones de nuestra parte, sino como observación
eficiente del cumplimiento de los Acuerdos obtenidos.
20.Las partes hacemos un llamado a todas las organizaciones políticas
y sociales, a los sindicatos, a las Universidades y sectores
Académicos, a los intelectuales y trabajadores de la cultura, a las
organizaciones estudiantiles, de las mujeres, de los campesinos, a las
comunidades Indígenas, a las Iglesias y representantes de todos los
credos, a los gremios profesionales, a las organizaciones no
gubernamentales en general, y a todos los venezolanos y venezolanas, a
que con nuestra voluntad y empeño, asumiendo todos y cada uno de los
puntos del presente Acuerdo, nos erijamos en fieles cumplidores del
mismo. y al propio tiempo en garantes de su respeto.
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