Venezuela ha sido herida por este régimen: ¡Vamos a repararla!
28/4/2004
Hoy se cumplen cinco meses desde que
los venezolanos fuimos a firmar por tercera vez,
para solicitar nuestro derecho constitucional a
un referendo que abriera una salida pacífica a
esta crisis política que ha sumido al País
entero en el peor desastre económico y social
que hemos vivido en los últimos cincuenta años.
Desde ese momento hasta hoy, hemos visto cómo el
Consejo Nacional Electoral ha ido introduciendo
obstáculos al revocatorio, con normas que
cambian constantemente las reglas del juego, con
procedimientos complejos y absurdos y con cifras
que son constantemente alteradas, incumpliendo
descaradamente los tiempos legales de entrega de
la información.
Además ha irrespetado la orden de la sala
competente del Tribunal Supremo de Justicia, que
es la Sala Electoral, la cual claramente indica
quienes deben asistir a los reparos en estas
circunstancias.
Así llegamos al día de hoy.
Las normas existentes para la realización de los
Referendos prevé la figura de los reparos, como
una oportunidad del ciudadano para incorporar o
excluir su firma, si hubo algún error en la
expresión de su voluntad.
Lo que debería ser una oportunidad para el
ciudadano, los activistas electorales del
régimen han querido convertirlo en un nuevo
calvario para el elector, estableciendo
inicialmente unas condiciones de realización de
estos reparos que dificultan en vez de facilitar
a los venezolanos el ejercicio de su derecho.
Pero una vez más se han equivocado quienes han
subestimado la decisión del pueblo de salir
democráticamente de este gobierno, y quienes han
creído que es débil el compromiso de la
oposición venezolana con una estrategia
claramente electoral, democrática, pacífica y
constitucional.
Como pasó antes con el Reafirmazo, a pesar de
las trampas, de las limitaciones ilegales y de
la manifiesta parcialidad de quienes deberían
actuar como árbitros imparciales en esta
contienda, el pueblo venezolano acudirá a los
reparos y en ellos derrotará una vez más al
oficialismo.
Para lograrlo contamos con el mejor equipo que
jamás haya tenido país alguno, y ese equipo está
compuesto por la gran mayoría de los venezolanos
que han centrado en el revocatorio sus
esperanzas para conseguir la salida pacífica,
democrática y constitucional que permita
reconciliar al país, y así poder vivir todos en
Paz y Libertad en nuestra amada Venezuela.
Nuestros adversarios pueden hacer trampa, y
puede ocurrir que el arbitro pite a favor de
ellos. Pero ningún fraude y ningún arbitraje
deshonesto podrá evitar que el trabajo bien
hecho, unido y en equipo obtenga la victoria.
El pueblo democrático venezolano es mayoría, y
eso no podrán ocultarlo ni cambiarlo con fraude
alguno.
Por eso hemos decidido transitar el camino que
nos impone el CNE, dispuestos a triunfar.
Para derrotar a los tramposos llamamos al pueblo
venezolano, a los organismos internacionales y a
la opinión pública en general a movilizarse para
lograr el reenganche inmediato de todos los
trabajadores que han sido despedidos por haber
firmado solicitando el referendo revocatorio,
para que cesen las presiones, chantajes,
violencias y desalojos contra los que firmaron y
para que se respete la finalidad original y
auténtica del proceso de reparos, que es
permitir que el ciudadano se asegure de que su
firma no fue utilizada en contra de su voluntad,
y no obligar –como pretende el gobierno- a
quienes ya expresaron su opinión a modificarla,
respondiendo a las presiones del régimen.
Vamos a los reparos bajo protesta denunciando
ante el país y el mundo la vocación fraudulenta
de la mayoría oficialista del CNE. Por ello
exigimos al organismo electoral garantía de
transparencia en el compromiso de no retardar el
proceso, de no propiciar interpretaciones
contrarias a los derechos de los ciudadanos y
que el CNE exija oficialmente al gobierno y sus
aliados no generar actos de violencia.
Exigimos también un compromiso formal del CNE de
que, cumplidos los requisitos pertinentes, la
fecha es el 8 de Agosto del 2004 para la
celebración del Referendo Revocatorio
Presidencial, y no otra.
Asumimos como punto de honor la defensa de las
doscientas mil firmas rechazadas ilegalmente por
el CNE.
Con estas exigencias y esta decisión de lucha,
con la presencia de los testigos de la
oposición, de los observadores internacionales,
con la totalización diaria y manual, y con una
cantidad de centros de reparo en todo el país
casi igual al número de centros de recolección
de firmas usados en El Reafirmazo, estamos en
condiciones de dar la pelea cívica de los
reparos, y ganarla en forma contundente.
Debemos pues organizarnos y prepararnos para
construir, defender y ejercer esa victoria.
En ese sentido, todo lo que una, fortalezca,
aumente y potencie la coherencia, la unidad de
propósito y de acción de la sociedad democrática
venezolana, será bien recibido, como un aporte
fundamental en esta hora crucial de la lucha por
la paz, la libertad y la democracia.
Esta es la hora de la unidad, la hora en que los
demócratas debemos respaldarnos, con grandeza,
amplitud y generosidad.
Tras semanas de debate abierto y democrático
para escoger una solución viable, la oposición
ha llegado a una conclusión.
En consecuencia, el tiempo que viene es para la
decisiva confrontación entre la gente y el
autoritarismo, entre los ciudadanos y el
régimen, entre todo un pueblo y el solitario
revocable que será despedido del poder por
decisión del Soberano.
Mantenemos nuestro firme respaldo a la Sentencia
de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de
Justicia y seguimos exigiendo al CNE su
acatamiento.
Al decidir ir a los reparos hemos respetado las
firmas y la sentencia ajustada a derecho de la
Sala Electoral, cuya ejecución esperamos y
depende de situaciones que están en desarrollo.
Acudir a los reparos abre la posibilidad de una
salida democrática y constitucional a una crisis
de Estado.
Las crisis políticas tienen soluciones
políticas, y por eso la Sala Electoral con su
decisión permitió desenmascarar a los agentes
gubernamentales en la Sala Constitucional y en
el CNE.
Debemos agotar todos los recursos pacíficos,
legales, democráticos y constitucionales que se
nos presenten en el camino, incluyendo los
reparos, mientras la Sala Electoral y la Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia logran
devolverle a los venezolanos el estado de
derecho que parece haberse perdido bajo las
órdenes e intereses del régimen.
Hemos marchado mucho, y hemos recogido muchas
veces las firmas.
Con esa misma fuerza persistiremos en nuestra
estrategia, sobre todo ahora que el gobierno ha
sido atrapado in fraganti, por todos los ojos
del país y del mundo, pisoteando la Constitución
y violando los derechos humanos.
Acudimos a estos reparos con todas las alertas y
precauciones necesarias, pues confrontamos un
adversario con vocación de fraude y un árbitro
que dista mucho de ser imparcial.
Acudimos a los reparos también con la firme
decisión de ganarlos, y de hacerlo en forma
rotunda y contundente, porque sabemos que la
inmensa mayoría del pueblo esta con la
democracia y contra este régimen, y porque
después de esta victoria el gobierno no tendrá
donde seguir escondiéndose del pueblo, y tendrá
que aceptar la consulta popular o se verá ya
completamente deslegitimado, nacional e
internacionalmente, hasta un punto en que el
régimen mismo colapsará y el país se hará
ingobernable.
Para lograr ese objetivo, describimos a
continuación el presente eslabón de la Ruta
Democrática, un eslabón decisivo, el de la
victoria en los reparos.
Este eslabón esta compuesto por las siguientes
operaciones y fechas:
Del 28 de abril al 7 de mayo: Operación
Arranque, con la realización de la cadena humana
nacional para la creación de diez mil comandos
de movilización en los 335 municipios de las 24
entidades federales. En estos equipos deben
participar los tres millones y medio de
venezolanos que firmaron por el Revocatorio.
8 de mayo: Operación Remate, en la que
activaremos los 2700 puntos donde funcionaron
los centros de recolección de firmas para que
allí los ciudadanos puedan verificar el estado
de su firma y su centro de reparo.
10 al 17 de mayo: Operación Juramento por la
Democracia,
en la que procederemos a la juramentación de los
guardianes electorales y movilizadores de
reparo.
18 al 26 de mayo: Operación Contacto Directo,
que consiste en contactar, conversar y ultimar
detalles con todos los firmantes que van a
reparo.
27 al 30 de mayo: Operación Vamos a Reparar a
Venezuela
31 de mayo: Defensa Activa de los Resultados
1 al 8 de Junio: Operación Victoria 2004, que
consistirá en la definición de equipos de
trabajo, comandos de campaña, ajuste de
estrategias y líneas de acción para ganar el
referendo revocatorio.
9 de junio al 7 de agosto: Campaña Ciudadana por
el Triunfo
8 de Agosto: REFERENDO REVOCATORIO PRESIDENCIAL.
Venezolanas, venezolanos:
Tras la clara victoria de la oposición en los
reparos no le quedará al gobierno espacio para
más trucos, excusas o aplazamientos. De acuerdo
al aprobado principio de “muerte súbita”, una
vez se produzca la totalización final, no habrá
apelación posible, y el Consejo Nacional
Electoral deberá proceder a la convocatoria del
Referendo Revocatorio Presidencial.
La responsabilidad de la oposición democrática
es inmensa.
La inminencia del Revocatorio es una victoria y
una esperanza, pero también una grave
responsabilidad.
Con el acuerdo de gobernabilidad y el Proyecto
Consenso País, tenemos el deber de dejar de ser
oposición a un régimen nefasto para convertirnos
en alternativa de poder o, mejor dicho, en nuevo
poder democrático, capaz de iniciar y conducir
el proceso de reconstrucción y reconciliación
nacional.
Todos los venezolanos, y en especial los más
pobres, los más desesperados por el hambre, el
desempleo y la inseguridad, deben saber que
después de este desastre vendrá un Gobierno de
Unidad Nacional que significará paz, trabajo y
respeto para todos.
Pero si tras la victoria de la sociedad
democrática en los reparos el régimen intenta
retrasar o impedir la convocatoria del
referendo, el mundo entero verá a un pueblo
combatiendo en las calles pidiendo elecciones,
frente a un gobierno que recurre a la represión
y el terror para evadir el cumplimiento de la
Constitución.
Y ese será el fin vergonzoso de este gobierno,
el primero en décadas que no habrá tenido ni
siquiera la valentía de contarse ante su propio
pueblo.
Vamos a los reparos, pues, no para “reparar” las
firmas, ya que nuestras firmas son impecables,
válidas y suficientes.
Lo que vamos a reparar es la democracia
venezolana, que ha sido dañada por este
gobierno.
Vamos a reparar la Constitución, violada y
fracturada repetidas veces por la falta de
escrúpulos de este régimen.
Vamos a reparar la convivencia y la solidaridad,
quebradas y magulladas por un discurso y una
práctica oficialista que incitan permanentemente
al odio y a la violencia.
Vamos a reparar la economía venezolana, sometida
al estancamiento y al saqueo de un gobierno
ineficiente y corrupto.
Vamos a reparar las condiciones de vida de los
más pobres, agravadas por un gobierno que habla
de la pobreza pero no hace nada para resolverla.
Vamos a reparar el desempleo.
Vamos a reparar el hambre.
Vamos a reparar la inseguridad.
Vamos a reparar la esperanza de las venezolanas
y los venezolanos en el futuro próspero,
democrático y pacífico al que tenemos derecho.
Adelante, hacia la victoria en los reparos.
Adelante, hacia el Referendo Revocatorio.
Adelante, con unidad en los corazones y en las
mentes, con unidad en los propósitos y en la
conducta.
¡VIVA VENEZUELA LIBRE Y DEMOCRATICA!
¡GLORIA AL BRAVO PUEBLO!