ES INACEPTABLE QUE CHAVEZ INTENTE ARRASTRAR
AL PAIS A UN CONFLICTO
INTERNACIONAL PARA OCULTAR EL DETERIORO INTERNO
DE SU GOBIERNO
Declaración del Comité Político de la Coordinadora Democrática en respuesta al discurso de Hugo Chávez
La desesperación del oficialismo ante
lo inevitable del Referéndum Revocatorio ha
terminado por comprometer gravemente la
seguridad de la nación. Al turbio episodio de
los presuntos paramilitares -sobre el cual el
gobierno aún le debe una clara explicación al
país y al mundo- se agregó en el día de hoy una
irresponsable andanada de ataques contra
Colombia y los Estados Unidos, en el marco de un
desaforado discurso presidencial. Esta escalada
de provocaciones a la oposición y a la comunidad
internacional no es más que un intento
desesperado y agónico por prolongar la vida de
un régimen que pierde aceleradamente legitimidad
y soporte popular.
El gobierno tiene la grave responsabilidad de
aclarar el episodio de los irregulares, pues
tiene absoluta responsabilidad sobre lo
ocurrido: Si en efecto estamos en presencia de
la incursión de una columna de irregulares en
pleno corazón del país, el gobierno debe
explicar porque sus controles fronterizos,
migratorios, militares, policiales y de
inteligencia fueron ineficaces. Pero si, por
el contrario, la investigación determina que
este suceso fue en su totalidad o en buena parte
un montaje con intención propagandística,
también el gobierno será responsable por
pretender engañar a Venezuela y a la comunidad
internacional. En cualquiera de los casos, por
incapaz o por mentiroso, es el gobierno nacional
quien tendrá que responder por haber
comprometido irresponsablemente la seguridad de
la nación.
Colombia y Venezuela pertenecen a una misma raíz
histórica. El discurso proferido hoy por el
teniente coronel Chávez obliga a los venezolanos
de buena voluntad y de conciencia patriótica a
aclarar al hermano pueblo de Colombia que está
siendo provocado por el gobierno chavista, no
por el pueblo venezolano. Que Colombia sepa que
Chávez no nos arrastrará a una guerra fratricida
disfrazada de cruzada nacionalista por defender
el bastardo interés de su permanencia en el
poder.
La hipócrita provocación a los Estados Unidos,
que tiene lugar mientras el gobierno venezolano
gasta millones de dólares en mendigar
indulgencia del mismo gobierno norteamericano a
través de agencias de lobby, pretende construir
una ridícula epopeya donde Chávez sería el
supuesto héroe de un enfrentamiento de opereta
entre Venezuela y Estados Unidos. El
antiimperialismo de Chávez es pura pose, puro
discurso de ocasión. Este gobierno ha colocado
a Venezuela en una situación de extrema
dependencia, como nunca antes, frente a poderes
económicos extranjeros. Tras haber desmantelado
a PEDEVESA en la actualidad más de la mitad de
la producción petrolera del país la realizan los
convenios de asociación con empresas
extranjeras. Es este gobierno el que ha
subastado a intereses foráneos la inmensa
riqueza gasífera de la plataforma deltana a
precios irrisorios. Para defender el interés
nacional no hacen falta supuestos
antiimperialismos desmelenados, sino un gobierno
serio que establezca una relación clara con
naciones como Estados Unidos y Colombia, que por
cierto son nuestro primero y segundo socio
comercial y con las que nos unen sólidos lazos
de amistad.
Más allá de cualquier manipulación, la Fuerza
Armada Nacional tiene clara su responsabilidad
fundamental como garante de la soberanía
nacional. Nos asiste la seguridad de que la
institución armada no se prestará al papel de
actor de reparto en un libreto cuya única
motivación es un plan de poder personal y
grupal. Un plan que tiene los días contados no
por ninguna intervención armada, nacional o
foránea, sino por la fuerza de los votos del
pueblo venezolano.
La provocación irresponsable del gobierno no nos
sacará de la ruta del referéndum revocatorio.
Hacia allá marchamos con la fortaleza
irreductible de la unidad. Tampoco sacará de su
rumbo a una comunidad internacional que apoya
una salida pacífica a la crisis venezolana y que
ha demostrado su vocación de testigo y garante
del proceso que lleva a la consulta popular. La
sociedad democrática se defenderá de la
represión gubernamental y de las violaciones
oficialistas a los derechos humanos avanzando
terca y firmemente en el camino hacia los
reparos del 28 de mayo y hacia el Referendo
Revocatorio. No nos apartarán de la ruta
democrática. Vamos a reparar a Venezuela.
COORDINADORA DEMOCRÁTRICA
2004.05.12