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MAGISTRADOS HONESTOS Y SOCIEDAD CIVIL PODEMOS DERROTAR MANIOBRA DEL TRIO OFICIALISTA DE LA SALA CONSTITUCIONAL
La decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia no es un ataque mas contra los derechos ciudadanos, contra las firmas o contra el Referendo Revocatorio, es mucho mas que eso, es un nuevo y brutal ataque contra la democracia y sus fundamentos constitucionales y doctrinarios.
La decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia constituye una nueva intentona de golpe de Estado, con la peculiaridad de ser una intentona que aun no se ha consumado, razón por la cual todavía podemos derrotarla si actuamos al unísono la sociedad y los magistrados honestos que queden en ese Alto Tribunal. Todavía estamos a tiempo de evitar que este nuevo atentado contra las libertades publicas y la democracia tenga éxito. En manos de los Magistrados que aun no han tomado una posición frente a esta brutal decisión, está la posibilidad de detener ese proceso acelerado de liquidación de las instituciones democráticas en el que se ha embarcado el Ejecutivo Nacional y sus representantes en los otros Poderes del Estado.
Sobre los hombros de los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia reposa hoy en día algo mucho mas importante que la responsabilidad que habitualmente tienen de administrar justicia. Sobre sus personas, consideradas individualmente cada una de ellas, recae la inmensa responsabilidad de librar una batalla de enorme trascendencia por la preservación de la democracia. De su decisión depende el reconocimiento o el repudio de que puedan ser objeto de parte de la sociedad venezolana.
Las reuniones clandestinas entre el Presidente del CNE y el Presidente del TSJ; la pretensión de diputados oficialistas que -sin ser parte en el juicio- intentan recusar a dos Magistrados de la Sala Electoral; la pretensión de la mayoría oficialista del CNE, coincidente en puntos y comas con la de los voceros oficialistas, de incurrir en las aberraciones jurídicas y morales de hacerse parte en un juicio en el que como árbitro no puede participar y en la insólita solicitud oficialista de recusación de dos Magistrados del Supremo; son sólo algunos de los intentos del gobierno y sus agentes por interferir desde otros poderes en la marcha y autonomía del Poder Judicial
Habiendo fallado esos intentos, ahora se realiza una acción desesperada y tres Magistrados de la Sala Constitucional, actuando como militantes del oficialismo, violan el Artículo 54 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, que establece un quorum mínimo de cuatro magistrados para poder sesionar, y con solo tres de los Magistrados que componen la Sala aprueban una decisión nula de toda nulidad, avocándose a conocer un expediente de la competencia de la Sala Electoral, violentando así -además- su propia jurisprudencia.
Tal como lo prevé la Carta Democrática, estamos ante una "alteración del orden constitucional que altera gravemente el orden democrático". Los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia tienen ante si una situación que los obliga a actuar en la defensa y preservación del sistema democrático, haciendo valer el Estado de Derecho y garantizando la separación e independencia de poderes como pilar fundamental del orden democrático. Los ciudadanos debemos respaldarlos. La única forma de preservar la democracia es impartiendo justicia.
Leonardo Pisani, Angélica Machado (Ciudadanía Activa)
Leonardo Carvajal, Olga Ramos, Jesús Torrealba, Fifi Pantin (Asamblea de Educación)