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BBC
Jueves, 21 de noviembre de 2002 - 23:36 GMT
Venezuela: Gaviria, solitario optimista
El llamado a elecciones sigue siendo una exigencia de la oposición.
Escribe el enviado especial de la BBC a Venezuela, Carlos Chirinos.
Cumplidas dos semanas de negociaciones entre el gobierno y la
oposición venezolana no hay humo blanco en el horizonte.
Ningún acuerdo ha salido de la mesa que patrocina el secretario
general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.
La mesa (de negociaciones) no le conviene al gobierno... el gobierno
da vueltas y vueltas como el gato alrededor de la leche caliente
Américo Martín, Coordinadora Democrática
Sin embargo, Gaviria expresa diariamente su optimismo. Parece ser el
único.
Las dos semanas han sido dominadas por disturbios en Caracas, marchas
de la oposición, militarización de la capital venezolana y la
intervención de la policía metropolitana, lo cual generó un conflicto
entre el poder nacional y los poderes regionales.
Por otro lado, un Pacto de Unidad firmado entre los integrantes de la
Coordinadora Democrática y en el que participaron el grupo de
oficiales declarados en desobediencia desde hace varias semanas,
motivó una protesta del gobierno ante la ONU y la OEA por supuestas
actitudes antidemocráticas de la oposición.
Agenda pospuesta
Sólo durante la primera jornada pudo tratarse el asunto de una posible
salida electoral a la crisis.
Militares custodian instalaciones de la Policía Metropolitana.
El resto del tiempo se ha consumido debatiendo las consecuencias de lo
que sucede en la calle.
Mutuamente las partes se acusan de obstaculizar la marcha de las
discusiones y algunos dudan de la capacidad de los negociadores de
llegar a un consenso mínimo.
La mesa se desarrolla a la sombra de la amenaza de un paro nacional,
algo que del lado oficial se compara a colocar una pistola en la sien
del negociador.
La oposición sostiene que se trata de una defensa necesaria ante las
medidas gubernamentales que, supuestamente amparadas por la legalidad,
socavan el estado de derecho.
En medio del intercambio de acusaciones, la propuesta hecha por
Gaviria de suscribir una condena contra el uso de la violencia como
arma política quedó en suspenso.
Nadie quiere firmarla si el otro no reconoce que es el que la
promueve.
¿A quién conviene?
Muchos se preguntan de qué sirve el esquema negociador. Las
diferencias parecen tan abismales que no luce posible acercar a las
partes.
El gobierno espera que la oposición se deslinde del golpismo y el
fascismo
Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación
Sin embargo se asegura que el sólo hecho de que se hayan sentado las
delegaciones a conversar es un buen signo.
"La mesa no le conviene al gobierno", asegura Américo Martín, uno de
los representantes de la oposición en los encuentros.
"El gobierno da vueltas y vueltas como el gato alrededor de la leche
caliente", agrega.
Sin embargo, según Martín, la oposición no abandonará las
conversaciones, al menos hasta el 4 de diciembre fecha límite que han
puesto para ver los primeros resultados.
Otro miembro del equipo negociador, el ministro de Educación,
Aristóbulo Istúriz, asegura que el gobierno "espera que la oposición
se deslinde del golpismo y el fascismo" para ofrecer una alternativa
política creíble.
En ese debate pasa el tiempo y ni se consigue la salida electoral a la
crisis, ni se abordan los otros dos temas: la conformación de una
comisión de la verdad que estudie los sucesos de abril pasado, ni el
comienzo del desarme de la población civil.
Diálogo sin ideas
Más allá de ese pugilato retórico, hasta ahora sólo hay sobre la mesa
el pedido de realizar un referendo consultivo en el que se le pregunte
a la población si desea que el presidente Chávez renuncie a su cargo.
Chávez enfrenta otro paro.
Una iniciativa que está fuera de la constitución, según portavoces
oficialistas.
Bajo la manga tendría el gobierno la propuesta de adelantar las
elecciones generales. Pero eso requeriría una reforma constitucional.
Sería un largo proceso al cual la oposición es casi seguro que no
quiera someterse.
Al final, muchos analistas dicen que es posible que la mesa no sea
suspendida ni que ninguna de las partes la abandone.
La duda es que de ella pueda surgir una solución a la aguda crisis
política que padece Venezuela.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_2500000/2500843.stm