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EL UNIVERSAL
Caracas, lunes 02 de diciembre, 2002
Durante el paro cívico
Mesa de Negociación se toma un receso
Gaviria estará monitoreando la huelga
SARA CAROLINA DIAZ
Los delegados del gobierno y de la oposición en la mesa de Negociación
y Acuerdos, que se instaló el pasado 8 de noviembre para buscar una
salida a la crisis que vive el país -pero que aún no ha logrado
avances significativos-, no se reunirán en los días que dure el paro
cívico nacional. El mediador y secretario general de la OEA, César
Gaviria, tiene programado congelar el diálogo mientras se prolongue la
medida organizada por la Coordinadora Democrática con el propósito de
presionar para que el presidente Chávez abandone el poder.
Fuentes vinculadas al Grupo Tripartito Internacional señalaron que el
propio Gaviria había resuelto no activar la mesa mientras tuviera
lugar el paro.
Sin embargo, debido al clima de tensión que vive el país, no se
descarta que el mediador convoque en cualquier momento a los seis
representantes del gobierno y a los seis de la oposición, con el fin
de continuar las conversaciones que siguen estancadas. Se conoció, de
manera extraoficial, que se realizarán reuniones bilaterales para
calmar los ánimos que parecen más exacerbados que nunca con el llamado
a paro.
El último encuentro realizado el sábado pasado no arrojó resultados
concretos. En lo que sí coincidieron gobierno y oposición fue en
descalificar los argumentos que esgrimían sus adversarios para
justificar la falta de acuerdos.
En la confusa jornada el silencio de Gaviria fue estruendoso porque se
negó a aclarar si efectivamente le había comunicado al vicepresidente
José Vicente Rangel la decisión de la oposición de levantarse de la
mesa, tal y como lo expresó Rangel en una extraña rueda de prensa, en
la que se estableció una dinámica de respuestas y contrarespuestas en
las que prácticamente gobierno y oposición se acusaban continuamente
de mentirosos.
Lo cierto del caso es que la oposición sólo quiere tratar el tema
electoral en las negociaciones mientras que el gobierno hasta última
hora intentó infructuosamente, a pesar del apoyo de Gaviria en este
punto crucial, de desmontar el paro cívico impulsado por los sectores
más radicales de la Coordinadora.
Hasta la noche del pasado sábado los representantes del gobierno en la
mesa -el vicepresidente, José Vicente Rangel; la ministra del Trabajo,
María Cristina Iglesias; el diputado Nicolás Maduro y el embajador
ante la OEA Jorge Valero (no estaban ni el ministro Aristóbulo Isturiz
ni el canciller Roy Chaderton)- intentaban negociar el paro, afirmando
que ya habían hecho concesiones en varios de los temas paralelos
tratados en el marco de la mesa, como la
desmilitarización de la capital, el
establecimiento de un cronograma en el tema de la
Policía Metropolitana y la salida electoral a
través de un referendo establecido en el marco
constitucional.
Por su parte, los delegados de la oposición,
Timoteo Zambrano, el abogado Juan Rafalli, el
gobernador de Yaracuy, Eduardo Lappi; el
parlamentario Alejandro Armas, Américo Martín y el
dirigente Manuel Cova acusaron al gobierno de
“irse por otra vía” y dejar de lado lo que
consideran el tema principal, que es la salida
electoral. Así mismo, criticaron que no se
presentaran puntualmente -tal y como estaba
programado- a las 3 y media de la tarde del
sábado.
De nada sirvió la intención de designar a dos
delegados del gobierno y dos de la oposición para
redactar un documento conjunto que satisficiera a
las partes y diera prioridad a la vía electoral.
En la noche del sábado los avances logrados hasta
la madrugada del viernes no eran tales y las
partes se volvieron a transar en sus posiciones.
Mientras tanto el mediador continúa expectante
ante lo que pueda ocurrir en las próximas horas
con la activación del paro cívico. Se conoció que
el Secretario General de la OEA permanecerá en Caracas
durante la huelga general, a pesar de los extenuantes esfuerzos que
hiciera para evitar la convocatoria.
http://noticias.eluniversal.com/2002/12/02/pol10.shtml