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TAL CUAL JUEVES 14 DE NOVIEMBRE DE 2002
POLITICA
El gobierno debe dejarse de rodeos
Para la CD, si el oficialismo quiere explorar otras alternativas
constitucionales de solución electoral a la crisis, debe concretar su
propuesta y presentarla a la mesa
Alejandro Botía
AP
Gaviria puso los pies sobre la tierra al señalar el martes que resulta
ingenuo pretender en tan pocos días encontrar la solución final para
la crisis que atraviesa el país.
Lo que la CD no se ha puesto a pensar es qué pasaría si Chávez pierde
pero con menos votos de los que obtuvo en el 2000 (3,6 millones)
Por segundo día consecutivo la Mesa de Negociación entre el gobierno y
la oposición fue víctima de lo que su facilitador, el secretario
general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria,
ha denominado la capacidad de incidencia de los factores externos
sobre el desarrollo de las deliberaciones.
Poco o nada fue lo que logró avanzarse en torno al tema electoral y a
ello contribuyó el propio Gaviria, quien consideró pertinente promover
la suscripción de una declaración por la paz y la tolerancia entre el
gobierno y la oposición, cuya redacción consumió buena parte del
debate, pero que al final no pudo concretarse debido a los
cuestionamientos de la Coordinadora en torno a la "militarización" de
la capital.
De esta manera, las conversaciones culminaron en un aparente punto
muerto. No obstante, la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias,
al fungir como vocera del oficialismo, reiteró, también por segunda
vez, la disposición del gobierno "a discutirlo absolutamente todo en
torno a la salida electoral".
Se trató tan sólo del cuarto encuentro entre el gobierno y la
oposición y todavía están frescas las palabras de Gaviria, quien puso
los pies sobre la tierra al señalar el martes que resulta ingenuo
pretender en tan pocos días encontrar la solución final para la crisis
que atraviesa el país.
Sin embargo, durante este corto período de tiempo el gobierno se ha
dedicado a lanzar señales de humo que podrían representar la luz al
final del túnel y servir eventualmente como base para llegar a un
acuerdo con la oposición.
Primero fue Nicolás Maduro quien sugirió la necesidad de concertar una
"salida integral" a la crisis que "permita desarrollar nuestra
Constitución". Luego fue Aristóbulo Istúriz el que planteó la
posibilidad de "explorar la amplia gama de alternativas" que ofrece la
carta magna para alcanzar dicho objetivo y la disposición del gobierno
a "flexibilizar su posición" en torno a la tesis del referendo
consultivo.
Aunque el gobierno se resiste dentro de la mesa de negociación y fuera
de ella a llamar las cosas por su nombre, cualquier negociador hábil
puede descifrar el mensaje que se le pretende dirigir y la
Coordinadora los tiene.
Timoteo Zambrano y sus colegas de la Coordinadora Democrática (CD),
saben perfectamente que el equipo del oficialismo está tratando de
introducir en la negociación la opción de una tercera vía, que
implique un desplazamiento de las posiciones iniciales antagónicas
pero que respete el marco de la Constitución.
El problema de la estrategia oficialista es que ya la CD tiene
activado un mecanismo electoral, cuya legalidad y procedencia
trascienden el ámbito de la Mesa de Negociación. Seguir discutiendo en
la Mesa tal aspecto es sólo una pérdida de tiempo, a menos que el
gobierno aspire a ganar tiempo o a sacarle algún provecho al
reconocimiento por parte de la oposición acerca de la falta de
eficacia del consultivo (por no ser vinculante) como mecanismo para
solucionar la crisis.
Pero el otro problema para el oficialismo, es que la CD no cifra sus
esperanzas en las implicaciones jurídicas del referendo consultivo
sino en sus potenciales efectos políticos. Lo que la CD no se ha
puesto a pensar es qué pasaría si Chávez pierde pero con menos votos
de los que obtuvo en el 2000 (3,6 millones). ¿Se aplicaría el
principio de la mayoría simple o se invocaría el precepto
constitucional que ordena superar los votos "eleccionarios" para
revocarle el mandato a un funcionario? Zambrano, que no es un niño de
pecho y sabe perfectamente el terreno que pisa, afirma que si el
oficialismo quiere explorar otras alternativas constitucionales de
solución electoral a la crisis, el gobierno debe dejarse de rodeos,
concretar su propuesta y presentarla a la mesa de negociación. Sólo
así podrían estudiarla.
http://www.talcualdigital.com/ediciones/2002/11/14/f-p3s1.htm