DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

ALIANZA POR LA LIBERTAD

NOSOTROS, quienes firmamos este documento,

PREOCUPADOS por la pésima e injustificada situación económica y social que existe en Venezuela.

CONSCIENTES DE:

Que Venezuela tiene las mayores y mejores oportunidades para convertirse en menos de una generación en una Nación Desarrollada;

que nuestra situación de pobreza y atraso se debe únicamente a nuestros propios errores;

que la mayor de nuestras equivocaciones ha sido la de predicar y practicar un estatismo exacerbado, el cual inhibe el inmenso potencial creativo y productivo del venezolano;

que la liberación de las fuerzas de la creación y la producción es el fundamento y el camino para la prosperidad de la sociedad, tanto en el orden espiritual como en el material;

que es a partir de seres humanos libres, de individuos, que se consigue la potenciación de las fuerzas de la creación y de la producción.

AFIRMAMOS nuestra voluntad de trabajar incansablemente por transformar a Venezuela en:

una República moderna, fundada sobre las bases de la Democracia Liberal, el Estado de Derecho y la Economía de Mercado;

un Estado sustentado en instituciones liberales y democráticas, con tres Poderes Públicos autónomos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), garante absoluto de la propiedad privada;

un Estado descentralizado, que circunscriba sus funciones a las de la educación, la salud, la promulgación de las leyes y la administración de justicia, la seguridad personal, la seguridad social, la defensa de la integridad territorial y la infraestructura básica, dejando a la sociedad todo lo relativo a la actividad intelectual y económica, y sin perjuicio de la función, que también debe cumplir la sociedad en lo atinente a la educación, la salud, las seguridades personal y social, y la infraestructura;

un Estado capaz de insuflarle a la cultura, la economía, la política y el Derecho los contenidos éticos necesarios para alcanzar el desarrollo espiritual pleno de la persona humana;

un Estado, en síntesis, que deje libres a las fuerzas de la creación y de la producción.

AFIRMAMOS que el proceso de globalización constituye para Venezuela una oportunidad y un desafío, como fruto, que es, de la evolución de la humanidad y de los cambios científico-técnicos producidos por el ingenio humano, y que el porvenir de Venezuela, como el de toda nación moderna, está ligado a la postura que adopte frente a este proceso, del cual podemos derivar inmensos beneficios, dadas las ventajas comparativas de nuestros recursos naturales, de nuestra ubicación geográfica y de los valores culturales que informan a nuestro gentilicio.

RECHAZAMOS el comunismo, el fascismo, el caudillismo y toda otra forma de totalitarismo.

RECHAZAMOS el militarismo, entendido como esa distorsión perversa  que desvía a la Fuerza Armada de su misión institucional de preservar la soberanía y defender la institucionalidad democrática, erigiéndola en factor de inaceptable dominio sobre la ciudadanía misma, que le ha confiado las armas dentro del estricto marco de la Constitución.

EN EL COMIENZO de un nuevo siglo, cuando la información y el conocimiento se desplazan por el planeta a velocidades jamás conocidas y las antiguas fronteras físicas se desdibujan, el reto para Venezuela es superar la pobreza y alcanzar el desarrollo para que cada venezolano pueda participar plenamente de esa sociedad universal como un ciudadano libre, digno, productivo y próspero.  El desafío que tenemos por delante es ganar la Revolución del Conocimiento como camino hacia la superación del atraso y la pobreza.  Su instrumento es la educación, educación en libertad y educación para la libertad.

CONVOCAMOS a los venezolanos a unirnos en la construcción de una alternativa plural, que nos permita, sobre el cimiento de la libertad, el convertir a Venezuela en un gran país de clase media, en la primera nación desarrollada de América Latina.

Caracas, 3 de febrero de 2002

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