Declaración de Senadores colombianos sobre la situación venezolana

Declaración del Presidente del Directorio Nacional Conservador, Carlos Holguin Sardi, y del Director del Movimiento de Salvación Nacional y Presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, Enrique Gómez Hurtado

NECESIDAD DE PROMOVER UN DEBATE EN TORNO A LA SITUACIÓN DE VENEZUELA Y SUS IMPLICACIONES SOBRE COLOMBIA Y AMÉRICA LATINA.

1. La crisis venezolana ha venido complicándose día a día, colocando en serio riesgo las libertades democráticas en ese país, proyectando un patrón de conducta política opuesto al ejercicio democrático y a postulados económicos fundamentales como la propiedad privada y la libre empresa, con efectos evidentes sobre la geopolítica continental y las relaciones colombo-venezolanas.

El gobierno de Hugo Chávez, legal en su origen democrático, se ha ido deslegitimando en su ejercicio, en la medida en que continúa asumiendo un carácter cada vez más autocrático, mediante la subordinación de los poderes públicos a los designios del Poder Ejecutivo, la represión a la oposición democrática, fracturando el Estado de Derecho y la seguridad jurídica del ciudadano e incurriendo en numerosas violaciones de la Constitución que fue promovida por el propio gobierno, tal como ha sido demandado por diversas personas e instituciones ante los organismos componentes.

Como consecuencia del paro nacional iniciado el 2 de diciembre, el Ejecutivo venezolano arremete ahora contra el sector empresarial, instaurando controles de cambio con sesgo político y de precios retaliativos y discrecionales, que conculcan el régimen de libertades económicas y los principios del libre comercio. Asimismo se amenaza a los medios de comunicación con multas confiscatorias y limitaciones a la libertad de información a través de un controversial proyecto de Ley de Contenidos y promueve una Ley tendiente a controlar de manera definitiva el Tribunal Supremo de Justicia. A la importante empresa petrolera estatal, PDVSA se le cercena despidiendo cerca de 12000 trabajadores, mientras la economía real sufre una catastrófica caída. De otra parte es clara la politización deliberada de las fuerzas armadas, lo cual ha producido una fractura de graves proporciones a este estamento, pilar fundamental de la estructura del Estado. Al mismo tiempo ha promovido grupos armados que intimidan a las instituciones y a la sociedad civil en su acción para lograr un cambio democrático.

Reiteradamente el presidente Chávez públicamente ha atacado a gobernadores de provincia, elegidos popularmente instando al pueblo y en especial a sus seguidores para deponerlos de sus cargos por considerarlos como no simpatizantes de su régimen, actitud que confirma su irresponsabilidad como gobernante y su talante antidemocrático. En forma reiterada, asimismo, ha venido atacando a jueces y tribunales a los que define como afectos a lo que él denomina como golpismo, promoviendo una campaña de "depuración" que comprueba, una vez más, el control de los poderes públicos por parte del ejecutivo y la constante ingerencia de éste en los demás poderes del Estado, con lo que se viola la Constitución, uno de los principios básicos del régimen democrático.

De igual manera ha vuelto a amenazar a la propiedad privada, ordenando a las fuerzas armadas que se preparen para "tomar" las empresas productoras de alimentos (harina, principalmente) que no abran sus puertas ante la imposibilidad que éstas tienen de cubrir tan solo sus costos con los precios de venta al público que les han sido fijados en forma irreal, arbitraria y populista por el mismo gobierno.

2. En lo político, la afanosa búsqueda por parte de la oposición de una salida pacífica, democrática y electoral, con el apoyo de la comunidad internacional, no ha encontrado eco en el Gobierno, en circunstancias en las cuales una crisis política de tan vasto alcance solo podría ser resuelta a través de salidas eminentemente políticas. Las iniciativas de Referendos y enmiendas de la Constitución para un recorte del período Constitucional y la realización de elecciones están siendo boicoteadas, como también lo fue la iniciativa de celebrar un Referéndum consultivo, pese al apoyo con que contó de 2 millones de firmas y de la aprobación por parte del Consejo Nacional Electoral. El Gobierno ha eludido definiciones en torno a la gestión de la OEA, del grupo de amigos de Venezuela y del Ex Presidente Jimmy Carter, con lo cual la crisis se mantiene con un grupo álgido, sin salidas.

3. En lo concerniente a la relación bilateral, existen elementos de juicio que merecen ser analizados, entre ellos.

a) La necesidad de que le Gobierno de Venezuela garantice los pagos a exportadores colombianos actualmente afectados por el control de cambios, así como el flujo normal de divisas para el comercio futuro a través de los mecanismos de pagos entre Bancos Centrales de la ALADI, sin someterse a la asignación de divisas o de contingentes.

b) La atenuación de medidas económicas que puedan afectar el adecuado desempeño de la actividad exportadora hacia ese país, entre ellos los efectos de la reducción unilateral de aranceles a terceros países para productos de primera necesidad sin autorización de la Comunidad Andina u otras medidas administrativas a través de las cuales se puede ocasionar daños al comercio bilateral.

c) En materia política, los graves indicios que existen sobre el respaldo directo o indirecto que las autoridades venezolanas estarían brindando a los grupos terroristas colombianos en las zonas de frontera, en especial en el Departamento del Arauca, tiene implicaciones sobre la lucha contra ese flagelo y las actividades terroristas que éstos llevan a cabo. La denuncia de la Ministra de Defensa a ese respecto es reveladora de la preocupación del Presidente Uribe en torno a la falta de cooperación que se recibe de parte del gobierno de Venezuela. Las expresiones posteriores del Presidente Uribe al solicitar posturas firmes de los países vecinos en las campañas para combatir el terrorismo, revelan una nueva tónica de preocupación y riesgos a este respecto. Esta acción tuvo un inmediato eco en los países centroamericanos y Argentina, los cuales respaldaron la solicitud del Gobernante colombiano. Se espera una respuesta del Gobierno Venezolano.

4. Desde el punto de vista geopolítico, aún cuando los nuevos gobiernos de Brasil y de Ecuador, tratan de marcar distancia en relación con el gobierno del presidente Chávez, una radicalización del proceso venezolano podría traer consecuencias regionales indeseables y de aliento a los grupos violentos de Colombia o a proyectos extremistas y populistas como los de Bolivia o Ecuador, de peligrosa trascendencia para sus gobiernos o los de América Latina, lo cual es necesario evaluar en todos sus alcances. El rumbo y definiciones de lo que actualmente se juega y se gesta en Venezuela, representa una amenaza política y económica para Colombia y América Latina, mas si se considera el amplio y abierto respaldo que Cuba esta brindando al Gobierno de Hugo Chávez y de éste a Cuba, lo cual se ha incrementado significativamente en meses recientes, con el envío de mayores contingentes humanos expertos en la lucha política a Venezuela, que pueden tener repercusión sobre Colombia, dada la amplia frontera que compartimos y la facilidad para que los mismos pudiesen tener injerencia en Colombia.

4) La muerte misteriosa de los militares que habían declarado su oposición al régimen dentro del grupo de la Plaza de Altamira, la captura del Presidente de Fedecámaras y miembro de la dirección de la Coordinadora Democrática y la orden de detención dictada contra el Presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, se contraponen abiertamente con el contenido y orientación del documento recientemente firmado por la comisión de diálogo, coordinada por César Gaviria, en busca de no-violencia y democracia en el proceso político de ese país. Ello denota, una vez más, la clara intención del Gobierno de continuar con su actitud autoritaria, intimidatorio y de persecución contra quienes en uso de sus facultades Constitucionales han venido propugnando por un cambio democrático en Venezuela.

5). Es conveniente pues, promover un debate reservado, amplio y cordial con el gobierno sobre este particular, de manera de reflexionar, conjuntamente con los partidos políticos sobre una materia de tanta trascendencia, en la cual están en juego intereses fundamentales para Colombia, pero también la posible suerte de la democracia venezolana y latinoamericana, que no puede resultarnos indiferente. Conviene también evaluar la actitud y desempeño de la Embajada de la república de Venezuela, así como la opción de producir una declaración de principios a los que puedan sumarse otros partidos políticos del país o del continente, en torno a la suerte de la democracia y de las instituciones políticas y económicas en el país vecino, en un momento sin duda aciago para la nación hermana.

regreso