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VICTIMA DE VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS EN VENEZUELA

Este testimonio revela una situación, en la que así como yo, muchas madres, hermanos e hijos estamos padeciendo en razón de las manifestaciones que se han llevado a cabo durante los últimos días en Venezuela; esto es, por el irrespeto a las garantías constitucionales y la expresa violación de los derechos humanos.

Mi hermano RODRIGO LUIS ALEGRETT SALAZAR, de 21 años, estudiante de arquitectura en la Universidad Santa María en Caracas, en uso del derecho constitucional de participar en manifestaciones[1], asistió a la marcha del día 27 de febrero pasado en Caracas, así como a las manifestaciones ocurridas los días 28 y 29. El domingo 29 en la noche, horas después de haber participado en las manifestaciones, cuando se disponía regresar a la casa utilizando las instalaciones del Metro de Caracas, cercana a la Plaza Altamira, fue detenido por la fuerza militar del Gobierno.

La Guardia Nacional le detuvo junto con otros transeúntes, fueron encerrados en el camión de dicha fuerza pública, y golpeados. Luego se les trasladó al Palacio de Justicia, y violando un principio fundamental se les mantuvo, incomunicados hasta el día lunes.

El 1ero. de Marzo se le asignó la causa a la Jueza, Migdalia María Añez, juez 44 de control. Se designó además un fiscal a la causa, quien le imputó a mi hermano y a otros cinco chicos igualmente detenidos, los delitos de: agavillamiento, obstrucción de vías públicas, incitación a delinquir, desobediencia civil, porte de sustancias explosivas prohibidas (fuegos artificiales), resistencia a la autoridad y el concurso real de delito. Se les dictó sentencia y se les señaló orden de presidio, la cual cumplen el reten de “La Planta” en Caracas. Debo acotar que esta sentencia estuvo viciada de nulidad absoluta pues no se siguió el debido proceso y no se presentaron pruebas de los delitos imputados.

Allí en “La Planta”, se les ha golpeado repetidas veces, han sido torturados utilizando electricidad, despojados de sus pertenencias personales, se les ha amenazado y golpeado con las “peinillas” de la Guardia; y por si fuera poco, en horas de la noche, han sido expuestos a la intemperie y donde se les ha sometido a otras vejaciones, como: baños con agua fría y la utilización de polvo “pica pica”.

Ya se han iniciado acciones para denunciar su tortura, así como los procedimientos legales para la obtención de su libertad. El día viernes 5 de marzo les fue negado el recurso de amparo solicitado en pleno derecho, ahora solo queda esperar la respuesta a la apelación intentada.

Es importante recordar, que mi hermano y estos otros chicos, son presos políticos a los cuales se les deben respetar sus derechos humanos. Ellos, efectivamente, participaron manifestaciones públicas, pero las mismas fueron realizadas de forma legal y apegada a la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, particularmente a los artículos 61[2] y 68[3]. Esto comprueba que las detenciones, y en particular, la de mi hermano Rodrigo se realizó de manera ilegal e injusta, violando todo principio constitucional y fundamental. Mi hermano no es ningún delincuente, como pretende hacer ver el Gobierno.

Los daños físicos y mentales causados a mi hermano, ya no tienen vuelta atrás, ya no hay nada que hacer al respecto. La justicia que ahora mi familia y yo pedimos, es el reconocimiento de la violación de los derechos humanos y constitucionales de mi hermano, así como que sea puesto en libertad lo antes posible.

También queremos que esta denuncia se difunda, para que el mundo entero sepa que SI HAY PRESOS POLÍTICOS en Venezuela, que ESTAN SIENDO MALTRATADOS, y que de esta forma la verdad se difunda en Venezuela y en el mundo.

Gracias en nombre de mi hermano y mi familia por todo el apoyo que nos brindan.

Adriana Alegrett Salazar
C.I. 13.993151
Abogado (Universidad Católica Andrés Bello)
Estudiante de la Maestría en Relaciones Internacionales Universidad Andina Simón Bolívar
Ex funcionaria del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina

[1] Artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

[2] “Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y a manifestarla, salvo que su práctica afecte su personalidad o constituya un delito....”

[3] “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley ...”.