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Los factores principales del país se mueven en varias direcciones y a diferentes velocidades, y del éxito en sincronizar esos esfuerzos y tiempos dependerá el nivel de violencia y de democracia de nuestro futuro.

Por un lado, el chavismo tiene tres esfuerzos y tiempos: El primero es el de chávez y sus principales talibanes, preparando esta vez su huida para poderla hacer de manera controlada, para lo cual él y los suyos desaparecen dinero, alistan refugios en el exterior y preparan trincheras ideológicas, sabiendo que está irremediablemente caído. En otro flanco, los revolucionarios, en el sentido cubano, preparan la que será la guerra de guerrillas en contra del próximo gobierno. Sacan dinero, entregan armas, y alistan trincheras paramilitares, estrategias y tácticas para el largo esfuerzo por venir.

Para estos fines, les es necesario un tercer flanco, de acciones de distracción como la que vemos en la Asamblea Nacional, para distraer a partidarios y opositores, para comprar tiempo y sembrar en la mente del pueblo mensajes que les permitan alegar en el futuro que el gobierno bolivariano tenía las soluciones para el país, pero que fue truncado por una perversa conspiración internacional mediática y oligárquica que le negó al pueblo la revolución prometida.

La combinación de todas estas tácticas del régimen ha arrasado con todas las instituciones del país, causado el represamiento y acelerada desaparición de enormes cantidades de fondos públicos, el desamparo financiero de gobernadores y alcaldes y, en general, un caos político, económico y social de enorme magnitud a punto de estallarnos en la cara a todos los que no pensamos irnos de aquí y a quienes nos tocará reconstruir este país.

Del lado del antichavismo existen igualmente flancos y tiempos. El más frenético es el militar, esta vez nucleado alrededor de la oficialidad media, los Comacates, decididos a sacar al presidente a como dé lugar. Para ellos es una carrera contrarreloj, convencidos como están de que el presidente pretende la destrucción sistemática de la FAN y su sustitución por los círculos chavistas y guerrilla colombiana en la misión de defender ya no al Estado, sino a la revolución. Su temor, fundado, es que los ascensos de julio barrerán con la disidencia institucional dentro de la FAN y colocarán en posiciones claves a aquellos a quienes el presidente cree más fieles, independientemente de consideraciones de mérito.

Responsabilizando a generales y a civiles por la torta puesta después del once de abril, estos oficiales medios preparan una clásica salida militar, incluyendo un régimen de transición administrado por ellos y que incluiría una etapa de purgatorio donde los primeros objetivos serán los círculos bolivarianos armados y la guerrilla.

En una reunión efectuada a finales de esta semana, se logró reestablecer la comunicación entre Comacates y generales. Este fue uno de los efectos inmediatos de las interpelaciones en la Asamblea Nacional, que permitieron la reivindicación de oficiales como Rosendo, González González, Ramírez Pérez y Vietri Vietri, entre otros, quienes habrían demostrado a esos oficiales medios no solamente patriotismo incuestionable, sino también dignidad y reciedumbre. Este nuevo acercamiento con algunos generales aporta a las deliberaciones de los Comacates voces de experiencia y razón que buscarán matizar su ímpetu, aunque dentro de los parámetros básicos de éstos: la urgencia de la salida de chávez y la inaceptabilidad de una presidencia de José Vicente Rangel, por corta que ésta sea.

Mientras todo esto ocurre en el escenario militar, los actores políticos de la oposición buscan escenarios de salida institucionales, quizás sin advertir lo que se cocina a fuego rápido en la cocina militar. Actúan de manera muy animosa en el circo de las interpelaciones, cosa que ha dado frutos en algunos testimonios y revelaciones claves, pero pareciera que dedicando mucho tiempo y atención a un escenario de mucho ruido y pocas nueces.

Si bien esos partidos buscan también acuerdos y salidas institucionales para el presidente, solo han considerado vías que consumirán meses en implementar y que requieren del estricto cumplimiento de una constitución que ellos serían los únicos en respetar. Sus discusiones han girado en torno a una enmienda constitucional para acortar el período presidencial y a un referéndum consultivo sobre si se quiere o no la renuncia presidencial. No parecen tener suficiente sentido de urgencia, por muy aprisa que estén yendo.

Al permitirse ir al paso que van, están haciéndose los locos ante la magnitud de la situación actual, ante el acelerado desmoronamiento del país causado por la estrategia chavista, y ante su consecuencia más notoria, la amenaza militar de querer salir del presidente de inmediato. El hacerse el loco hoy es invitar sobre sí la furia renovadora que vendrá cualquier día de éstos, y harían bien los políticos de oposición y de gobierno mirarse en el espejo del once de abril, cuando los primeros quedaron como guayabera y los últimos tuvieron que poner pies en polvorosa a sus escondites más cercanos.

El verdadero meollo del asunto es que este régimen NO es democrático y solo usa las formas democráticas para apresar en redes democráticas a aquellos a quienes quiere derrotar. Que existen suficientes y probados casos de secuestro de la democracia, peculado, malversación y violaciones a los derechos humanos como para no solamente justificar sino EXIGIR una salida inmediata del presidente y de su gabinete íntegro, cosa imposible hasta ahora porque el Poder Judicial y el Poder Ciudadano están plegados sumisamente al Ejecutivo, no existiendo otras vías constitucionales para la salida que no sean las del once de abril o un golpe seco.

El permitir al gobierno un día más de vida es un delito contra la democracia, contra el artículo 350 de la constitución, y constituye traición a la patria, pues este artículo dice que "el pueblo... desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos". Por tanto hoy, en estricta aplicación de este artículo, casi cualquier salida sería constitucional. NO sería constitucional callar y seguir considerando presidente a Hugo Rafael Chávez Frías.

Por ello, es necesario que midan las consecuencias inexorables de su inacción los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, así como los funcionarios de la Fiscalía, el nudo gordiano en todo esto. Porque la salida institucional INMEDIATA puede lograrse si el Tribunal Supremo de Justicia y la Fiscalía deciden dejar de represar innumerables querellas penales introducidas en contra del Presidente, de manera que puedan seguir su cauce normal.

Están tan bien sustentadas las querellas, que en poco tiempo podríamos tener a funcionarios acusados, juzgados y condenados con solo seguir los procesos y lapsos normales. La presión de estas acciones sobre el ánimo presidencial y sobre el de sus seguidores inocentes eliminará todo vestigio de resistencia que pudiesen tener, facilitando y acelerando la transición y minimizando la repercusión violenta que podría haber a la salida del presidente.

Pero, solo los Comacates y la gran mayoría de la llamada Sociedad Civil parecen tener esto claro. Los demás actores nombrados todavía no han asumido su responsabilidad ni ante el país ni ante la historia. Chávez debe salir. Ya. Puede ser de manera pacífica, como puede ser de manera violenta y, sin embargo, constitucional. Partidos, Magistrados y Fiscales tienen la palabra y la batuta.

La apasionada defensa hecha por Diosdado del carácter social de los Círculos Bolivarianos no son más que cortinas de humo. Un informe confidencial de la FAN sobre los vínculos del gobierno con estos círculos señala que "algunos dirigentes políticos del sector oficialista están promoviendo el suministro de armas a civiles asociados a los llamados círculos bolivarianos, usando para ello armamento extraviado o sustraído hace tiempo de los depósitos de la FAN, armamento de la Policía de Caracas y recursos que fueron extraídos de la Disip cuando ese cuerpo estuvo bajo la dirección de los hermanos Otaiza. Entre los civiles cuya implicación en este proceso irregular fue verificada por la investigación figuran los diputados Nicolás Maduro, Cilia Flores, Iris Varela y Darío Vivas; el alcalde Freddy Bernal y los señores Inmer Ruiz e Iván Martínez (altos funcionarios de la Alcaldía del Municipio Libertador)".

Ojos Que Ven: Mañana, lunes, a las nueve de la noche por NC Televisión de Carabobo, seguiremos analizando la realidad del país en nuestro programa, Ojos Que Ven. No te lo pierdas, se repetirá el martes a la una de la tarde.

En nuestro programa de la semana pasada, el alcalde de Naguanagua, Julio Castillo, nos informó que el gobierno no ha hecho este año ni una sola transferencia de fondos a gobernaciones y alcaldías, perfilándose un gigantesco delito de apropiación indebida sin precedentes en el mundo. Lo peor es que ni siquiera se sabe si el dinero existe, lo cual significa que podría constituir delito de peculado. También conversamos con el Coronel Hidalgo Valero, abogado defensor de varios de los militares enjuiciados, quien nos dio detalles de su querella penal introducida en contra del presidente la semana antepasada ante el Tribunal Supremo, por la "desaparición" de 270 millones de DOLARES del Fondo de Estabilización Macroeconómica, y por la apropiación indebida de otro millardo de ese mismo fondo.