John Salas
Los trenes avanzan a toda velocidad hacia un choque que dejaría chiquito el once de abril, y la única manera de evitarlo pareciera ser por decisión del presidente. Estamos en la antesala, negociando al borde del abismo. Para cuando se lea esta nota, cualquier cosa puede haber pasado, desde un abandono presidencial hasta un golpe de estado, pasando por un incremento en la política del caos por parte del presidente.
Porque la estrategia de chávez es la de un negociador, buscando una posición de fuerza para lograr lo que de verdad quiere. Por un lado, quiere quedarse en el poder, pero por otro quiere irse a descansar, a lamer las heridas y disfrutar un poco de la vida, en un descanso guerrero que le permita coger aire, perspectiva y luces para un retorno victorioso dentro de unos años, á la Betancourt en el ’58 después de su expulsión del gobierno una década antes.
Es decir, quiere irse en paz, que sus pecados y pecadillos no sean revelados a su pueblo en un tribunal imparcial, y que no tenga que preocuparse porque algún Juez Garzón lo despierte un día con una citación a juicio internacional por corrupto o genocida. Quiere irse, volver, y ser presidente de nuevo. Para esto, chávez endurece sus posiciones y sus demandas, para que por lo menos le permitan irse sin las consecuencias nefastas que implicaría el ser enjuiciado por los delitos que ha cometido aquí.
Este endurecimiento de posiciones lo ha llevado a amenazar con el diluvio, mientras en paralelo se presiona dentro del Tribunal Supremo de Justicia y la Asamblea Nacional, buscando quebrar el espinazo de la resistencia chavista que mantiene en pie a un Fiscal convertido en piedra de tranca para la paz ciudadana y para las soluciones institucionales a la terrible crisis que se cierna sobre el país.
Convencido en el fondo de que permanecer en el poder es tentar al diablo –al que respeta mucho-, chávez lo que de verdad quiere es la posibilidad de retornar, lo cual requerirá de una amnistía o, por lo menos, de un acuerdo político para que no lo enjuicien. Para lograr esto, radicaliza posiciones, intentando asustar a la sociedad civil para que se quede en su casa huyendo de los círculos chavistas y no se atreva a seguir protestando en la calle. Con esto en mente, chávez hace circular infinidad de rumores y desinformación que hablan de armamento y municiones en manos de los círculos chavistas, de huestes fuera de control y de soldados libios y cubanos entrando por puertos y fronteras del país. Quiere crear un clima de pánico ante una supuesta guerra civil inminente, para ablandar posiciones enemigas y lograr lo que de verdad quiere.
Esta campaña, irónicamente, si bien es verdad que ha asustado, lejos de amedrentar ha terminado por galvanizar la voluntad del Hombre de a Pie de no dar un paso atrás, que es la peor reacción posible para un presidente que ha sido valiente en pantalla pero en extremo asustadizo a la hora de la verdad. Para su desgracia, su estrategia ha propiciado el despertar de la sangre heroica de hombres y mujeres de verdad, revolucionarios de verdad, herederos de Bolívar y de su gesta continental. Despertó al Hombre de a Pie, aquellos hombres y mujeres que alguna vez entregaron a adecos el manejo del destino de la nación mientras ellos manejaban el destino de sus empresas y familias, pero que ya aprendieron la lección y están en pie de lucha por su libertad, su familia y su país.
Para ese Hombre de a Pie, la lección de este último año es que la verdadera fuerza que tiene es su determinación a que el presidente se vaya. No acepta nada menos, tomando conciencia de que la única oportunidad que tiene de poder enderezar este entuerto es manteniendo esto con firmeza. Porque se dio cuenta de que nadie más está velando por él; que los que quieren liderar políticamente el país después de chávez no actúan como líderes, no interpretan su sentir, y si lo interpretan no se atreven a arriesgarse por el hombre común. Y, que si fuera por ellos dejarían correr el tiempo hasta el 2004, seguros del éxito del referéndum revocatorio y dándose tiempo para posicionarse en las encuestas para los cargos a los que aspiran.
Como tampoco ha podido chávez, para desgracia de estos pretendientes a su trono no logran que el Hombre de a Pie coja mínimo y aguante, y que los dejen a ellos administrar el acelerado desprestigio presidencial para cercarlo y preparar su referéndum de salida en año medio y su propia asunción del poder dentro de dos. No quiere, siquiera, dejarlo un mes más porque llegó a la conclusión de que dejar a chávez es la perdición definitiva del país. No, ese Hombre de a Pie no deja a los políticos manejar esto a su criterio porque no confía en ellos, pues no han hecho nada todavía, con honrosas excepciones, para ganarse esa confianza.
Y eso es parte del drama del país: Esos partidos cuya necrosis degeneró en un estado de injusticia y corrupción generalizados que culminaron en la elección desesperada de hugo chávez por parte de un pueblo harto de engaños y hambriento de oportunidades, aun no han terminado de regenerarse, y sus líderes parecieran esperar como caimanes en boca de caño a que la oportunidad de dirigir el país les caiga de la mata, en vez de interpretar el drama del país y moverse con valentía para aportar verdaderas soluciones a una crisis que no ha hecho sino magnificarse con el tiempo, trayéndonos al borde de una calamidad nacional que ellos, los profesionales de la sociedad, no han logrado calibrar, evitar, canalizar ni solucionar.
Divorciados aun del pueblo, hasta ahora no han hecho merecimientos para ser considerados líderes, lo cual no hace más que contribuir al drama del Hombre de a Pie, rodeado de otros centenares de miles de Hombres de a Pie, ante un desastre nacional y ni un solo líder.
RUMORES
La presión a lo interior de la Fuerza Armada llega a su máxima expresión ante la inminencia de los ascensos y el pase a retiro de más de ochocientos oficiales altos y medios que serán enviados a sus casas por el delito de ser institucionalistas. Normalmente se anuncian los nuevos oficiales los días cinco de julio, pero se sospecha que este año será el 24 de junio, supuestamente para agarrar de sorpresa a los descontentos. Esto nos colocaría en la recta final del cronograma de los Comacates.
En un cronograma paralelo se llevan a cabo conversaciones muy adelantadas buscando propiciar la renuncia del presidente. La piedra de tranca ha sido, precisamente, su insistencia en que no lo juzguen en el futuro por ningún delito, y su convicción de que por mucho que le prometieran que así sería, nadie podría garantizarle de verdad que mañana no surgiría una querella, bien sea en el país o bien a nivel internacional. El jueves se trancaron las negociaciones, donde los factores principales eran el General Baduell y Didalco Bolívar, aunque el viernes continuaron, conjuntamente con un arreciamiento de rumores de desenlace inminente. Para cuando se lea esta nota, cualquier cosa podría haber pasado, bueno, malo o feo.
OJOS QUE VEN: Mañana, lunes, a las nueve de la noche por NC Televisión de Carabobo, conversaremos sobre la situación del país y la crisis de liderazgo con Américo Martín, prestigioso analista político. Abordaremos, también, los caminos de salida desde la óptica del pueblo chavista. Se repetirá el martes, a la una de la tarde, no dejes de verlo.
CARABOBO: Algunos acontecimientos que llaman la atención en la región: La Cámara de Industriales del Estado Carabobo anunció un estado de Emergencia Industrial, debido a la crisis en la cual se encuentra el parque industrial carabobeño, reflejo de la situación de industrias y comercios en todo el país. La Cámara de Comercio de Valencia alerta, a su vez, de una disminución en las ventas este año de más del cincuenta por ciento. En este clima de contracción económica, y en el marco de un desfalco masivo por parte del gobierno nacional de los fondos de gobernaciones y alcaldías, nuestro gobernador anuncia sorpresivamente un aumento para todos los empleados públicos carabobeños, causando celebraciones entre sus casi veinte mil empleados, pero desconcierto y envidia entre los desempleados y gremios económicos del estado.
No había pasado un día desde el anuncio pollero cuando sale al aire una nueva campaña de cuñas televisivas de la gobernación, otra bofetada a un presupuesto que antes había requerido de recortes en los gastos de inversión. Y, finalmente, se llevó a cabo una marcha pacífica de los chavistas al Capitolio de Valencia para exigir la renuncia del Pollo, a la cual no se le permitió llegar tranquilamente a la sede del gobierno, sino que fue entrompada por la policía del estado, terminando en una refriega con gases lacrimógenos y perdigonazos a granel. Una especie de once de abril carabobeño. No parece muy inteligente, nada de esto.
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