Batalla Los Semerucos

Son las tres de la mañana del día miércoles, treinta camiones, transportando cien hombres armados hasta los dientes, con ametralladoras, lanza granadas y todo tipo armas largas, llegan al campo residencial Los Semerucos, con el fin de enfrentar una supuesta rebelión integrada por cien familias, donde resalta la presencia de cuatrocientos niños. El ataque no se hizo esperar, los cien hombres, que desde las tres de la mañana, tenían rodeado el "objetivo", recibieron la orden de atacar, e inmediatamente abrieron fuego, con un centenar de bombas lacrimógenas y varias ráfagas de perdigones, las cuales le produjeron algunas bajas a los del "fuerte" de Los Semerucos, quienes resistieron con valor, a pesar de, la evidente desventaja.

Activada como está, la respuesta no se hizo esperar, la Sociedad civil, armada de cacerolas, pitos y banderas, vino en defensa de los arrinconados habitantes del "fuerte" Los Semerucos, y en un dos por tres, a eso de las diez de la mañana, hicieron retroceder a los cien hombres armados, que, ya en plena luz del día, resultaron ser efectivos de la Guardia Nacional, los mismos que lucen en sus uniformes el slogan: El honor es su Divisa.

Aparentemente, vuelve la calma al campo de Los Semerucos, en el transcurso del día miércoles.

Día Jueves. Una de la madrugada, nuevamente, llega un convoy, integrado por treinta camiones, quince tanquetas y veinte motos, transportando cuatrocientos efectivos de la Guardia Nacional, trescientos mas que el día anterior. Esta vez, la orden era determinante, someter a como de lugar, a los habitantes del campo de los semerucos, por atreverse a desafiar al régimen.

La estrategia utilizada por los de, el Honor es su divisa, fue la siguiente: Primero, tiraron un cordón de doscientos efectivos, a quinientos metros a la redonda, para evitar que la sociedad civil, viniera nuevamente en ayuda. Segundo, la información que maneja el teniente coronel, Lenin Marcano Ortiz, comandante del Core 4, que a su vez, la recibió del otro teniente coronel, jefe del régimen y comandante en jefe, de lo que queda de la Fuerza Armada Nacional, es que, al parecer, en el "fuerte" Los Semerucos, están dispuestos a resistir, las mujeres con cacerolas, pitos y banderas.

Los hombres con pistolas de aguas y "chinas"; y, los mas peligrosos, eran los cuatrocientos niños, que estaban armados con teteros, latas de compotas y de nenerinas, montados en sus respectivos coches, andaderas y triciclos, dispuestos a dar la pelea.

Dos horas, duro la "batalla", donde, el poder de las armas de la Guardia nacional, resultó superior, al de los habitantes del "fuerte" Los Semerucos, quienes no pudieron resitir el avance de los efectivos de del régimen. Los cuatrocientos niños, a pesar de haber hecho una buena defensa del "fuerte", con sus teteros, sus compotas y su nenerina, no pudieron tampoco, detener el avance de los agresores. Los esbirros del régimen, en todo momento, demostraron ser mas fuerte y por eso salieron triunfante.

Saldo de la "batalla", ganada por la Guardia Nacional. Veinte heridos con perdigones, patadas y culatazos. Cincuenta personas adultas intoxicadas con gases de las bombas lacrimógenas y cuatrocientos niños afectados también, con los gases lacrimógenos. Además, cincuenta coches y treinta andaderas destruidas. Aproximadamente, ochenta teteros pulverizados, ochocientas compotas fueras de combate y cuarenta latas de nenerina infectadas por las bombas lacrimógenas.

Una vez, terminada la "batalla", la guardia nacional del régimen, se hizo fotografiar sobre el "armamento" destruido al "enemigo", La fotos, serán anexadas a los expedientes de cada uno de los efectivos que participaron en la operación de Los Semerucos, y, servirán de base para los ascensos en el futuro.

Definitivamente EL HONOR ES SU DIVISA.

Lo que terminamos de narrar, no forma parte de ninguna novela. Es una realidad. Y ocurrió en un campo petrolero de la Peninsula de Praguana, en Estado Falcón, los dias miércoles 24 y jueves 25 de septiembre del 2003

Saludos, ALMB: En Resistencia Activa, Participativa y Optimista 

NOTA: estas letras están siendo transmitidas por un Valiente Capitán (Marina Mercante), que vivió en carne propia la Batalla de los Semerucos

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