PRESIDENTE: EL REFERÉNDUM REVOCATORIO LO TIENE LOCO

Presidente, que pobreza de espíritu, siento vergüenza como ciudadano y como hijo de esta Patria, tener como Jefe de Estado a una persona como Usted.

Presidente, Usted ha osado amenazarme directamente, de subestimar mi madurez, mi espíritu democrático y mi propia libertad de ejercer mis derechos constitucionales. Usted Presidente, ha pretendido manipularme, al manifestar que mi propósito de participar en un proceso constitucional y legítimo como lo es el Referéndum Revocatorio de su Mandato, es atentar contra el futuro de Venezuela. Usted Presidente me insultó como persona y como ciudadano al reafirmar: “Los que firmen contra Chávez, los días 28, 29 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre lograrán que su nombre, su cédula y su huella dactilar queden grabados para la historia. Las verán sus hijos, sus nietos por que en el fondo lo que pedirán es que retorne el tiempo adeco, copeyano, que regresen al gobierno – cosa que no van a lograr – Carmona Estanga, Carlos Andrés Pérez y quienes hundieron al país en la ruina …”.

Usted Presidente, repite sin cesar en ese delirio, en esa borrachera ideológica que padece, que soy un traidor, simplemente por que disiento de lo que Usted predica y hace. Aprovecharé pues para definirlo, hacer eco de su discurso “… el reducido grupo de diputados desleales, gobernadores y alcaldes que traicionaron al pueblo… “, que ironía, no podría haber elegido mejores palabras para describirse a sí mismo, ¡Traidor es Usted!. Porque todos aquellos que como yo confiamos en Usted, como alternativa para cambiar el rumbo de este país, lo hicimos para mejorar nuestra calidad de vida, no para vernos envueltos en la miseria económica y humana en la que estamos sumidos, presos dentro de nuestras propias casas, sin trabajo, viviendo en medio de una generación de odios y pugnas ideológicas, que pretende forzarme, contra de mi libre albedrío, a comulgar con un mediocre proceso revolucionario. Esa Revolución Bolivariana, es un torcido concepto suyo, algo con lo cual no comulgo. ¿Y sabe por qué?, porque es alienígena, contraria a la esencia misma del Ser Venezolano y a las expectativas que los venezolanos tenemos de lo que este país y nuestra sociedad deben ser.

Presidente usted me insulta y subestima mi madurez, al insinuar que soy una especie de cretino que puede ser manipulado, que no tengo la conciencia de lo que pasa o de lo que quiero ser. No obstante, Usted tiene razón en algo, “!No Volverán!”, pero le falta algo a su discurso ¡No se quedarán!, ni Usted, ni su séquito de corruptos. Como millones de venezolanos, no soy, ¡Ni de Cuarta, ni de Quinta, soy de Primera!, y en un país y una sociedad de primera, ni Usted ni su alienante revolución tienen cabida.

Usted Presidente, pretendió inducir en mi un dilema ético, de que mis hijos y mis futuros nietos serán mis propios jueces, que me condenarán por ¡ejercer mis derechos constitucionales y ejercer libremente mi libertad de conciencia y mi derecho de disentir!, pero ¿Sabe algo?. Son ellos quienes me obligan a firmar, no porque pretenda, a diferencia de Usted, inducirlos a la fuerza o con un proceso sistemático de manipulación psicológica. No Presidente, ¡ellos me lo exigen!, con lágrimas en los ojos, afectados psicológicamente e insomnes, atribulados por su mensaje inflamatorio, violento, desconsiderado y vulgar. Ellos Presidente, no ven en Usted futuro, lo que ven en Usted es obscuridad, atraso y violencia. Ellos Presidente, están abrumados, moral y psicológicamente, al ver como sus hordas revolucionarias roban más allá de lo imaginable, asaltan casas de familia, atacan sin discriminación niños, madres y ancianos, apalean hombres y mujeres, vejan familias, violan derechos humanos y comenten toda clase de delitos de Lesa Humanidad. Sabe Presidente, ¡Usted será expelido de la Presidencia!, porque los jóvenes venezolanos no ven en Usted sentido de liderazgo. Ellos que nacieron en este país y que quieren vivir, morir y ser enterrados aquí, no lo aceptan. Ellos prefieren morir combatiendo a Usted y su ideología alienígena, que andar trashumando, sin Patria abriéndose espacios en el extranjero. Ellos quieren poner todo su ser, en el desarrollo y engrandecimiento de esta Venezuela, ¡Pero sin Usted!.

Presidente, Usted es un fracasado, incapaz de darle dirección y sentido al que hacer del Gobierno, un individuo que ha malgastado nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestras esperanzas y oportunidades, y muchas de nuestras vidas. Pero el fin de su camino de destrucción esta cerca, y ¡Usted lo sabe! Es por eso que amenaza, que acusa constantemente, que anuncia sus populistas “Misión Robinson”, “Misión Sucre”, “Misión Rivas” y ahora “Misión Miranda”. Con esas manipulaciones, que no son otra cosa que tardías manifestaciones de su desesperación por cambiar la inminente secuencia de los acontecimientos; ¡Usted me vuelve a insultar!, ofreciendo, para comprar mi conciencia, los mendrugos que caen de la mesa de la corrupción que Usted mismo ha servido y promovido. Pero tengo un “fresquito”, no como para “comerme un dulce de lechosa”, pero si, para percatarme que su fin político está cerca. El miedo lo tiene en los ojos, la voz le tiembla, el hedor del pánico lo circunda, ¡Usted lo sabe y los venezolanos demócratas lo sabemos!. ¡El Referéndum Revocatorio lo tiene loco!. Como millones de venezolanos he decidido y tengo la determinación de empuñar una pluma y estampar mi firma, mi apellidos y nombres, el número de mi cédula de identidad y mi huella dactilar para concretar los requisitos legales, para que ejerciendo la Soberanía Política establecida en el Artículo 70 de la Constitución, revocarle su mandato como Presidente de la República.

Pobre de Usted, pretender amenazarnos mostrando hileras de reservistas, ¿Como dijo?, bajo “… el mando del Comandante en Jefe…”, ¿Cree Usted que cincuenta mil reservistas van a ser capaces de evitar su caída?. Usted está encerrado, controlado por la Constitución, y por nosotros, mujeres y hombres, ancianos y jóvenes, pobres y ricos, civiles y militares, decididos a expelerlo de la Presidencia por medios constitucionales y electorales. Usted enfrenta la cruda realidad de ser continuamente abandonado y traicionado por sus lugartenientes tarifados, viendo espantos detrás de cada esquina, viéndose obligado a cancelar sus apariciones en público por miedo, y porque ya no es capaz de atraer a las masas de antaño, teniendo, para satisfacer su enfermizo ego, que pagar para tener audiencia. Hay veces que a pesar de lo mucho que lo detesto, ¡siento pena por Usted!, convertido en el títere y el vasallo de un tirano y genocida como Fidel Castro, un individuo que en el pasado atentó contra la seguridad de Nuestro País. Usted es una desgracia, indigno de pronunciar los nombres de Bolívar, Sucre y tantos Próceres que ofrecieron sus vidas por la Libertad y la Democracia.

Pero por fortuna, ya está al fin de su camino, sometido a la voluntad de los venezolanos, incapaz de salir del laberinto donde Usted mismo se metió. Nos veremos en la calle, Usted con sus hordas asesinas y nosotros con la pluma y la Constitución. Pero le advierto, no se atreva a pasar la Raya Amarilla y romper con los cánones constitucionales que en estos momentos precariamente sustentan su Legitimidad de Origen, ya que la Sociedad Democrática le pasará por encima como un huracán.

Nos vemos Presidente, en las mesas de recolección de firmas, en las urnas, el día del Referéndum Revocatorio y en las cortes nacionales o internacionales, donde será juzgado y sentenciado por sus delitos contra el Pueblo Venezolano.

Con toda mi resolución, Un venezolano, dispuesto a morir, para vivir en libertad y democracia.

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