Comunicado de la Coordinadora en respuesta al discurso de Chávez del 6 de diciembre de 2003
Hace cinco años el país apostó por un
cambio para bien. El país eligió un nuevo presidente creyendo que él
acabaría con la corrupción política, la delincuencia y el hambre. En
un discurso desde el Ateneo de Caracas hace exactamente cinco años, el
6 de diciembre de 1998, el entonces presidente electo nos prometió a
todos un cambio en democracia, paz y libertad. Poco después, el
presidente cambió ese discurso moderado por uno extremista, y las
promesas de cambio democrático fueron olvidadas para tratar de
implantar una supuesta revolución que no ha traído mejoras para nadie
y que sólo ha pretendido concentrar todos los poderes en un sólo
hombre, un hombre por cierto obsesionado con la figuración, los
discursos y la pantalla.
Cinco años después el país tiene derecho a preguntarse: ¿Dónde esta
el "Eje Orinoco-Apure"? ¿Dónde están las nuevas casas y los nuevos
empleos prometidos a los damnificados de Vargas? ¿Existe acaso la
ciudad de los "niños de la patria" en Los Caracas? ¿Funciona, sin que
nos hayamos dado cuenta, una universidad popular en Miraflores?
¿Cuántas familias se han bañado ya en la piscina con olas que
supuestamente queda en La Carlota? Quien se ha beneficiado con los 13
planes de empleo que ha anunciado este gobierno? ¿Que pasó con los
programas de habilitación de barrios, con las "viviendas progresivas"
y con la "construcción de ciudadanía como eje de la construcción de
viviendas"?
Nada de eso ha ocurrido en los últimos cinco años. Por el contrario,
lo que si ocurrió es que durante ese tiempo este gobierno eliminó el
Plan de Alimentación Materno Infantil, PAMI; Eliminó la Beca Láctea y
la Beca de Cereales; Redujo drásticamente el Programa Alimentario
Escolar, el Programa de Dotación de Útiles Escolares y los
Multihogares de Cuidado Diario, y a cambio de todos esos programas el
gobierno nos regaló un antro de corrupción e ineficacia llamado Fondo
Único Social. Por lo que el gobierno dijo que iba a hacer y no hizo,
y por lo que hizo sin haberlo advertido antes, estos han sido cinco
años de embarques, cinco años de irrespeto al pueblo, cinco años de
burla, de manipulación y traición a las esperanzas de los venezolanos
y en especial de los más pobres.
Por eso. Porque hace 5 años el país quería un cambio, porque ese
cambio aun no se ha producido, y porque cinco años es el tiempo justo
que los venezolanos le damos a los gobiernos para que cumplan sus
promesas, es que el pueblo se ha unido para revocar el mandato al
régimen. Los venezolanos seguimos queriendo y buscando el cambio que
necesitamos. Este gobierno representa lo peor del pasado y toda la
incapacidad, o corrupción y violencia del presente. Y este país no
quiere ni el presente ni el pasado, sino que apuesta al cambio que
hace cinco años nos prometieron y no cumplieron: Un cambio en paz,
democracia y libertad. Hacia eso vamos, usando como instrumento el
ejercicio de un derecho constitucional: la activación del Referendo
Revocatorio.
Para activar el Revocatorio, el pueblo reunió más de 3,6 millones de
firmas, un millón doscientas mil firmas más de lo que exige la Ley.
Si el gobierno, que es quien tiene la capacidad técnica y legal de
emitir cédulas de identidad, hizo mal uso de esa capacidad para poner
a firmar indebidamente a unos cuantos de sus activistas con el
propósito de descalificar a todos los firmantes, NO LO LOGRARÁN; Si
el gobierno, que desde hace meses tiene una operación de manipulación
de extranjeros con una DIEX paralela que ha sido denunciada
públicamente hasta la saciedad, ha utilizado a personas extranjeras
para ponerlas a firmar con el objetivo de descalificar así al conjunto
de los firmantes, repetimos que NO LO LOGRARÁN: Justamente para eso
esta el período de trascripción, verificación y validación de las
firmas. Será esa labor del árbitro electoral la que permitirá
detectar tanto los errores legítimos que algún ciudadano pueda haber
cometido, como las trampas que con intención descalificadora haya
introducido el oficialismo. Unos y otros serán descartados por el
trabajo que harán los técnicos del CNE con la ya aceptada
participación de los observadores internacionales, y una vez eliminado
ese "margen de error", que de acuerdo a nuestros controles nunca será
superior al 5 o 7 %, quedará claro ante el país y ante el mundo la
solidez de un hecho fundamental: MUCHAS, MUCHÍSIMAS MAS FIRMAS QUE
AQUELLAS QUE EXIGE LA LEY ESTÁN DEMANDANDO LA ACTIVACIÓN DEL REFERENDO
REVOCATORIO.
Por último, queremos dirigirnos al pueblo chavista, a ese porcentaje
minoritario pero absolutamente respetable del pueblo venezolano.
Queremos decirles que el país sabe diferenciar entre ese sector del
pueblo y las cúpulas corruptas y violentas del oficialismo. El mundo
entero presencia como ese sector del pueblo se comportó de manera
cívica y pacífica durante la primera jornada de recolección de firmas,
y también el país vio como los observadores y testigos del oficialismo
en el ReaFirmazo supieron defender sus posiciones políticas de manera
civilizada y democrática. A ellos queremos decirles que NO LOS
CONFUNDIREMOS con los vándalos que son capaces de decapitar imágenes
de la Virgen María en una plaza pública. NO CONFUNDIREMOS a ese
sector del pueblo con los asalariados de la violencia, ni con los
aduladores del régimen. Por el contrario, con ese sector del pueblo
nos pondremos de acuerdo para construir entre todos, después de la
victoria democrática en el referendo revocatorio, un país reconciliado
y unido, en el que quepamos todos y en el que todos podamos progresar.
COORDINADORA DEMOCRÁTICA DE VENEZUELA
Caracas, 2003.12.07