Recordar una historia simple del
periodismo venezolano; esa que se
forjó en la lucha por el libre acceso
a la información; que el presidente de
la República, que los ministros o
cualquier funcionario atienda a los
comunicadores sociales sin ninguna
distinción, es pertinente en estos
momentos.
El pasado viernes, 27 de febrero, se
repitió lo que ya se ha hecho
costumbre: Un grupo de periodistas de
los medios privados fue colocado de un
lado y aquellos que trabajan en
dependencias oficiales en otro, en el
Hotel Caracas Hilton.
Todos estábamos por lo mismo:
cobertura del G-15.
La división era demasiado evidente
para los delegados allí presentes que
no entendían còmo el presidente en un
país democrático, puede “escoger” a
los periodistas y que así sea
aceptado.
Los periodistas del otro lado
intentamos traspasar la “barricada” y
fuimos empujados y rechazados.
Escuchamos cuando un funcionario de la
Casa Militar dijo: No dejes pasar a la
prensa, es una orden, es una orden.”.
Nos miraba con mucha rabia.
Vale recordar que algunos de aquí y de
allá, nos saludamos, aunque sin hacer
mención a esa frontera, que por ahora
no es una muralla, sino un simple
cordón . Nos hicimos los locos, pero
creo que esto ya es insostenible.
El periodista del Canal 8, muy
emocionado por su “exclusiva”,
preguntó sobre el G-15 y nada sobre lo
que estaba ocurriendo a escasos metros
con la marcha opositora replegada a
punta de bombas, cuyos efectos se
hacían sentir en el salón. En ese
momento recordé a muchos de mis
colegas, esos que hoy están del “otro
lado”, esos que miran con desprecio a
todo aquel que no esté de acuerdo con
su comandante y casi se comportan como
“guardaespaldas”.
Y me vino a la memoria aquellas
marchas cuando hasta éramos recibidos
por una comisión. No recuerdo que se
me haya impedido llegar hasta
Miraflores. Muchos de los colegas que
hoy ocupan altos puestos oficiales se
ganaron el respeto de presidentes,
diputados y funcionarios, de la IV
República no precisamente por hacer
preguntas complacientes. No les
temblaba la voz cuando tenían que
preguntar sus verdades. Ahora todo es
diferente. Al Comandante ni con el
pétalo de una rosa. El derecho al
libre acceso a la información, està
establecido en la Constitución
Bolivariana y paradójicamente nunca
antes en la historia democrática de
este país la información se ha
convertido en“secreto de Estado”. Ni
siquiera existen los “dateros” porque
el funcionario piensa que está
traicionando a su presidente.
Lamento que los periodistas nuevos no
sepan que muchos periodistas
oficialistas no se quedaban callados y
no se autocensuraban, no preguntaban
“bombitas”, no repetían frases hechas
impuestas por un régimen como ocurre
ahora, al contrario seguían adelante,
y se ganaban el respeto de todos. Era
la época en que respetaba a mis
colegas del Canal 8 por su actitud
comedida, pero valiente, que nunca
criticaron a los otros por preguntar,
ni nunca dijeron que el Canal del
Estado era una trinchera para una sola
parcela de la sociedad. Jamás. Cuando
antes se hablaba con un colega, no
importaba si era del MAS, COPEI o AD o
del Partido Comunista. Un solo
objetivo nos unía: luchar por nuestro
derecho a informar y estar informados.
Y cuando me refiero a esto hago
extensivo este criterio hasta los
mismos medios privados en donde se han
librado tantas luchas, sin que por eso
se haya sacado una bandera para el
reconocimiento A mis colegas
periodistas “privados” les recomiendo
que exijan una respuesta, pónganse de
acuerdo para preguntar uno a la vez
para que el funcionario no escoja la
pregunta que más le favorezca; y no
permitan que los traten como si fueran
personas de segunda. Y mucho menos,
dejen que le echen en cara que algunos
colegas chavistas fueron más
periodistas que ustedes, porque muchos
de ellos ya lo dejaron de ser.
Que triste papel les toca interpretar
a algunos en esta historia. Aprendí
periodismo de algunos colegas que
echaron por la borda su esencia y me
da tristeza. Y hoy más que nunca una
de las consignas es: Por un libre
acceso a la Información., no puede ser
más simple y allí deberíamos coincidir
todos. Puedo entender que, desde la
tribuna oficialista, ustedes muchas
veces no pueden indagar más allá de
una respuesta, pero no descalifiquen a
los otros que lo hagan por el simple
hecho de no estar con el “proceso”. Y
cuando hagan sus “análisis” del país
no tomen al pie de la letra las
“líneas” del ministerio de
información, al menos conserven la
forma de cierta independencia.
Algunos lo intentan con dignidad,
otros ni siquiera lo hacen y dejan
florecer un gran resentimiento social
y racial. Y la verdad que me pregunto,
para entenderlos, qué les habrá negado
la vida.
(07/03/04)
http://www.sntp.org.ve/NOTI75.htm