Violación de DDHH, un campo de confrontación 
política
La voz de los organismos internacionales
Gitanjali Suárez Sarmiento- Unión Radio 
La comunidad internacional siempre ha sido 
sensible al tema de los derechos humanos. Así lo 
demuestra la multiplicidad de organismos que se 
encargan en el mundo de vigilar el respeto a las 
garantías fundamentales de las personas. 
En esta ocasión, al tener noticia de los hechos 
violentos que ocurrían en Venezuela, varias de 
estas organizaciones fijaron posición a través de 
comunicados. 
En primer lugar, la Comisión Interamericana de 
Derechos Humanos de la Organización de Estados 
Americanos expresó su "preocupación por los graves 
hechos de violencia" y pidió al gobierno "que 
respete las garantías procesales y los derechos 
fundamentales de las personas detenidas durante 
las recientes manifestaciones".
La CIDH dijo que el Ejecutivo "tiene el deber de 
mantener el orden público dentro del marco de los 
instrumentos nacionales e internacionales sobre 
derechos humanos", a la vez que señalaba que la 
Guardia Nacional y la Disip habían hecho "uso 
indebido de la fuerza". Igualmente pidió la 
protección necesaria para los trabajadores de los 
medios de comunicación. Y aseguró que haría 
seguimiento a la evolución de los hechos. 
En un segundo comunicado fechado en Washington el 
12 de marzo, la CIDH se dio por notificada de los 
"los graves hechos de violencia ocurridos en las 
manifestaciones llevadas a cabo desde el 27 de 
febrero al 1 de marzo de 2004" y reiteró su 
llamado a la pacificación y a la preservación de 
la democracia y el Estado de Derecho en los 
términos de la Convención Americana y de la Carta 
Democrática Interamericana, "ya que únicamente a 
través del diálogo y del respeto al sistema 
democrático, se podrá encontrar respuesta a la 
difícil situación que atraviesa el pueblo 
venezolano".
Polémico informe de la CIDH
El 18 de marzo la CIDH publicó su informe sobre la 
situación de los derechos humanos en Venezuela 
sobre la base de datos recabados antes, durante y 
después de una visita a Venezuela, realizada a 
petición del presidente Hugo Chávez en mayo de 
2002. Este documento molestó al gobierno nacional 
porque allí se afirma que en el país hay 
"preocupantes signos de fragilidad institucional".
Para el organismo adscrito a la OEA, "una 
democracia débil (...) no permite una vigorosa 
defensa de los derechos humanos", por eso instó al 
gobierno y demás factores políticos del país 
"continúen demostrando voluntad política para 
buscar soluciones a los serios problemas de 
derechos humanos que afectan a los habitantes del 
país".
El agente del Estado venezolano en materia de 
derechos humanos, Fermín Toro, dijo que en la CIDH 
se estaría preparando "elementos de juicio para 
pretender hacer responsable de supuestas 
violaciones de derechos humanos al Gobierno 
venezolano, en complicidad con bufetes de abogados 
privados".
La misión permanente de Venezuela ante la OEA 
también replicó al informe y acusó a la CIDH de 
estar parcializada a favor de la oposición. "La 
metodología utilizada por la CIDH para elaborar el 
informe, privilegió información proporcionada por 
factores políticos de la oposición y sectores de 
la autodenominada sociedad civil que propiciaron 
el golpe de Estado en Venezuela. La información 
suministrada por el Estado venezolano, por el 
contrario, fue totalmente desestimada".
Y el 28 de marzo en su acostumbrado programa 
radial Aló Presidente!, el jefe de Estado, Hugo 
Chávez llamó fariseos hipócritas a los miembros de 
la CIDH, "nos reímos de la CIDH y la denunciamos 
como fariseos".
En síntesis, el documento se publicó en medio de 
un ambiente convulsionado por las consecuencias 
que dejaron las violentas manifestaciones a partir 
del 27-F y eso incidió en la percepción de la 
comunidad internacional.
Amnistía Internacional
El primero de marzo Amnistía Internacional 
solicitó al gobierno evitar el uso de la fuerza y 
de armas de fuego en las manifestaciones y lo 
exhortaban a ser garante de la seguridad de todos 
los actores sociales para evitar una espiral de 
violencia.
"Las autoridades deben asegurar la protección de 
los derechos humanos de todos los ciudadanos en el 
clima político cada vez más violento que rodea la 
decisión del Consejo Nacional Electoral", dijo en 
un comunicado la ONG de derechos humanos con sede 
en Londres.
"Hubo acusaciones sobre el empleo excesivo de 
fuerza, en particular por la GN, organismo que 
vigilaba las manifestaciones, algunas de las 
cuales se tornaron violentas. Unidades de 
inteligencia militar y de civil también habrían 
participado en la vigilancia. Según se informa 
hubo un número de detenciones de partidarios de la 
oposición durante estos actos en diferentes partes 
del país. Amnistía Internacional pide a todos los 
funcionarios policiales cumplir con las normas 
internacionales sobre el empleo de la fuerza y las 
armas de fuego en las manifestaciones, manteniendo 
el orden público y evitando el abuso de los 
derechos humanos. La organización también pide a 
las autoridades asegurar el respeto de los 
derechos de cualquier persona detenida". 
Human Rights Watch
En una conversación con el diario El Nacional 
publicada el domingo 14 de marzo, el director de 
la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, 
aseguró que hubo violación de derechos humanos en 
los hechos del 27-F de este año. 
"Indudablemente que se han producido graves 
violaciones de los derechos humanos. Hay 
testimonios y evidencias incuestionables de 
torturas, malos tratos de todo orden, palizas y 
vejaciones a numerosos detenidos cuyos autores son 
efectivos de la Guardia Nacional. Ha habido uso 
excesivo de la fuerza. Hay al menos 9 muertos en 
hechos que pueden atribuírsele directamente a los 
agentes del Estado, y que no pueden quedar en la 
impunidad", dijo en ese entonces. 
Sobre los mecanismos de tortura que se 
implementaron, Vivancos dijo que han recibido 
"testimonios creíbles de personas que han sufrido 
torturas eléctricas, quemaduras, tratos crueles e 
inhumanos a los detenidos en el momento de la 
detención o el vehículo que los transportaba al 
lugar de detención". Semanas después, Vivanco 
envió una misiva al presidente Chávez con el 
informe de los casos de torturas que ellos han 
procesado y lo instó a que se realice una 
investigación objetiva.
Otros organismos 
El O5 de marzo, la Sociedad Internacional para los 
Derechos Humanos y la Fundación Andrei Sajarov 
emitieron un comunicado donde dejan clara su 
posición al respecto y llaman al presidente Hugo 
Chávez "aspirante a caudillo totalitario". 
"Ante la más reciente oleada de crímenes contra la 
población civil venezolana, que reclama respeto a 
la institucionalidad democrática, perpetrados por 
el nuevo aspirante a caudillo totalitario, Hugo 
Chávez, nuestras organizaciones de derechos 
humanos expresan su más firme condena y hacen un 
llamado a la opinión pública internacional para 
que rechace de manera categórica este retroceso 
hacia la barbarie que, bajo la influencia directa 
de los mandos estalinistas capitaneados por Fidel 
Castro desde La Habana, amenaza con someter a toda 
la sociedad venezolana a la debacle y al 
sojuzgamiento tiránico".
El 22 de marzo, el Centro por la Justicia y el 
Derecho Internacional (CEJIL, por sus siglas en 
inglés, la organización litigante que lleva 
adelante la mayoría de los casos venezolanos ante 
la CIDH y la Corte de San José) aseguró que hay 
signos preocupantes sobre la vigencia del Estado 
de Derecho y la institucionalidad democrática en 
Venezuela.
El CEJIL apoyó el informe que publicó la Comisión 
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y 
sostuvo que "cobra una significativa relevancia, 
ya que otorga valiosas herramientas al actual 
gobierno, a otras instituciones estatales y a la 
sociedad civil en general para superar la crisis 
que vive el país".
http://www.unionradio.com.ve/Especiales/EspecialSubTitulo.aspx?SubtituloId=43