Quinto Dia
Inteligencia Coorporativa
Centro de Control - NUEVA YORK
En seguimiento de la tendencia impuesta por
el presidente Chávez de asociar la crisis
política venezolana con un conflicto bélico,
nada describe mejor el resultado de los
reparos que la cita que hace Manuel
Caballero de Churchill cuando enjuicia el
triunfo soviético en Stalingrado (y el
británico en El Alamein): “No es el final,
no es incluso el comienzo del final, pero
quizás el fin del comienzo”. No obstante, el
triunfalismo ha prevalecido en algunos
espíritus con frágil memoria que olvidan que
en este proceso de recuperar espacios se ha
prolongado y se prolongará en virtud de
colosales errores de acción y de omisión. Es
tiempo de riesgos. Los riesgos que deben
correr los políticos no tiene fórmula o
récipe para un éxito seguro. La inspiración
a veces conduce a un contratiempo o a un
revés. Pero correr riesgos dice mucho del
carácter y la personalidad de un político
cuando la decisión está respaldada por la
racionalidad y la información, no por el
aventurerismo, la temeridad o la simple
audacia. Quien no corre riesgos no gana
nada, dice la sabiduría popular. ¿Corrió
riesgos Teodoro mientras se mantuvo, con la
templanza de un monje tibetano, en el centro
de la turbulenta disputa? Por supuesto que
sí. Sabemos que Teodoro es la
personificación y la esperanza de un
proyecto político que para algunos Chávez
destruyó y para otros sólo está derribado en
la lona. Durante el curso de esta
trayectoria no siempre recibió los elogios
que las recientes circunstancias lo han
acompañado.
El precio de arriesgar
¿Corrió riesgos Enrique Mendoza? Por
supuesto que sí. Con la información que se
disponía y los antecedentes del presidente
Chávez nadie podía predecir con certeza el
resultado de los reparos. Hoy algunos que
reclaman para el líder mirandino una corona
de laureles que no siempre estuvieron
dispuestos a ofrecerla en momentos
cruciales. También corrieron riesgos Andrés
Velásquez y Antonio Ledezma cuando
manifestaron su público desacuerdo con los
reparos. ¿Corrió riesgos Henrique Salas
Römer cuando propuso rechazar los reparos?
Sin duda. Otros se replegaron y no apostaron
o lo hicieron en una oportunidad más
conveniente. Pero todavía quedan muchos
riesgos por correr que pondrán a prueba el
temple de líderes con ansias de futuro. La
fecha acordada por el CNE para el 15 de
agosto es un riesgo. Con todos los sórdidos
antecedentes del consorcio SBC-Bizta, las
elecciones automatizadas, aun si se acordara
la auditoría, es un riesgo que desafía todas
las leyes de la física y el estándard
internacional aceptado para unas elecciones.
Después de Stalingrado y El Alamein, la
oposición tendrá que desembarcar en Sicilia,
liberar a Roma, invadir Normandía, recuperar
Polonia, los Balcanes, liberar París,
resistir la enorme contraofensiva alemana de
Las Ardenas, para finalmente llegar a
Berlín. Una mala noticia para los
triunfalistas: cada una de estas operaciones
implica enormes riesgos.
Riesgos de riesgos
La teoría de riesgo en las ciencias
actuariales, como lo sabe un vendedor de
seguros, enseña que estos tienen diferente
valor, crédito, ocurrencia y el precio
depende de una serie de variables. Así es en
política. En la pública disputa que se
inició inmediatamente después que el CNE
convocó a reparos, surgieron dos posiciones
contrapuestas: la de Henrique Salas Römer
que la rechazaba y la de Pompeyo Márquez que
proponía negociar con el CNE bajo el
discutible argumento de que “político que no
negocia no es político” (Roosevelt,
Churchill y Stalin no negociaron con Hitler).
En septiembre de 1938, Churchill propuso que
la presencia del Ejército de Alemania en
Checoslovaquia debería responderse con una
declaración de guerra. El 28 del mismo mes,
Chamberlain solicitó al Parlamento aceptar
la propuesta de Hitler de negociar
Checoslovaquia con otras tres potencias, con
exclusión del país despojado. Sólo tres
parlamentarios votaron en contra de
negociar, Harold Nicolson, Anthony Eden y
Winston Churchill. A estos dos últimos el
destino les tenía reservado el premiarato de
la Gran Bretaña. Cuestión de riesgo. Hubo
que esperar todavía un año, hasta que Hitler
invadiera a Polonia para que el Parlamento
británico tomara la varias veces diferida
decisión de enfrentarlo. Aun así no hubo
unanimidad. Halifax, ministro del Exterior,
entre otros, era partidario del absurdo de
seguir negociando con Hitler para dispensar
a Gran Bretaña de la obligación de
enfrentarlo.
¿Son equivalentes los riesgos quecorrieron
Salas Römer y Pompeyo Márquez? Salas Römer
no ha ocultado su aspiración presidencial,
tiene el capital político de haber
confrontado a Chávez en las elecciones de
1998, trayectoria parlamentaria y la
elección en dos oportunidades como
gobernador de unos de los estados más
importantes del país. Un capital político
nada desdeñable. Unos veinte años mayor que
Salas Römer, Pompeyo Márquez es respaldado
por una meritoria carrera política, pero el
precio no es el mismo si ambos son somesados
a la luz de la teoría del riesgo.
Lo mismo se podría decir del riesgo que
corrió Enrique Mendoza comparado con el de
Antonio Ledezma. Apesar de que Mendoza no ha
definido su aspiración presidencial, otros
lo han hecho por él y en el más obvio de los
casos su riesgo es su indiscutible derecho
de ser reelecto como gobernador de Miranda.
Tampoco es posible colocar en una misma
balanza el riesgo que corrió Andrés
Velásquez y el que corrió Alberto Quirós
Corradi. No dudamos en reconocer el acierto
de su escogencia como negociador, pero su
apuesta, cualquiera que sean sus
aspiraciones políticas, fue eso que los
gringos llaman una decisión win/win. De otro
valor, lo cual explica su ostensible
cautela, fue también el riesgo que corrió
Felipe Mujica. Esta semana habló de riesgos.
De manera que tratándose de riesgos nadie
puede disputarle el crédito y el valor a las
decisiones de Henrique Salas Römer, Enrique
Mendoza y Teodoro Petkoff. Pero, como
dijimos al principio, todavía quedan muchos
riesgos que correr antes de llegar a Berlín.
Ahora es cuando se van a poner a prueba los
que corren el riesgo de no correr riesgos,
como se dice en gerencia.
BIG BEN
**Un actual ministro estaba encargado por el
MVR en 1998 de una organización denominada
UNEPAD (Unidad de Estrategia y Padrón
Electoral). El joven Eduardo Correia, hoy
dueño de la pequeña Bizta, era entonces un
estudiante de ingeniería y computación de la
Universidad Simón Bolívar que demostraba su
inclinación por los secretos binarios en el
Grupo de Inteligencia Artificial (GIA) de
esa institución. UNEPAD tenía a su cargo el
monitoreo de la elecciones y adelantar los
pasos necesarios para explotar el desorden
del CNE en provecho de la revolución en
ciernes. Al ministro nombrado lo acompañaban
Nelson Merentes y Omar Montilla. Los
resultados del kino electoral le dieron a
Merentes vara alta y en las primeras de
cambio llegó al gabinete; Finanzas, Ciencia
y Tecnología, Economía Social. Omar Montilla
trabajó con Merentes en el Congresillo,
particularmente en la reorganización de
notarías y registros, y más tarde fue
designado director general sectorial de
Registros y Notarías del Ministerio de
Justicia. En el ejercicio de este cargo,
Omar Montilla designó a la hija de J. V.
Rangel, la abogada Gisela Rangel Ávalos,
titular del Registro Mercantil Quinto,
precisamente donde se registra la inversión
de la Sociedad de Capital de Riesgo (SCR) de
Foncrei en Bizta, inversión que está
representada en su junta directiva por Omar
Montilla, ahora funcionario de Ciencia y
Tecnología, territorio de Merentes. La
dependencia de Eduardo Correia con los
chicos de Smartmatic, Antonio Mujica y
Afredo Anzola, la explica él mismo en un
correo que envía a una publicación de
Internet.
**EDUARDO CORREIA describe a Bizta como “una
pequeña empresa venezolana, fundada por mí
en el año 2000 para desarrollar nuevas
tecnologías de software…”. “Cuando fundé la
empresa, presenté mi tecnología a dos
prestigiosos ingenieros venezolanos”
(Antonio Mujica tenía 23 años y Alfredo
Anzola 25 años, nació el 11-10- 74; nota
nuestra), “que ya tenían renombre en el
medio tecnológico internacional por ser los
fundadores de Smartmatic Corp. y haber
desarrollado formidables programas de gran
utilidad para las empresas y los
consumidores. Ambos quedaron muy satisfechos
con mi propuesta técnica y me aportaron su
apoyo con una inversión minoritaria…”.
“Luego de varios años de trabajo y
desarrollo, en busca de nuevos apoyos y
financiamiento, presenté el proyecto Bizta a
varios organismos…”. “De estos, Foncrei se
interesó en nuestros proyectos a principios
del 2003, y aprobó un crédito de 300
millones de bolívares con garantía del 28%
de las acciones de la empresa, toda vez que
incluye una obligación de recompra por parte
de Bizta, por un monto igual al capital más
unos intereses”.
¿Alguna duda de por qué el eslogan de
Smartmatic es: “Todos conectados”?
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