David y Goliat en París
Dos venezolanos visitaron Paris
la semana pasada, el presidente Hugo Chávez, quien por segunda vez en lo que va
de año, llego a la ciudad luz con Airbus privado y gran séquito. El otro vino
solo, pagándose el pasaje de su propia pecunia, y sin saber si a última hora le
impedirían viajar mediante cualquier recurso legal porque se le sigue juicio
nada menos que por traición a la patria. El nombre de este caraqueño es
Alejandro Plaz.
Plaz no es político sino un ingeniero que en 2002, preocupado por el deterioro
de la democracia venezolana, dejo en suspenso su exitosa carrera como consultor
y el proyecto de tomarse un placentero año sabático en Francia, para fundar con
un grupo de jóvenes profesionales, Súmate. Una asociación civil que concentra
toda su actividad en la vigilancia del sistema electoral venezolano, con el
objetivo de garantizar transparencia y apego a legalidad en el del ejercicio del
voto, actualmente es la ONG mas grande e influyente del país, agrupando a mas de
30 mil voluntarios.
Plaz, presidente de Súmate, se reunió con políticos, instituciones oficiales,
ONGs y periodistas, también dio una conferencia titulada “El Estado de la
Democracia en Venezuela” en la prestigiosa escuela de Ciencias Políticas de
Paris.
En conversación privada con un grupo de venezolanos residentes en Paris, Plaz
confeso que entre todos los países que le ha tocado visitar como parte de la
actividad internacional de Súmate, Francia ha sido el terreno mas difícil que ha
encontrado para exponer sus puntos de vista porque la mayoría de las personas
con la que se entrevisto tenían un idea mas bien positiva de la Revolución
Bolivariana.
Mientras Alejandro Plaz se esforzaba por hacerle entender a los franceses el
retroceso que ha sufrido la democracia venezolana desde 1998, apoyándose en un
expediente publicado recientemente en el que Súmate exponen los hechos que han
dado al traste con el sistema electoral, los partidos, el equilibrio de poderes
y la independencia del poder judicial en Venezuela, Hugo Chávez era recibido con
honores especiales en la cuna de la Declaración de los Derechos del Hombre.
En materia de negocios la visita de Chávez despertó tantas expectativas que mas
de cien empresas ( un record en Francia) pidieron participar en el encuentro
organizado por la MEDEF (Fedecamaras francesa) con el. En una reseña de prensa
que describía la visita como una historia de amor entre Jacques Chirac y Hugo
Chávez, pudimos leer: “pero no hay historia de amor sin prueba de amor, y
Jacques Chirac esperaba una en nombre de Total. La petrolera francesa pensaba
haber obtenido un nuevo contrato de explotación en país sudamericano, la etapa
siguiente de Sincor I, ya firmado. Pero pocos días después en Caracas, todo se
fue a pique, Total fue acusada por el gobierno venezolano de no respetar sus
compromisos. En Caracas, un ejecutivo de la corporación se lamentaba, diciendo
que cuando Total pensaba tener asegurado Sincor I y II, la realidad es que esta
luchando por guardar ambos contratos.
El periodista e historiador Alexandre Alder, fue el único que alzó su voz contra
la acogida que le dispenso el gobierno francés al presidente venezolano,
comparándola con las que en tiempos pasados se le otorgaban a los reyes que
venían de exóticas y ricas tierras lejanas. En su comentario radial del 21 de
octubre en France Cultura, explico que era muy fácil para el gobierno francés
hacer a Chávez rey por un día, ya que se trata de un personaje que fastidia a
los estadounidenses y ataca la mundialización. Así, agregó, “Francia puede
expresar una vez mas sus humores antiamericanos, sin importar que Chávez sea un
personaje oscuro del que no se conocen ni su programa, ni sus objetivos”. Adler,
describió a Chávez como un cruce entre Perón y el Ché Guevara que desde que
protagonizo un golpe de estado en 1992 viene tratando de acabar con la
democracia venezolana”.
Addler dijo que “lo mas lamentable es que esto ocurra precisamente en Venezuela,
un país que desde comienzos de la década de los cincuenta (tal vez gracias a su
petróleo, pero también a causa de la excelencia de su clase política) se supo
poner a la cabeza del movimiento de democratización del continente, con la
emergencia de un líder de primer plano como Rómulo Betancourt, del que no puedo
sino decir cosas buenas, en la misma medida que de Chávez, sólo puedo decir
cosas malas”.
Dos venezolanos pasaron por Paris, uno avasallo y se impuso con el poder que da
el petróleo. El otro, discreto y gentil, vino buscando solidaridad para una
causa justa, que es la misma de todos los venezolanos que añoramos reestablecer
la convivencia política en Venezuela, no obstante, encontró bastante reticencias
ideológicas en su camino. Pero no hay duda de que con el tiempo, como en el
famoso relato bíblico, David que representa la inteligencia, triunfara contra la
fuerza. Entretanto los venezolanos enfrentamos solos a nuestro Goliat. Pero como
a todos los pueblos, al venezolano le sobra creatividad e imaginación para el
desafió y Súmate es buen ejemplo.