EL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES MORATINOS SE COMPROMETE A ORGANIZAR UN SEMINARIO SOBRE VENEZUELA
El pasado martes 13 de junio, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, el senador por Bizkaia, Iñaki Anasagasti le preguntó al ministro de Asuntos Exteriores español si estaba dispuesto a hacer algo en relación con las elecciones venezolanas del 3 de diciembre.
El ministro se comprometió a ello. Estas fueron sus importantes palabras:
Por el Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos, tiene la palabra su portavoz, el senador Anasagasti.
El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, señor presidente.
Señor ministro, este debate se une al que celebramos hace muy pocas fechas en la Comisión de Asuntos Exteriores, aunque en esta ocasión se ha explayado usted mucho más en su política respecto a América Latina.
Hoy hemos aprobado en el Senado, tras un acuerdo entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y esta Casa, el envío de una comisión de observación ante las elecciones mexicanas.
Ha puesto usted sobre la mesa la información de una serie de contiendas electorales que se van a ir desarrollando de aquí a fin de año y que van a ser claves, porque la política latinoamericana que usted ha expuesto, manifestada en la idea, con la que estamos de acuerdo, de que América Latina emerja como protagonista político, con todas sus consecuencias, necesita gobiernos solventes y democráticos, asentados en la voluntad popular.
Somos conscientes de que una observación electoral no se agota en un solo día, en un solo viaje con una visita a dos o tres colegios electorales. Se debería hacer un seguimiento de lo que viene sucediendo en esos países, sobre todo respecto a cómo se preparan las elecciones y si existe abuso de poder por parte de los gobiernos existentes y sus candidatos, si los consejos electorales son democráticos o no y si la opinión pública tiene acceso a los medios de información. Así las cosas, no sabemos lo que va a ocurrir en México pero sí lo que ha sucedido en Perú.
También ha hecho usted alusión a las distintas iniciativas de tipo intergubernamental que se están preparando y respecto a todas ellas ha puesto una pequeña objeción. En concreto, ha hecho referencia a Venezuela.
Ya sabe usted que yo también tengo mi monotema. Uno puede ser persona muy voluntariosa, pero, si tiene una piedra en el zapato, no va a poder avanzar ni diez metros en política. Nosotros pensamos que un sistema electoral como el venezolano, que en estos momentos está preparando la reelección del presidente Chávez, va a condicionar mucho la política latinoamericana en los próximos seis años. Es un dato que el presidente Chávez lleva gobernando Venezuela durante siete años y piensa perpetuarse otros seis y otros seis y otros seis. Yo no soy nada partidario de los militares en el poder. Prefiero el peor de los gobiernos civiles que el mejor de los gobiernos militares. Pero la situación está como está.
No voy a injerirme en los asuntos internos de Venezuela, pero como puede haber una invitación para la observación electoral de este país, ya que tenemos como precedente el haber observado las elecciones legislativas el pasado 4 de diciembre, hago un seguimiento de lo que está ocurriendo allí. Hay una cuenta atrás que va a mucha velocidad, y aunque ahora todo el mundo está distraído con los Mundiales de fútbol y dentro de poco con las vacaciones, nos colocamos en septiembre y las elecciones serán en diciembre. Hay también una especie de angustia en los demócratas venezolanos que ven que se está consolidando un estado de opinión de resignación y hay un intento muy importante de tres rectores de tres universidades solventes, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Católica Andrés Bello, que han querido hacer una especie de auditoría seria del sistema electoral venezolano y que están padeciendo todos los inconvenientes del mundo porque se quiere, de alguna manera, aguar su trabajo con el planteamiento de otras universidades vinculadas al Ministerio de Educación chavista venezolano que están tratando que no se haga una auditoría y que se pueda presentar ante la opinión pública el sistema electoral venezolano como algo solvente, predecible y comprobable.
Esta misma semana ha habido una noticia, que no sé si usted conoce, según la cual el directorio del Consejo Electoral Venezolano aprobó invitar a los observadores internacionales a concurrir a los comicios presidenciales fijados para el 3 de diciembre cuando se elegirá al jefe de Estado para el venidero sesenio.
Un comunicado emitido el 8 de junio ha señalado la aprobación del cronograma de discusión de las propuestas presentadas por los candidatos y organizaciones políticas participantes en las conversaciones realizadas en la sede del Consejo Nacional Electoral. Según la fuente, el programa agrupó los temas en tres fases. La primera de ellas hasta el 15 de junio abarcará todas las propuestas relativas al registro electoral e incluyen auditorías, financiamiento y aspectos legales. En la segunda etapa del 15 al 30 de junio -todavía estamos en ella- se discutirán los temas de automatización, normas y regulación de la campaña electoral y centros de votación al igual que las normas de propaganda y publicación entre otros. El último período durará del 1 al 15 de Julio para analizar temáticas referidas a la seguridad del proceso y al papel del Plan República que incluye la participación de efectivos de la guardia nacional y policiales para cuidar el orden público.
Con esto quiero decir que, de alguna manera, se ha cumplido la observación que una delegación de las Cortes Generales, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos solicitaron al Gobierno venezolano. Pero nosotros estamos ausentes de todo eso. Señor ministro, a pesar de que usted me puede decir, y con razón, que soy monotemático en este asunto, sé la importancia que tiene Venezuela para todos esos planes de los que usted habla, de la emergencia del espacio iberoamericano como gran protagonista en la escena internacional y, sobre todo, de esa lucha contra la pobreza y el descrédito de las instituciones democráticas que va a tener lugar con unas elecciones que no sabemos si van a ser viciadas o no en Venezuela.
Le vuelvo a repetir lo que le solicité en la última comparecencia que tuvo usted aquí en esta casa en relación al seguimiento que hay que hacer de esos asuntos. No me extralimito, simplemente cojo las palabras que usted en su día nos puso encima de la mesa sobre la importancia que tienen los sistemas electorales, la limpieza de ellos, el acceso a los medios de comunicación, el debate libre de ideas y, sobre todo, un sistema electoral independiente y predecible.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Anasagasti.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé):
Al senador Anasagasti debo decirle que me alegro de que haya sido aprobada el envío de una comisión de observación electoral a Méjico. Fue una petición que nos hizo el propio Gobierno mejicano no sólo a título nacional, sino para que también ejerciésemos influencia a nivel europeo, ya que consideran que van a ser unas elecciones muy reñidas, muy disputadas y cuanta más observación internacional esté presente para garantizar los resultados mucho mejor, pues la opinión de los observadores internacionales darán la necesaria seguridad jurídica al resultado de los comicios.
No creo que su señoría sea monotemático. Conozco su preocupación por Venezuela y, como antes he señalado al senador García Carnero, Venezuela es importante en la arquitectura general latinoamericana. Sabe cuál es mi posición, la he expresado en varias ocasiones; lo que tenemos que hacer es involucrarnos todos: Gobierno y Parlamento para mejorar y garantizar que el sistema electoral venezolano pueda desarrollarse con las máximas garantías, con la serenidad y sobre todo con la confianza de todos los actores políticos venezolanos y de la comunidad internacional.
Considero que el cronograma que ha leído ya empieza a ponerse en marcha. Sería importante movilizarnos; el Gobierno y este ministerio están dispuestos a ayudarles en cualquier iniciativa sea positiva para ir precisamente solicitando a las autoridades venezolanas que haya plena transparencia y buena colaboración en el establecimiento de lo que será el consejo electoral venezolano y todo el proceso electoral. Cuanto antes nos movilicemos mejor; si hace falta hacer algún tipo de gestión diplomática se hará, pero necesitamos contar con el apoyo de todas sus señorías. Este ministerio está dispuesto no sólo a nivel nacional, sino también europeo, a movilizar a todos aquellos para que en esos comicios fundamentales y esenciales del mes de diciembre, esas elecciones presidenciales se celebren con la mayor garantía y plena transparencia y cuenten con la máxima participación y garantías para dar plena seguridad a los ciudadanos venezolanos.
Sé que a veces hemos abordado la posibilidad de celebrar y de convocar algún tipo de seminario en Madrid con todas las fuerzas políticas venezolanas para animarles a este proceso electoral. El Gobierno podría apoyar esta iniciativa; se podría celebrar a principios de otoño y, junto al Senado -si asume esta iniciativa-, el ministerio podría facilitar la celebración de este seminario, que podríamos patrocinar y ayudar al diálogo, a la comprensión y al entendimiento entre las distintas fuerzas políticas venezolanas. Todo esto sin renunciar a lo que es la propia observación electoral y vigilancia de los mecanismos del proceso electoral para que éste cuente con la mayor garantía y seguridad necesarias.