CARTA
ABIERTA A LOS CIUDADANOS VENEZOLANOS I
RENDICIÓN
DE CUENTAS
OTRO
GENERAL EN SU LABERINTO
Desde Julio del 2007 el
ambiente político nacional se ha visto impactado por la presencia del
General en Jefe (Ej.) Raúl Isaías Baduel, quién, de una manera activa y
frontal, ha retado públicamente a su compañero de rebelión, cuestionando su
administración y excesos en el poder. Ayer, 16 de junio, le observamos en
cadena nacional en una dramática exposición en la que advierte al país sobre
la trayectoria y peligros de la administración del presidente Hugo Chávez
Frías, sin olvidar igualmente que él fue su Ministro de
Antes les sucedió a
muchos, sin duda que también vendrán otros con idéntica o peor situación.
Graves y violatorios eventos ocurrieron mientras él fue gobierno y máximo
jefe de
¿Qué debemos conocer? y ¿qué no podemos
olvidar?
En lo
personal, en sendas oportunidades en que fui invitado a los medios de
comunicación (RCTV
y GLOBOVISIÓN),
a raíz de conocerse públicamente la nueva posición del General en Jefe
Isaías Baduel (se sabe que hubo intensas y repetidas conversaciones previas)
hice el análisis de su conducta y actitud asumida desde el punto de vista
exclusivamente militar. Lógicamente, sustenté como militar también mi
opinión sobre su errática y muy comentada posición política como militar
activo, y luego sus marcadas y confusas diferencias desde la situación de
retiro[1].
El análisis político que también hice, era y sigue siendo otro, la
estrategia a seguir lo dictaba el tablero estratégico de la situación
política, sus diferentes actores, y el objetivo, todo ello, dentro del
pragmatismo que enriquece al análisis político no sesgado.
Algunos opinadores, y
otros grupos de interés favorecidos políticamente con su posición,
comentaron con cierta sorna y ligereza que Mario Iván Carratú Molina tenía
algo muy personal contra Raúl Baduel, o que era presa de sentimientos
encontrados en su contra. Desmiento absoluta y totalmente. Mi actuación,
primero como militar y ahora como ciudadano, ha sido coherente con mis
principios y jamás preñada de intereses desmedidos y mucho menos en
perjuicio de la sociedad. Nada oportunista y mucho menos saltimbanqui de
agrupaciones políticas.
Reiteré en privado, cuando fui requerido, que la única
información que pude manejar y comprobar sobre su persona y desempaño
militar[2],
fue la que se derivó de la “chucuta y
alcahueta investigación” en la cual se le identificó como parte activa y
responsable de la rebelión militar, (1983-1992). Fue conocido, además, que
desde los mandos militares de entonces se intentó tapar, ocultar,
proteger y manejar a quienes eran rebeldes militares y sujetos a sanciones
por el delito de rebelión. Nunca tuve relación de trabajo directa o
indirecta, y desconozco además su trayectoria profesional como oficial del
ejército. Entonces se hizo denodado esfuerzo para ocultar y proteger a
connotados ciudadanos que eran igualmente parte activa de esa y otras
rebeliones para tomar el poder (ellos saben que yo lo sé).
Es preciso marcar una gran diferencia entre ambos oficiales: el General en
Jefe Raúl Isaías Baduel, era miembro de una conspiración civil y militar
desde 1983. Contrariamente, al Vicealmirante Mario Iván Carratú Molina, en
sus funciones como Jefe de la Casa Militar, le correspondió la defensa y
protección del Presidente Constitucional de la República antes, durante y
posterior a los eventos del intento de asalto al poder en la noche del 3 y
madrugada del 4 de febrero del 1992[3],
de la cual el actual General en Jefe y muchos otros generales y subalternos
entonces eran una parte comprometida
de un “complot”
junto con muchos civiles demócratas.
Debo insistir que los
argumentos que esgrime el General en Jefe son absolutamente válidos, pero
que en mi criterio y principios son absolutamente extemporáneos. Sin
embargo, hay que exigir al referido general que responda de sus actos, y la
recomendación para que concrete las denuncias de todo lo que vio, escuchó y
avaló como oficial en los mas altos cargos de la jerarquía militar, entre
ellos como Comandante del Ejercito y Ministro de
Lo sustantivo y
necesario para la salud republicana y de la democracia, es dejar claro y
transparente su actuación, pero no en un monologo televisivo. Lo deseable
como ciudadano, y a eso lo exhorto, es:
Que acuda ante los tribunales del país, con la sustentación y documentación
que posee, avalada por su gestión, y formule las denuncias, no sólo de lo
que le acontece a él, sino lo más importante, que es todo cuanto conoce de
como fueron violadas las leyes y como se desnaturalizó, politizó y destruyó
la institución para la defensa de
Eso es lo que realmente
considero debemos exigirle al General en Jefe Isaías Raúl Baduel, como
prueba fehaciente de su honor, para su exoneración (al costo jurídico que
sea necesario). De este modo se ganaría la confianza y respeto ciudadano.
El General en Jefe Raúl
Isaías Baduel, en su reiterado discurso para salvar a Venezuela, debe
desembarazarse de la percepción que lo identifica como un trapo rojo del
gobierno, que podría ser una repetición más elaborada de Arias Cárdenas. O
que finalmente pueda ser un ardid de grupos políticos en la oposición para
capitalizar su imagen y grado militar para un después. Uno solo de ellos, o
su combinación, afecta poderosamente su credibilidad. A titulo de
recomendación, debe dar muestras fehacientes que lo acompaña la sinceridad y
la humildad al reconocer sus errores y purgarlos de una manera más
convincente. Sobre todo por el de desprestigio, rechazo y desconfianza que
sobre la institución militar expresa agriamente un basto sector de la
sociedad, que ha sido y continua siendo, objetivo militar del gobierno, sólo
por pensar diferente y rechazar el “Patria,
Socialismo o Muerte”, argumentación o pretexto ideológico que fue
rechazado por más del 65% de la población.
Los venezolanos exigimos demostraciones palmarias, que
den respuesta a todas nuestras interrogantes en lo político, y en lo
particular sobre las fuerzas armadas y su apego a la constitución. Como un
ejemplo clásico y patético podemos resaltar la increíble conducta de actores
y partidos políticos de la oposición, que siguen anteponiendo sus intereses
personales y grupales a los de los ciudadanos, en estos tiempos en los
cuales se perdió la democracia, hay ausencia de estado de derecho, la
corrupción y la mentira campean, se irrespeta al ciudadano, hay una terrible
inseguridad, y se arruina la república. ¿Qué partido o
individuo aspira el respaldo del ciudadano cuando no se identifica y conecta
con lo que desea el ciudadano…?
Se cansa la sociedad y
el ciudadano, y se destruye el valor soberano que corresponde y radica en el
pueblo.
En el pasado el pueblo
respetó y contó con la institución militar, hoy ya no es así. Se conocen
hechos que el General Isaías Baduel nunca se ha atrevido a reconocer y
describir habiendo sido un comandante militar y actor de muchas situaciones
no muy claras, por ejemplo:
·
Cuando se juramentó ante
el
Samán de Güere, debió conocer
cual era el propósito futuro, ya que al aparecer era el comunismo disfrazado
de bolivarianismo, otros oficiales comprometidos como fueron los Tenientes
Coroneles ACOSTA CHIRINOS y URDANETA HERNANDEZ, se retiraron y hasta hoy no
están de acuerdo con la política del gobierno y lo adversan críticamente.
·
Otra cosa sería, que
siendo Baduel Comandante del Ejército, nunca se OPUSO a lo que decidió el
Ministro García Carneiro, cuando reunió a todos los fiscales y jueces
militares del país, en la sede de la Corte Marcial, para acabar con la
autonomía funcional de ellos, pues se ordenó que toda sentencia o decisión
tenia que ser consultada previamente con el Ministro y el Comandante en Jefe
para ver si se aplicaba o no, según la conveniencia política del momento.
Eso se llama PRESION y anula la autonomía del Poder
Judicial en lo que respecta a
·
Los
efectivos quemados del Fuerte Mara, donde se cerró el caso sin inculpar al
oficial que produjo el hecho donde resultaron afectados algunos detenidos,
para ese caso, DOS FISCALES y un JUEZ fueron destituidos por orden del
Ministro General en Jefe (Ej.) García Carneiro, por cuando debían cerrar el
caso y no inculpar a nadie y estos se negaron a hacerlo.
·
Posteriormente, cuando
el ex-Ministro de Finanzas del mismo gobierno, el Gral. de Brig. (Ej).
Francisco Usón Ramírez, opinó en publico sobre el caso del Fuerte Mara, que
se debió al mal uso de un lanzallamas, aceptó que se abriera juicio a este
oficial General, que debió ser conocido por la Corte Marcial y no por un
Tribunal subalterno, ya que se trataba de un oficial General y era necesario
previamente un antejuicio de mérito. Esto es muy parecido a lo que ahora él
alega para su condición de General en Jefe en situación de retiro.
·
En este caso dos jueces
se negaron a dictar la detención del General de Brigada (Ej.) Usón Ramírez.
Ambos fueron destituidos alegándose falta de idoneidad y capacidad para esos
cargos, lo cual no era cierto. Debo señalar que estos jueces y fiscales
destituidos, acudieron al TSJ y éste ordenó que fueran restituidos en sus
grados y cargos, lo cual tampoco fue aceptado, se llegó a un acuerdo
reconociéndoles antigüedad, pagándoles sueldos caídos y prestaciones.
·
Seguidamente se le pasa
el caso a otro juez subalterno, y éste sí acepta dictar la detención del
Gral. Usón. No es el único caso donde este funcionario judicial se
arrodillaba ante las exigencias del Ministro.
·
También abrió averiguación
a la periodista Patricia Poleo, quien no siendo militar debía ser enjuiciada
en el sector penal ordinario.
¿Qué pasó entonces?
·
Que este oficial (de apellidos Garcilazo Cabello) que aceptó y dictó la
detención de Usón, etc., fue ascendido al grado de Teniente Coronel.
Posteriormente pidió su baja y fue incluido entre el grupo que lleva el
Coronel Aponte Aponte al TSJ, allí lo coloca en la Sala de Apelaciones, y a
su señora esposa la nombra asistente de un magistrado. ¡Ojala verifiquen lo
cierto aquí expresado!.
·
Igual se hace con otro teniente que era fiscal militar y acusaba ilegalmente
a los generales pronunciados el 11 de abril. Su nombre Elisaúl Olivar,
igual fue premiado. Se le da de baja y se le lleva como juez de control
penal ordinario, o sea a formar la red del Coronel Aponte Aponte en
el TSJ; posteriormente este Juez fue destituido por ordenar la libertad de
una presunta autora intelectual de un asesinato, lo cual todavía se averigua.
¿Sabia o no el
General en Jefe (Ej.) Raúl Isaías Baduel de lo que sucedió en la institución
militar durante sus cargos como Comandante[4]?,
¿Qué puede decir de las acciones represivas salvajemente aplicadas a los
ciudadanos por el ejercito y la guardia nacional, especialmente el evento
castrense de violación de los derechos humanos en la residencias de
empleados de la industria petrolera, donde madres, damas, niños y ancianos
fueron agredidos en la oscuridad de la noche mientras dormían?.
¿Cómo pudo darse esa orden y bajo qué
justificación jurídica pudo ésta ser refrendada, impartida y obedecida por
la línea de mando militar?, ¿fue tomada en consideración, a todos los
niveles jerárquicos, lo establecido en
¿Qué hizo o dejo de hacer el General en
Jefe Raúl Isaías Baduel ante esta cruel realidad mientras ocupó los cargos
siguientes?:
(*Fechas aproximadas)
¿Podría el General en Jefe Raúl Isaías
Baduel informarnos lo siguiente?:
¿Por
qué no lo ha denunciado?.
Mario Iván Carratú Molina*
Centro de Estudios Estratégicos Políticos y Militares
Caracas
17 de julio del 2008
*
EL Vicealmirante Mario Iván Carratú M
Vicealmirante en retiro de
En su
desempeño como Jefe de
[1]
Es obligante hacer un exhaustivo análisis comparativo del discurso
político de las piezas de oratoria, del antes como efectivo y con
mando, al ahora en retiro y ciudadano opuesto a sus antiguos
camaradas. La historia política difícilmente recoja una variación
opuesta 180º en tan solo 5 meses de su pase a retiro, y lo radical
de sus argumentos en su discurso actual.
[2]. En la
relación militar como oficial de
[3].
Es
importante acotar, para aquellos de memoria frágil, que la
conspiración nace en la Academia Militar en 1983. Se continúa desde
el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IAEDEN). Se
acrecienta durante el gobierno del Presidente Jaime Lusinchi, (Los
Notables, Civiles y Militares, más los militares infiltrados e
incubados en la Academia Militar desde 1970). Luego, desde 1978
hasta 1992, mediante el adoctrinamiento ideológico a jóvenes cadetes
de esa academia, con la aquiescencia de los jefes de turno. La
complicidad no es sólo de ahora.
[4] El cargo
de Comandante de una unidad militar, bien sea esta, con tareas
operacionales o de tareas administrativas o logísticas, conlleva una
elevada responsabilidad que no puede ser eludida o excusada con el
consabido: “yo no conocía o no estaba informado”.
Las leyes, reglamentos, y otras disposiciones militares,
imponen a quién ejerce el cargo de comandante una triple
responsabilidad: a) para con la Constitución de la República, b)
para los subordinados que obedecen y creen en su comandante y c)
para la sociedad a la cual sirve. No hay excusa para aquel
comandante en ejercicio de sus funciones desconoce su delicada tarea
de comandar hombres para la defensa de la Nación a nombre del Estado.