CARTA ABIERTA A LOS CIUDADANOS VENEZOLANOS I

 

RENDICIÓN DE CUENTAS

 

OTRO GENERAL EN SU LABERINTO

 

Desde Julio del 2007 el ambiente político nacional se ha visto impactado por la presencia del General en Jefe (Ej.) Raúl Isaías Baduel, quién, de una manera activa y frontal, ha retado públicamente a su compañero de rebelión, cuestionando su administración y excesos en el poder. Ayer, 16 de junio, le observamos en cadena nacional en una dramática exposición en la que advierte al país sobre la trayectoria y peligros de la administración del presidente Hugo Chávez Frías, sin olvidar igualmente que él fue su Ministro de la Defensa entre julio del 2006 a julio del 2007.

 Ello constituye un hecho que no puede dejar de considerarse, analizarse y tomarse en cuenta por la sociedad civil, habida cuenta las maniobras y engaños con las que el gobierno nos ha hecho caer en repetidas oportunidades, bien sea como militar rebelde y preso, ya como candidato presidencial y finalmente como presidente de la República. Basta recordar: a) como llevó engañadas a las tropas rebeldes a defender al gobierno, b) cuando dijo que no era comunista, c) cuando nos garantizó acabar con la corrupción, d) cuando garantizó que jamás un soldado arremetería contra el pueblo y, e) cuando nos dijo que no íbamos a ser como Cuba.

 Todo ello ha sido recogido por la historia presente, y se ha comprobado fehacientemente que el presidente Hugo Chávez y todo su equipo han actuado con resentimiento, que su propuesta fue un total y absoluto engaño. Sus repetidas violaciones a la constitución y a los derechos humanos, en donde todos sus colaboradores -desde 1999- en los cargos desempeñados han sido factores ciegos y a la vez cómplices del totalitarismo como forma de gobierno, de las mentiras y de la represión jurídica, financiera y militar. Todo ello por un destructivo lapso de 10 años. De eso, jamás nos podremos olvidar.

 Indiscutiblemente que la impronta del General en Jefe produjo un fuerte impacto no solo en la sociedad civil, también lo fue en el gobierno y en la oposición. Contrariamente, en las fuerzas armadas no fue asumido (excepto en algunos sectores del Ejército) con la misma fuerza que el mismo general y sus mentores asumían que podría ocurrir. El liderazgo militar es reconocido solamente cuando se es efectivo, quien no lo ejerce en ese periodo lo pierde y se torna irrecuperable. Quién lo intente desde la posición de retirado se convierte en el hazme reír de los oficiales activos. De eso debemos estar muy claros a estas alturas de nuestra irregular trayectoria y cultura política.

 Pero lo que el General en Jefe argumenta hoy, no puede ser echado en saco roto o ser descontextualizado por su pasado “cuestionable”, pasado reciente. No…No… Considero que todo debe ser tomado muy en serio, no solamente por las amenazas, presiones e intimidaciones que pueda estar recibiendo en estos momentos, (cosa muy repetida en los gobiernos totalitarios, comunistas, con el apoyo represivo de fuerzas armadas y policías). Debo referirme a todo lo que denuncia y que lo afecta a él y su familia.

 Lo realmente importante es que proviene (por 9 años) del centro del poder. Es conocedor de la estrategia global y sectorizada para imponer el comunismo en Venezuela. Sabe que el objetivo es la clase media y la empresarial. Que asistió a los Consejos de Ministros- Que impartió las órdenes de represión. Y avaló con su silencio todos los acontecimientos precipitados por Hugo Chávez actuando obediente y eficientemente por todos ellos. (Civiles y militares). Por conocer, igualmente, las instrucciones impartidas por Fidel Castro a muchos de ellos, sobre todo en lo atinente a la represión y seguimiento de inteligencia a los venezolanos.

 Por ser una persona que saltó aparentemente la talanquera en el momento propicio. Cuando en combinación con los medios de comunicación, los estudiantes universitarios de todo el país se constituyeron en factor aglutinante de la sociedad para asistir masivamente a votar (hubo, no obstante una elevada abstención y se negociaron las cifras finales).

 En esta lucha desigual, pero cargada de los más puros valores democráticos, la valentía y determinación de la sociedad, no podemos dejar de recibir a todo aquel que decida “saltar la talanquera”. Todos somos venezolanos, cada quien deberá en su oportunidad responder por sus acciones bajo el marco jurídico-político que dimana de la Constitución de la República. Cada aliado es útil, cada información del “modus operandi” es vital y cada alerta es muy importante para todos los que hemos venido luchando desde el mismo comienzo hasta ahora, a un elevado costo, por la libertad, por nuestros derechos y por la democracia. No reconocerlo de esta manera, seria un grave error.

 El General en Jefe Raúl Isaías Baduel, ha advertido hoy, Día del Carmen (patrona de su Ejército), lo que le ocurre… ¡Que pena por él y los suyos… que tarde reacciona! ¿Qué podría pensar y decir toda la sociedad que por nueve largos años ha sido pisoteada, reprimida, perseguida y ofendida por todos, incluso por él, en sus funciones militares de este gobierno comunista?.

Antes les sucedió a muchos, sin duda que también vendrán otros con idéntica o peor situación. Graves y violatorios eventos ocurrieron mientras él fue gobierno y máximo jefe de la Guardia Pretoriana. Es realmente lamentable observarle transfigurado, con su rictus de alarma y desafiante posición. Sin lugar a dudas, es el General en su laberinto. (Conocemos a otros en el pasado reciente)

 Considero que no debemos dejar de tenderle la mano a él, a su familia y a todo aquel que decida refugiarse bajo el cobijo y el calor del ciudadano que fue agredido y mancillado, pero honrado de sufrirlo. (Debe expiar sus temores??)

 Transita por una delicada experiencia que debe ser difundida a todos los niveles, con ello, se puede alertar a muchos generales y Almirantes que se creen “más allá” de la “hoz y el martillo”. La justicia internacional y la sociedad civil venezolana les exigirán, en su debido momento, la obligante “rendición de cuentas”.

¿Qué debemos conocer? y ¿qué no podemos olvidar?

En lo personal, en sendas oportunidades en que fui invitado a los medios de comunicación (RCTV y GLOBOVISIÓN), a raíz de conocerse públicamente la nueva posición del General en Jefe Isaías Baduel (se sabe que hubo intensas y repetidas conversaciones previas) hice el análisis de su conducta y actitud asumida desde el punto de vista exclusivamente militar. Lógicamente, sustenté como militar también mi opinión sobre su errática y muy comentada posición política como militar activo, y luego sus marcadas y confusas diferencias desde la situación de retiro[1]. El análisis político que también hice, era y sigue siendo otro, la estrategia a seguir lo dictaba el tablero estratégico de la situación política, sus diferentes actores, y el objetivo, todo ello, dentro del pragmatismo que enriquece al análisis político no sesgado.

Algunos opinadores, y otros grupos de interés favorecidos políticamente con su posición, comentaron con cierta sorna y ligereza que Mario Iván Carratú Molina tenía algo muy personal contra Raúl Baduel, o que era presa de sentimientos encontrados en su contra. Desmiento absoluta y totalmente. Mi actuación, primero como militar y ahora como ciudadano, ha sido coherente con mis principios y jamás preñada de intereses desmedidos y mucho menos en perjuicio de la sociedad. Nada oportunista y mucho menos saltimbanqui de agrupaciones políticas.

Reiteré en privado, cuando fui requerido, que la única información que pude manejar y comprobar sobre su persona y desempaño militar[2], fue la que se derivó de la “chucuta y alcahueta investigación” en la cual se le identificó como parte activa y responsable de la rebelión militar, (1983-1992). Fue conocido, además, que desde los mandos militares de entonces se intentó tapar, ocultar, proteger y manejar a quienes eran rebeldes militares y sujetos a sanciones por el delito de rebelión. Nunca tuve relación de trabajo directa o indirecta, y desconozco además su trayectoria profesional como oficial del ejército. Entonces se hizo denodado esfuerzo para ocultar y proteger a connotados ciudadanos que eran igualmente parte activa de esa y otras rebeliones para tomar el poder (ellos saben que yo lo sé).


Es preciso marcar una gran diferencia entre ambos oficiales: el General en Jefe Raúl Isaías Baduel, era miembro de una conspiración civil y militar desde 1983. Contrariamente, al Vicealmirante Mario Iván Carratú Molina, en sus funciones como Jefe de la Casa Militar, le correspondió la defensa y protección del Presidente Constitucional de la República antes, durante y posterior a los eventos del intento de asalto al poder en la noche del 3 y madrugada del 4 de febrero del 1992
[3], de la cual el actual General en Jefe y muchos otros generales y subalternos  entonces eran una parte comprometida de un “complot” junto con muchos civiles demócratas.

Debo insistir que los argumentos que esgrime el General en Jefe son absolutamente válidos, pero que en mi criterio y principios son absolutamente extemporáneos. Sin embargo, hay que exigir al referido general que responda de sus actos, y la recomendación para que concrete las denuncias de todo lo que vio, escuchó y avaló como oficial en los mas altos cargos de la jerarquía militar, entre ellos como Comandante del Ejercito y Ministro de la Defensa. La sociedad ya esta cansada de “tele política”, es preciso planificar, organizar y actuar.

Lo sustantivo y necesario para la salud republicana y de la democracia, es dejar claro y transparente su actuación, pero no en un monologo televisivo. Lo deseable como ciudadano, y a eso lo exhorto, es:

Que acuda ante los tribunales del país, con la sustentación y documentación que posee, avalada por su gestión, y formule las denuncias, no sólo de lo que le acontece a él, sino lo más importante, que es todo cuanto conoce de como fueron violadas las leyes y como se desnaturalizó, politizó y destruyó la institución para la defensa de la Nación. 

Eso es lo que realmente considero debemos exigirle al General en Jefe Isaías Raúl Baduel, como prueba fehaciente de su honor, para su exoneración (al costo jurídico que sea necesario). De este modo se ganaría la confianza y respeto ciudadano.

El General en Jefe Raúl Isaías Baduel, en su reiterado discurso para salvar a Venezuela, debe desembarazarse de la percepción que lo identifica como un trapo rojo del gobierno, que podría ser una repetición más elaborada de Arias Cárdenas. O que finalmente pueda ser un ardid de grupos políticos en la oposición para capitalizar su imagen y grado militar para un después. Uno solo de ellos, o su combinación, afecta poderosamente su credibilidad. A titulo de recomendación, debe dar muestras fehacientes que lo acompaña la sinceridad y la humildad al reconocer sus errores y purgarlos de una manera más convincente. Sobre todo por el de desprestigio, rechazo y desconfianza que sobre la institución militar expresa agriamente un basto sector de la sociedad, que ha sido y continua siendo, objetivo militar del gobierno, sólo por pensar diferente y rechazar el “Patria, Socialismo o Muerte”, argumentación o pretexto ideológico que fue rechazado por más del 65% de la población.

Los venezolanos exigimos demostraciones palmarias, que den respuesta a todas nuestras interrogantes en lo político, y en lo particular sobre las fuerzas armadas y su apego a la constitución. Como un ejemplo clásico y patético podemos resaltar la increíble conducta de actores y partidos políticos de la oposición, que siguen anteponiendo sus intereses personales y grupales a los de los ciudadanos, en estos tiempos en los cuales se perdió la democracia, hay ausencia de estado de derecho, la corrupción y la mentira campean, se irrespeta al ciudadano, hay una terrible inseguridad, y se arruina la república. ¿Qué partido o individuo aspira el respaldo del ciudadano cuando no se identifica y conecta con lo que desea el ciudadano…?

Se cansa la sociedad y el ciudadano, y se destruye el valor soberano que corresponde y radica en el pueblo.

En el pasado el pueblo respetó y contó con la institución militar, hoy ya no es así. Se conocen hechos que el General Isaías Baduel nunca se ha atrevido a reconocer y describir habiendo sido un comandante militar y actor de muchas situaciones no muy claras, por ejemplo:

·         Cuando se juramentó ante el Samán de Güere, debió conocer cual era el propósito futuro, ya que al aparecer era el comunismo disfrazado de bolivarianismo, otros oficiales comprometidos como fueron los Tenientes Coroneles ACOSTA CHIRINOS y URDANETA HERNANDEZ, se retiraron y hasta hoy no están de acuerdo con la política del gobierno y lo adversan críticamente.

·         Otra cosa sería, que siendo Baduel Comandante del Ejército, nunca se OPUSO a lo que decidió el Ministro García Carneiro, cuando reunió a todos los fiscales y jueces militares del país, en la sede de la Corte Marcial, para acabar con la autonomía funcional de ellos, pues se ordenó que toda sentencia o decisión tenia que ser consultada previamente con el Ministro y el Comandante en Jefe para ver si se aplicaba o no, según la conveniencia política del momento.

Eso se llama PRESION y anula la autonomía del Poder Judicial en lo que respecta a la Justicia Militar; como ejemplo de esa presión se citan dos casos:

·          Los efectivos quemados del Fuerte Mara, donde se cerró el caso sin inculpar al oficial que produjo el hecho donde resultaron afectados algunos detenidos, para ese caso, DOS FISCALES y un JUEZ fueron destituidos por orden del Ministro General en Jefe (Ej.) García Carneiro, por cuando debían cerrar el caso y no inculpar a nadie y estos se negaron a hacerlo.

·         Posteriormente, cuando el ex-Ministro de Finanzas del mismo gobierno, el Gral. de Brig. (Ej). Francisco Usón Ramírez, opinó en publico sobre el caso del Fuerte Mara, que se debió al mal uso de un lanzallamas, aceptó que se abriera juicio a este oficial General, que debió ser conocido por la Corte Marcial y no por un Tribunal subalterno, ya que se trataba de un oficial General y era necesario previamente un antejuicio de mérito. Esto es muy parecido a lo que ahora él alega para su condición de General en Jefe en situación de retiro. 

·         En este caso dos jueces se negaron a dictar la detención del General de Brigada (Ej.) Usón Ramírez. Ambos fueron destituidos alegándose falta de idoneidad y capacidad para esos cargos, lo cual no era cierto. Debo señalar que estos jueces y fiscales destituidos, acudieron al TSJ y éste ordenó que fueran restituidos en sus grados y cargos, lo cual tampoco fue aceptado, se llegó a un acuerdo reconociéndoles antigüedad, pagándoles sueldos caídos y prestaciones.

·         Seguidamente se le pasa el caso a otro juez subalterno, y éste sí acepta dictar la detención del Gral. Usón. No es el único caso donde este funcionario judicial se arrodillaba ante las exigencias del Ministro.

·         También abrió averiguación a la periodista Patricia Poleo, quien no siendo militar debía ser enjuiciada en el sector penal ordinario.

¿Qué pasó entonces? 

·         Que este oficial (de apellidos Garcilazo Cabello) que aceptó y dictó la detención de Usón, etc., fue ascendido al grado de Teniente Coronel. Posteriormente pidió su baja y fue incluido entre el grupo que lleva el Coronel Aponte Aponte al TSJ, allí lo coloca en la Sala de Apelaciones, y a su señora esposa la nombra asistente de un magistrado. ¡Ojala verifiquen lo cierto aquí expresado!.

·         Igual se hace con otro teniente que era fiscal militar y acusaba ilegalmente a los generales pronunciados el 11 de abril. Su nombre Elisaúl Olivar, igual fue premiado. Se le da de baja y se le lleva como juez de control penal ordinario, o sea a formar la red del Coronel Aponte Aponte en el TSJ; posteriormente este Juez fue destituido por ordenar la libertad de una presunta autora intelectual de un asesinato, lo cual todavía se averigua.

¿Sabia o no el General en Jefe (Ej.) Raúl Isaías Baduel de lo que sucedió en la institución militar durante sus cargos como Comandante[4]?, ¿Qué puede decir de las acciones represivas salvajemente aplicadas a los ciudadanos por el ejercito y la guardia nacional, especialmente el evento castrense de violación de los derechos humanos en la residencias de empleados de la industria petrolera, donde madres, damas, niños y ancianos fueron agredidos en la oscuridad de la noche mientras dormían?.

¿Cómo pudo darse esa orden y bajo qué justificación jurídica pudo ésta ser refrendada, impartida y obedecida por la línea de mando militar?, ¿fue tomada en consideración, a todos los niveles jerárquicos, lo establecido en la Constitución Nacional como respeto obligante de los Derechos Humanos?

¿Qué hizo o dejo de hacer el General en Jefe Raúl Isaías Baduel ante esta cruel realidad mientras ocupó los cargos siguientes?:

 

(*Fechas aproximadas)

¿Podría el General en Jefe Raúl Isaías Baduel informarnos lo siguiente?:

 ·         Explicarle a los venezolanos, ¿cuántas veces viajó de manera privada u de manera oficial a la república de Cuba?, ¿en cuál medio aéreo (civil y su dueño)?, ¿cuáles eran sus tareas o misión superior que ameritaba su presencia en territorio cubano y con quién o quienes se entrevistaba?.

 ·         Informar a la sociedad las verdaderas causas de las persecuciones, y hasta humillaciones, que han sufrido excelentes profesionales de las fuerzas armadas por el hecho de no ser socialistas y menos camaradas. ¿Qué pude explicarnos y qué acciones pudo haber tomado para corregir esta politización de la institución?.

 ·         ¿Que puede argumentar y justificar ante la presencia de milicianos cubanos en las unidades de las FAN?. ¿Cómo puede ser posible el entrenamiento militar que se imparte a la sociedad civil, sin que hayan justificadas razones para ello?.

 ·         Lo acontecido en LA PARAGUA, (estado Bolívar). Una unidad de operaciones especiales acantonada en El Guri es enviada (autorizada desde la Comandancia del Ejército) a La Paragua y actúa en la zona con total impunidad. ¿Cómo fallecen acribillados al menos 7 mineros (5 venezolanos y 2 brasileros) y se extravían aproximadamente 25 kilogramos de oro y 110 quilates de diamantes?

 ·         ¿Qué funciones de mando o coordinación cumplían el General Enrich Trujillo Comandante de la 5ta Brigada de Selva y el Coronel Rodríguez Lissir (de mayor graduación que se encontraba a bordo del helicóptero Clase Panare) que sirvió de transporte y apoyo a la operación en la Paragua y alrededores?.

 ·         ¿Podría identificar quién autorizo esa operación?, ¿si existió orden de operaciones o reglas de encuentro y bajo cuál comando actúo el Mayor (Ej.) Leonidas Gregorio Andrade Fernández?. ¿Cuáles eran las razones para el contundente empleo militar?. Y, finalmente, ¿cuál fue el procedimiento forense seguido y si este acto legal fue efectuado en el sitio donde fueron abatidos los infortunados mineros?

 ·         ¿Qué comandos superiores desde el más alto nivel del Estado y militar (línea de mando superior) conocían esa misión y bajo cuál esquema operacional fue esta ordenada?. Resultaría extraño y hasta poco creíble, que toda la responsabilidad de ese evento pueda atribuirse la decisión y la acción en el sitio del hoy enjuiciado mayor Andrade Fernández.

 ·         ¿Qué responsabilidad pueden tener el Comando aéreo del ejército y el equipo de vuelo que apoyo esa misión?.

 ·         ¿Qué autoridad del Ministerio Público y del Ministerio de la Defensa autorizaron la recolección de los cadáveres y su traslado a San Félix?. ¿Dónde se realizó la experticia forense?, que es una exigencia legal, sobre todo en un caso como este.

 En otro orden de ideas, ¿qué podría explicar, el General en Jefe Raúl Isaías Baduel, sobre la continua y agravada violación de la Constitución de la República de Venezuela, al guardar silencio para aceptar la politización de las Fuerzas Armadas Nacionales, su degradación jerárquica e institucional, y su conversión en Guardia Pretoriana del presidente bajo el slogan político “Patria Socialismo o Muerte”, que, además, se exhibe a la entrada de las unidades militares y se nos enrostra cada vez que tenemos que dirigirnos a un miembro de las FAN o en las prevenciones y oficinas militares?.

 Situación esta que se verifica públicamente, ante la mirada de todos los venezolanos que observamos por televisión a los jóvenes cadetes del Ejercito y de la Fuerzas Armadas de Cooperación, vocear ese slogan comunista y la impune complicidad de los miembros del Alto Mando Militar, Cuerpo de Generales y Almirantes y los directores de esas Escuelas de Formación, comandantes estos últimos y responsables directos de esa violación, donde se nota el incumplimiento flagrante de las normas sobre faltas y delitos militares.

 ¿Por qué no lo ha denunciado?.

 Asimismo, los oficiales que juzgaron a los del 11-A y decretaron sus detenciones, incluidos los que manifestaron en la Plaza Altamira, fueron premiados con cursos en la Universidad de Salamanca, España, (un Capitán de Navío y uno de Corbeta) abogados ambos que aceptaban las presiones y consultas antes referidas.

 Quiero recordarle al General Baduel, que sus palabras siempre serán analizadas y comparadas con su actuación mientras fue activo, ya que en esos momentos no valía la amistad con Chávez o el juramento del Samán, sino la estabilidad democrática y la no politización de nuestra institución militar, tal y como lo señala la Constitución Nacional vigente.

 A manera de reflexión final.

 Venezuela transita una convergencia de crisis en la cual los valores y principios éticos se desdibujan ante el oportunismo, el buenísimo criollo, el populismo y la doble cara. Muchos ciudadanos no encuentran en quienes creer, (ya han sido muchas las trampas y traiciones) la ética de la responsabilidad choca con la ética de la convicción, cada quien actúa de acuerdo a sus expectativas y el tamaño de su bolsillo. Los hombres pasarán y la historia amañada o no, recogerá eventos, figuras, nombres y situaciones, pero a nosotros, los venezolanos de hoy, nos corresponde salvar el país y la Venezuela de nuestros hijos que hoy nos arrebatan impunemente.

 Rendición de cuentas.

 Es la hora de despertar y del pensar profundo, llamar a la conciencia patriótica, para que todo funcionario militar o civil, al dejar sus funciones pueda señalar los vicios, corruptelas y abusos que presenció y quizás no denunció por temor a una represalia, solo así, podría ser admitido entre los grupos o sectores que luchamos para volver a la democracia plena.

Mario Iván Carratú Molina*

Centro de Estudios Estratégicos Políticos y Militares

Caracas

17 de julio del 2008

 

* EL Vicealmirante Mario Iván Carratú M

Vicealmirante en retiro de la Armada Venezolana, Entre julio de 1990 y julio de 1992, desempeño el cargo de Jefe de la Casa Militar del Ex Presidente Carlos Andrés Pérez., en ese periodo tuvo la oportunidad de asistir, como panificador y observador en todas las visitas de Estado y Cumbres políticas del Presidente de Venezuela entre otras a: ONU. OEA, G-TRES, G-RÍO CARICOM, CUMBRE ECONÓMICA DE DAVOS, CAN y I CUMBRE DE PRESIDENTES DE AMÉRICA EN GUADALAJARA (México), además, en visitas de Estado y Oficiales a varios países de occidente. Posteriormente fue designado Director del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (jul92-feb94) y Agregado de Defensa de la Embajada de Venezuela ante La Casa Blanca. Washington. DC. (may 94. jul 95).

 

En su desempeño como Jefe de la Casa Militar del Ex Presidente Carlos Andrés Pérez (1990-1992) le correspondió, por misión y convicción democrática, defender, evacuar y poner a salvo al Presidente de la República de Venezuela. El Palacio de Gobierno era sitiado por unidades de infantería y blindados cuyo objetivo era eliminar al presidente y la toma de facto del poder político, la rebelión militar era parte de un “complot civil y militar” urdido por grupos radicales de la sociedad política, empresarial, medios  y militar. Fue necesario entonces, practicar la urgente evacuación del primer mandatario bajo cerrado fuego rebelde. Esta acción puso a salvo al Presidente de la República de Venezuela, de esta manera, se salvaguardó el temporalmente el  sistema  democrático 


[1] Es obligante hacer un exhaustivo análisis comparativo del discurso político de las piezas de oratoria, del antes como efectivo y con mando, al ahora en retiro y ciudadano opuesto a sus antiguos camaradas. La historia política difícilmente recoja una variación opuesta 180º en tan solo 5 meses de su pase a retiro, y lo radical de sus argumentos en su discurso actual.

[2]. En la relación militar como oficial de la Armada con 17 años de servicio a bordo, jamás tuve contacto personal y mucho menos de amistad con el General en Jefe Raúl Isaías Baduel. Nunca tuve la oportunidad de conocerle en persona ni tampoco conocí de sus calificaciones profesionales.

[3].  Es importante acotar, para aquellos de memoria frágil, que la conspiración nace en la Academia Militar en 1983. Se continúa desde el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IAEDEN). Se acrecienta durante el gobierno del Presidente Jaime Lusinchi, (Los Notables, Civiles y Militares, más los militares infiltrados e incubados en la Academia Militar desde 1970). Luego, desde 1978 hasta 1992, mediante el adoctrinamiento ideológico a jóvenes cadetes de esa academia, con la aquiescencia de los jefes de turno. La complicidad no es sólo de ahora.

 

[4] El cargo de Comandante de una unidad militar, bien sea esta, con tareas operacionales o de tareas administrativas o logísticas, conlleva una elevada responsabilidad que no puede ser eludida o excusada con el consabido: “yo no conocía o no estaba informado”. Las leyes, reglamentos, y otras disposiciones militares, imponen a quién ejerce el cargo de comandante una triple responsabilidad: a) para con la Constitución de la República, b) para los subordinados que obedecen y creen en su comandante y c) para la sociedad a la cual sirve. No hay excusa para aquel comandante en ejercicio de sus funciones desconoce su delicada tarea de comandar hombres para la defensa de la Nación a nombre del Estado.

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