Hoy inicio una serie dirigida a los precandidatos con
recomendaciones sobre diversos tópicos. Algunos de ellos
ya esbozados en artículos anteriores pero ahora
organizadas como sugerencias para sus intervenciones
públicas.
Este artículo será de tipo general. Mi primera
recomendación es que hagan un ejercicio de conciencia y
traten de colocarse dentro de las realidades de hoy. No
el país que quisieran como telón de fondo a sus ofertas
sino el que de verdad existe y cuyas características a
grandes rasgos son:
1. Un régimen que ha
confiscado todos los poderes públicos que seguirán
controlados por el oficialismo después de las elecciones
de 2012 hasta, por lo menos el 2015 (renovación de la
Asamblea Nacional de la cual depende el nombramiento de
la mayoría de los otros poderes públicos) No deben hacer
ofertas sin primero explicar cómo van a superar el
escollo del chavismo controlando la AN, Contraloría,
Fiscalía, Procaduría, Defensoría del Pueblo y CNE.
Algunos candidatos han propuesto una Constituyente y un
gobierno de transición. ¿Qué proponen los otros? Este es
un tema que nadie debe evadir.
2. Hay una
tentación entre la mayoría de los candidatos (no todos)
a tenerle miedo a palabras como capitalismo, sector
privado, privatizaciones e inversión extranjera Es
necesario que las incorporen a su discurso porque quien
quiera que resulte electo tendrá que apelar a lo que
esas palabras significan si quiere, de verdad, salir de
esta ópera cómica que es el socialismo del siglo XXI. Se
requerirá no solo de todo lo anterior sino también de la
ayuda de organizaciones internacionales como el Banco
Mundial, el BID y el Fondo Monetario Internacional por
mucha antipatía que se le tenga a sus políticas pasadas.
3. Hay que perderle el miedo a denunciar las
tropelías de Chávez y sus cómplices en este proceso de
destrucción del país, de violación de la Constitución y
de los derechos humanos, de persecución política, de
prostitución del poder judicial, de corrupción galopante
y de las mentiras desvergonzadas sobre sus resultados
como gobierno.
4. Está bien el discurso de la
unidad de todos los venezolanos y que habrá un solo país
pero eso no puede dar lugar a que se interprete que las
barbaridades cometidas queden sin castigo. No puede
haber impunidad en la reconciliación. Dejar sin castigo
a los conspicuos responsables del desastre sería una
invitación a que se repita el proceso con los mismos
protagonistas (remember Nicaragua) El “no volverán” de
Chávez hay que devolvérselos en los mismos términos.
5. No hay que ofrecer lo incumplible. No se pueden
crear millones de empleo en un año ni construir más
viviendas de las razonablemente posibles. Ni producir 5
millones de barriles diarios en el futuro inmediato. Ni
“arreglar” el problema de la salud y la educación con el
puro voluntarismo. Chávez va a perder las próximas
elecciones porque no ha podido cumplir con casi nada de
lo ofrecido. Cuidado con repetir el proceso.
Por último, no tengan temor de hablar como hablan
normalmente. No traten de inventar lo que no son. El
pueblo tiene un olfato increíble para detectar lo que no
es genuino. Háganle caso a los asesores pero solo hasta
que sus recomendaciones entren en conflicto con sus
personalidades. Si no pueden ganar una elección siendo
ustedes mismos, mejor se retiran y se dedican a otra
cosa.
De aquí en adelante en Venezuela se requiere de una
total honestidad y ella empieza por no intentar ser lo
que no se es.
La próxima semana hablaremos de problemas específicos.