Desde la
mustia celda que es el
exilio,
ahogo
De
la Patria evitada,
desde tierras para ti perdidas
El
llanto quebrado del más puro e incierto anhelo
Llama a la encarnada sangre, y espolea
las
heridas
Fingirás
una
y otra vez dictando que ya nada te importa
Y que de tu mente agreste has borrado ya el pasado
¿Y por qué escondes entonces
tu
mirada en el silencio?
Con el
tenue
recuerdo de la “Venezuela” que has dejado
Al
partir,
mentiste al decir que era
un
simple “hasta luego”
Tu porvenir frágil
e inseguro,
fue
más tarde desvelado
¿Podrías abandonar
a
alguien, quien ya
antes
te
ha dejado?
¿O volver a
beber
un vaso, del vino
quedamente
derramado?
Tu
vientre otrora
fértil, se ha vuelto mustio y marchito
Tu prole hoy
llena
de ira, enfrenta unida al oprobio
¿Pero que más
exigirle
a esa Madre que dio tanto?
¿Qué más pedirle a esa Patria
que
dio todo?
Y
yermo en mi aposento lejos de la mirada de otro
Oro en el más quieto silencio sin ocultar ya
mi
sonrojo
Porque
expiran las mentiras cuando te encaras
a
ti mismo
Mengua
el
telón del teatro cuando ya te encuentras solo
A
cambio de tanto y mucho, solo de migas yo te he dado
Y hoy allende de tus
costas
ya no estoy más a tu lado
Y si para tu consuelo
sirve,
en mis entrañas siempre albergo
El cándido amor de niño que de su Madre fue
quitado
Mas
oteando hacia al pasado quise idealizar el futuro
A pesar de mi quebranto no quise darme por
derrotado
Y de mi
alma un grito quedo, desgarraba
el
fiel silencio
Una
súplica hice al viento, y una plegaria a Dios
hice
humillado:
Devuélvenos
Patria mía el menos común de los sentidos
Reúne
Madre
a
tus hijos, que
hoy
en una diáspora está
“Consolida ya la unión”, y une Madre a mis
hermanos
Para que en
el panteón el Padre pueda descansar en paz
Devuélveme
la Venezuela en la que solíamos caber
todos
Reembólsame la sonrisa que
asaltaron
de
mi boca
Absuélvenos
de esta locura que nuestra serenidad trastoca
Que nos compele a
distanciarnos por pensar de distintos modos
Devuélveme
al
noble vecino con el que solía charlar
Que en dilatados casos
comprobó
ser más que un familiar
Y que aunque de política nunca aprendimos y de
ella nunca vivimos
Ya no platicamos más, pues tristemente
nos
dividimos
Devuélvenos
a la mesa el dulce aroma de una arepa
Con margarina a mi gusta,
¡con
mantequilla la comerás!
Ya la prepare la tía, la madre o la tierna abuela
Si la familia está reunida,
la
comida la une más
Devuélveme
del exilo, para reunirme
con los que mas quiero
Regrésame
mi
caballito blanco con la cabeza hacia atrás
Sílbame una tonada,
que sea “el gloria al bravo pueblo”.
Y quítale al tricolor
esa
estrellita de
más
Y
al finalizar ya mi ruego, al terminar ya mi plegaria
Contrito
y
apocado, cuatro cosas quiero pedirte más
Patria grande, Madre hermosa concédeme los deseos
Que sé bien si me los cumples, pronto nos vamos a
reencontrar
Alejandro Rejon.
Secretario de Vene Intelligentsia
Australia.
¡Porque yo soy Vene Intelligente! ¿Y tú?