SIP condena intimidación contra prensa venezolana
Miami (8 de enero del 2002) - La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó enérgicamente hoy los actos de repudio registrados frente a las instalaciones del diario El Nacional en Caracas y reiteró que la organización se mantiene en estado de alerta ante la posible continuación de acciones destinadas a amedrentar a los medios de comunicación venezolanos.
El lunes 7 de enero en la noche, un día después de que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, emitiera severas declaraciones contra el periódico, partidarios de su gobierno bloquearon e impidieron durante tres horas el acceso al edificio de El Nacional, en protesta por sus informaciones críticas y su alegada falta de ética.
El presidente de la SIP, Robert J. Cox, repudió lo que consideró "un acto de intimidación y no una manifestación democrática a la que tienen derecho todos los ciudadanos".
Al tiempo que expresó su respaldo a los medios de comunicación venezolanos, Cox subrayó que "lejos de observar un acercamiento e interés por corregir las serias fisuras que afectan a la libertad de expresión en Venezuela, vemos con tristeza que la situación ha alcanzado niveles de agresividad de parte de seguidores del gobierno. Esto nos obliga a elevar nuestra voz de alarma ante los más recientes sucesos contra El Nacional que tememos, podrían repetirse".
Cox, subdirector del The Post and Courier, Charleston, Carolina del Sur, agregó que "el ejercicio de la libertad de expresión se encuentra seriamente afectado en Venezuela. Los antecedentes de la relación desproporcionada y agresiva de Chávez contra los medios de comunicación de Venezuela los hemos estado denunciando desde que asumió la presidencia en 1999".
Chávez insiste en que los medios de comunicación mantienen una campaña contra su gobierno y ha amenazado con aplicarles severas medidas legales que regularían el contenido de las publicaciones. La tendencia del gobierno a restringir a libertad de expresión de información se ha manifestado anteriormente a través de presiones gubernamentales y recursos judiciales a los que ahora se suman la intimidación y el hostigamiento directo a los medios de comunicación.
"Esta grave situación en Venezuela deja poco espacio a la existencia de una prensa libre, en la que la diversidad de opiniones, fundamental para el bienestar de una sociedad democrática, no sea castigada", concluyó Cox