Sin libertad de prensa no puede haber democracia dice la SIP sobre la situación en Venezuela
Miami (12 de abril del 2002) - El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Robert Cox, expresó que la situación venezolana brinda nuevamente la enseñanza y el ejemplo a todas las naciones del mundo sobre que no puede haber verdadera democracia sin libertad de expresión y de prensa.
"Democracia y libertad de expresión y de prensa no pueden separarse, conforman un binomio indisoluble", dijo Cox al hacer una valoración sobre la deposición del ex presidente Hugo Chávez, al que la SIP criticó desde el comienzo de su administración por no valorar, respetar ni garantizar la libertad de prensa en el país.
Cox dijo que la SIP rechazó desde el primer momento la actitud intolerante y beligerante de Chávez contra los periodistas y medios de comunicación, y advirtió que cuando un gobierno no respeta la libertad de expresión "tarde o temprano la democracia se transforma en dictadura y la vida totalitaria deja espacios para la violencia".
Al lamentar el derramamiento de sangre en Caracas ayer y la muerte del fotógrafo Jorge Tortoza del diario 2001, y las agresiones contra Luis Hernández de la agencia Venpres y Jonathan Freitas del vespertino Tal Cual, Cox dijo que "esta situación venezolana demuestra y ratifica una vez más que la democracia y la libertad de expresión conforman un binomio indisoluble y que ninguno de los dos valores se puede concebir sin el otro".
"Este es un ejemplo muy válido para el nuevo gobierno que encabeza Pedro Carmona, que seguramente dará vuelta la hoja, respetará la libertad de prensa y alentará la independencia judicial y así garantizará un período verdaderamente democrático", señaló Cox, subdirector del diario The Post and Courier, de Charleston, Carolina del Sur.
Cox recordó la valentía de los periodistas y medios de comunicación venezolanos que no dejaron intimidarse por las agresiones continuas del gobierno de Chávez, y que a pesar de la violencia en su contra se destacaron por informar sin cortapisas para garantizar el derecho a la información de los ciudadanos.
En una visita de tres días que una delegación internacional de la SIP hizo a Venezuela a fines de febrero, Cox había declarado que "Chávez es el máximo responsable de que no haya libertad de prensa en el país". Agregó que "esto se debe a que él está liderando una ola de intolerancia que es el fiel reflejo de su política anti libertad de expresión, mediante la cual busca amedrentar a quienes critican sus actos de gobierno. Existe una estrategia liderada por el gobierno con el sometimiento de miembros de los otros poderes del Estado que representa una actitud desmedida y vergonzosa que pone en peligro la democracia en el país".
Tras advertir en aquella visita que en Venezuela no se cumplía con ninguno de los diez principios sobre libertad de prensa expresados en la Declaración de Chapultepec, la SIP informó que los únicos presidentes del Hemisferio Occidental a los que se había abstenido de pedirles su firma eran Alberto Fujimori y Hugo Chávez. Este documento fue firmado por 22 jefes de Estado y miles de ciudadanos de toda América.
Anoche, por su parte, en un comunicado emitido por el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Rafael Molina, se condenó y repudió el cierre de canales de televisión privados ordenados por Chávez, calificando la medida como una grave afrenta contra la libertad de prensa y el sistema de vida democrático.
Ante el cierre de los canales RCTV, Venevisión, Televén y Globovisión, Molina cuestionó los argumentos del presidente Chávez quien en su discurso dijo ayer que "el dueño de la señal es el estado venezolano" y por lo tanto justificó su cierre adjudicando a los canales privados "un plan de conspiración" en su contra.
Molina, de la revista dominicana Ahora, dijo que justamente las señales pertenecen al Estado y el gobierno no se puede arrogar la facultad de administrar los bienes del Estado para su propia conveniencia, porque ello significa que "estamos frente a un gobierno o un estado totalitario".
"La interpretación de Chávez - agregó Molina - está inclinada a su conveniencia política, alejada de todo precepto constitucional sobre libertad de expresión y de prensa y sobretodo alejada de los verdaderos intereses del ciudadano venezolano que en estos momentos de confusión es donde necesita mayor cantidad de información y orientación."
"Es el ciudadano el que debe juzgar si las informaciones son tendenciosas o no y elegir que canal informativo desea consumir, el gobierno no está para pensar o presumir lo que el ciudadano quiere. Esa forma de actuar en cualquier lado se llama dictadura o totalitarismo."