Condena la SIP ola de violencia contra periodistas en Venezuela
Miami (9 de julio del 2002) – La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó su preocupación por una ola de atentados contra periodistas y medios de comunicación registrados recientemente en Venezuela, por lo que solicitó públicamente a las autoridades que investiguen y castiguen a los responsables como única forma de garantizar el derecho del público a la información.
“Observamos alarmados una mayor intensidad de agresiones y ataques contra los periodistas y medios venezolanos, y no vemos que esta ola de violencia vaya a terminar sino es con una decidida acción del gobierno que busque cortar estos actos de intimidación, mediante una investigación rigurosa y castigo ejemplar”, dijo Robert Cox, presidente de la SIP.
Por su parte, Rafael Molina, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, advirtió que “si no se garantiza el ejercicio libre del periodismo, tarde o temprano veremos como toda la sociedad venezolana quedará virtualmente secuestrada”.
Cox, subdirector de The Post and Courier, de Charleston, Carolina del Sur y Molina, director de la revista Ahora, de República Dominicana, dijeron que la SIP está analizando el envío de una nueva misión a Venezuela para revisar la situación por la que atraviesa la libertad de prensa. La última misión de la SIP a ese país se produjo en febrero pasado, tiempo en que se advirtió sobre los riesgos de la violencia contra los periodistas y una serie de normas legales que no permiten el normal desarrollo de la tarea periodística.
En los últimos días, la libertad de prensa en el país fue afectada por varios incidentes violentos contra periodistas y medios de comunicación que las autoridades de la SIP condenaron en forma enérgica. Entre esos casos, destacaron su preocupación por el secuestro de Fabio Cortés, propietario de La Nación, de San Cristóbal, hecho que todavía no fue esclarecido desde que tres enmascarados entraron violentamente el 29 de junio a su hogar y lo raptaron tras amenazar a su esposa y dos hijas.
Hoy a la madrugada desconocidos que se dirigían en un vehículo arrojaron una granada fragmentaria en un estacionamiento de la cadena Globovisión ocasionando daños materiales pero no víctimas.
El 6 de julio un grupo de desconocidos incendió el automóvil de José Angel Ocanto, jefe de Información del periódico El Impulso, de Barquisimeto, quien presumiblemente fue blanco de ataques en represalia por las denuncias sobre corrupción en la administración de pública que hace en su columna “Campaña en el desierto”.
El 5 de julio, Sabrina Segovia, corresponsal de Notitarde en Caracas fue agredida por partidarios del gobierno, y en otro incidente similar, a mediados de junio, la periodista Alicia La Rotta, del diario El Universal, de Caracas, fue golpeada por un funcionario de un cuerpo de seguridad del Estado que se hizo pasar por periodista.
El periodista Luis Botello, director para los programas de América Latina del Centro Internacional para Periodistas, con sede en Washington, denunció que fue amenazado cuando una autoridad del Colegio de Periodistas regional aludió a que podía ser deportado por decir que no existe libertad de expresión en el país. Botello organizó un seminario de entrenamiento para periodistas del 27 al 29 de junio en la Isla Margarita. Luego fue demorado por las autoridades en el aeropuerto cuando se apreastaba a salir del país.
También se registraron a mediados de junio actos de violencia de parte de simpatizantes del gobierno contra vehículos de los canales de televisión Televen y Globovisión y del periódico El Siglo.
Otra agresión se registró el 26 de junio en el estado de Anzoátegui donde un grupo de periodistas que había sido citado para una conferencia de prensa fue atacado física y verbalmente por miembros de la policía municipal.