ORGANIZACIÓN DE PERIODISTAS PROFESIONALES  DE AMÉRICA LATINA

CONDENA  LAS AGRESIONES Y ATENTADOS CONTRA PERIODISTAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

  

La Organización de Periodistas Profesionales de América Latina, institución que agrupa a los Colegios y Organizaciones de periodistas profesionales del continente americano, reunidos en la ciudad de Tegucigalpa, Honduras, condena y rechaza  las agresiones que en los últimos días están  sido objetos periodistas y medios de comunicación social venezolanos, por grupos de personas fundamentalistas, que con    actitud  violenta  pretenden socavar, intimidar, amedrentar   y censurar, la libertad de expresión, de información y de prensa.

 

La OPPAL, informó el Lic. Levy Benshimol, presidente del Colegio de Periodistas de Venezuela, es una organización periodista profesional,   defensora, por principio y acción del sistema democrático,  de  los derechos humanos y de las libertades ciudadanas,   desaprueba  las   agresiones  violenta que son objetos los comunicadores sociales, en el ejercicio de sus funciones  profesionales, acciones estas      que limitan y censuran  los derechos de los ciudadanos de  estar estos  oportuna y verazmente informados. Este tipo de conductas   contradice espíritu de la Constitución de la República Bolivariana  de Venezuela. Por otra parte rechazamos, como profesionales la comunicación social  toda la legislación  que pretenda limitar la libertad  expresión, información y de prensa  y todas aquellas medias judiciales, que  tengan como finalidad restringir el libre flujo  informativo.

 

Los presidentes de los Colegios y Organizaciones Profesionales de Periodistas, hacemos un llamado a las autoridades venezolanas; El Fiscal General de la República, el Defensor del Pueblo, para que abran  las investigaciones de rigor y se condenen de acuerdo con lo establecen las leyes de esa República a los  agresores  de los periodistas y de los derechos humanos, como  les  expresamos nuestra solidaridad  a todos  los periodistas y medios de comunicación social  agredidos por el solo hecho de cumplir con el sagrado  derecho  de informar.

 

Tegucigalpa, Honduras.

2004.06.03

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