SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA PRENSA
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Lamentable que se le dicte una condena de seis meses
de prisión a cualquier periodista, aunque no tenga que pagar la pena
corporal. Y tal vez mucho más lamentable que tenga que desmentirse
públicamente. Es el caso de la directora del periódico El Nuevo
País, Patricia Poleo, quien admitió ante el Tribunal 10° de Juicio
del Circuito Metropolitano, que el Ministro del Interior y Justicia
Jesse Chacón, no era el soldado que aparecía en una foto arrodillado
al lado de un cadáver durante los sucesos ocurridos en la sede del
canal 8 el 27 de noviembre de 1992, durante la intentona golpista de
ese día, como ella lo había señalado y acusado. Poleo fue condenada
a seis meses de prisión por el delito de difamación, deberá hacer
varias publicaciones y pagar las costas del juicio.
Por supuesto que es respetable el coraje con que Patricia Poleo ha defendido sus puntos de vista. Pero su excesivo vedettismo y activismo político hace que no se le perciba exclusivamente como una profesional del periodismo, sino como alguien que no deslinda claramente su trabajo informativo de sus propias posiciones y/o pasiones políticas. Y eso la expone demasiado, sobre todo cuando la propia Poleo ha cometido errores, como en el caso que nos ocupa, facilitándole al sector oficial aplicarle esta severa sanción, que rechazamos por principio. Todos recordamos que Patricia Poleo ganó el reputado premio de periodismo Rey de España. Por eso mismo no debería dar los pasos en falso que ha dado, facilitando las retaliaciones del sector oficial y restándole, obviamente, credibilidad como profesional. La colega Poleo ha echado de menos la solidaridad del SNTP en los casos en que se ha visto envuelta. Condenamos el allanamiento a su casa, exigimos el respeto al derecho a su defensa y rechazamos también los intentos por obligarla a revelar sus fuentes informativas. Asimismo hoy, respetuosamente, le sugerimos sosiego personal y rigor informativo. 17-04-05 |