Palabras de Marcel Granier en el foro de emergencia sobre libertad de
expresión organizado por la SIP en Caracas, el 18 de septiembre de 2009
Notificación oficial
Quiero aprovechar estos momentos que me conceden para hacer una Notificación
Oficial. Notificación Oficial que les pido me ayuden a hacer llegar a la mayor
cantidad posible de personas, medios de comunicación, Jefes de Estado y
organismos internacionales.
Considero necesario, para evitar que a nivel internacional se produzcan en el
futuro inútiles sorpresas y extemporáneos sentimientos de culpa, que los
venezolanos levantemos nuestra voz mientras queda una oportunidad para hacerlo,
y hagamos saber al mundo que el proyecto de hegemonía comunicacional anunciado
por el entonces Ministro de Información y Comunicaciones Andrés Izarra y
ratificado por el Presidente, está a punto de concretarse.
A partir de ese momento se habrá silenciado toda forma de protesta en Venezuela
y se habrá callado y eliminado toda disidencia, toda dirigencia política no
autorizada, todo tipo de organización sindical, civil, profesional, popular que
pretenda preservar la mas mínima independencia del poder absoluto del régimen.
A partir de ese momento ya no habrá presos políticos, como tenemos ahora en
número cada vez más preocupante, sino desaparecidos, como nos enseña la trágica
experiencia de Argentina y Chile. Ya no habrá cárceles, sino centros de
educación ideológica como en la Unión Soviética y China. Ya no habrá juicios,
sino ejecuciones sumarísimas, como nos notificó orgullosamente el dictador Fidel
Castro, haciendo referencia a uno de los tantos procesos de eliminación de toda
forma de disidencia política, en ese "mar de la felicidad" que se llama Cuba.
Concientes de los planes que tiene este régimen, nosotros los venezolanos
podemos aceptar que el señor Zapatero y el rey Juan Carlos, reciban cordialmente
al Presidente Chávez con miras a facilitar conspicuos negocios entre la empresa
española Repsol y la bolivariana PDVSA. Entendemos y añoramos un Jefe de
Gobierno que conciba como propia y prioritaria la función de asegurar mas
puestos de trabajo para sus ciudadanos.
Lo que no podremos aceptar nunca, y para esto el sentido de esta Notificación
Oficial, es que el señor Zapatero diga, dentro de 10, 20 o 30 años: ¡No sabíamos
con quién estábamos negociando! ¡Quién lo hubiera sospechado! o un más
diplomático: ¡Teníamos alguna sospecha pero había tan poca información!
No señor Zapatero, usted, como el señor Insulza, o la ONU, la OEA, el Presidente
Obama y su Secretaria de Estado, o los gobernantes de Francia, Italia o Brasil,
están todos oficialmente notificados de que, en Venezuela, han cerrado en un
solo día 32 emisoras de radio y se preparan para cerrar 208 mas en la predecible
continuación del proceso de eliminación radical de toda libertad de expresión,
proceso que se inició el 27 de Mayo de 2007 con el cierre de RCTV y que incluye
la amenaza constante y la criminalización continua de cualquier medio que
sostenga una línea editorial independiente.
Esta criminalización produce una autocensura que, si no fuera tan grave, daría
risa. Globovisión es perseguida, entre otras cosas, por informar sobre un
movimiento sísmico, dije sísmico no político, de 5,4 de magnitud en la escala de
Richter, ocurrido en meses pasados, movimiento sísmico imposible de ocultar pues
fue percibido por la mayoría de la población. A pesar de su indudable
independencia informativa, que los protege de cualquier forma de indigna
autocensura, esta persecución ocasionó que, hace unos días, en ocasión de otro
movimiento sísmico aún mas fuerte, que produjo daños materiales y victimas, la
periodista que relataba las noticias en vivo y directo, se encontrara en serias
dificultades para informar lo que estaba ocurriendo en ese momento, sin
mencionar las palabras temblor, sismo o terremoto. Todos, público y reportera,
veíamos y sentíamos los movimientos, pero nadie se atrevía a llamarlos por su
nombre, hasta que el organismo oficial decretara oficialmente que había ocurrido
un temblor.
Esto es sólo una muestra de lo que pasa en Venezuela. Si las personas y los
organismos que acabo de mencionar, quieren seguir escudándose en la zona cómoda
que les proporciona la aparente legitimidad del régimen del Teniente Coronel
Chávez Frías, y bajo dicha legitimidad pretenden justificar u obviar este cierre
masivo de medios, nunca antes visto en país alguno, lamentamos mucho hacérselo
mas difícil proporcionándoles evidencias de que en Venezuela, no existe
Separación de Poderes, ni Estado de Derecho, así como tampoco se respetan los
Derechos Humanos de los venezolanos, y por lo tanto ni el régimen es legítimo ni
estamos en Democracia, ni tienen forma de justificar nada. Están negociando,
compartiendo y son cómplices de un dictador. Lo que ocurra de ahora en adelante
es también responsabilidad de esas personalidades y organismos.
Para mas evidencia deben saber que, días antes al cierre de esas 32 emisoras de
radio por parte del Teniente Diosdado Cabello, la Fiscal General Luisa Ortega
Díaz, cabeza del Ministerio Publico que según el artículo 285 de la Constitución
venezolana tiene la función de garantizar el respeto de los Derechos y Garantías
Constitucionales, además de los tratados, convenios y acuerdos internacionales
del cual sea parte la Republica en los procesos judiciales, presentó ante la
Asamblea nacional, siguiendo instrucciones Públicas y notorias del Presidente de
la República, una propuesta legislativa, llamada Ley de Delitos Mediáticos, tal
vez el instrumento con mas vocación totalitaria y represiva, jamás formulado en
la historia de Latinoamérica.
Al hacerlo no sólo violó la Constitución venezolana sino el principio universal
de la teoría de la Separación de los Poderes Públicos que considera que el
Ministerio Público “No tiene facultades de iniciativa normativa, más allá de sus
funciones internas para la aplicación del derecho, por lo que no es parte de la
función legislativa”.
El hecho de que, ante la protesta unánime de venezolanos de todas las
tendencias, este proyecto de Ley no haya sido discutido por la Asamblea
Nacional, "por ahora", no disminuye la gravedad del hecho de que La Fiscalía, al
seguir públicamente instrucciones del Jefe de Estado, demostró su dependencia y
supeditación al mismo, en contra de lo establecido por la Constitución y, al
presentar esa ley formulada para reprimir los medios de comunicación,
automáticamente se descalifica para actuar objetivamente en cualquier materia
que competa a estos.
Como si esto fuera poco, días después la misma Fiscal, tratando de justificar la
desmedida represión por parte de las fuerzas del orden Público a estudiantes,
trabajadores, profesores, padres y representantes que participaban en una
manifestación pacífica en contra de la nueva ley Orgánica de Educación, declaró
lo siguiente y cito textualmente: “estas conductas (refiriéndose a las
manifestaciones) que están asumiendo algunas personas, esto es Rebelión Civil” y
continua: “ leo el articulo 143: serán castigados con presidio de 12 a 24 años
los que se alcen públicamente en actitud hostil contra el Gobierno legítimamente
constituido”.
Para la Fiscal General de la República, tal como lo refleja su Proyecto de Ley
que no ha sido aprobado pero guía evidentemente sus actuaciones, toda
manifestación pacífica y toda disidencia son una rebelión civil, negando así el
derecho a la protesta consagrado en la Constitución Nacional de Venezuela. Esta
es la Fiscal General de la Republica Bolivariana de Venezuela, este es el
funcionario que, rigiéndose por el principio
de objetividad e imparcialidad en el ejercicio de sus facultades, debería velar
únicamente por la correcta aplicación del Derecho y la defensa de la
Constitución, con la obligación de investigar con igual celo no sólo los
antecedentes que permiten sustentar la persecución y acusación, sino también los
antecedentes que permitan apoyar la defensa del imputado.
Pero su actuación no es un caso aislado, en estas mismas manifestaciones, un hoy
tristemente célebre Coronel Benavides arengaba a las fuerzas del orden público,
a las que se les había impartido la orden ilegal de reprimir violentamente a los
manifestantes, ordenándole a un soldado: “Proceda a quitarme a la periodista”,
la cual armada de su micrófono, constituía al parecer una seria amenaza para el
militar, mientras este hacía proselitismo político, violando así el principio de
no beligerancia de la Fuerza Armada establecido en la Constitución y actuando
como parte de un órgano represivo ilegal al servicio de una personalidad, un
partido y una ideología.
Nada de esto es de extrañar. Todos los días, a pesar de que la mayoría de los
venezolanos rechazamos la propuesta de reforma de la Constitución presentada por
el Presidente de la República, Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, que pretendía
consagrar el socialismo como doctrina única del Estado venezolano, ese
funcionario publico que debería actuar como Presidente de todos los venezolanos,
en pleno ejercicio de su cargo y no de su militancia política, amenaza
públicamente de muerte a la mayoría de los venezolanos al pronunciar el lema
“Patria Socialismo o Muerte” y esa amenaza de muerte está dirigida, notoria y
públicamente a la mayoría de los venezolanos los cuales rechazamos la reforma
constitucional.
Los venezolanos estamos dispuestos a resistir y a oponernos con todas nuestras
fuerzas y convicciones democráticas a la implantación de este régimen y
lograremos detenerlo. Esa resistencia debería contar con el apoyo de todos los
latinoamericanos, puesto que este proyecto totalitario tiene vocación
imperialista. Del apoyo del resto del mundo no nos hacemos muchas ilusiones. La
experiencia de Cuba, cuando fallezca el Dictador, producirá nuevos y
extemporáneos asombros e inútiles golpes de pecho, aun cuándo la represión a la
que está sometido el pueblo cubano desde hace mas de 5 décadas, no llame a
engaño a nadie. En Cuba la gente está silenciada y la mentira es la verdad
oficial, tal como quieren hacer en Venezuela.
Ahora cuando el Teniente Coronel Chávez Frías anuncia vientos de guerra y
endeuda a Venezuela en miles de millones de dólares y euros para lanzarse en una
loca carrera armamentista, que no presagia nada bueno para América Latina, es
oportuno recordar la "advertencia a Occidente" formulada por el escritor y
perseguido político Alexander Solzhenitsyn, cuando dio la magnitud de la
represión y de las victimas del régimen comunista:
“Puedo dar la cantidad de pérdidas humanas inmediatamente: SESENTA Y SEIS
MILLONES DE MUERTOS. Estas son las pérdidas humanas en Rusia como resultado del
experimento socialista: SESENTA Y SEIS MILLONES DE PERSONAS.
¿Con la guerra? (preguntó el periodista)
No, sin la guerra, o sea descontando las pérdidas de la Segunda Guerra Mundial.
Repito, desde 1917 hasta nuestros días las pérdidas ascienden a SESENTA Y SEIS
MILLONES DE SERES HUMANOS”. *
Señoras y señores, este es el modelo que guía los pasos del presidente Chávez,
no sólo para Venezuela sino para América Latina. Este proyecto dictatorial de
corte militar y comunista necesita callar a los medios para que la represión no
tenga límites ni sea conocida, sino dentro de muchos años. Nosotros y ustedes
estamos en primera fila. El mundo está oficialmente notificado.
**Alexander Solzhenitsyn, Advertencia a Occidente, p. 254.