Cárcel
de Yare, 24 de Mayo de 2005
Reflexiones de un Prisionero Libre
Recuerdo de mis tiempos
de muchacho que en mi hogar, en los mediodías ponían en el “Estereo”
a Radio Rumbos y así, la familia se reunía a escuchar las noticias
que emitían en un programa denominado Noti Rumbos cuyo lema era
“¡Mas quiero una libertad peligrosa que una esclavitud tranquila!”.
Antes de mi captura, cuando ya rondaba los
15 meses de clandestinidad, éste pensamiento volvía recurrentemente
a mi, a veces en conversaciones que mantenía con familiares y
aquellos allegados luchadores, que me han acompañando y aun lo hacen
en esta guerra por la libertad, cuando inquietos inquirían por el
futuro de la resistencia al régimen y ese batallar de quienes a
conciencia objetan todo lo que signifique y tenga que ver con el
desastre de Hugo Chávez.
Les decía, a propósito de mi situación legal
y física que quien emprende una lucha como la que estaba llevando
adelante, debe tener plena conciencia de que para llegar a la
victoria, el derrocamiento del dictador y su falsa revolución, había
que transitar un camino muy difícil y tortuoso, en el cual los
inconvenientes no dejarían de faltar, y la muestra patética de esto
lo significan los casi cien muertos, los numerosos heridos y
desaparecidos, los perseguidos por defender sus ideas y todos
aquellos que de una u otra forma se han visto afectados por tratar
de preservar lo que consideran los usos, tradiciones, valores y
costumbres de un pueblo democrático en un escenario que
definitivamente debemos considerar como la época más sombría en la
historia contemporánea de Venezuela.
Y uno de esos “baches” era la prisión…
Al respecto le comentaba que el hecho de
“estar preso” no significa que se “sea un preso”, lo cual
va implícito en el estado o disposición mental de quien en un
momento determinado se ve físicamente confinado a un espacio
limitado en contra de su voluntad, lo cual no quiere decir que su
pensar, sentir y actuar, su deseo de seguir combatiendo lo que
represente “opresión”, haya mermado.
Poco tiempo pasó para que comprobase
personalmente los argumentos que discutía en esas tertulias…
¿ironías de la vida?. Yo diría que enseñanzas que no se deben
desaprovechar. Allí va un propósito.
Antes, familia, amigas, amigos, seres amados,
pueblo venezolano, permítanme hacer un paréntesis explicativo del
por qué de éstas líneas.
Debo excusarme y pedir su indulgencia porque
Felipe Rodríguez habla en forma personal. No me agrada el “yoismo”,
pero a veces hay que hablar en primera persona para que el mensaje
llegue.
El retardo de éstas líneas es de mi única y
exclusiva responsabilidad, y lo atribuyo a un mecanismo de
autodefensa, instintivo y natural del ser humano, que en esos
andares por los sabios libros que nos nutren en nuestro intelecto,
lo conseguí expresado en una máxima, la cual dice palabras más,
palabras menos: “Uno de los principales defectos del hombre moderno
es preocuparse por aquellos problemas sobre los cuales no tiene
control”. Fue leído en “La sabiduría de Todos los Tiempos” de Ayer,
oportuna cita en los primeros tiempos de mi cautiverio, pero que ya
transcurridos casi cuatro meses de la pérdida de mi libertad física,
y como muy bien me lo han reclamado muchos de mis compañeros de
lucha, no se aplica, pues fue silencio y negación de información
hacia quienes de una u otra forma ven en mi accionar, una manera de
manifestar la disidencia hacia el régimen que millones de
venezolanos profesamos. Como a veces le comento a mi familia, ya
Felipe Rodríguez no pertenece a ellos, se debe a una lucha y a un
conglomerado, a unos ideales y a unos propósitos.
A mis dos estrechas colaboradoras quienes
reclamaban su derecho, ¡gracias!, esos tirones oportunos de oreja
hacían falta.
Igualmente es necesario que se combata la
desinformación, ya que sabemos es una de las herramientas usadas por
el régimen para confundir y manipular la verdad de acuerdo a sus
intereses y producir desaliento en sus oponentes. Y si en uno está
el aclarar los hechos que ocurren, debe hacerse.
Sigamos, ya hechas estas sanas salvedades,
esperando que sean del interés de todos los que lean estas líneas.
“Que una esclavitud tranquila…”
Hay angustia, la desesperanza ha hecho mella
en los disidentes y pareciera que el venezolano tendiese a la
“esclavitud tranquila”. Nada mas erróneo y equivocado, ¡y no se debe
dar cabida a los pesimistas!.
“En Venezuela no habrá lugar para esta
revolución, ni logrará imponerse las doctrinas del Régimen, mientras
el colectivo mantenga en su sentir, pensar y actuar la firme
voluntad de defender sus valores, usos, tradiciones y costumbres que
no son otros que los que representan a la verdadera democracia y al
genuino interés del pueblo venezolano”.
Esto es así, relean esa frase y allí esta la
columna vertebral de la disidencia, de la objeción de conciencia que
debemos tener todos al régimen y a los Poderes Públicos que por él
han sido secuestrados.
Somos mayoría, hay que recordarlo y la
voluntad no se quiebra tan fácilmente, sobre todo cuando se defiende
un Derecho Natural como lo es la libertad y nos jugamos el futuro
del país y de las próximas generaciones.
¿Pésimo liderazgo político y militar?
Pasemos la página y busquemos la vía. Ya
llegará la oportunidad. Los que no, que les vaya bien en “su
esclavitud tranquila”.
Afortunadamente se aprendió que la cobardía
no es buena compañera para estas ocasiones y se deberán tomar las
decisiones que cada quien en su área de responsabilidad tengan,
asumiendo las consecuencias de lo que se deba hacer. Hagamos un
ejercicio mental, juguemos con un símil, si me lo permiten, se que
el mensaje llegará. Comienzo citando a un apreciado compañero de
lucha de una correspondencia recibida.
Decía mi amigo: “Las cárceles de la
Revolución Bolivariana no deben neutralizar el espíritu de lucha de
los compatriotas venezolanos que sufren las severidades de los
carceleros y los agravios de las imputaciones manipuladas y
subjetivas”.
| No lo harán compañero, todos los días se lo
juro a la bandera venezolana que cubre con su manto el lecho en
donde descanso en la cárcel de Yare. ¡No lo harán!. Puedes estar
seguro.
Y hagamos un poco de historia para reafirmar
la voluntad de lucha de los disidentes y basados en el símil que
presento, dar mayor énfasis a mi respuesta la cual se representa el
sentir de muchísimos de los venezolanos dignos de este país, al leer
las vivencias de un perseguido del cínico oportunista revolucionario
que nos gobierna.
Al grano, el tiempo es oro.
¿Por que no huí al exterior?
Muchos allegados me hicieron esta pregunta
antes de mi captura y después de esta con muchísimo más énfasis.
Noten por favor el uso deliberado del verbo “HUIR” porque así
considero esta acción para quien antes o después decidió entrar en
esta lucha por la libertad. Y en el caso de Felipe Rodríguez, este
se pregunta en forma ascendente: que pensaría su familia, su Guardia
Nacional, sus Fuerzas Armadas, sus compañeros civiles y militares
disidentes y los millones de venezolanos dignos que por una parte
vieron en el grito de Altamira una luz al final del túnel, o que
vieran a un miembro de las Fuerzas Armadas evadir su responsabilidad
mas sagrada asignada, como es su misión de defender la patria, sus
habitantes y sus instituciones y “ Preservar la Libertad”.
¿Un doctor que se desmaya al ver sangre?
Y, ¿no fue para esto que Felipe Rodríguez fue
educado?
¿Cuanto invirtió Venezuela “en educarlo y
prepararlo para la Seguridad y Defensa de su País?
¿Y entonces cuando se necesita de sus
capacidades, lo conseguimos en Alemania, en España, en los Estados
Unidos o Centroamérica, “conspirando” por Internet…..con un vaso de
“scotch” en la mano?
¡Por favor!….
¿Es que pensaban que esta lucha era soplar y
hacer botellas?
¿Qué iban a cambiar, un caucho desinflado?
¿O que era solo firmar banderas?...
¿Qué no hay Justicia? ¿Qué las instituciones
están destruidas? ¿Qué los poderes están secuestrados?
¿Y quién va arreglar esto si todos nos vamos?
Acción inexcusable para ningún militar que se
precie de tal, y en el caso de Felipe Rodríguez,
¿Qué les diría a los Tte ? Colina y Varela,
presos en Miami al ser implicados en los atentados de las Embajadas,
cuando se comunicaran y estos le preguntaran porque abandono la
lucha? ¿O es que no hay obligación para con los subalternos?
Sencillamente es una cuestión de dignidad, de
los valores que aprendimos en nuestro hogar y en nuestra Escuela de
Formación de Oficiales. Por eso Felipe Rodríguez esta aquí, y el
símil queda a uso y discreción del lector.
Que paso el 05 de Febrero del 2005, referente
a la captura de Felipe Rodríguez?
La causa de la captura de Felipe Rodríguez se
debió a un error cometido por el, al enviar un mensaje desde su T-Motion
a un celular identificado, siendo captado por la escucha electrónica
del DIM y luego de 10 días de vigilancia se procede al allanamiento
con las consecuencias que todos conocemos. Prueba de ello es que el
funcionario actuante, a quien todavía no se le ha cancelado la
recompensa prometida, me dijo el contenido del texto captado cuando
me encontraba en los calabozos del DIM.
Quedan así despejadas las dudas al respecto y
la responsabilidad exclusiva de lo ocurrido es mía.
Igualmente interesante es el relatar los
hechos que han rodeado el accionar del régimen en mi caso y por eso
paso a describir lo que considero han sido las violaciones a mis
derechos humanos, perpetradas por los organismos de seguridad del
estado antes, durante y después de mi captura realizada por la
Dirección de Inteligencia Militar el sábado 05 de febrero del 2005
en Caracas.
ANTES.
Motivado a la expedición de la primera orden
de captura por parte del juzgado 11 de control por el caso de las
explosiones en las embajadas de España y Consulado de Colombia, paso
a la clandestinidad al no creer en el sistema actual de justicia
venezolano y por lo burdo del expediente del caso, instruido en base
a confesiones procedentes de personas torturadas. Fecha: 23 de
noviembre 2003
Alrededor del 10 de diciembre del mismo año,
allanan mi domicilio en lo que he bautizado un asalto a mano armada.
El personal de la Disip que efectúa el allanamiento saqueó,
literalmente, mi hogar de residencia, desde el robarse 700 mil
bolívares en efectivo hasta carteras de mi esposa, pasando por
herramientas, relojes, juegos electrónicos, ropa interior, joyas y
cualquier cantidad de objetos pequeños que cupieran en sus
bolsillos. Ante la denuncia de mis abogados a la fiscalía del caso,
no se obtuvo ninguna respuesta. Se inició desde entonces el
hostigamiento a mis familiares, materializado por vigilancia fija y
móvil a mi esposa e hijos en las ciudades de Valencia y Cagua,
presentándose solo un caso de abordaje directo al menor de mis hijos
sin consecuencias resaltantes.
Este procedimiento de vigilancia y
persecución se mantuvo durante los 15 meses clandestinos y fue
ejecutado por la Dim y Disip.
Hubo un segundo allanamiento realizado a la
residencia de la señora Berenice de Gianvalbo en Cagua, de donde
retiraron útiles militares y personales.
Durante la captura.
Introducen en el apartamento en donde soy
capturado un fusil automático liviano (FAL) y una mini ametralladora
Ingram adjudicándome la propiedad de tal armamento.
Después de la captura
Soy traslado a la sede de la Dirección de
Inteligencia Militar (DIM) en Boleíta en Caracas. Allí fui recluido
en un calabozo ubicado en el sótano del edificio, con unas
dimensiones de 2,5 X 2,5 mts, con baño interior con una litera con
sus aparejos. Directamente estaba bajo la responsabilidad del Jefe
de la División de Investigaciones de la Dim.
Condiciones ambientales del sitio de reclusión:
El sitio fue aseado por mi persona ya que se
notaba no había sido utilizado durante un largo período de tiempo.
Esto sólo se hizo en la parte interna, ya que la antesala era usada
como deposito y pululaban roedores y otras alimañas.
La luz era artificial, blanca y permanecía
encendida las 24 horas del día. No tenía ningún tipo de ventilación
y amén de las rejas de la celda tenía dos puertas normales las
cuales permanecían cerradas. Estaba instalada una cámara de video la
cual formaba parte de un circuito cerrado de TV al cual se podía
acceder desde distintos puntos del edificio.
Desde un primer momento percibí un esquema de
tortura controlado y que tenía por objeto efectuar presión
psicológica, intentando aprovechar la desventaja existente para el
prisionero al momento de su captura, e intuyendo que me preparaban
para un interrogatorio el cual nunca se ejecutó.
A medida que transcurrían los días y no se
efectuaba el interrogatorio, se sigue con el esquema de presión
psicológica con la finalidad de hacer perder el piso moral al
prisionero intentando dominar su voluntad de lucha la cual mantiene
adelante implementando un horario de actividades estricto que iban
desde las primeras horas de la mañana hasta el “toque de silencio”
(ejercicios, meditación, retrospección psicológica, entre otros).
Las herramientas identificadas y utilizadas
por los torturadores para lograr este propósito fueron dirigidas
primero al individuo en si y posteriormente a su entorno familiar
atacando mayormente la parte emotiva.
Estas fueron:
+ Aislamiento: solo ingresaban individuos al
área para entregar los alimentos, no estando autorizados para hablar
con el prisionero.
+ No existía posibilidad alguna de medios de
recepción de noticias.
Incomunicación con el mundo exterior.
+ Privación del derecho a ser asistido en
todo momento por un abogado, cuando le fue prohibida la entrada a
mis defensores.
+ Alteración del ritmo biológico mediante
variaciones del momento del ingreso de los alimentos y supervisión
ostensible y notoria durante la noche.
+ Ausencia total de intimidad.
+ Acentuar el sentimiento de dependencia y
sumisión al colocar fuera de la celda todos los enseres personales.
+ Aumento de la tendencia al ocio.
+ Negación a libros y otros.
+ Utilización de técnicas de desatención para
fomentar el sentimiento de impotencia.
+ Ignorancia de las solicitudes y dispersión
de las mismas al no conocer la dependencia directa.
Intento de vejación a familiares y amigos
visitantes amparados en normas “ad-hoc”.
+ Violación de la correspondencia familiar
entrante y saliente.
Alteración del horario de visitas en
detrimento de la duración de la misma.
+ Espionaje mediante cámaras y espejos
unidireccionales de las visitas.
+ Restricción del ingreso de alimentos y
bebidas en forma injustificada.
Tentativas del maltrato verbal moral a los
familiares, los cuales fueron repelidos al momento en su totalidad.
+ Desinformación malintencionada sobre
aspectos familiares.
Robo de libros, tarjetas telefónicas, ropa,
útiles personales.
+ Colocación de objetos propiedad del
prisionero a la vista, mas no entregados, en una especie de sadismo
tendiente a crear sentimiento de ansiedad, desesperación y
frustración (libros, cigarrillos, caramelos, otros).
+ Se deja constancia de que varios
funcionarios fueron sancionados al negarse a cumplir con las
instrucciones impartidas para perpetrar este tipo de torturas.
+ Durante el lapso final del periodo de
reclusión en la DIM, fui mudado al área común de calabozos en donde
se unió al entorno ambiental vivido el riesgo de envenenamiento con
monóxido de carbono procedente del estacionamiento del edificio.
Frustrados en sus propósitos perversos,
retardan injustificadamente mi traslado al Centro de Procesados
Militares de Ramo Verde y posteriormente se efectúa el traslado
inusitado al Centro Penitenciario de Yare I, el cual se efectuó el
21 de Marzo del 2005, siendo un centro de reclusión para
sentenciados, y no para procesados y mucho menos para quienes no han
sido imputados, que era mi caso en dicha fecha.
Demás esta decir, que este centro esta
considerado como uno de los más peligrosos del país y puntal a
mostrar, cuando del deprimente sistema penitenciario venezolano se
trate.
El pabellón donde me encuentro recluido con
20 penados, está rodeado de las aguas negras provenientes de los
pabellones de los pisos superiores y el entorno delictivo y de
descontrol que rodea al prisionero es el óptimo para que el régimen
ordene un sicariato político y quede impune como un número más de
las estadísticas carcelarias del país.
Desde el punto de vista jurídico los medios
han reseñado las ocurrencias del “Proceso A”: Altamira y las
Embajadas, dos audiencias preliminares suspendidas. En la tercera
audiencia la fiscalía expuso su acusación obviando formalidades y
requisitos que obliga el Código Orgánico Procesal Penal y la Juez
acepto todas las acusaciones y desestimo todos los alegatos de la
Defensa. Soy imputado y se me abre juicio.
“Proceso B”: robo de explosivos de Puerto
cabello todavía sin imputación por el disgusto del Oficial encargado
del traslado a Maracay, quien cuando noto que los oficiales del
Consejo de Guerra Permanente me saludaron como lo deben hacer ante
un General de División de los de antes e irrespetando a lo que
quedaba de Justicia Militar en el país, da por terminados los actos
legales en desarrollo y me regresa a la cárcel de Yare, estando por
pasar a Consejo Disciplinario a tres Oficiales por el delito de
“mostrar los signos exteriores de respeto a un superior disidente
”de acuerdo a la normativa legal revolucionaria vigente”. Este hecho
lo considero como una de las violaciones más evidentes y descaradas
contra nuestro Sistema Democrático, ya que el Principio Legal de
“Democracia” es justamente el respeto a las Instituciones y a la
separación de los Poderes Públicos. El que una orden del Poder
Ejecutivo, haya prevalecido sobre la máxima autoridad del Tribunal
Militar en el cual me encontraba, subordinándolo, demuestra, que los
Venezolanos vivimos en una falsa “Democracia”, y en un total estado
de Indefensión, ante el único Poder existente en el País: El
Ejecutivo.
Hasta la fecha, van ocho delitos a saber:
+Conspiración
+Rebelión Militar
+Instigación a la Rebelión
+Agavillamiento
+Incendio Agravado
+Lesiones Genéricas
+Posesión Ilícita de armas de fuego
+Posesión Ilícita de armas de guerra
+Faltan los del Consejo de Guerra Permanente
de Maracay por el caso de los explosivos.
¿Todo un periplo, no?
Afortunada o desgraciadamente el caso de
Felipe Rodríguez no es el único ni el peor de los delitos de lesa
humanidad cometidos por el régimen siendo testigos silenciados los
caídos en esta lucha; silenciosos los heridos y/o torturados; y
testigos vivénciales los que han perdido su libertad o están siendo
perseguidos; y los que cada día ven como su libertad y otros
derechos naturales son cercenados por el afán desmedido de poder y
dinero de este régimen corrupto de trasnochada revolución.
Permítanme atar cabos, ya al final de mis
líneas y queden firmes las ideas que un preso político y prisionero
de guerra han querido expresarle.
1. Nunca jamás lograran imponer al venezolano
digno la “esclavitud tranquila” mientras existía la voluntad del
colectivo nacional de mantener en su sentir, pensar y actuar la
defensa de los principios y valores de una verdadera democracia.
2. La objeción de conciencia a todo lo que
signifique este régimen y sus poderes secuestrados debe mantenerse.
3. El camino es tortuoso y bien difícil, pero
al final es un camino: se hizo para andarlo.
4. Mientras exista un solo disidente y
resista, el régimen totalitario no podrá imponerse sobre la voluntad
de los venezolanos.
5. La lucha es justa en tanto y en cuando
vaya en defensa de los Derechos Naturales del venezolano en general
y del futuro de las próximas generaciones en particular; y ese es el
caso.
6. Las cárceles de la Revolución no quebrará
a la Disidencia; la enaltecen y fortalecen.
7. Cada quien debe jugar el papel para el
cual fue creado. Al momento de las decisiones la responsabilidad
debe asumirse y no evadir hacer lo que debe hacerse. Recordar que la
cobardía es mala compañera, sobretodo en un militar que se respete a
si mismo. Siempre tomando en cuenta los tres sentidos
imprescindibles en nuestro accionar; el sentido común, el de la
oportunidad y el sentido del ridículo. A buen entendedor……
Amigas y amigos, ustedes son los mejores
testigos de lo que día a día acontece en todos los ámbitos del
devenir nacional: la ambición desmedida por el poder y el dinero
deshace los pies de anime de esta burda copia de revoluciones
fracasadas importadas de países esclavizados y que en nuestro caso
en particular, deleznable al basarse en la explotación de las
miserias humanas.
La nube negra que tan acertadamente describió
Oscar Yánez en su artículo a finales del año pasado, cada día se
cierne más sombría sobre nuestra patria y próxima esta a descargar
su rayo sobre la iniquidad y despotismo que se quiere instaurar en
Venezuela.
Leí en un aviso publicado por una ONG de
Defensa de los Presos Políticos que un militar de verdad, nunca se
arrodilla. Muy cierto también que un pueblo noble y digno jamás se
humilla, así que a desempeñar cada quien el rol que le corresponde.
Esas cadenas de la libertad que en gesto de
rebeldía y resistencia levanto, las llevo con el mas grande de los
orgullos, porque como padre, esposo, hijo, guardia nacional, militar
disidente venezolano, preso político y prisionero de guerra,
simbolizan, las para ellos esposas humillantes, la lucha por la
libertad, la unión, la paz y la prosperidad que nos merecemos y
hemos de recobrar los venezolanos: La defensa de nuestros valores y
principios naturales.
Reflexiones de un prisionero libre…
Los que estamos Prisioneros en Táchira, Ramo
Verde, Disip, Dim, Yare…Podemos estar presos, con dignidad, pero
nunca podrán doblegar nuestra voluntad de lucha por los verdaderos
valores democráticos de nuestras querida Venezuela y nuestras ideas
nos hacen, aún estando confinados, las personas mas libres de
expresar el sentir de la mayoría de los venezolanos. Por eso
sencillamente estamos presos, libres.
¡Mis saludos compañeros!
Desde Yare I, una cárcel política mas de la
Revolución Bolivariana.
Felipe Rodríguez
G/D Guardia Nacional
Disidente
Preso pero irreductible.
“Dios concede la
victoria a la constancia, y a quien lucha por sus ideales de verdad,
libertad y justicia”