Carta del General de Brigada Ovidigo Poggioli al presidente del juzgado, 2005.05.25

CIUDADANO
Capitán de Navío MÁXIMO BERNARDO GONZALEZ ALVAREZ, 
PRESIDENTE del Juzgado Primero de Juicio del Circuito Judicial Penal Militar con sede en Caracas.

Su Despacho.

 

Yo, OVIDIO JESÚS POGGIOLI PÉREZ,  venezolano, General de Brigada del Ejército en situación de Retiro, mayor de edad, de este domicilio y titular de la cédula de identidad No. 3.413.966,  ante usted respetuosamente ocurro para exponer:

En fecha 20 de mayo de 2005, en la pagina 10, del Semanario “QUINTO DIA” fechado del 20 al 27 de mayo de 2005, que anexo Marcada “A”,  en la columna “SEBASTIANA SIN SECRETOS”, suscrita por la periodista Sebastiana Barraez en la sección ULTIMA HORA, aparece publicado el siguiente texto: “EN LA FRONTERA ASEGURAN QUE DESDE COLOMBIA ORDENARON ASESINAR AL GENERAL OVIDIO POGGIOLI”.

Con la diligencia que el caso amerita,  mi abogado Rafael Ángel Terán, el mismo día, se comunicó telefónicamente con la periodista desde su  teléfono  al numero que ella señala en su columna : 0414-319.35.96 .

Ante las preguntas e inquietudes de mi abogado, la periodista afirmó:

1.-  Que su verdadero nombre es muy semejante al que aparece en la columna.

2.-Que es nativa de San Cristóbal, Estado Táchira, y que trabajó durante 7 años en el Diario “LA NACION”.

3.- Que no puede revelar el nombre de la fuente, pero que la conoce, por ser una persona de la zona del Estado Táchira, que tiene la familia en San Antonio del Táchira, que lo tienen amenazado los guerrilleros colombianos y que en otras oportunidades le ha dado información que a la larga ha resultado cierta, como es el caso de “un gordo” que estaba preso, no recuerda por cual caso y la misma fuente le informó  que lo iban a matar y efectivamente lo mataron.

4.- Dice que su fuente es un hombre, que no puede transitar en la frontera sino por Guasdualito, en vista de las amenazas que tiene de los guerrilleros, quienes le quitaron un negocio que tenía en la frontera colombo- venezolana.

5.- Dice que la credibilidad de la fuente es alta.

6.- Que conoce al general Poggioli desde que era comandante del Teatro de Operaciones No. 2 y por lo tanto le recomienda cuidarse mucho, él y su familia.

 

En relación con tales circunstancias me permito hacer los siguientes planteamientos y reflexiones:

Por encontrarme a la orden de éste Tribunal, denuncio ante el mismo los hechos antes señalados, para que de conformidad con la ley se tomen las determinaciones a que haya lugar para el esclarecimiento de los mismos.

          La información periodística,  pudiera revelar  una maniobra bien orquestada en un laboratorio de Guerra Psicológica, pero también pudiera ser una realidad  procedente de los rincones más oscuros de una mente criminal.

          La información periodística, contiene una amenaza de  lesión a un derecho humano fundamental, que me obliga a fortalecer mis principios y mis convicciones.

Quiero  decir, que me siento una victima del sistema  judicial militar, que acata órdenes de apertura de juicio inconstitucionales dictadas por el Ministro de la Defensa y acepta los nombramientos también inconstitucionales de Fiscales Militares ; pero no acata las interpretaciones que hace la Sala Constitucional del máximo Tribunal del país, en lo relativo al derecho constitucional que tengo de ser  JUZGADO EN LIBERTAD.

Porque soy INOCENTE,  de los falsos hechos que me imputa la Fiscalía Militar, me presenté espontáneamente ante la Justicia Militar, para demostrar los errores y las injusticias que se cometen en mi contra.

Durante  once meses  he sufrido una  prisión injusta. Por varios métodos, se ha pretendido doblegar mi espíritu, doblegar mi condición de  ciudadano institucionalista; castigar mi disidencia política  hacia un gobierno,  que ha puesto a las Fuerzas Armadas al Servicio de un partido político denominado “QUINTA REPUBLICA”,  órgano burocrático populista, organizado para la  destrucción de la Republica Democrática, que actúa impunemente atropellando y sembrando el odio y las desigualdades a lo largo del territorio nacional, creando sin ningún escrúpulo falsas expectativas a los ciudadanos de los niveles mas empobrecidos de la Población, a quienes ha llevado a un estado lamentable y alarmante  de DESHUMANIZACIÓN SOCIAL.  

Me han preconstruido falsas pruebas, me han sometido al desprecio publico, me han incomunicado en la celda, me han fotografiado sin mi consentimiento, me han exhibido ante un par de comprobados criminales a quienes el Fiscal Superior Militar no ha acusado por los delitos cometidos,  me han colocado un micrófono oculto en mi celda, me han recluido en un sitio sin luz solar y sin ventilación artificial ni natural, me han negado la aplicación de los derechos Constitucionales y legales y ahora por disposición de quien sabe quien,   según la versión periodística:  HE SIDO CONDENADO a MUERTE desde COLOMBIA.

La periodista responsable de la columna, tendrá que explicar  los fundamentos de su nota periodística, de acuerdo con la ley.

 

 

Gracias a la Providencia,  mi corazón y mi alma han sido forjados para la libertad, para la democracia, para el respeto de los derechos humanos y de la justicia. Ahora, cuando el destino me coloca frente a las adversidades de la vida, como militar y como ciudadano responsable doy un paso al frente, y  con un sagrado respeto por el ideal bolivariano;  afectado en mis derechos; pero aferrado a la dignidad y a la fortaleza de mi conciencia,  expreso que:   “si mi muerte contribuye a que en Venezuela cesen los odios y la persecución política, y se consolide la unión yo bajaré tranquilo al sepulcro.”

 

Es Justicia en Caracas a la fecha de su presentación.

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