La rata de Peña Carrillo. A buscar gatos, señores...
Ya
había dicho en publicación anterior, "Cosas de
cochinos en las fuerzas armadas", que habría de
hablar de ratas. Y esto es apenas un abre boca,
porque ya vendremos con más. Por los momentos estas
cortas notas.
“La rata es el animal que con más frecuencia
desencadena fobias verdaderas. Es gris, gelatinosa,
inmunda, transmisora de enfermedades, asquerosa. Hay
campañas para exterminarlas. Sólo la lectura de su
nombre produce sensación de asco, de repugnancia. Su
presencia produce en la mayoría de las personas
miedo intenso, pánico”
Ya esto antes lo habíamos denunciado:
“Y para mí, no vale formación alguna en alguna
escuela, ni en Escuela Militar alguna, si no se
viene de buena extraña. Algo así le dijo Ovidio
Poggioli a su castigador en la DIM, José Baldomero
Peña Carrillo, cuando era sometido a maltratos
siendo él un General, y aquel un oficial de rango
inferior a quien le debía respeto”.
Para entonces, cuando por orden del Magistrado Máximo Bernardo González Alvarez, del primero de marzo de este año 2005, abruptamente, cumpliendo “órdenes”, porque fue a solicitud del representante de la Fiscalía, el Mayor Lisandro Bautista Landaeta, que junto a los otros oficiales que han implicado en el “Expediente Paramiliares”, como así lo llama el Coronel Jesús Faría, fueron enviados abruptamente a este organismo de seguridad del estado, siendo el sitio de reclusión de ellos el penal de Ramo Verde.
En las audiencias se denunciaron todo tipo de violaciones a los derechos humanos, y hasta vigilias tuvimos que hacer a pocos metros del organismo, invadidos de indignación y preocupación por lo que a ellos pudiera pasarles en las mazmorras donde fueron confinados.
En esa oportunidad, también dimos a conocer su expediente, igual lo hizo Patricia Poleo:
“La República de Venezuela en su nombre.
“La Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Penal Nº 145 y ponencia del Magistrado Jorge L. Rosel Senhem en fecha 18 de marzo de 1999, el Juzgado Superior Tercero en lo penal de la Circunscripción Judicial del área metropolitana de Caracas, dictó decisión por medio de la cual condenó al ciudadano José Baldomero Peña Carrillo, venezolano, mayor de edad, militar activo y titular de la CI. Nº V-7.561.108, a cumplir la pena de tres años de prisión, como autor responsable del delito de estafa, previsto y sancionado en el Art. 464 del Código Penal, y a sufrir las penas accesorias contempladas en los Artículos 16 y 34 ejusdem. Contra dicho fallo, anunció Recurso de Casación el defensor definitivo del imputado, y el 18 de febrero de 2000, el tribunal Supremo de Justicia, en sala de casación Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley declaró desestimado por infundado el presente recurso de casación de forma, presentado por el defensor definitivo del imputado José Baldano Peña Carrillo.”
También mencionamos que:
“A pesar de esta sanción, no ha pagado los años
de prisión. Primero estuvo con el general Rosendo,
luego con Médina Gómez y ahora en la DIM. Este
oficial superior tiene el cargo de adjunto a la
División de Investigaciones de la Dirección General
Sectorial de Inteligencia Militar (DIM)”
Ahora, a un unos meses, no sabemos si a las mazmorras las convertirán en suite de lujo. Pero de algo si estoy segura, luego del parapeto que montarán, les apuesto que prevalecerá una vez más la impunidad.
Es que es asunto de ratas, y de su exterminio. ¡Vamos, vamos!, a buscar gatos. No podemos permitir que sus crímenes también queden impunes.
El desagradable y por demás aborrecible asesinato de los tres jóvenes estudiantes de la Universidad Santa María, en manos de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) y de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), bajo la conducción del Mayor (Ej) José Baldomero Peña Carrillo, pone en descubierto una vez más, la permanente y constante violación de los Derechos Humanos, y la existencia en la ley y en estructura, más no en sus funciones, de un poder inmoral, ineficiente e incapaz, donde se denuncian torturas, maltratos, humillaciones y vejámenes a la dignidad humana y hasta asesinatos, y no se activan las organizaciones del Estado para esclarecer y establecer las responsabilidades.
MASACRE DE KENNEDY
CONMOCIÓN Y CONDENA EN EL MUNDO POLÍTICO
Mayor involucrado en triple crimen tiene antecedentes
El 18 de marzo de 1999 fue
sentenciado a 3 años de prisión D’YAHANA M. DE BASTIDAS
Ultimas Noticias
Caracas. El mayor del Ejército José Peña Carrillo, detenido por su
presunta participación en la masacre de Keneddy, en la que murieron
tres estudiantes de Ingeniería de la Universidad Santa María, se
encuentra sentenciado a tres años de prisión por el delito de
estafa, pero aún así continuaba libre e incluso se rumoró que
recientemente fue ascendido.
Fuentes del TSJ confirmaron que el oficial había sido sentenciado el
18 de marzo de 1999 por estafa, fecha en la cual interpuso un
recurso de casación el cual fue desestimado por el magistrado Jorge
Rosell el 18 de febrero del 2000.
Trascendió que Peña también estaba siendo investigado por su
presunta participación en hechos de naturaleza violenta y por abuso
y exceso policial en contra de detenidos.
Prohibido declarar. Trascendió que Elizabeth Rosales, Daniza
Buitriago e Irúa Moreno, las jóvenes heridas durante la noche del
lunes, aún permanecen hospitalizadas y dos de ellas se recuperan
satisfactoriamente.
A pesar de los rumores que aseguraban la muerte de una de ellas, los
familiares desmintieron la especie.
“Las muchachas permanecen estables, pero están imposibilitadas de
declarar. El fiscal que lleva la causa y los funcionarios policiales
del Cuerpo de Investigaciones Científicas que investigan el caso, y
que se han presentado a los hospitales, les recomendaron no rendir
declaraciones a ningún representante de los medios de comunicación
social para no poner en riesgo sus vidas o entorpecer las
pesquisas”, manifestó un familar de las sobrevivientes de la masacre
de Keneddy. Audiencia. Por otra parte, la audiencia de presentación
continuó ayer en el juzgado 50° de Control, presidido por Linda
Fernández.
Sin embargo, no estaba previsto que concluyera, porque de los 26
imputados sólo habían declarado siete a las 6 pm y el Código
Procesal prohíbe en forma expresa que se produzcan declaraciones
después de las 7 pm.
En virtud de ello y, salvo disposición excepcional en contrario de
la jueza, el acto debería continuar hoy sábado, para que concluyan
las exposiciones de los detenidos y empiecen a argumentar sus
abogados defensores.
Atodo evento, Fernández deberá decidir de inmediato, oídas las
partes, en primer término, quiénes quedan a la espera de que el
Ministerio Público concluya la investigación y, en el lapso de
treinta días con prórroga de quince, acuse o pida el sobreseimiento
de la causa.
Y en segundo lugar, quiénes de los investigados continuarán
detenidos y a quiénes otorgará alguna medida cautelar sustitutiva de
la privación de libertad.
http://www.ultimasnoticias.com.ve/ElPais/default20050702.asp
Wladimir Flores
El Comisario Wladimir Flores, hermano de la Diputada Cilia
Flores, osea, el cuñado de Nicolás Maduro, es uno de los
funcionarios destituido de su cargo en el CICPC por su relación en
irregular manejo que se pretendió hacer en torno al acribillamiento
de los 03 estudiantes de la Universidad Santa Maria, en pocas
palabras intento cambiar elementos que inculpaban a los funcionarios
del DIM y el CICPC que actuaron en estos asesinatos.
Y es que este comportamiento del comisario Flores, el mismo que se
atreve a utilizar boina roja dentro de las instalaciones del órgano
policial, no es nada nuevo, fue este mismo COMISARIO REVOLUCIONARIO
el que se dio a la tarea durante los sucesos del 11 de Abril, siendo
jefe de la División de Criminalística del CICPC, de cambiar
elementos que inculpaban a militantes del oficialismo, Peñalver-Cabrices-Atencio,
y sembraba pruebas contra funcionarios honestos de la PM.
Por supuesto que el régimen lo destituye tanto a el como al resto de
los funcionarios involucrados posteriormente en este lamentable
caso, no porque ahora Chávez quiera acabar con la impunidad, sino es
evidente que la presión popular y el magnifico papel que han jugado
los medios de comunicación ha ayudado a que este no sea UN CASO MAS.
Mi pregunta es POR QUE SOLO DESTITUYEN AL COMISARIO WLADIMIR FLORES
Y NO LO METEN PRESO?
Pues lo único que se alimenta y logra engrandecer es el clima de
impunidad que reina en este país y que permite que tipos como el
Mayor JOSE PEñA CARRILLO Y WLADIMIR FLORES sigan haciendo de las
suyas.
En pocas palabras: CHAVEZ LES DEBE A ESTOS SEñORES MUCHOS TRABAJOS
SUCIOS CONTRA SECTORES DISIDENTES Y DEMOCRATAS
DE NUESTRO PAIS
Dip.Oscar Perez
Mayor de la
DIM admitió que actuó en Kennedy sin orden de fiscalía
“No dije que ninguna fiscalía me había comisionado, y manifesté que
fui comisionado por mi dirección para investigar la muerte del
agente Toussaint”, afirmó ante el tribunal de control el oficial del
Ejército José Baldomero Peña
JAVIER IGNACIO MAYORCA - El Nacional
Ver cuadro de El Nacional:
http://www.noticierodigital.com/img/cuadro0709.jpg
El jefe de la comisión de la Dirección de Inteligencia Militar que
actuó el 27 de junio en el sector Kennedy de Macarao, mayor del
Ejército José Baldomero Peña, admitió ante el tribunal de control
que lleva el caso de la masacre de tres estudiantes de la
Universidad Santa María que carecía de una orden del Ministerio
Público.
“Yo no dije que ninguna fiscalía me había comisionado, y manifesté
que fui comisionado por mi dirección para investigar sobre la muerte
del agente (Eduin) Toussaint”, afirmó el oficial.
Peña permanece detenido en la sede en construcción del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en San
Agustín del Sur, por el homicidio de los cursantes de Ingeniería de
Sistemas Leonardo González, Edgar Quintero y Erick Montenegro.
Los fiscales asignados para este caso le imputaron también por los
delitos de abuso de autoridad, simulación de hecho punible y
violación de morada.
En su exposición, Peña afirmó que el jefe de la Región Capital de la
DIM, un teniente coronel de apellido Villegas, le informó el 27 de
junio que le enviaría a “una fuente” que le indicaría el lugar donde
se encontraban los homicidas del agente Toussaint.
Peña se negó a identificar a ese informante, pero en la averiguación
se determinó que era Deivi Antonio Caballero Avendaño, un primo del
agente ultimado el sábado 25 de junio en el sector Las Casitas de
Kennedy por dos hampones conocidos con los apodos de Beibi y Erito.
Caballero fue llevado con los efectivos militares hasta la
subdelegación Caricuao del Cicpc.
Allí lo presentaron al jefe de la Brigada E de Homicidios, inspector
Richard Varela, quien de acuerdo con el testimonio solicitó apoyo de
dos efectivos de la Unidad de Respuesta Inmediata (URI), debido a
que los de la DIM no conocían bien la zona donde harían la búsqueda.
El rastreo de los hampones comenzó en el bloque 18 de Kennedy.
Luego de recibir el dato de un efectivo de la Policía Metropolitana
que encontraron en el camino, se dirigieron a una cancha deportiva
de Las Casitas.
Pero la actividad no rindió frutos.
“Bajamos hacia la vereda 6 de Kennedy. Paramos todos los vehículos
allí y le manifiesto al teniente de navío (Jorge) Escalona que tenga
el control del acceso de la vía principal, y entramos hacia la
vereda”, recordó.
Según su relato, en ese momento se originó la balacera y quedó
herido el inspector de la policía judicial Luis Peña, a quien
encontró arrodillado en la calle.
Peña juró “por Dios” que nunca accionó su arma de fuego, una pistola
calibre .45, de la que supuestamente encontraron un resto de
cartucho en el callejón donde ultimaron a los estudiantes Quintero y
González. Negó además que haya usado una subametralladora Uzi
calibre 9 milímetros, pues esa la dejaba él “a las mujeres”.
Dijo, incluso, que cuando él llegó a las proximidades de la vivienda
de Elizabeth Rosales ya todos los estudiantes estaban inermes en el
suelo. Vio a la madre de la universitaria, Angela de Rosales, cuando
salía de su casa para implorar que los agentes no dispararan más.
El mayor dijo que los pasamontañas no eran usados por sus
subalternos sino por los agentes de la policía judicial que llevaban
como “anexo” de su grupo. Cuando los fiscales le indicaron que la
prueba de análisis de trazas de disparo (ATD) había salido positiva
en su caso expresó su duda.
“Solicito que se realice nuevamente la experticia en otro organismo
que no sea el Cicpc”, requirió. La juez de control negó la petición,
pues luego de medio día los restos de pólvora deflagrada adheridos a
la piel y la ropa pueden desaparecer.
“Sentí un golpe”
Según el detective de la policía judicial Luis Peña Ovalles, los
funcionarios que tenían las caras tapadas con pasamontañas durante
la operación efectuada en el sector Kennedy, la noche del 27 de
junio, pertenecían a la Dirección de Inteligencia Militar. Sus
compañeros de institución vestían pantalones jean y suéteres, y los
comandos del URI pantalones camuflados colores gris y negro.
Peña fue el único funcionario herido durante esa jornada. Aún no se
sabe quién le disparó, pero se cree que fue alguno de los agentes de
la DIM que estaban en la alcabala frente al bloque 1 del barrio.
“Me encontraba en el sector Kennedy con mi compañero Richard Varela
y la comisión de la Unidad de Respuesta Inmediata (URI). Aparcamos
los vehículos e ingresamos a una vereda.
En la mitad del recorrido, el inspector Varela me pregunta quién iba
a tomar notas, que dónde se encontraba mi agenda. Le dije que se me
quedó en el carro. Me regreso y cuando estoy cerca escucho varios
disparos. Sentí un golpe en la cabeza y siguieron sonando disparos.
Al llegar Richard Varela se escuchan menos disparos. Él solicitó
apoyo por transmisiones (...) Llegó una comisión del Cicpc y me
sacaron del sector. Me trasladaron hasta la clínica Vista Alegre”,
recordó.
Peña aseguró que nunca disparó su pistola marca Glock 919 cuando
estuvo en Kennedy. No obstante, al día siguiente lo llamaron sus
superiores para notificarle que estaba detenido.
Querían sacar a Moreno
Cruz Remigio Moreno Martínez, padre de Irúa Coromoto Moreno, una de
las jóvenes heridas durante la matanza en el sector Kennedy,
denunció ante el Ministerio Público el supuesto intento de
funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar por llevarse a
su hija del hospital Miguel Pérez Carreño.
Moreno acudió a la fiscalía 125 del área metropolitana el 29 de
junio, y reiteró sus señalamientos el día siguiente, ante
representantes de la Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio
Público.
Dijo que a las 0:30 am del 28 de junio, cuando apenas habían
transcurrido dos horas del ataque armado, la estudiante de la
Universidad Santa María convalecía en el centro de salud, luego de
ser atendida de emergencia en la Clínica Popular de Caricuao.
“Se apersonaron dos funcionarios de la Dirección de Inteligencia
Militar con la intención de sacar a mi hija del hospital”, indicó el
denunciante.
Los efectivos fueron atendidos por Grecia Marcano, jefa de
Emergencia, para ese momento en el Pérez Carreño. Ella sospechó y
les indicó que Moreno se encontraba en quirófano y que por lo tanto
no podía salir.
“Era mentira porque no se encontraba en quirófano. Pero fue la
manera que ella encontró para persuadir sus intenciones.
Creo que mi hija es testigo de ese acontecimiento (la matanza) y
ellos tienen algún interés”, explicó.
Añadió que la vida de Irúa Moreno “corre peligro”. Esa fue una de
las razones por las que la juez 50 de control Linda Fernanda Silva
ordenó custodia para ella y otras tres personas a la Policía
Metropolitana.
Proyectil de por vida
El director del Hospital Militar de Caracas, coronel (Ejército)
Earle Siso, informó que con la tecnología disponible no es posible
extraer los fragmentos de proyectil que se alojaron en la masa
encefálica de Irúa Moreno.
“Eso le quedará allí por toda la vida, a menos que los avances de la
ciencia permitan extraerlo sin riesgos”, afirmó.
Dijo que la salud de la estudiante de la Universidad Santa María ha
mejorado notablemente.
No obstante, aún permanece conectada a un sistema de respiración
artificial y se desconoce cuándo será dada de alta.
En cambio, su compañera de estudios Elizabeth Rosales ya está
recuperada casi por completo, y podría salir del centro de salud la
semana que viene. Siso informó que ella aún no ha declarado
formalmente ante los fiscales que investigan este caso.
A última hora del viernes, los fiscales asignados supervisaron la
realización de las pruebas de reactivación especiales para la
detección de restos de sangre y pólvora en todos los vehículos que
participaron en la operación policial del 27 de junio en Kennedy.
UN EFECTIVO DE INTELIGENCIA MILITAR CON GORRA ROJA DIRIGIÓ LAS
ACCIONES
A dos de los estudiantes los sacaron con vida del callejón
Luminol dirá si los ajusticiaron en una camioneta de la DIM
D´YAHANA M. DE BASTIDAS - Ultimas Noticias
Caracas. Un funcionario de Polisucre que se encontraba en comisión
de servicios en la Brigada E de la División contra Homicidios del
Cicpc la noche del 27 de julio, y que estuvo en Kennedy en apoyo a
la comisión que actuó allí, declaró que vio sacar con vida del
callejón a los estudiantes Erick Montenegro y Edgar Quintero.
En sus declaraciones, el efectivo relata que cerca de las 10 pm
salió de la sede central del Cicpc hacia Kennedy para atender una
solicitud hecha por compañeros que habían ubicado la casa del
presunto homicida del agente III (DIM) Darwin Tossaut.
"Me fui en un vehículo particular con otro compañero. No llegamos
directo a Las Casitas, sino que nos desviamos para buscar más
información y luego coincidiríamos con el resto del grupo en la
parte alta. Llegamos hasta el bloque 9 de Kennedy y desde allí
escuchamos muchas detonaciones, por lo que decidimos esperar antes
de salir, ya que como no portábamos carro identificado temimos que
nos confundieran", declaró el efectivo a la Fiscalía.
El policía agregó que fueron interceptados por dos motorizados y un
carro pequeño donde se desplazaban sujetos con capuchas y armas de
fuego.
"Nos identificamos con nuestras credenciales y por ello nos dejaron
ir. Me di cuenta que eran funcionarios de la DIM", agregó. En sus
declaraciones el policía comentó que cuando llegaron a Ruiz Pineda,
un sujeto que vestía una gorra roja les informó que ya habían muerto
"El erito" y sus compinches por lo que decidimos ir al sitio.
"Avistamos a un muchacho muerto en el piso y a su lado una pistola.
Entramos al callejón y vimos a los otros dos jóvenes que aún se
movían y respiraban, por lo que recomendamos llevarlos al hospital".
Más experticias. Siguiendo con su relato, el policía dijo que el
hombre de la gorra roja ordenó el traslado "en una pick up verde que
estaba en las cercanías".
Cabe destacar que la única camioneta que se encontraba en el sitio
del suceso es una Hi Lux, placas 83E-ABS de la DIM y que los dos
heridos ingresaron sin vida al hospital. En horas de la tarde de
ayer este vehículo fue sometido a experticias por parte de
funcionarios del Cicpc. Se le practicaron pruebas de luminol, las
cuales dieron positivas en la parte central trasera y en la alfombra
del piso. Así mismo, se le realizó una prueba de macerado, una
especie de barrido tendente a recabar rastros.
También sometieron a experticias dos vehículos Corsa; uno del
universitario y otro llevado por efectivos de la DIM la noche de los
hechos hasta la sede de Simón Rodríguez del Cicpc, alegando que
desde este carro les habían disparado y de allí el origen del
procedimiento.
UN ARSENAL
Confidencialmente se conoció que la comisión mixta implicada en la
masacre portaba cerca de 23 armas, entre largas y cortas.
En el expediente aparece que en el sitio se colectaron 13 pistolas
Browling calibre 9 MM y una Colt calibre .45 MM, la cual de acuerdo
al acta de novedades de la DIM estaba adjudicada a José Baldomero
Peña.
También estuvo involucrada en el suceso una Prieto Beretta .765 MM,
un fusil 5.56 MM (R15), dos ametralladoras: una HK 5.56 y un steller
5,56; además de cinco UZI 5 MM.
Adicionalmente se conoció que del total de los funcionarios que
integraban la comisión, han sido sometidos a pruebas de Análisis de
Traza de Disparos (ATD) 11 de ellos y 9 han salido positivos.
Los positivos en ATD son Jesús Alberto Abreu, Juan Carlos Apostol,
Will Ronald Montes, Jorge Escalona, Gendry Molina, Fernando Mora
Zamora y José Manuel Salazar Rodríguez
ACUDIRÁN LOS 26 EFECTIVOS PARTÍCIPES DE LOS CRÍMENES, TESTIGOS Y
SOBREVIVIENTES
Reconstruirán matanza
Director del Cicpc lo anunció para la semana entrante
“Es una ocasión para esclarecer el hecho”, dijo Marcos Chávez
ELIGIO ROJAS - Ultimas Noticias
Caracas. La próxima semana se llevará a cabo la reconstrucción de
los hechos que cobraron la vida de tres estudiantes de la
Universidad Santa María y dejaron heridas a otras tres, informó el
comisario Marcos Chávez, director del Cicpc.
“Esto ya fue aprobado por el Tribunal 50 de Control”, declaró
Chávez, quien agregó que para reconstruir el caso serán trasladados
a la Vereda 6 de Kennedy tanto los 26 efectivos involucrados en la
matanza, como las tres sobrevivientes y los testigos que han
declarado ante la policía científica.
El comisario Chávez expresó su optimismo por la mejoría de Elizabeth
Rosales, Irúa Moreno y Danitza Buitriago, sobrevivientes de la
matanza, “para que puedan estar en la reconstrucción”.
Dijo que “está es una oportunidad para esclarecer el hecho y para
que los funcionarios se sinceren; porque si se ponen a tapar las
cosas, van a pagar completico”.
Esta última advertencia de Chávez se refería a la diferenciación que
hace el Código Penal entre quienes cometen el homicidio y aquellos
que son cómplices del mismo.
El director del Cicpc dijo que el país tendrá la oportunidad de
presenciar cómo ocurrieron los hechos del pasado 27 de junio y le
permitirá a la policía científica recabar nuevas evidencias, así
como ubicar nuevos testigos.
Ultimátum a su gente. Marcos Chávez dijo lamentar una vez más lo que
ocurrió en Kennedy e invitó a los funcionarios bajo su mando a
“mirarse en ese espejo: o se corrigen o se van de la institución”.
Sobre la designación del nuevo tren directivo del Cicpc, Chávez dijo
que el ministro del Interior, Jesse Chacón, tiene en sus manos la
trayectoria de todos los comisarios para tomar una decisión. “Aunque
la Ley permite que también sea un particular”, dijo refiriéndose a
los nuevos directores. “Pero yo parto del principio que debe ser
gente conocedora de la institución”, acotó.
El directivo policial ratificó su desacuerdo con la propuesta
lanzada por el fiscal general Isaías Rodríguez de adscribir el Cicpc
al Ministro Público.
“No es buena darle el control del Cicpc a un solo ente”, señaló
Chávez.
La otra razón por la que rechaza el planteamiento del Fiscal es que
“el Ministerio del Interior está facultado por la Ley para brindar
seguridad a la nación venezolana”.
Policías mintieron en el hospital
"Son unos secuestradores que tenían a unas muchachas"
TAMOA CALZADILLA - Ultimas Noticias
Caracas. Esa noche la emergencia del hospital Miguel Pérez Carreño (Ivss)
estaba enrarecida.
“Anda a ver lo que hay en esa sala”, revoloteaba por escaleras y
ascensores. Comentario inusual entre quienes ya tienen el estómago
endurecido de tanto ver.
La estampa ofrecía dos cuerpos de jóvenes tirados en el suelo y uno
adicional que yacía sobre una camilla. A un costado, un par de
policías trajeados de negro se mostraban nerviosos, no susurraban
entre sí, caminaban, observaban. “Extraño, porque policía que no
llega alzado, algo hizo... y policía que trae muerto es porque es
culpable de ello”, apunta un veterano cirujano.
Uno de los agentes, libreta en mano, se aseguraba de que se
escuchara su versión en la emergencia: “eran unos secuestradores,
tenían a unas muchachas secuestradas en Kennedy”. Se-cues-tra-do-res.
Sólo las noticias voltearon la mentira para quienes laboraban en esa
guardia, pues pocos ponían en duda lo que ya se ha vuelto común:
“policías que matan malandros y la novedad reza ‘enfrentamiento’ en
el reporte que hacen”, comenta otro experto. Una de las señaladas
como supuesta “rehén”, era atendida en neurología.
Pero esa noche no impresionaba aún la farsa ni la coartada, más bien
la saña: “tenían demasiados tiros, demasiados, incluso había uno sin
ojo. Y había otro, el delgadito, que presentaba un orificio
extremadamente grande en el abdomen, como hecho con un arma muy
potente”, explica un testigo que cierra un círculo entre sus dedos
pulgar y medio para simular la abertura que causó el plomazo (los
que acostumbra a ver tienen el diámetro aproximado de una moneda de
Bs.100).
Pero había más: los cuerpos fueron levantados sin presencia de un
forense, que pudo haber registrado un dato como el del rigor mortis
de uno de los chicos: “es el rostro de dolor más espeluznante que he
visto. Tenía los ojos cerrados, los dientes completamente visibles
con la mandíbula apretada y los puños cerrados a ambos lados de sus
hombros”.