Jorge Alejandro Rodríguez www.lapaginadejorgealejandro.blogspot.com
Recientemente ha sido publicado un extenso informe fruto del consenso de expertos técnicos y políticos de los partidos Demócrata y Republicano de los Estados Unidos. El nombre formal de dicho acuerdo es “Construyendo confianza en las elecciones de los EEUU – Reporte de la Comisión para la Reforma de las Elecciones Federales” y los copresidentes de esta comisión fueron el Ex - Presidente Jimmy Carter (Demócrata) y quien fuera el Secretario de Estado de George H. W. Bush y Secretario del Tesoro de Ronald Reagan, Mr. James Baker III (Republicano).
Cabe preguntarnos en qué nos puede interesar a los
venezolanos, con nuestro vistoso y vicioso CNE, ocuparnos de lo que en
Norteamérica se plantean en torno a la confianza en las elecciones,
cuando acá tenemos tantos y tan variados problemas que atentan contra
esencia misma de la democracia, el respeto al voto y a los votantes.
Pues en mucho. El informe de esta comisión tiene como origen, según las
palabras de sus dos copresidentes el que “ los norteamericanos están
perdiendo su confianza en la rectitud de sus elecciones, y que si bien
no enfrentan hoy día una crisis sistema electoral, es necesario que
atiendan los problemas del sistema electoral”, palabras sumamente
preocupantes viniendo de quienes vienen, especialmente en el caso de
Jimmy Carter quien encabezó una misión de observación en el referéndum
revocatorio de mandato presidencial en agosto de 2005 en Venezuela.
El reporte establece que son cinco los aspectos fundamentales
a ser desarrollados para fortalecer la confianza en el sistema electoral
de su país, a saber,
Un sistema de registro electoral que sea sencillo para el votante en su
inscripción y aún más en su renovación, y que produzca listados válidos,
completos y precisos de quienes tienen derecho a sufragar.
Segundo, un
sistema de identificación de los electores, vinculado al registro
electoral, que mejore la integridad del sufragio sin introducir barreras
adicionales para el ejercicio del voto, inclusive para emisión y conteo
de los sufragios.
Tercero, medidas que promuevan y logren la mayor participación
electoral, permitiendo a todos los electores que tengan iguales
oportunidades de sufragar y de que sus votos se cuenten.
Cuarto,
máquinas de votación que tabulen las decisiones de los electores de
forma precisa y transparente, que minimicen el sub o sobre conteo de
votos y que permitan la verificación y conteo manual de los mismos y,
por último,
Un poder electoral justo, imparcial y eficiente.
Son cinco aspectos de apariencia sumamente simple y aplicación
casi universal, que analizaremos en detalle, teniendo siempre en mente
su validez y pertinencia en nuestra Venezuela.i