INTERPELACIÓN AL Militar Julio García Montoya, primera parte  (regreso)

ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

COMISION ESPECIAL POLÍTICA QUE INVESTIGA LOS HECHOS
OCURRIDOS LOS DIAS 11,12,13 Y 14 DE ABRIL DE 2002

Interpelación: General Julio García Montoya
Día: 13-05-2002
Hora: 03:55 pm.

Presidente: Artículo 222 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Asamblea Nacional podrá ejercer su función de control, mediante los siguientes mecanismos: las interpelaciones, las investigaciones, las preguntas, las autorizaciones y las aprobaciones parlamentarias previstas en esta Constitución y en la Ley, y mediante cualquier otro mecanismo que establezcan las leyes y su Reglamento, en ejercicio del control parlamentario podrán declarar la responsabilidad política de los funcionarios públicos o funcionarias públicas y solicitar al poder ciudadano que intente las acciones a que haya lugar para hacer efectiva tal responsabilidad.

Artículo 49, Numeral 2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.

Título 3 de los Derechos Humanos y Garantías y de los Deberes. Capítulo 1, Disposiciones Generales, Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos, su respeto y garantías son obligatorios para los órganos del Poder Público, de conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos humanos, suscritos y ratificados por la República y por las leyes que lo desarrollen. Cumplimiento de solemnidades.

Artículo 3 del Reglamento Interno de la Comisión. El Presidente y el Vicepresidente de la Comisión Especial, tomarán las medidas necesarias para evitar las interferencias o interrupciones durante el desarrollo de las reuniones, así como cualquier conducta que atente contra el espíritu de cordialidad y respeto que debe prevalecer. Reglas especiales para comparecencias.

Artículo 8. En la comparecencia de funcionarios públicos o particulares, la Comisión Especial aplicará las siguientes reglas: a) La Presidencia de la Comisión explicará la dinámica de interpelación o comparecencia al interpelado, la razón y motivo de la misma. b) el invitado a comparecer hará una exposición inicial por un tiempo no mayor de 10 minutos el cual podrá prorrogarse por un periodo igual. c) Los diputados y diputadas miembros de la Comisión Especial tendrán preferencia a la hora de formular sus preguntas o hacer sus intervenciones. d) La intervención de los diputados y diputadas que deseen formular preguntas no excederá de 3 minutos, las cuales deberán ser consignadas por escrito. e) El interpelado procederá a dar respuesta en forma sucesiva a las preguntas formuladas por los diputados y diputadas. f) Para aclarar conceptos, repreguntar o solicitar informaciones complementarias sobre la materia, objeto de la comparecencia, los diputados y diputadas tendrán un tiempo adicional, que no excederá de 3 minutos. g) El interpelado tendrá un tiempo que no excederá de 5 minutos para responder a cada una de las preguntas que se le formulen en forma sucesiva, el cual podrá prorrogarse si la Plenaria de la Comisión Especial así lo decide.

Tiene la palabra el ciudadano Julio García Montoya.

General Julio García Montoya: Muy buenas tardes señor Presidente, señor Vicepresidente, distinguidos diputados y diputadas de esta honorable Comisión de la Asamblea Nacional y un cordial saludo al glorioso pueblo de Venezuela.

Como consecuencia de los lamentables eventos ocurridos en día 11 de abril se le presentó a la nación venezolana un nuevo reto histórico para demostrar ante sí y ante el mundo su madurez política como Estado de profunda convicción democrática y pacifista, y sus cualidades ético-morales como sociedad.

Somos una sociedad compleja, dada la probabilidad de razas e ideologías que conviven en nuestro territorio, por esto las soluciones de facto han estado presentes en nuestra experiencia patria en su dinámica evolutiva, sin embargo, hoy debemos dejar en claro que dicha alternativa no está planteada como viable, pues es una etapa superada, dado el doloroso aprendizaje a través de nuestra historia.

Por tal razón, el golpe de Estado que se ejecutó ese día y se perfeccionó en la madrugada del 12 traía consigo, además de las negativas implicaciones políticas, un impacto nefasto en cuanto a nuestra imagen y autoestima nacional. En esos días nadie aceptó la ruptura del hilo constitucional como evento político emblemático de una Venezuela que comienza el siglo XXI y este sentimiento de rechazo se exacerbó con el acto de autoproclamación y la emisión del tristemente célebre Decreto que debe ser analizado en profundidad para explicarlo mejor a las nuevas generaciones. En ejercicio del fiel cumplimiento de su misión constitucional, la Fuerza Armada Nacional repudió el golpe de Estado, pues como bien lo expresa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Artículo 328, la Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación, mediante la defensa militar, la cooperación y el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la Ley. En el cumplimiento de sus funciones está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de personas o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. Fin del extracto.

La Fuerza Armada Nacional considera que un golpe de Estado no aporta en cuanto al desarrollo nacional, ni percibe que una dictadura de extrema derecha garantiza la independencia y soberanía de la nación, esto, si aceptamos que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, como lo establece el Artículo 5 de la Carta Magna. En cuanto a los pilares fundamentales de la Fuerza Armada Nacional, la disciplina, la obediencia y la subordinación están en función de sus principios fundamentales, por tanto al servicio exclusivo de la Nación y no de personas o parcialidad política. Deben sus pilares entenderse en virtud de la Nación y apoyar las instituciones legales y legítimas.

Como todos sabemos la Fuerza Armada Nacional no está al servicio sí misma como institución, pues es un subsistema del Sistema Nacional, y en lo personal otra interpretación la considero dañina para la Institución y sus sublimes cometidos.

Persuadido por estas convicciones en la madrugada del 12 de abril, luego de despedirme del señor Presidente de la República y saber de su salida hacia Fuerte Tiuna procedí a retirarme de las instalaciones del Palacio Blanco junto con un grupo de colaboradores y asesores directos. Una vez fuera, constituí dos equipos de trabajo, uno en mi hogar y el otro en un inmueble que había adquirido hace un año. Desde esos sitios comenzamos a operar y a evaluar los escenarios para las próximas 72 horas, contando apenas con la precaria información que pudiéramos obtener a través de la televisión y otros medios. También desde esa mañana, insistentemente traté de comunicarme con el General de División del Ejército, Efraín Vásquez Velazco para indicarle el grave error que se estaba cometiendo y exigirle que depusiera su actitud, pero lamentablemente la comunicación no pudo hacerse efectiva.

La actividad del día 12 y la mañana del día 13 fue intensa, pues establecimos frecuentes contactos realizando reuniones entre los equipos constituidos y comunicándonos con otros oficiales y civiles quienes manifestaban su inconformidad con los hechos y me ratifican su lealtad incondicional. En la mañana del sábado 13 me dirigí al inmueble de mi propiedad, antes señalado para nuevamente entrevistarme con parte de mi equipo, pues ya veníamos manejando la posibilidad de dirigirnos a Maracay, pero la impredecibilidad del destino fijó la pauta, pues para mi sorpresa me encontré en el estacionamiento del edificio con el Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, quien tiene su residencia principal en ese lugar. En lo personal debo admitir que siempre le he respetado como oficial y como persona, con lo que aproveché para entablar una conversación con él. El me manifestó su enorme preocupación por el desencadenamiento de los eventos y me habló del potencial peligro que existía con la situación del ejército, particularmente con la Brigada 42 de Maracay.

En vista de que yo quería ir a Maracay me ofrecí y le argumenté que conocía al General Isaías Baduel, éste se mostró entusiasta y me hizo partícipe de su voluntad de evitar un derramamiento de sangre entre unidades militares.

Así pues, que después de girar instrucciones al equipo que me esperaba, me devolví a mi hogar para realizar algunas coordinaciones, saliendo luego hacia Maracay y llegando a la sede de la 42 Brigada de Infantería Paracaidista aproximadamente a las 09,30 horas del 13 de abril. Fui recibido por el General de División Nelson Benito Verde Graterol, Comandante de la Cuarta División Blindada Militar de Maracay y por el General de Brigada Raúl Isaías Baduel, Comandante de la 42 Brigada Paracaidista, nos trasladamos al despacho de este último y en él se encontraban el General de División, Aviación Luis Acevedo Quintero , Inspector General de la Aviación y el General de Brigada de Aviación Pedro Torres Finol, Comandante de Operaciones Aéreas de la Aviación.

Ante los presentes expuse de una vez mis ideas, explicándoles que desde mi punto de vista el primer error que se había cometido era el hecho del golpe de Estado, el segundo era la instauración de un régimen de facto de extrema derecha seguido con la persecución de personas y la disolución de los poderes públicos, el tercero era que se hubiera secuestrado e incomunicado al señor Presidente de la República y el cuarto, era pretender que la Fuerza Armada Nacional, bajo un pretexto de institucionalidad avalara esa situación ilegítima, inconstitucional e inhumana. Automáticamente los presentes demostraron estar en sintonía con mis ideas y para enderezar los entuertos y evitar un derramamiento de sangre, decidimos diseñar una estrategia para llevar a cabo la operación.

Comenzamos a realizar un análisis de los hechos, concentrándonos fundamentalmente en dilucidar la situación actual del ciudadano Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, señor Hugo Rafael Chávez Frías, teniendo como interrogante si efectivamente se encontraba con vida y de ser así, conocer dónde estaba recluido y quienes eran sus custodios. Así mismo se efectuó un análisis del impacto producido en el panorama nacional por el golpe de Estado y la álgida situación ocasionada por el decreto del Gobierno de facto instalado por el ciudadano Pedro Carmona Estanga, quien era respaldado por un grupo de generales de los diferentes componentes que fraguaron la instauración del nuevo Gobierno.

Mientras se realizaba el análisis hicieron acto de presencia el Vicealmirante Fernando Camejo, Comandante logístico de la Armada y el Contralmirante Orlando Maniglia Ferreira, Comandante de la Escuadra, así como el Teniente Coronel Guardia Nacional Fernando Carín Capacie, Fiscal Militar Superior ante el Consejo de Guerra Permanente de Maracay. Dada la gravedad de las conclusiones, junto con el importante apoyo del personal civil que colaboró con la operación se estableció un orden de prioridad sobre las acciones a seguir. Para ello, se redactó un manifiesto que simplificaba las intenciones de restaurar el orden constitucional que había sido violentado y se le denominó “Operación Restitución de la Dignidad Nacional” en donde se expresaba lo siguiente: Operación, restitución de la dignidad nacional. Manifiesto. Nosotros los soldados, ciudadanos de la Fuerza Armada Nacional, invocando el título 8º. De la Protección de la Constitución, Artículo 333, cuya ejecutoria se enmarca en el estricto apego a la carta fundamental y las leyes de la República Bolivariana de Venezuela, categóricamente desconocemos la junta de facto que usurpó el poder legal y legítimamente constituido en Venezuela.

Informamos a la opinión pública nacional y a la comunidad internacional que somos respetuosos del texto y de los principios consagrados en todos los convenios y tratados internacionales suscritos por la Nación, y atendemos especialmente al Título 7º. De la Seguridad de la Nación y Leyes Vigentes. Actuamos en cumplimiento de nuestro deber, nuestra honra, nuestra conciencia, como ciudadanos militares, así pues, como militares venezolanos, nosotros juramos defender a la Constitución y las Leyes y en atención a esa palabra empeñada nunca respaldaremos a un gobierno dictatorial, de facto, puesto ilegal e ilegítimamente en función de unos intereses parciales, violando la voluntad popular. No somos fieles a personas sino a principios, y por esto es que asumimos esta posición.

En virtud de restaurar el orden, la integridad y la paz física y moral que tanto deseamos, tanto venezolanos como la comunidad internacional exigimos, 1) Que cese inmediatamente la matanza que efectúan especialmente las policías Metropolitana y de Chacao y demás grupos que están siendo cruel e ilegalmente utilizados. 2). Que la verdadera sociedad civil conserve toda la calma, la buena conducta cívica y se tranquilice, pues prontamente tendremos una salida honrosa para todos. 3). Que tengamos acceso a los medios masivos de información ya que en estos momentos estos no están cumpliendo su función de máximos defensores del derecho a la información veraz, y así salvar vidas de compatriotas que están siendo asesinados en las calles. Cumplan pues con el máximo interés de cualquier ser humano decente, ya que por su complacencia muere gente inocente y eso pesará sobre su conciencia.

4) Que se recupere el hilo constitucional que ofrece suficientes mecanismos para resolver esta situación. 5) que se convoque al referéndum consultivo, previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para medir la verdadera voluntad venezolana. 6) Que cese el terrorismo, actos vandálicos y humillaciones contra compatriotas que actualmente se les está violando sus derechos humanos en una siniestra lista negra. 7), que nuestros soldados no agredan al pueblo ni se cometa el terrible error de luchar entre hermanos militares. 8) Que renuncie el actual dictador que está provocando un baño de sangre en todo nuestro país, y se restituya al ciudadano Diosdado Cabello y al resto de los poderes, al Fiscal General de la República, etc. 9) Ya que es el deber de los ojos del mundo observarnos, exigimos su presencia, mediante los organismos de Derecho Internacional que aquí les vamos a honrar dándoles un elevado ejemplo de democracia y respeto a la Ley. 10) que se garantice la integridad física del señor Presidente Hugo Chávez Frías y se le traslade al Palacio de Miraflores y se le entregue al Coronel Jesús del Valle Morao para restituirlo a su sitio de trabajo.

Nosotros –y me refiero a todos- no tenemos otra alternativa que estar en paz con nuestra conciencia, así que espero con este llamado nacional, todos dejen sus intereses personales y piensen en el país, dando el ejemplo y atendiendo a su sagrado deber con Dios y con la Patria. Y firmaron todos los integrantes de ese Estado Mayor Conjunto que se constituyó en la sede de la Brigada 42 de Maracay.

Acto seguido se buscó por todos los medios posibles hacer público nuestro manifiesto, siendo nuestras intenciones frustradas reiteradamente, debido a que los medios de comunicación social se auto-censuraban y difundían programas de entretenimiento, distrayendo así la atención de la opinión pública nacional, sobre estos hechos que demostraban fehacientemente la inconformidad de miembros de la Fuerza Armada Nacional y sectores importantes de la población. Sin embargo, súbitamente obtuvimos el inconmensurable apoyo de la televisora regional, el Canal 5, TVS y de los canales internacionales de Francia, Argentina, México, Cuba y Colombia, entre otros medios de comunicación internacionales, tan sólo, CNN se comunicó con nosotros 5 veces.

Así fue que nuestras declaraciones lograron penetrar la barrera de la mayoría de los medios de comunicación y emerger de la oscuridad a la luz pública nacional e internacional. Como consecuencia de ese evento, comenzamos a recibir innumerables llamadas de apoyo de las unidades operativas acantonadas en todo el territorio nacional y del pueblo de Maracay que ya rodeaba la instalación militar. Esto nos generó mucha fuerza moral, potenciando nuestra energía para lograr el cumplimiento de nuestro deber. Simultáneamente fuimos estableciendo comunicación con cada una de las diferentes guarniciones del país, especialmente aquellas donde existían grandes comandos del ejército a cuyos comandantes fuimos persuadiendo de sumarse a nuestra posición.

El General de Brigada Raúl Isaías Baduel recibió vía fax una carta escrita y firmada de puño y letra del ciudadano Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Teniente Coronel, Hugo Rafael Chávez Frías que se consigna ante esta Comisión. Esa fue la primera señal de que el señor Presidente estaba vivo, pues la misma se escribió a las 02:45 horas de la tarde en Turiamo.

Posteriormente, el Teniente Coronel Guardia Nacional Fernando Capacie, Fiscal Militar Superior del Consejo de Guerra de Maracay logró establecer contacto con el Coronel Ejército Rafael Ricardo Reyes Rincón, Fiscal General Militar de la Fuerza Armada Nacional, quien a través de un fax nos remitió un acta levantada por la Fiscalía Militar de Caracas ubicada en el Fuerte Tiuna y que se consigna ante esta Comisión.

En el último punto se observaba que el ciudadano Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela no había renunciado. Como se puede observar existían dos documentos que certificaban que el Presidente de la República no había renunciado al cargo y ninguno que diera fe de su renuncia, aunado a lo anterior, las declaraciones dadas por el Fiscal General de la República, Dr. Isaías Rodríguez, quien había indicado que se requería la formalidad legal a través de un documento escrito firmado por el señor Presidente de la República, donde expresara taxativamente su renuncia para poder materializar el requisito material de Ley establecido en la Constitución, nos acrecentó aún más nuestra percepción de que hacíamos lo correcto.

Desconocíamos que el segundo sitio de reclusión del Presidente era el apostadero naval de Turiamo, pero a través de contactos telefónicos descubrimos que ante la inminencia de su ubicación por parte de nosotros, el Cuerpo de Generales desafecto al orden constitucional lo trasladó fuera de nuestro alcance, presumiblemente había sido llevado al apostadero naval de la Orchila. Se coordinó con el Vicealmirante Fernando Camejo, Comandante Logístico de la Escuadra, para que enviaran unidades navales de ese componente en apoyo a la operación “Restitución de la Dignidad Nacional” ordenando la salida de 6 lanchas patrulleras de las cuales zarparon 5 y la Fragata Misilística Almirante García, desde la Base Naval de Puerto Cabello, hacia el apostadero naval de la Orchila, estimando para ese m omento su arribo entre las 00 horas hasta las 00,3 horas del día 14 de abril.

Aproximadamente a las 19 horas establecí contacto telefónico con el Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, con el fin de exigirle la inmediata entrega del señor Presidente de la República, éste no me respondió y le pasó el teléfono al General de División Ejército, Manuel Rosendo, repetí mi exigencia y éste también hizo silencio, pasándole a su vez el teléfono al General de División Ejército Efraín Vásquez Velasco, quien no atinó a darnos una respuestas coherente, debido a su actitud, de manera enérgica y rotunda le exigí que respetara la integridad física del señor Presidente y que no cometiera el grave error de sacarlo fuera del país, por lo que le advertí que me lo entregara o de lo contrario él correría con las consecuencias. Corté la comunicación luego de esa declaración.

Cada segundo era valioso, por lo que llamé al señor Embajador de los Estados Unidos Chávez Chapiro, para pedirle sus buenos oficios para con nuestra causa, ya que teníamos conocimiento de que había una aeronave civil de siglas norteamericanas, Noviembre-165 Sierra Carlos, que presumiblemente iba a sacar al señor Presidente hacia el exterior. Este ofreció colaborar. Posteriormente me devolvió la llamada para decirme que posiblemente pertenecía a un ciudadano venezolano pero que no estaba en capacidad de establecer su identidad. Para ese momento, como no disponíamos de un apoyo aéreo para misionar las unidades necesarias con el fin de rescatar al Señor Presidente, el General de División Aviación, Luis Acevedo Quintero y el General de Brigada Aviación Pedro Torres Finol, lograron concientizar a los generales que habían tomado la Base Aérea Libertador y la Base Aérea Escuela Mariscal Sucre, para que prestaran el apoyo y fue así como a las 23:30 horas recibimos el apoyo de 3 helicópteros Super Puma.

Se comisionó al General de Brigada Ejército Alí de Jesús Uzcátegui Duque, Director de la Escuela Básica de la Fuerza Armada Nacional, al mando de 20 Comandos de la 42 Brigada de Infantería de Paracaidistas y se designó al Teniente Coronel Guardia Nacional, Fernando Capacie, Fiscal Militar Superior de Maracay, para que organizara un equipo legal que le diera carácter de una actuación judicial y constitucional sobre el rescate del Presidente, para ello se hizo acompañar del Capitán de Aviación Francisco Soto, Juez Militar Primero de Primera Instancia Permanente de Maracay, el doctor Rafael Tosta Ríos, Abogado que representaría los derechos constitucionales del Presidente de la República, y un profesional de la medicina, el Teniente Coronel de la Aviación Antonio Castro, médico militar para que efectuara un reconocimiento médico del Presidente, en virtud de que nos habían informado de que estaba mal herido.

La Comisión partió a las 23:55 horas, aproximadamente a las 02:00 horas de la mañana se comunicó conmigo el General Uzcátegui para informarme que ya había aterrizado en La Orchila y que se disponía a ubicar al señor Presidente para su traslado a la base de Maracay, donde teníamos listo un equipo médico en el Hospital Militar, 45 minutos más tarde recibimos la llamada del señor Presidente confirmándome que se encontraba en perfecto estado de salud y su decisión de trasladarse directamente al Palacio de Miraflores, misión, ese equipo procedió a levantar un Acta que se consigna ante esta Comisión.

Mientras tanto, en Maracay el equipo de generales y almirantes que dirigimos la operación, procedimos a emitir unas declaraciones que fueron grabadas en un video el cual se consigna ante esta Comisión. No se si habrá posibilidad de ver el video.

“Pueblo de Venezuela, les habla en General de División Ejército Luis José García Montoya, Secretario General del Consejo de Defensa de la Nación.

En el día de ayer 13 de abril y desde la sede del Comando la 42 Brigada de Infantería de Paracaidistas nos reunimos un grupo de oficiales, almirantes, superiores, subalternos y suboficiales profesionales de carrera, tropas, y compatriotas venezolanos con el objeto de cuantificar, organizar y ejecutar una operación militar destinada a restablecer la dignidad nacional. Actuamos en cumplimiento de nuestro deber, nuestra honra y nuestra dignidad. Como ciudadanos soldados teníamos el compromiso de que se rescatase el hilo constitucional. No somos fieles a las personas sino a nuestros principios, y en ese sentido como fue el 14 de abril, podemos exhibir con orgullo el haber alcanzado el éxito en cumplimiento de la misión que nos impusimos para que restituido este hilo constitucional, pusiésemos fin a las intenciones perversas de una junta de facto que pretendió usurpar el poder y la autoridad legítimamente constituida.

Somos un pueblo de profunda vocación democrática, y que tenemos el deber de ser fiel a las huellas de nuestro Padre Libertador. Esta tarea no hubiera sido posible sin el concurso ni el apoyo decidido de todo el pueblo venezolano, particularmente, muy particularmente del pueblo .. Es así como podemos decir hoy el resultado exitoso de esta misión que nos impusimos y esperamos y aspiramos que de ahora en adelante nuestra Patria pueda orientarse definitivamente hacia la consolidación ..fines consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y de esa manera poder construir el país que todos deseamos y necesitamos. Muy buenas noches.

Esta operación estuvo siempre últimamente ligada con la voluntad de la sociedad civil, de lo contrario nunca hubiera obtenido el éxito contundente que efectivamente logró, por esto en honor a la verdad y ante los ojos de Dios, debo culminar mi exposición reconociendo a los verdaderos protagonistas de los hechos y definir el éxito como el éxito de un colectivo, el éxito de los venezolanos.

Este golpe de Estado del 11 de abril, pudo significar un enorme retroceso de nuestra sociedad, sin embargo, gracias a las reacciones espontánea de nuestro glorioso pueblo y de la Fuerza Armada Nacional, fiel a su mandato, la patria se liberó a sí misma y la visión global de los días 11, 12, 13 y 14 de abril, expone un precedente único y positivo de lo que es Venezuela hoy en el siglo XXI.

Ante tales demostraciones de grandeza, debo dar gracias al Señor todopoderoso por ser venezolano y tengo fe en que la inmensa mayoría entiende que el diálogo y el debate de ideas son las más elevadas vías para resolver las posiciones encontradas, siempre en un ambiente de tolerancia, las diferencias individuales, dándole un carácter enriquecedor al contraste de ideas divergentes. Es todo cuanto me corresponde exponer ante esta honorable comisión. Muchas gracias.

Presidente: Tiene la palabra el Diputado Carlos Casanova.

Diputado Carlos Casanova: Gracias señor Presidente, colegas parlamentarios, buenas tarde, señor General. Inicia usted su intervención muy adentrado en los hechos del golpe de Estado. Esta Comisión está averiguando el origen, el desarrollo de los sucesos para llegar a la conclusión de qué fue lo pasó en Venezuela.

Obviamente diera la impresión de que no todo empezó como un golpe de Estado, todo empezó con una marcha cívica, que terminó siendo una gran matanza. Quiero puntualizar ahí, General en estas dos primeras preguntas, porque es muy importante. Todos estamos de acuerdo con que todo terminó en un golpe de Estado, visto el decreto, pero obviamente no todo comenzó siendo un proceso para un golpe militar, que es precisamente lo que queremos tratar de establecer en materia de responsabilidades, porque entre el golpe de Estado y la manifestación, hay una masacre de ciudadanos, que es lo que queremos también determinar en responsabilidades que tiene el Estado básicamente.

De tal manera que vamos a coincidir siempre, General, en que hubo un golpe de Estado al final, o sea, hay un decreto que da al traste con toda la institucionalidad. Mi primera pregunta en consecuencia, señor General.

El día 11 de abril, el día de la masacre, no nos movamos de ese día, cómo explica usted ese día 11 un golpe de Estado donde los insurrectos o alzados no toman Miraflores, donde no existió renuncia del Presidente, donde unos generales sin tropa le dan un golpe a unos generales con tropas, esa es la primera gran pregunta que hay que responder.

La segunda. ¿No se dio acaso una pérdida de apoyo militar hacia el Presidente el 11 de abril? Fíjese que estoy circunscribiéndome solamente al 11, ¿no se vio acaso una pérdida del orden militar hacia el Presidente el 11 de abril, como consecuencia de la negligencia, escúchese bien, negligencia en la aplicación de los planes que evitaran los lamentables hechos vividos ese 11 de abril?

Lo que tenía que evitar lo que sucedió es el Estado venezolano, después veremos a qué organismo le correspondía. Tenía que hacerlo y lamentablemente hubo una masacre.

Tercera pregunta, General. El Presidente Chávez le ordenó a usted la elaboración de una nueva Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, la cual hasta hace un mes fue un secreto.

¿Es verdad que el anteproyecto de la Ley presentado por usted contemplaba el uso de uniforme militar para el Presidente de la República, cuando él lo considerara conveniente?

¿Esto no es un factor de perturbación en las Fuerzas Armadas Nacionales?

Cuarta pregunta. ¿Por qué usted prohibió la entrada al Comando General del Ejército de algunos generales de ese componente que tuvieron participación o que aparecieron simplemente en los videos del 11 de abril? ¿Acaso ya están sentenciados para que tengan el acceso prohibido?

Quinta pregunta, General. ¿Por qué se han transferido 7 comandantes de batallón de Fuerte Tiuna y prácticamente todos los generales del Estado Mayor del Ejército, no dijo el General Lucas Rincón acaso que todos eran legales a él, aquí cuando estuvo en la interpelación?

Sexta y última pregunta, general. ¿Por qué si prevalece una gran institucionalidad en las Fuerzas Armadas, hay tantos oficiales removidos de sus cargos? ¿Acaso la institucionalidad de ser leal al Presidente y no a la Constitución? Gracias General, gracias colegas parlamentarios.

Presidente: Tiene la palabra el General de División Julio García Montoya.

General Julio García Montoya: Gracias Diputado. Primera pregunta. El día 11 de abril, día de la masacre, cómo explica usted un golpe de Estado donde los insurrectos o alzados no toman Miraflores, donde no existió renuncia y donde generales sin tropa le dan un golpe a generales con tropas.

Es evidente que para que los hechos desembocaran en un golpe de Estado, tuvo que haber habido una conspiración. En los análisis y evaluaciones que se hacían en los órganos de seguridad del Estado y a los cuales les hacía también seguimiento la Secretaría del Consejo de Defensa de la Nación, se podía notar una concatenación de eventos que apuntaban a una clara desestabilización del ente gubernamental.

Ahora bien, resulta bastante extraño que si hay una marcha que está convocada y autorizada para que vaya desde un Punto A un Punto B y allí concluya cómo es que después esa gran concentración humana, instigada por los líderes y organizadores de la marcha, es conducida o es inducida a trasladarse a un Punto C, que no estaba previsto y que a juzgar por el grado de violencia verbal que se apreciaba por parte de los líderes que arengaban a esa masa, podía desembocar, como de hecho desembocó, en hechos de violencia y simultáneamente con esto, teníamos unidades pertenecientes a las Fuerza Armada, que tiene responsabilidad constitucional en el mantenimiento del orden interno, que no realizaron lo que deberían haber realizado o que se intentó que realizaran, pero que finalmente no se materializó sino que se dejó que esa gran concentración de personas se desplazaban peligrosamente a encontrarse con otro grupo que también estaba ubicado en las cercanías del Palacio de Miraflores.

Es evidente que simultáneamente con esto, se estaban apreciando en los medios de comunicación, pronunciamientos que hacían de los distintos altos mandos de los distintos componentes, muchos de los cuales inclusive, a pesar de que se señalaba que eran en vivo, habían sido grabados previamente.

Entonces son demasiadas coincidencias para que terminemos concluyendo que una marcha pacífica, simple y llanamente desembocó en un golpe de Estado.

Pregunta número 2. ¿No se dio acaso una pérdida de apoyo militar hacia el Presidente el 11 de abril como consecuencia de la negligencia en la aplicación de los planes que evitaran los lamentables hechos vividos ese 11 de abril?

Habría que preguntarle a los responsables de la aplicación de los planes por qué no los aplicaron.

Tercera pregunta. El Presidente Chávez le ordenó a usted elaborar la nueva Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, la cual hasta hace un mes fue un secreto.

¿Es verdad que el anteproyecto de la Ley presentado por usted contemplaba el uso de uniforme militar para el Presidente de la República, cuando él lo considerara conveniente? ¿Esto no es un factor de perturbación en las Fuerzas Armadas? En primer lugar debo señalarle que no me correspondió elaborar la nueva Ley Orgánica de la Fuerza Armada, simplemente revisar el Anteproyecto elaborado por el Ministerio de la Defensa y en ese sentido presido una Comisión Presidencial designada para tales efectos y efectivamente, hay allí un artículo que habla sobre el uso de uniforme por parte de los oficiales retirados.

Dentro de las opciones que existían en ese artículo, estaba la posibilidad de que el Presidente de la República en su condición más que de oficial retirado, en su condición de Comandante en Jefe de la Fuerza Armada, pudiese vestir el uniforme.

Sin embargo, debo decirle que esa propuesta no fue aceptada y que en este momento el anteproyecto está casi listo para ser presentado a consideración del ciudadano Presidente, no incluye ese aspecto.

¿Por qué usted prohibió la entrada al Comando General del Ejército de algunos generales de ese componente que tuvieron participación o que aparecieron en los videos del 11 de abril? ¿Acaso ya quedaron sentenciados?

Definitivamente lo que ocurrió es algo muy grave y amerita una averiguación exhaustiva. No teniendo del todo clara la participación y el grado de responsabilidad de algunos oficiales generales del componente, se tomaron ciertas acciones para restringir el acceso a ciertas instalaciones. No se prohibió la entrada, simplemente se establecieron dentro de la normativa interna, algunos procedimientos para garantizarnos que cuando esos oficiales asistan al Comando General, pues sea debidamente informada su presencia en el Comando del Ejército y autorizar su pase a las instalaciones y por supuesto saber qué actividades van a desarrollar dentro de las instalaciones, son medidas de control interno, que como usted comprenderá, debemos de tomarlas porque aún no tenemos clara cuál fue el grado de responsabilidad y participación de algunos de nuestros oficiales generales.

¿Por qué se han transferido 7 comandantes de batallón de Fuerte Tiuna y prácticamente todos los generales del Estado Mayor del Ejército, no dijo el General Lucas Rincón que todos eran legales a él.

En este sentido debo señalarle lo siguiente. Al igual que como le dije en la respuesta anterior, estamos conduciendo unas investigaciones que nos llevan a tomar ciertas medidas precautelativas y el hecho de que hoy por hoy efectivamente se encuentren removidos de sus cargos, no quiere decir que ya sean culpables.

Es evidente que tenemos el mejor deseo y así lo vamos a hacer, de realizar una investigación justa y equitativa y absolutamente transparente y de determinarse que no tienen ningún grado de responsabilidad esos oficiales removidos, pues obviamente serán reasignados a cargos que estén a la altura de sus correspondientes grados.

Sexta y última pregunta. ¿Por qué si prevalece una gran institucionalidad en las Fuerzas Armadas, hay tantos oficiales removidos de sus cargos? ¿Acaso la institucionalidad de ser leal al Presidente y no a la Constitución?

Creo que de alguna manera ya le respondí a esta pregunta, sin embargo debo acotar lo siguiente y ratificarle lo siguiente. La institucionalidad de ser leal a las leyes y reglamentos, empezando por la Constitución, en eso hay que hacer énfasis porque no se trata de un ciudadano llamado Hugo Rafael Chávez Frías, se trata de la investidura que el pueblo venezolano le ha otorgado a ese ciudadano venezolano.

Entonces la Fuerza Armada percibe al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías como el Jefe del Estado, como el Presidente de la República, como el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada, porque eso es lo que corresponde al cargo para el cual ha sido elegido por voluntad del pueblo venezolano.

Entonces nuestra lealtad e institucionalidad es definitivamente no a personas sino a la institución llamada Presidencia de la República. Muchas gracias por sus preguntas, es todo lo que tengo que decir señor Presidente.

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